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EL FALSO ARREPENTIMIENTO DE JUDAS

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
La Noche del Día del Señor, 2 de Abril del 2017

“Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú! Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó” (Mateo 27:3-5).


Mateo 27 comienza temprano en la mañana, después de que Jesús fue arrestado en el Huerto de Getsemaní, después de que fuese llevado ante el Sumo Sacerdote y el Sanedrín, después de que los testigos falsos testificaron contra él, después de que lo abofetearan y mofaran, y después de que Pedro le negara.

“Venida la mañana, todos los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo entraron en consejo contra Jesús, para entregarle a muerte. Y le llevaron atado, y le entregaron a Poncio Pilato, el gobernador” (Mateo 27:1-2).

Ellos llevaban a Jesús por el palacio del Sumo Sacerdote. Judas entró y se paró cerca de Jesús. Pero Judas no se volvió a Jesús para pedirle perdón. Si se hubiese vuelto a Jesús, aún a esa hora tardía, hubiera sido salvo. El ladrón en la cruz al lado de Jesús fue salvo poco antes de morir. ¿Por qué se volvió Judas al sacerdote principal en vez de a Jesús para perdón? Creo que hay dos razones.

I. Primero, Judas ya había cometido el pecado imperdonable.

Jesús dijo:

“Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero” (Mateo 12:31-32).

El Dr. John R. Rice dijo que Judas parecía “haber cometido el pecado imperdonable”, o sea, ya había sido entregado a la reprobación. El Dr. John R. Rice dijo:

El pecado imperdonable es un rechazo tan completo y final de Jesús, tan definitivo...que insulta y aleja al Espíritu Santo para siempre. Entonces [el Espíritu Santo] ya no conmueve el corazón, ni lleva convicción ni despierta el deseo por la salvación...El que ha [cometido el pecado imperdonable] está desinteresado ya que el Espíritu Santo se ha apartado de él. Toda la vuelta verdadera a Dios tiene que ser causada por el Espíritu Santo actuando en el corazón. Si [el Espíritu Santo] se retira, Dios ya no tiene otra agencia con la cual convencer y salvar al pecador (traducción de John R. Rice, D.D., A Verse-by-Verse Commentary on the Gospel According to Matthew, Sword of the Lord Publishers, edición de 1980, p. 183; comentarios sobre Mateo 12:31-32).

¡La canción del Dr. Rice, “Si Te Demoras Demasiado” describe a Judas!

Demoraste, al Salvador así rechazando,
   Tan paciente y dulce te advirtió el Señor,
Lo prohibido comiste, a Satán le creíste,
   Tu pecado ha endurecido tu corazón.
Triste será ese juicio, Sin su misericordia
   Pues tú te demoraste, Y Jesús se marchó;
O, que remordimiento, cuando llegue tu muerte,
   ¡Y tú te has demorado en venir a Jesús!
(Traducción libre de “If You Linger Too Long”
   por Dr. John R. Rice, 1895-1980).

Judas “demoró y el Espíritu se marchó”. Él cometió el pecado imperdonable. No se volvió a Jesús aquella mañana. Era demasiado tarde para ser salvo. ¡Demasiado tarde! ¡Eternamente demasiado tarde!

Rechazando a Jesús una línea cruzáis,
   El Espíritu Santo se va;
Y alocado al placer de este mundo corréis –
   ¿Lo que cuesta, lo que cuesta sabéis?
Lo que cuesta sabéis, si tu alma perdéis,
   Aunque el mundo entero ganéis,
Y podría ser que ya cruzaste el umbral,
   ¿Lo que cuesta, lo que cuesta sabéis?
(Traducción libre de “Have You Counted the Cost?” por A. J. Hodge, 1923).

Te ruego, ¡no esperes hasta que el Espíritu Santo te abandone para siempre! Cuando te convenza de pecado – ven a Jesús. ¡Talvez jamás tendrás otra oportunidad! Te lo ruego, ¡ven a Jesús antes de que sea para siempre demasiado tarde!

II. Segundo, el “arrepentimiento” de Judas sólo fue “tristeza del mundo”.

El texto dice:

“Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado...arrepentido...” (Mateo 27:3).

La palabra “arrepentido” aquí se tradujo de una palabra Griega “metamelomai” que significa “remordimiento” (Strong), “pesar por” (George Ricker Berry). Pero “metamelomai” no lleva a la salvación. Solamente es “remordimiento” no es convicción de pecado por el Espíritu Santo. Solo es dolor por ser descubierto cometiendo un pecado. Este tipo de dolor y remordimiento sólo lleva a la depresión, lástima propia, y falta de esperanza. El Apóstol Pablo dijo:

“La tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte” (II Corintios 7:10).

La tristeza que es según Dios produce arrepentimiento verdadero, que lleva a la salvación en Jesús. La palabra traducida “arrepentirse” en II Corintios 7:10 es diferente de la palabra en Mateo 27:3, donde Judas “devolvió arrepentido”. La palabra Griega en II Corintios 7:10 es una forma de “metanoia” – que significa “un cambio de mente” (Vine). Mi pastor Chino el Dr. Timothy Lin (1911-2009) fue un erudito del Hebreo y el Griego. El Dr. Lin dijo: “Es una nueva ‘nous’, una nueva mente”. Es un cambio completo del corazón y de la mente de alguien que solamente Dios puede producir. El Dr. George Ricker Berry dijo que “metanoia” es una “palabra más noble [que metamelomai], la expresión regular para el arrepentimiento completo” (Greek-English New Testament Lexicon). El autor Puritano Richard Baxter (1615-1691) lo llamó “un cambio de afecto” – un cambio de mente sobre Dios y el pecado, un cambio sobre lo que amas y lo que odias.

“Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte” (II Corintios 7:10).

La tristeza que es según Dios la produce el Espíritu Santo. Entonces el Espíritu produce el arrepentimiento, una mente nueva, que lleva a la salvación en Jesús.

Judas sólo experimentó el arrepentimiento falso de sentirse mal por haber sido descubierto. “Viendo que era condenado...arrepentido”. La Biblia King James (en Inglés) da el sentido cabal. Él se “arrepintió” solo. Dios no lo produjo. Fue pura tristeza del mundo. No “tristeza que es según Dios [que] produce arrepentimiento”. No era “tristeza que es según Dios” que produce un verdadero cambio de mente. ¡Solamente lástima por uno mismo! Solamente “la tristeza del mundo [que] produce muerte”. Así Judas “salió, y fue y se ahorcó” (Mateo 27:5).

Caín fue un tipo (o retrato) de Judas. Jesús llamó a Judas: “hijo de perdición” (Juan 17:12). Judas fue responsable humanamente por la muerte de Jesús. “Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató” (Génesis 4:8). La nota de la Biblia de Scofield sobre Caín dice: “Caín…es un tipo del mero hombre terrenal… destituido de un sentido adecuado del pecado, o de la necesidad de la expiación” (traducción abreviada de The Scofield Study Bible; nota de Génesis 4:1). Caín nunca tuvo “tristeza que es según Dios”. Caín nunca tuvo “arrepentimiento hacia la salvación”. Él solamente sintió tristeza por él mismo. Caín dijo: “Grande es mi castigo para ser soportado” (Génesis 4:13). ¡Lástima por sí mismo! Eso fue todo lo que sintió. Él solamente sintió “tristeza del mundo”. No era más que tristeza por haber sido descubierto. Lo llevó a la lástima por sí mismo, y nada más. Esto dejó a Caín en una condición perdida, sin esperanza. Algunos de ustedes piensan que están bajo convicción de pecado, pero no lo están. Sólo estás sintiendo lástima por ti mismo, como Caín. ¡Lástima en uno mismo no es convicción de pecado! Es “la tristeza del mundo [que] produce muerte”.

Esaú era otro tipo (o retrato) de Judas. Él vendió su primogenitura por un plato de lentejas, como las treinta piezas de plata que Judas recibió para traicionar a Jesús. La nota de Scofield dice: “Esaú es mero hombre de la tierra” (traducción abreviada, ibíd., nota de Génesis 25:25). Cuando Esaú vio que perdió la bendición, “clamó con una muy grande y muy amarga exclamación, y le dijo: Bendíceme también a mí, padre mío” (Génesis 27:34). Esaú, igual que Caín y Judas, se llenó de la “tristeza del mundo”. Nunca sintió la “tristeza [que] produce arrepentimiento para salvación”. Solamente lástima de sí mismo y remordimiento, como Judas. Igual que Judas, también Esaú dijo: “yo mataré a mi hermano Jacob” (Génesis 27:41). El libro de Hebreos llama a Esaú “o profano…que por una sola comida vendió su primogenitura. Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas” (Hebreos 12:16-17). Él nunca halló “arrepentimiento, aunque [lo] procuró con lagrimas”. Sí, Esaú tenía lágrimas. Pero no eran lágrimas de convicción. Eran lágrimas de sentir lástima por sí mismo. Si todo lo que haces es sentir lástima por ti mismo, no vendrás bajo convicción de pecado. Sólo tendrás “la tristeza del mundo [que] produce muerte”. ¡Y nunca serás salvo!

Espero que no seas como Caín, Esaú y Judas. Espero que vengas bajo profunda convicción de pecado. Espero que no seas como Caín, “mero hombre terrenal... destituido de sentido adecuado de pecado, y de la necesidad de expiación”. Espero que no seas como Esaú, persona profana. Espero que no arrojes tu alma por las cosas del mundo. ¡Espero que no seas como Judas, que traicionó a Jesús por unas cuantas piezas de plata!

Sal del mundo. ¡Sal de sus pecados y falsos tesoros! Sal del pecado, y ven a Jesús. Mientras el Espíritu de Dios te llama, y tu corazón siente el peso y carga de tu pecado, ¡ven a Jesús y se lavado limpio de tu pecado por Su Sangre! ¡Ven a Jesús ahora, antes de que sea para siempre demasiado tarde!

Triste será ese juicio, Sin su misericordia
   Pues tú te demoraste, Y Jesús se marchó;
O, que remordimiento, cuando llegue tu muerte,
   ¡Y tú te has demorado en venir a Jesús!
(Traducción libre de “If You Linger Too Long”
   por Dr. John R. Rice, 1895-1980).

Un joven le dijo una vez a mi asociado, el Dr. Cagan, “A este paso nunca voy a ser Cristiano”. ¡Él estaba correcto! Todo tu aprendizaje y oraciones no pueden ayudarte a menos que vengas bajo profunda convicción de pecado. Solo entonces te voltearás a Jesús. Como una mujer dijo: “Estaba hastiada conmigo misma”. Esa es “tristeza que es según Dios [que] produce arrepentimiento para salvación”. Poco después de sentirse “disgustada” con su corazón pecaminoso, la mujer fue atraída a Jesús y fue convertida. Que el Espíritu de Dios haga que estés “completamente disgustado” de ti mismo, que tu “boca se cierre y [tú] quedes bajo el juicio de Dios” (Romanos 3:19). Que el Espíritu de Dios te atraiga a Jesús para la salvación del pecado por medio de Su expiación de Sangre. Amén.


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(FIN DEL SERMÓN)
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La Escritura Leída Antes del Sermón por el Sr. Noah Song: Mateo 27:3-5.
El Solo Cantado Antes del Sermón por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith:
“If You Linger Too Long” (por Dr. John R. Rice, 1895-1980).


EL BOSQUEJO DE

EL FALSO ARREPENTIMIENTO DE JUDAS


por Dr. R. L. Hymers, Jr.

“Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú! Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó” (Mateo 27:3-5).

(Mateo 27:1-2)

I.    Primero, Judas ya había cometido el pecado imperdonable,
Mateo 12:31-32.

II.   Segundo, el “arrepentimiento” de Judas fue solo “la tristeza de este
mundo”, II Corintios 7:10; Mateo 27:5; Juan 17:12; Génesis 4:8, 13;
Génesis 27:34, 41; Hebreos 12:16-17; Romanos 3:19.