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Cuando le escribas a Dr. Hymers, siempre dile en qué país vives o él no te podrá contestar. El correo electrónico de Dr. Hymers es rlhymersjr@sbcglobal.net.

El Dr. Henry M. Morris dijo, “Es importante que cuando el más grande maestro de la Biblia – de hecho, el Autor del libro – enseñaba verdades Bíblicas, Él comenzaba en el principio. Génesis es el libro de fundación de la Biblia, y si hemos de entender el resto de la Escritura, es esencial que entendamos y creamos la revelación de Dios en Génesis” (traducción de Henry M. Morris, Ph.D., The Defender’s Study Bible, World Publishers, 1995, nota sobre Lucas 24:27).

Notemos varios lugares donde el Señor Jesucristo proclamó la autenticidad de Génesis. Por favor voltea en tu Biblia a Mateo 19:4-6. Jesús dijo:

“¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre” (Mateo 19:4-6).

Aquí el Señor Jesucristo se refería a Génesis 1:27, “varón y hembra los hizo,” y citó Génesis 2:24:

“Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne?” (Mateo 19:5).

Ahora voltea a Lucas 11:51. Aquí el Señor Jesucristo dijo, “desde la sangre de Abel.” Esto es una referencia directa a Génesis 4:10:

“La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra” (Génesis 4:10).

La referencia a la sangre de Abel en el cuarto capítulo de Génesis demuestra que el Señor Jesucristo aceptaba completamente el Libro de Génesis como un hecho histórico.

Ahora voltea a Lucas 17:26-32.

“Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre. Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos. Asimismo como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban; mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos. Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste. En aquel día, el que esté en la azotea, y sus bienes en casa, no descienda a tomarlos; y el que en el campo, asimismo no vuelva atrás. Acordaos de la mujer de Lot” (Lucas 17:26-32).

Este pasaje demuestra que Jesús creía la veracidad histórica del Diluvio, grabado en el capitulo seis y siete de Génesis. Jesús usó la historia del gran Diluvio en Génesis para mostrar cómo serían las condiciones del mundo al fin de esta era. In el mismo pasaje de Lucas 17, Jesús mostró su creencia en la veracidad histórica de Lot y su esposa en la ciudad de Sodoma, grabada en Génesis, capitulo diecinueve. Jesús dijo, “Acordaos de la mujer de Lot” (Lucas 17:32). Esta es una referencia directa a Génesis 19:26,

“Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal” (Génesis 19:26).

En Juan 7:22 el Señor Jesucristo dijo:

“Por cierto, Moisés os dio la circuncisión” (Juan 7:22).

La Biblia dice en Génesis 17:9-11.

“Dijo de nuevo Dios a Abraham: En cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti por sus generaciones. Este es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti: Será circuncidado todo varón de entre vosotros. Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros” (Génesis 17:9-11).

Así que cuando Jesús dijo, “Moisés os dio la circuncisión,” Él hacía referencia directa al pasaje en el capítulo diecisiete de Génesis. Nota también que Jesús le atribuyó ser el autor de Génesis a Moisés cuando dijo, “Moisés os dio la circuncisión.” Así el Señor Jesucristo nos dijo que Moisés era el autor del Libro de Génesis.

Jesús se refería a Moisés como el autor de los primeros cinco libros de la Biblia, que Él llamaba “la ley,” en Juan 7:19. Jesús dijo, “¿no os dio Moisés la ley…?” (Juan 7:19). La “ley” ser refiere al Pentateuco. Jesús hablaba de “la ley y los profetas” en Lucas 16:16. La ley se refiere a los primeros cinco libros de la Biblia – Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. Así que cuando Jesús dijo, “¿no os dio Moisés la ley?” Él afirmaba que Moisés era el autor humano de los primeros cinco libros de la Biblia, empezando con el Libro del Génesis. Nota esta división del Antiguo Testamento en la cuenta que dio Jesús del hombre rico y Lázaro. El hombre rico pidió, en el Infierno, que Lázaro fuese enviado de los muertos a testificarle a sus hermanos perdidos. Entonces Jesús dio la respuesta de Abraham al rico. En Lucas 16:29-31 Jesús dijo:

“Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos. El entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán. Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos” (Lucas 16:29-31).

Jesús nos dice que Abraham dijo, “A Moisés y a los profetas tienen, óiganlos...si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levante de los muertos” (Lucas 16:29, 31). Aquí Jesús afirma a Moisés como el autor de los primeros cinco libros, incluyendo Génesis, así como también los escritos de los profetas.

Así, vemos que el Señor Jesucristo autenticó la dependibilidad histórica del récord de Génesis – y que Jesús enseñó que Moisés era el autor humano del Libro de Génesis. Cuando Él había resucitado de los muertos, Él habló a Sus Discípulos,

“Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían” (Lucas 24:27).

Ahora, te podrás preguntar, “¿Cómo supo Moisés qué escribir?” Esa es una buena pregunta. La forma más simple de contestarla está en II Pedro 1:20-21. Escucha mientras leo esos dos versos.

“Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (II Pedro 1:20-21).

Los hombres que escribieron las Escrituras del Antiguo Testamento, incuyendo a Moisés cuando escribió el Libro de Génesis, “hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.” Sus mentes fueron llevadas por el Espíritu Santo a escribir las Sagradas Escrituras. Otro verso importante está en II Timoteo 3:16, que dice:

“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia” (II Timoteo 3:16).

El Dr. J. Vernon McGee dijo,

Cuando Dios dice, “Toda la Escritura,” significa todo de ella, desde el Génesis hasta el Apocalipsis…La palabra inspiración significa “soplada por Dios”…Por medio de estos hombres [los autores de la Escrituras] Dios nos ha dado Su Palabra. Él no tiene nada más qué decirnos hoy (traducción literal de J. Vernon McGee, Th.D., Thru the Bible, Thomas Nelson Publishers, 1983, tomo V, pagina 473; nota de II Timoteo 3:16).

El Dr. M. R. DeHaan dijo, “La evidencia es abrazadora, que para la mente iluminada no cabe duda tocante a la autenticidad y la autoridad y la veracidad histórica de los cinco libros de Moisés [Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio]. Esto es particularmente cierto del Libro de Génesis” (traducción de M. R. DeHaan, M.D., Portraits of Christ in Génesis, Zondervan Publishing House, 1966, Introducción).

Por lo tanto, estudiemos el Libro de Génesis con gran humildad y fe – ya que el Señor Jesucristo Mismo puso su estampa de aprobación en él, y reconoció a Moisés como el hombre por medio del cual Dios dio este libro sagrado.

“Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían” (Lucas 24:27).

Jesús creyó en el Libro de Génesis. Puedes confiar en ese libro. Y el Libro de Génesis dice lo que le sucedió a la raza humana. Dios creó al primer hombre y a la primera mujer, “varón y hembra los creó” (Génesis 1:27). Pero Adán y Eva desobedecieron a Dios. En el Huerto del Edén, comieron del fruto que Dios les dijo que no comieran (Génesis 3:6). Ellos pecaron contra Dios.

Adam, el primer hombre, era la cabeza de la raza humana. Cuando él pecó, se convirtió en un pecador. Pero más que eso, pasó su naturaleza pecaminosa a toda la raza humana. La Biblia dice,

“El pecado entró en el mundo por un hombre [Adán], y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres” (Romanos 5:12).

Todas las personas nacieron en pecado. Naciste en pecado. Tienes una naturaleza pecaminosa. En tu corazón, eres naturalmente egoísta. Eres un pecador por naturaleza. Es por eso que hiciste las cosas que hiciste. En tu interior eres un pecador. Eres un pecador a los ojos de Dios. No puedes cambiarte a ti mismo. No puedes salvarte a ti mismo.

Por eso vino Jesús. Él vino a hacer lo que no puedes hacer. Jesús murió en la Cruz para pagar por tu pecado. Él derramó Su Sangre para lavar tu pecado. Él se levantó de entre los muertos para darte vida. Si confías en Él, Jesús perdonará tu pecado. Serás salvo para siempre. Oro para que confíes en Jesús hoy. Amén.

(FIN DEL SERMÓN)
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El Solo Cantado Antes del Sermón por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith:
“May Jesus Christ Be Praised” (por Edward Caswall, 1814-1878).