No se puede estudiar la Biblia por mucho tiempo sin darse cuenta de que el Arca es un tipo de Cristo, un prototipo o imagen simbólica del Salvador. Se nos dice específicamente de la tipología del Arca en I Pedro 3:20-21.

“Los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua. El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo” (I Pedro 3:20-21; p. 1271).

El Dr. Henry M. Morris dijo de este pasaje,

Estas ocho almas (Noé, sus tres hijos y las cuatro esposas) fueron “salvadas por agua” (esto también podría traducirse “a través del agua”) en el sentido de que fueron salvadas de la mortífera contaminación moral y espiritual que había engullido al mundo antediluviano después de la invasión demoníaca. Las aguas llevaron su Arca de seguridad, así como estas mismas aguas destruyeron el viejo mundo y sus viejas vidas. (Henry M. Morris, Ph.D., The Defender’s Study Bible, [La Biblia de Estudio del Defensor,] World Publishing, 1985 edición, nota sobre I Pedro 3:20).

El Dr. W. A. Criswell dijo que el término “figura similar” en I Pedro 3:21 es “antitupon” (Griego), que evoluciona a la palabra Inglesa ‘type’ [tipo] (The Criswell Study Bible, [La Biblia de Estudio de Criswell] Thomas Nelson Publishers, 1979 edición, nota sobre I Pedro 3:21). Así, tanto el Diluvio como el Arca se dan como tipos de Cristo en I Pedro 3:20-21. El Dr. Henry M. Morris dijo,

Así, tanto el Diluvio, con su arca de seguridad, como el bautismo, con su salida de las aguas del entierro, son como figuras [o tipos] de la maravillosa realidad de la muerte y resurrección de Cristo, así como de la muerte al pecado y nueva vida del creyente (The Defender’s Study Bible, [La Biblia de Estudio de Criswell] nota sobre I Pedro 3:21).

“Quedó [vivo] solamente Noé, y los que con él estaban en el arca” (Génesis 7:23).

Yo les voy a dar siete formas en que el Arca prefigura o tipifica al Señor Jesucristo. Estos siete puntos de comparación están ampliados, reorganizados y algo simplificados a partir de Gleanings in Genesis [Espigas en Génesis] por Arthur W. Pink (Moody Press, 1950 edition, pp. 103-109).

1. Primero, el Arca muestra la provisión de salvación de Dios en Cristo.

Dios le dijo a Noé,

“Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra. Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera” (Génesis 6:13-14; p. 13).

Antes de que llegara el Diluvio, Dios había ordenado que Noé y su familia se salvaran en el Arca. Se le dijo a Noé que construyera antes de que cayera una sola gota de agua. Así también, la salvación a través de Cristo no fue algo en que Dios pensó después de que el hombre pecó. Desde la eternidad pasada, Dios se había propuesto redimir a un pueblo para Sí mismo, y por lo tanto, en los consejos de la Deidad, Cristo fue el “Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo” (Apocalipsis 13:8). El Arca fue la provisión de Dios para la salvación de Noé, como Cristo es la provisión de Dios para la salvación de los pecadores, y así ha estado en la mente de Dios “desde la fundación del mundo.”

“Quedó [vivo] solamente Noé, y los que con él estaban en el arca” (Génesis 7:23).

2. Segundo, el Arca muestra que estamos a salvo de la ira de Dios por Cristo, nuestro sustituto.

El Arca de Noé era un lugar de seguridad. Protegió a sus habitantes de la ira derramada de Dios sobre un mundo pecador. Esto habla de la obra propiciatoria de Cristo,

“Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre” (Romanos 3:24-25; p. 1151).

“Y Él es la propiciación por nuestros pecados” (I Juan 2:2; p. 1278).

“Él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados” (I John 4:10; p. 1280).

El Dr. W. A. Criswell dijo, con respecto a la propiciación, que viene de la palabra Griega “hilasterion.” El Dr. Criswell dijo, “Aquí los traductores de la KJV están precisamente en lo correcto al traducir la palabra ‘propiciación’...la propiciación es la obra de Cristo en la cruz en la que Él cumplió con las demandas de la justicia de Dios contra el pecado...satisfaciendo los requisitos de la justicia de Dios” (The Criswell Study Bible, [La Biblia de Estudio de Criswell] Thomas Nelson Publishers, 1979, nota sobre Romanos 3:25). El profeta Isaías muestra gráficamente el significado de la propiciación, cuando dice de Cristo,

“Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado” (Isaías 53:10; p. 733).

En Su obra propiciatoria en la Cruz, Cristo llevó la ira de Dios. Dios hirió a Él en nuestro lugar. Dios puso a Él en aprietos en nuestro lugar, así que la ira de Dios cayó sobre Cristo y no sobre el verdadero Cristiano. Así, la ira de Dios fue propiciada por la obra vicaria de Cristo en la Cruz, donde Dios “hirió a Él” y “afligió a Él” en nuestro lugar, cuando el juicio que debería haber caído sobre los pecadores, cayó sobre Cristo, nuestro sustituto vicario. El castigo que debería haber caído sobre el hombre pecador, cayó sobre Cristo.

“Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. [En nuestro lugar, como nuestro substituto] Cuando [Dios] haya puesto su vida en expiación por el pecado” (Isaías 53:10).

Así, la obra propiciatoria de Cristo en la cruz significa que Él fue castigado por Dios, y probó la ira de Dios, como sustituto, colocándose como sustituto en el lugar de los pecadores, quienes reciben la salvación porque Cristo llevó la ira de Dios sobre sí Él mismo. en lugar de los pecadores que son reconciliados con Dios por la obra sustitutiva de Cristo en la Cruz.

Esto ciertamente está tipificado en el Arca de Noé. El juicio de Dios cayó sobre el Arca (el tipo de Cristo) no sobre los que estaban dentro del Arca. Los que estaban en el Arca tipificaban a los que hoy están protegidos de la ira de Dios porque están en Cristo, como Noé estaba en el Arca. Así, ellos no podían ser sujetos de la ira de Dios porque había caído sobre el Arca, en lugar de ellos. Qué cuadro tan maravilloso de Cristo es el Arca. Llevó la ira de Dios en el Diluvio, mientras que Noé y su familia fueron preservados adentro, así como el verdadero Cristiano es preservado cuando es “en Cristo Jesús” (I Corintios 1:30). Ningún juicio puede caer sobre el que está “en Cristo” porque la ira propiciatoria de Dios cae sobre Jesús, no sobre el verdadero Cristiano, quien, como Noé, está seguro en Cristo – así como Noé estaba seguro en el Arca. La ira de Dios cae sobre Cristo, así como la ira de Dios cayó sobre el arca y no sobre los que estaban dentro, porque

“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús” (Romanos 8:1; p. 1157).

Debido a esto,

“Quedó [vivo] solamente Noé, y los que con él estaban en el arca” (Génesis 7:23).

Los que estaban fuera del Arca tuvieron que soportar toda la fuerza del Diluvio. La ira de Dios se derramó sobre ellos en toda su medida porque no estaban en el Arca. Así será para todos los que no están “en Cristo” cuando el juicio de Dios caiga sobre ellos.

3. Tercero, el Arca muestra que Cristo es el único camino para entrar en la salvación.

Mira a Génesis 6:16.

“Y pondrás la puerta del arca a su lado” (Génesis 6:16; p. 13).

El Arca tenía una sola puerta adentro. Todos tenían que pasar por esa única puerta para entrar al Arca. Una puerta era todo lo que tenía. Noé y su familia, así como todos los animales, tuvieron que entrar al Arca por esa única puerta.

Asimismo, esto apunta al hecho de que solo hay una forma de escapar de la ira venidera. Jesus dijo,

“Nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6; p. 1091).

El tipo es la única puerta al Arca. El antitipo es Cristo, quien dijo,

“Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo” (Juan 10:9; p. 1085).

Note también que la puerta del arca estaba “puesta a su lado” (Génesis 6:16). Seguramente esto apunta hacia el hoyo del “costado” de Cristo en la Cruz.

“Pero uno de los soldados le abrió el costado” (Juan 19:34; p.1098).

Esto sugiere que el camino al corazón de Dios ahora está abierto para los pecadores culpables y arruinados.

“Quedó [vivo] solamente Noé, y los que con él estaban en el arca” (Génesis 7:23).

4. Cuarto, el Arca muestra la expiación de Cristo.

Mira de nuevo a Génesis 6:14,

“Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera” (Génesis 6:14; p. 13).

La palabra “calafatearás” se traduce de la palabra Hebrea “kaphar,” que significa “cubrir.” “Kaphar” se traduce setenta veces en la Biblia King James como “para hacer una expiación.” El significado simple de “kaphar” es “cubrir.” La expiación fue hecha por la Sangre de Cristo, que cubre el pecado. El pecado tiene que ser cubierto por la Sangre de Cristo. Romanos 4:7, en el Nuevo Testamento, da una cita de Salmos 32,

“Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son…cubiertos” (Romanos 4:7).

Comentando sobre Romanos 4:7, R. C. H. Lenski dijo,

Tan grande es este bendito acto que David agrega otro término: “estaban cubiertos”…La idea no es la de esconderse bajo alguna cubierta que pueda ser quitada; y los pecados serán expuestos después de todo, pero de la ocultación de la vista de Dios para siempre. ¿Qué tipo de cubierta puede hacer esto? La sangre de Cristo, nuestro propiciatorio (R. C. H. Lenski, Ph.D., The Interpretation of St. Paul’s Epistle to the Romans, [La Interpretación de la Epístola de San Pablo a los Romanos] Augsburg Publishing House, 1961 edition, paginas 298-299).

Cuando tú vienes a Cristo, tus pecados son cubiertos por la Sangre de Él, como el Arca de Noé fue cubierta con brea. Y entonces,

“Quedó [vivo] solamente Noé, y los que con él estaban en el arca” (Génesis 7:23).

5. Quinto, el Arca muestra la resurrección y ascensión de Cristo.

La enseñanza típica del Arca va más allá de la expiación a la resurrección de Cristo. Mira a Génesis 8:4.

“Y reposó el arca en el mes séptimo, a los diecisiete días del mes, sobre los montes de Ararat” (Génesis 8:4; p. 14).

Al final del Diluvio, el Arca descansó en el Monte Ararat. El lugar de descanso final del Arca estaba en la cima de esa montaña. Esto apunta a la resurrección de Cristo, quien “Subiendo a lo alto” (Efesios 4:8), “donde está Cristo sentado a la diestra de Dios” (Colosenses 3:1). El lugar de descanso final del Arca estaba en la cima de una montaña, tipificando ese lugar de arriba, donde el Señor Jesucristo ahora está sentado a la diestra de Dios Padre.

6. Sexto, el Arca muestra la seguridad absoluta de aquellos que están en Cristo.

Noé y su familia no tuvieron que preservarse. Estaban protegidos del Diluvio por el Arca hermética que estaba cubierta “con brea por dentro y por fuera” (Génesis 6:14). No importa cuán fuerte lloviera o cuán alto subiera el agua, todos los que estaban dentro del Arca estaban salvo. Esto habla típicamente de la seguridad eterna del converso en Cristo. Así como Noé y su familia estaban salvos en el Arca, así “vuestra vida está escondida con Cristo en Dios” (Colosenses 3:3). Una vez que tú estés “en Cristo Jesús” (I Corintios 1:30) ¡tú no puede perder tú salvación!

“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús” (Romanos 8:1; p. 1157).

Mira a Génesis 7:16,

“Y los que vinieron, macho y hembra de toda carne vinieron, como le había mandado Dios; y Jehová le cerró la puerta” (Génesis 7:16; p. 13).

Una vez que Noé estuvo en el Arca, Dios mismo “le cerró.” ¡Qué maravilloso pensamiento es este! Una vez que tú has entrado en Cristo, eres “guardados por el poder de Dios” (I Pedro 1:5).

“El que cree en el Hijo tiene vida eterna” (Juan 3:36; p. 1075).

“Y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás” (Juan 10:28; p. 1086).

“Que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero” (I Pedro1:5; p. 1267).

“Vinieron [y entraron]…y Jehová le cerró la puerta” (Génesis 7:16; p.13).

“Quedó solamente Noé, y los que con él estaban en el arca” (Génesis 7:23).

7. Séptimo, el Arca muestra la invitación que Dios da para venir a Cristo.

Mira a Génesis 7:1.

“Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca” (Génesis 7:1; p. 13).

Esta es la primera vez que la palabra “venir” se encuentra en la Biblia. Se da más de quinientas veces en el resto de las Escrituras. Parece muy significativo que la palabra “ven” aparezca aquí por primera vez.

“Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca” (Génesis 7:1; p. 13).

“Ve” hubiera implicado que Dios le estaba diciendo a Noé que se apartara de Él. “Ven” muestra que el Señor estaría presente con él en el Arca. Esto ilustra lo que Jesús dijo en el Evangelio,

“Venid a mí…y yo os haré descansar” (Mateo 11:28; p. 971).

Entonces, mi súplica, a te esta tarde es el mismo llamado que Dios le dio a Noé. Entra en el Arca. Entra en la salvación que Cristo provee. Ven a Jesús. Tú pecado será cubierto por Su Sangre. Jesús te preservará del juicio de Dios. Ven a Jesús. Entra y sé salvo.