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¡TRÁIGANLAS DEL CAMPO DEL PECAR!

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
El Día del Señor, 3 de Septiembre del 2017

“Vé por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa” (Lucas 14:23).


Durante muchos años no sabía cómo ganar almas. Yo no sabía cómo conseguir que la gente perdida fuera salva y entrara en la iglesia. Traté casi todos los métodos posibles. Traté de distribuir tratados. Pero pasando tratados no trajo gente a la iglesia. Traté de predicar en la calle. Pero eso no trajo gente perdida a la iglesia. Traté testificar en la calle o de puerta en puerta. Pero eso tampoco funcionó. Ellos decían una oración para la salvación. Pero no vinieron a la iglesia. Traté de dar “seguimiento” a ellos después de que oraron. Pero el “seguimiento” tampoco los trajo a la iglesia. Me sentí muy frustrado y derrotado.

Sin embargo, me negué a darme por vencido. Sabía que debía haber alguna forma de convertir a la gente perdida y traerla adentro de la iglesia. Fue entonces cuando leí nuestro texto. Lo había leído antes, pero de repente parecía saltar hacia mí. En ese momento nació nuestro método de evangelismo. Las palabras de Jesús se convirtieron en nuestra guía para ganar almas.

“Vé por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa” (Lucas 14:23).

En lugar de ir a la gente y hacer que dijeran una “oración del pecador” – y luego tratar de hacer que vengan a la iglesia, hicimos algo nuevo. Les haríamos venir a la iglesia antes de intentar que fueran salvos. ¡Y funcionó! Ahora estábamos haciendo lo que Jesús dijo que hiciéramos. Los forzamos a “entrar” antes de ser confrontados por el Evangelio en mis sermones.

Muchas personas no vinieron a la iglesia. Pero algunos sí. Y algunos de ellos me oyeron predicar y fueron salvos. Pero fueron las personas que habían sido forzadas a entrar, y habían hecho amigos en la iglesia. Ya eran asistentes regulares en la iglesia antes de que fueran confrontados con el Evangelio.

Como dije, no todos los que invitamos a la iglesia vinieron. La parábola de Jesús nos dijo que la mayoría de la gente no vendría. El versículo 18 dice: “Y todos a una comenzaron a excusarse para no venir. La mayoría de la gente no vendrá. Los “forzamos” a que vinieran a nuestra iglesia, pero sólo unos cuantos en realidad vinieron. Les pedimos que “entraran”. ¿Entrar a dónde? ¡Entrar a la iglesia, por supuesto! ¿Dónde más “entrarían” en la parábola? Pero en realidad pocas personas entrarían a la iglesia. Ellos escucharían sermones dinámicos del Evangelio. En realidad comerían “una gran cena” con nosotros – como dice el versículo 16. Ellos disfrutarían una comida con nosotros – seguido por una pequeña fiesta de cumpleaños celebrada para uno de nuestros miembros. ¡Pasarían muy bien con nosotros en la fiesta! Luego los invitamos a regresar el próximo Domingo.

Muchos de los que vinieron no volvieron. Pero algunos lo hicieron. Y luego les predicamos el Evangelio, una y otra vez, en cada servicio. Después de un tiempo empezaron a entender el Evangelio. Después de más tiempo algunos vinieron bajo convicción de pecado, y algunos confiaron en Jesús y fueron salvos. ¿Cuántos de ustedes aquí esta noche entraron en nuestra iglesia de esa manera? Incluso si todavía no eres convertido, ¿cuántos de ustedes vinieron a nuestra iglesia de esa manera? Por favor levántese. (Están de pie.) ¿Ves? ¡La mayoría de la gente en nuestra iglesia vino de esa manera! Tú viniste a nuestra iglesia porque obedecimos a Jesús. Él dijo:

“Vé por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa” (Lucas 14:23).

“Tráiganlas”. Es la número 24 en tu cancionero. ¡Canta el coro conmigo!

Tráiganlas, Tráiganlas,
   Tráiganlas de campo del pecar;
Tráiganlas, Tráiganlas,
   A Jesús trae las ovejas.
(Traducción libre de “Bring Them In” por Alexcenah Thomas, 19th century).

Al seguir el método de evangelización de Jesús, gradualmente aprendimos otras cosas. Aprendimos a ser selectivos con respecto a quién traeríamos. Al principio trajimos a todos. Pero nuestra iglesia está en el centro de la ciudad. Estamos justo en medio del centro de Los Ángeles. Hay un gran número de personas aquí que no son buenos prospectos. Algunos toman drogas. No podemos ayudarles mucho. Algunos son viejos y en sus propios caminos. Tampoco podemos ayudarlos. En los días de Jesús les dijo que trajeran “los mancos, los cojos y los ciegos” (v. 21). Pero esas personas en los días de Jesús eran mucho más civilizadas y serias que la gente de hoy. Podías traer gente así a la iglesia y no harían cosas locas. Pero muchas personas hoy en día son demasiado salvajes y rebeldes para traer a la iglesia. Entonces Jesús mismo dijo que fuéramos selectivos. Jesús dijo a sus Discípulos:

“Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel” (Mateo 10:5, 6).

Más tarde, les dijo que fueran aún más selectivos. Jesús les dijo que no siguieran evangelizando a ciertas personas, e incluso a ciudades enteras. Él dijo:

“Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies. De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y de Gomorra, que para aquella ciudad” (Mateo 10:14, 15).

Jesús fue selectivo y nosotros también debemos serlo. Alguien dijo: “Si tratas de ganar a todo el mundo, no ganarás a nadie”. Hemos descubierto que los jóvenes universitarios de 16 a 24 años son los mejores prospectos para evangelizar con nuestro método. La mayor parte de nuestra iglesia está construida sobre ese grupo de edad. También hemos encontrado que los jóvenes Chinos que son estudiantes universitarios son más fáciles de ganar que otros. Sin embargo, tenemos algunos otros. Tenemos más de 20 grupos étnicos en nuestra iglesia. Pero la unidad de nuestra iglesia reside en el hecho de que son (o eran) estudiantes universitarios. No solo son estudiantes universitarios. Sino jóvenes limpios que no han estado tomando drogas. Constituyen lo que llamamos nuestro “grupo objetivo”. Enfocamos nuestro evangelismo en ellos. Hemos añadido unos 50 de estos jóvenes a nuestra iglesia en los últimos años.

“Vé por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa” (Lucas 14:23).

¡Canta el coro de nuevo!

Tráiganlas, Tráiganlas,
   Tráiganlas de campo del pecar;
Tráiganlas, Tráiganlas,
   A Jesús trae las ovejas.

Oigo a los evangélicos decir que es muy difícil ganar gente hoy. Dicen que se hace más difícil cada año. Dicen que estamos viviendo en los últimos días. Eso hace que sea demasiado difícil ganar almas del mundo. Otros nos dicen que nadie dará su número de teléfono a un extraño que se encuentran en la universidad o en un centro comercial. Pero su teoría no se basa en hechos. No han probado esto como nosotros. Sabemos, por experiencia, que muchos jóvenes realmente darán su nombre y número de teléfono celular a una persona amable en la universidad. Lo hacen cada semana. No creo que lo hubieran hecho hace veinte años, y ahí es donde los predicadores tienen su idea de que no funciona. No se dan cuenta de que hemos entrado en una nueva era con las líneas de chat y Facebook y todo lo demás. Los jóvenes que son “Mileneales” hoy en día darán su número de teléfono a un extraño que es amistoso. Cientos de ellos lo hacen a través de nuestra iglesia cada semana. Pero tienes que centrarte en los jóvenes de la universidad, porque las personas mayores no darán su número. Los predicadores piensan que nada funcionará, que todo método evangelístico es demasiado difícil. Pero están equivocados. Jesús dijo:

“Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega” (Juan 4:35).

Las universidades, los centros comerciales y las calles están llenos de gente joven. Pero tenemos que ir tras ellos. Tenemos que ir tras ellos con celo y determinación. La ciudad está llena de ellos. La cosecha es siempre grande. Siempre está creciendo a medida que vienen nuevos estudiantes universitarios cada semestre. Jesús dijo:

“A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies” (Mateo 9:37, 38).

¡Cántala de nuevo!

Tráiganlas, Tráiganlas,
   Tráiganlas de campo del pecar;
Tráiganlas, Tráiganlas,
   A Jesús trae las ovejas.

Esto no es un trabajo fácil. Me sorprendí cuando descubrí que tenemos gente que va a evangelizar y trae muy pocos nombres y números de teléfono. Algunos nunca traen nombres y números de teléfono del evangelismo. Esto me preocupó la otra noche. La verdad es que los campos de cosecha están llenos de gente joven. Jesús dijo que debemos orar para que Dios “envíe obreros a su mies”. Algunos de ustedes van al evangelismo, pero no traen muchos nombres. No traes muchos nombres porque no estás “obrando” para obtener nombres. Los jóvenes perdidos están allí por centenares. ¡Pero no estás “obrando” para obtener sus nombres! La palabra traducida “obreros” podría ser traducida como “trabajadores”.

¡Cuando vas al evangelismo tienes que trabajar! Tienes que trabajar duro o no conseguirás nombres. Tienes que trabajar duro en ganar almas para traer muchos nombres y números de teléfono. ¡Oro que trabajes en ello la semana próxima! ¡No seas perezoso! ¡No te distraigas! ¡No te detenga y esperes que el tiempo pase! ¡Tienes que trabajar duro para conseguir sus nombres!

“Vé por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa” (Lucas 14:23).

¡Cántala!

Tráiganlas, Tráiganlas,
   Tráiganlas de campo del pecar;
Tráiganlas, Tráiganlas,
   A Jesús trae las ovejas.

Recuerdo cuando Noah Song predicó un gran sermón. Era sólo su segundo sermón. ¡Pero fue poderoso! Noah Song dijo:

El mayor problema que enfrentan los jóvenes de hoy es la soledad. ¡Sé que es verdad! Puedes estar en una multitud. Pero no conoces a la gente personalmente. Puedes salir en una cita, pero sabes que no durará mucho. Puedes enamorarte. Pero pronto terminará. Puedes caminar a través de un centro comercial, pero nadie te conoce o se preocupa por ti. Puedes ir a Facebook, o chatear – pero sabes que los que contactas no se preocupan por ti. Sólo son amigos cibernéticos – no amigos reales. ¿Cuál es la respuesta? ¡La respuesta está aquí en el “nuevo” Tabernáculo Bautista! (Noah Song, “God Hates Loneliness!”).

¡Sí, Noah tenía razón! Los jóvenes están solos hoy. No sólo algunos de ellos. Todos ellos experimentan la soledad. Ve a ellos. Sonríe y diles “hola” a ellos. ¡No tengas miedo! John Cagan me dijo: “Les estamos haciendo un favor invitándolos a la fiesta en nuestra iglesia”. ¡Él tiene razón! Les estamos haciendo un gran favor porque les estamos ofreciendo lo que necesitan. Lo que necesitan para curar su soledad. Lo que necesitan para tener una vida mejor. ¡Lo que necesitan para encontrar la paz con Dios a través de Jesucristo! No estás hablando con ellos como un vendedor, como un vendedor que está tratando de obtener algo de ellos. ¡No! ¡No! ¡No eres un vendedor! ¡Estás allí en el evangelismo, no para tomar algo de ellos! ¡No para engañarlos! ¡No para venderles algo que no necesitan! Estás allí para darles algo. ¡Para darles algo que desesperadamente necesitan! Estás allí para traerlos a la fiesta en nuestra iglesia. Estás allí para traerlos a encontrar buenos amigos. Estás allí para llevarlos a casa a la iglesia para que puedan escuchar acerca de Jesucristo – ¡y recibir el don gratuito de salvación y Su amor eterno!

“Vé por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa” (Lucas 14:23).

¡Cántala!

Tráiganlas, Tráiganlas,
   Tráiganlas de campo del pecar;
Tráiganlas, Tráiganlas,
   A Jesús trae las ovejas.

Cuando vayas al evangelismo, ¡no tengas miedo! Ellos necesitan lo que ofrecemos. ¡Lo necesitan desesperadamente! Les está haciendo un favor. Estás allí para ayudarlos. Para darles lo que necesitan. Para obtener sus nombres para que podamos traerlos. Para darles amor y amistad que nunca han conocido – el amor de Dios, el sublime amor del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo – ¡la amistad, la calidez, la comunión y el gozo del “nuevo” Tabernáculo Bautista!

¡Los campos…ya están blancos para la siega¡ ¡Ahora ve la próxima semana y trae muchos nombres y números de teléfono del evangelismo personal! ¡Ven con nosotros al evangelismo el Miércoles por la noche! ¡Ven con nosotros al evangelismo el Jueves por la noche! ¡Ve de nuevo el sábado por la noche! ¡Sí – y ve de nuevo el Domingo por la tarde! Traer puñados de nombres, no sólo uno o dos. ¡Trae puñados de nombres! ¡Puedes hacerlo! No tengas miedo. ¡Tienes lo que los jóvenes necesitan desesperadamente! ¡Ve y hazlo! ¡Ve y hazlo! ¡Ve y hazlo!

“Vé por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa” (Lucas 14:23).

Por favor, pónganse de pie y canten el himno número 24. Es “Tráiganlas”. Canten, es la número 24 en el cancionero. ¡Cántalo, y luego hazlo la próxima semana!

Oigo la voz de mi pastor,
   En el desierto al derredor,
Llamando la ovejita que,
   De su rebaño ya se fue,
Tráiganlas, Tráiganlas,
   Tráiganlas de campo del pecar;
Tráiganlas, Tráiganlas,
   A Jesús trae las ovejas.

Quién al fiel Pastor va a ayudar,
   ¿A las perdidas a encontrar?
Quién las ovejas a traer,
   ¿De la tormenta proteger?
Tráiganlas, Tráiganlas,
   Tráiganlas de campo del pecar;
Tráiganlas, Tráiganlas,
   A Jesús trae las ovejas.

Muy lejos las oigo llorar,
   En la montaña donde están;
Pero el Señor te dice a ti,
    “Trae mis ovejas hacia mí”.
Tráiganlas, Tráiganlas,
   Tráiganlas de campo del pecar;
Tráiganlas, Tráiganlas,
   A Jesús trae las ovejas.
(Traducción libre de “Bring Them In” por Alexcenah Thomas, 19th century).

¿Te ha inspirado este sermón traer más nombres? ¿Ves la necesidad esta noche? Dirás: “Sí, Dr. Hymers, haré mucho más, la próxima semana”. Si ese es tu deseo, entonces deja tu asiento y ven aquí al frente. ¡Sube a la plataforma, y abajo también! Emi tocará “Tráiganlas” mientras vienes. (Vienen).

John Samuel Cagan, por favor ore para que Dios ayude a cada uno a traer más nombres la próxima semana. (John Cagan ora). Ahora Noah Song ore (él ora). Mientras Emi toca el coro, cántala mientras regresas a tu asiento.

Tráiganlas, Tráiganlas,
   Tráiganlas de campo del pecar;
Tráiganlas, Tráiganlas,
   A Jesús trae las ovejas.

Se pueden sentar. El negocio principal de Jesucristo fue salvar almas perdidas. Jesús dijo que vino “a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Lucas 19:10).

Si aún no eres salvo, estoy aquí para decirte que Jesús puede salvarte. Deja los pecados de tu vida y ven “cara a cara” con Jesucristo – como hizo Noah Song. Jesús sufrió y murió en la Cruz. Murió en tu lugar, para pagar el castigo por tu pecado. Él derramó Su Sangre en esa Cruz para limpiarte de todo pecado. Si quieres confiar en Jesús, habla con nosotros. Nosotros te aconsejaremos acerca de ser salvo. ¡Dios los bendiga a todos! Amén.

de autor y solo pueden ser usados con autorización.


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(FIN DEL SERMÓN)
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La Escritura Leída por Antes del Sermón por el Dr. Kreighton L. Chan: Lucas 14:16-23.
El Solo Cantado Antes del Sermón por el Sr. Benjamín Kincaid Griffith:
“Bring Them In” (por Alexcenah Thomas, siglo 19).