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RENUNCIANDO A TODO - LA LLAMADA AL DISCIPULADO

Un sermón escrito por el Dr. R. L. Hymers, Jr.
y predicado por el Sr. John Samuel Cagan
en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
Sábado por la Noche, 4 de Febrero del 2017

“Cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo” (Lucas 14:33).


El Dr. y la Sra. Hymers conocían a una anciana que guardaba perros muertos en su refrigerador, a veces durante meses. No podía soportar la idea de deshacerse de ellos. ¡Debería haber abierto la nevera y tirado esos perros muertos! ¡Deshazte de ellos! ¡Abandónalos! ¡Deshazte de ellos! ¡Entiérralos! ¿De qué sirvieron? ¿Cómo la ayudaron? ¡Tíralos afuera! ¡Eso es lo que digo que debería haber hecho con esos perros muertos!

Eso es lo que Jesús está diciendo aquí acerca de deshacerse de las cosas en la vida que te impiden el pleno compromiso con Él.

“Cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo” (Lucas 14:33).

El Dr. Ellicott nos dice que este versículo significa que “Todo aquel que no renuncia a todo lo que tiene no puede ser mi discípulo”. Él dice: “Esta fue, pues, la lección inmediata...decir adiós a su ‘todo’ fuera lo que fuera. Las redes de pesca, los criados, las grandes posesiones, o la tranquilidad y seguridad, o los pecados que conllevan, o la justicia imaginada – todo tenía que ser renunciado”, abandonado para ser un verdadero Cristiano (traducción de Charles John Ellicott, Ellicott’s Commentary on the Whole Bible, Zondervan, 1954 reprint, volume VI, p. 313).

Fuera lo que fuese lo que los mantenía alejados de Jesús, los Discípulos tuvieron que abandonarlo y dejarlo atrás. ¡Tíralos afuera! Como esos perros muertos – ¡tíralos! ¡Déjalos atrás! ¡Déjalos! ¡No permitas que contamine tu corazón y te destruya, y te mantenga alejado de Jesús! ¡Abandónalos – lo que sea que te detiene de Jesús!

“Cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo” (Lucas 14:33).

Este es un buen texto. Está lleno de significado. Te ayudará a venir a Jesús y ser convertido. Escucha atentamente mientras saco tres lecciones de él.

I. Primero, a quien estaba hablando Jesús mientras hablaba.

¿A quién está hablando en el texto? Observa las primeras tres palabras,

“Cualquiera de vosotros…” (Lucas 14:33).

Por lo tanto, estas palabras fueron habladas originalmente a todo el grupo de personas que Jesús se estaba dirigiendo. Mira hacia atrás al versículo 25,

“Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo”
       (Lucas 14:25).

Todo este pasaje, desde el versículo 25 hasta el versículo 35, fue originalmente dicho a una gran multitud de personas, quienes vinieron a oír a Jesús predicar. Estas personas no eran Cristianos. Eran personas no salvas. ¿Qué dijo Jesús a esta gran multitud de personas perdidas? Él dijo:

“Cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo” (Lucas 14:33).

“No puede ser mi discípulo”. La palabra “discípulo” se traduce de la palabra Griega “mathētēs”, que significa “un alumno...denota uno que sigue al maestro”, según W. E. Vine. Y Vine nos dice que la palabra “discípulo” se usa en el Nuevo Testamento “de aquellos que creyeron en Él y lo confesaron” (traducción de W. E. Vine, An Expository Dictionary of New Testament Words, Revell, 1966, p. 316).

Algunos han hecho una distinción entre un “creyente” y un “discípulo”. Pero creo que se trata de una distinción falsa, no apoyada por la Biblia. El Nuevo Testamento a menudo habla de los verdaderos creyentes como “discípulos”. “Discípulo” no significa sólo los doce Apóstoles, o un grupo especial entre los “creyentes”. La palabra se usa a menudo en el Nuevo Testamento para describir a cualquiera que sea un verdadero Cristiano. Los viejos comentaristas lo dejaron claro. Por ejemplo, Alexander Cruden, escribiendo en el siglo XVIII, dijo esto concerniente a la palabra “discípulo”,

La mayoría de las veces la palabra se usa con referencia a los creyentes en Jesús, tanto los que creyeron durante Su vida, como los que más tarde se unieron a la primera Iglesia (traducción de Alexander Cruden, Cruden’s Complete Concordance, Zondervan, 1968 reprint, p. 151)

Cruden tenía razón. Una y otra vez, la palabra “discípulo” se usa para todos los verdaderos creyentes en Jesús. Por ejemplo, en Hechos 6:1,

“En aquellos días, como creciera el número de los discípulos…”

De nuevo, en Hechos 6:7, leemos,

“Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén…”

Y de nuevo, en Hechos 11:26, leemos,

“Y a los discípulos se les llamó cristianos…”

Un estudio imparcial de la palabra “discípulo” en el Nuevo Testamento muestra que un discípulo y un Cristiano son la misma cosa, no dos cosas diferentes, como nos dicen erróneamente algunos escritores modernos. Un Cristiano es un discípulo. ¡Si no es un discípulo, no es un Cristiano! Hechos 11:26 nos dice que “discípulos” y “Cristianos” son exactamente lo mismo.

“Y a los discípulos se les llamó cristianos” (Hechos 11:26).

Por lo tanto, Jesús nos está diciendo que no podemos ser Cristianos a menos que estemos dispuestos a ser discípulos, y abandonar las cosas que nos impiden confiar plenamente en Él.

“Cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo” (Lucas 14:33).

La palabra “cualquiera” va más allá de la multitud a la que Él habló ese día. “Cualquiera” se refiere a toda la humanidad.

Cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo” (Lucas 14:33).

Jesús está hablando a ti y a mí. Debes pensar cuidadosamente sobre esto antes de considerar convertirte en un Cristiano. Debes “contar con dejar todo y consentir en ello”.

“Cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo” (Lucas 14:33).

II. Segundo, que significa “renunciar a todo”.

Significa que debe haber una nueva dirección en tu vida, un nuevo centro, un nuevo objetivo. Debes dirigir tu vida de una manera que agrada a Jesús. Jesús debe convertirse en el centro mismo de tu vida. Tu objetivo debe ser el de agradar a Jesús en todo lo que haces. Significa que debes estar dispuesto a renunciar cualquier cosa que te impida venir a Jesús, y luego seguirlo como Su discípulo.

Si quieres convertirte en Cristiano, ¡debes contar el costo! ¡Debes estar de acuerdo en hacer de Jesucristo y Su obra lo más importante en toda tu vida! El Apóstol Pablo dijo:

“Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo” (Filipenses 3:8).

¿Qué es lo que te impide confiar en Jesús? ¿Tienes miedo de no ganar suficiente dinero si no trabajas durante la hora del servicio del Domingo?

“Aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo” (Filipenses 3:8).

“Cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo” (Lucas 14:33).

¡No te aferres a nada que te aleje de Jesús! ¡Aferrarte a algo que te detiene de Jesús es como mantener perros muertos en tu refrigerador! ¡Tira los perros muertos! ¡Tira esas cosas muertas de tu vida! ¡Tira los perros muertos y ven a Jesús! Escucha las palabras de un viejo himno,

Hoy he resuelto no demorarme, Fue el mundo mi atracción;
Lo celestial y lo que es más noble, Captaron mi atracción.

Hoy he resuelto entrar al reino, El pecado dejar;
Aunque se oponga todo el mundo, He decidido entrar.
Sin tardar yo vengo, Me apresuro feliz;
A Jesús, Grandioso, Vengo de prisa a Ti
   (Traducción libre de “I Am Resolved” por Palmer Hartsough, 1844-1932).

“Cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo” (Lucas 14:33).

III. Tercero, por qué renunciar a todo es esencial para la conversión.

“Renunciar a todo lo que [tienes]” es realmente otra manera de decir “arrepiéntete”. Una persona que se arrepiente deja ir las cosas que le impiden confiar en Jesús. ¡Eso es lo que significa arrepentirse! Jesús dijo:

“Cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo” (Lucas 14:33).

¿Alguna vez te has preguntado por qué personas como Dr. Chan, el Sr. Griffith, la Sra. Hymers y otros fueron salvos tan rápidamente? ¿Alguna vez te preguntaste por qué fueron salvos de inmediato, mientras que otros continuaron – asistiendo a nuestra iglesia, pero sin convertirse? La respuesta está dada en nuestro texto,

“Cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo” (Lucas 14:33)

La señora Hymers vino a nuestra iglesia de Guatemala. Tenía sólo dieciséis años, pero fue salva la primera noche que escuchó a Dr. Hymers predicar. ¿Cómo fue salva tan rápidamente? Por qué, porque ella dejó todo lo que tenía. Se lanzó sobre Jesús y se convirtió en una seria ganadora de almas de inmediato. Ella no sólo iba a evangelismo el Miércoles, el Jueves y el Sábado. Ella iba al evangelismo todos los días. Ella también llamaba para arreglar los transportes desde las 10:00 de la mañana hasta las 11:00 de la noche. Después Dr. Hymers la llevaba a su casa y ella trabajaba hasta la 1:00 o 2:00 de la mañana – traduciendo los sermones de Dr. Hymers al Español. Ella hizo todo eso de inmediato cuando era estudiante de secundaria de dieciséis y diecisiete años. Ella se lanzó sobre Jesús, e inmediatamente se convirtió en una gran trabajadora en nuestra iglesia durante muchas horas todos los días, no sólo los Miércoles, Jueves y Sábados. Creció rápidamente en una Cristiana poderosa y Dr. Hymers se casó con ella cuando tenía sólo diecinueve años de edad. Ella comenzó a hacer todo ese trabajo mientras ella todavía estaba en la escuela secundaria. No estaba jugando como tú. ¡Fue salva la primera vez que vino a la iglesia porque estaba dispuesta a renunciar a todo para ser un discípulo de Jesús!

“Cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo” (Lucas 14:33)

Jóvenes, debes cambiar toda la dirección y propósito de tu propia vida. Haz el dinero una cosa secundaria en tu vida, o perderás tu alma, de una manera u otra, en medio de las chucherías y juguetes del materialismo Americano. Decide ahora hacer la acumulación de dinero algo secundario. ¡Pon a Jesucristo en primer lugar en tu vida! Ven a la iglesia cada vez que la puerta esté abierta. Haz mucho tiempo para Jesucristo en esta iglesia local. Deja que tus padres y amigos te llamen “necio” por hacerlo. Estarán equivocados cuando lo hagan. Entra en la iglesia. Compromete toda tu vida con Jesús. Da un diezmo, una décima parte de tus ingresos, a la obra del Señor y a través de la iglesia local. Ve al evangelismo cada semana, para traer a los perdidos a escuchar el Evangelio. Y recuerda, compromiso total con Jesús significa que estarás en la iglesia todos los Domingos, en lugar de huir a ese infierno pecaminoso de Las Vegas, o hacer alguna otra cosa tonta y perversa. Renuncia a esas cosas y hazte un verdadero Cristiano – un verdadero discípulo del Señor Jesucristo.

“Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?” (Mateo 16:26).

Los amigos y parientes no Cristianos pueden decir que estás pasando demasiado tiempo en la iglesia, y pueden desalentarte a venir. Pero ellos estarán equivocados – y tendrás razón al dar a Jesucristo el primer lugar en tu vida.

“Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?” (Mateo 16:26).

Ven a Jesús. Lánzate sobre Él por fe, y Su Sangre lavará todo tu pecado. Ven a Jesús por fe. Entrega tu corazón a Él. Él ha resucitado de entre los muertos, a la diestra de Dios el Padre en el Cielo. ¡Muere a los placeres y pecados del mundo y ven a Jesús, porque es al morir y levantarnos con Él por fe que vencemos el mundo y nacemos de nuevo a la vida eterna! ¡Eso es conversión real! Vamos a ponernos de pie y cantar el himno número tres en tu cancionero. ¡Canta con fervor!

Dad lo mejor al Maestro;
   Joven, tu fuerza a Él dad;
Dale tu ardor y celo
   A pelear por la verdad.
Nos da Jesús el ejemplo;
   Valiente joven fue Él;
Tu devoción leal dadle,
   De tu mejor dad a Él.
Dad lo mejor al Maestro;
   Joven, tu fuerza a Él dad;
En la salvación vestido,
   Pelea por la verdad.

Dad lo mejor al Maestro;
   Dadle el primer lugar.
Primero en tu servicio;
   Y consagrado en total.
Dad, y a ti será dado;
   Dios a Su Hijo nos dio.
Deseoso busca servirle,
   De tu mejor dad a Él.
Dad lo mejor al Maestro;
   Joven, tu fuerza a Él dad;
En la salvación vestido,
   Pelea por la verdad.
(traducción libre de “Give of Your Best to the Master”
   por Howard B. Grose, 1851-1939; alterada por Dr. R. L. Hymers, Jr.)

¿Resolverás venir a Jesús sin importar lo que te cueste? Eso es lo que significa confiar en Jesús. ¿Confiarás en Él solo? ¿Te arrepentirás y creerás en Jesús? ¿Prometes a Jesús que estarás en cada servicio de la iglesia? ¿Le prometerás que irás al evangelismo cada semana? ¿Prometes a Jesús que darás un diezmo, diez por ciento de tus ingresos cada semana? Si ese tipo de consagración es lo que deseas, quiero que vengas al frente y te arrodilles delante del púlpito. Quiero que salgas de tu asiento y vengas y te arrodilles aquí frente al púlpito mientras el señor Griffith canta ese viejo himno, “Viviendo para Jesús”. Mientras canta, ven.

Por Jesús vivo, una vida real,
   Complacerlo quiero con todo mi ser;
Con mi lealtad, y toda libertad,
   Es el camino que quiero seguir.
Jesús, my Salvador, me entrego yo a Ti,
   Pues Tú, al morir, te entregaste a mí.
No tengo otro Maestro, me inclino ante Ti
   Mi vida yo te doy así, para vivir por Ti

Por Jesús vivo, Quien murió por mí,
   En el Calvario llevó mi pecar;
Amor tan grande me trae hacia Él,
   Yo a Él le sigo con todo mí ser.
Jesús, my Salvador, me entrego yo a Ti,
   Pues Tú, al morir, te entregaste a mí.
No tengo otro Maestro, me inclino ante Ti
   Mi vida yo te doy así, para vivir por Ti
(Traducción libre de “Living For Jesus” por Thomas O.
   Chisholm, 1866-1960; alterada por Dr. R. L. Hymers, Jr.).


CUANDO LE ESCRIBAS A DR. HYMERS DEBES DECIRLE DE QUE PAÍS LE ESTÁS ESCRIBIENDO O ÉL NO PODRÁ CONTESTAR TU CORREO. Si estos sermones te bendicen por favor envía un correo electrónico a Dr. Hymers y díselo pero siempre incluye de qué país estás escribiendo. El correo electrónico de Dr. Hymers es rlhymersjr@sbcglobal.net (oprime aquí). Puedes escribirle a Dr. Hymers en cualquier idioma, pero escribe en Inglés si es posible. Si deseas escribirle a Dr. Hymers por correo postal, su dirección es P.O. Box 15308, Los Angeles, CA 90015. Puedes llamarle por teléfono al (818) 352-0452.

(FIN DEL SERMÓN)
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Estos manuscritos de sermones no tienen derechos de autor. Pueden ser usados
sin la autorización de Dr. Hymers. Sin embargo, todos los mensajes de video de
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derechos de autor y solo pueden ser usados con autorización.

La Escritura Leída Antes del Sermón por Dr. Kreighton L. Chan: Lucas 14:25-27, 33
El Solo Cantado Antes del Sermón por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith:
“Living For Jesus” (por Thomas O. Chisholm, 1866-1960).


EL BOSQUEJO DE

RENUNCIANDO A TODO - LA LLAMADA AL DISCIPULADO

Un sermón escrito por el Dr. R. L. Hymers, Jr.
Y predicado por el Sr. John Samuel Cagan

“Cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo” (Lucas 14:33).

I.   Primero, a quien estaba hablando Jesús mientras hablaba, Lucas 14:25;
Los Hechos 6:1, 7; 11:26.

II.  Segundo, que significa “renunciar a todo”, Filipenses 3:8.

III. Tercero, por qué renunciar a todo es esencial para la conversión,
Mateo 16:26.