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MUCHOS LLAMADOS, Y POCOS ESCOGIDOS

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado por el Sr. Noah Song
En el Tabernáculo Bautista d Los Ángeles
La Mañana del Día del Señor, 8 de Enero del 2017

“Muchos son llamados, y pocos escogidos” (Mateo 22:14).


Este versículo llega al final de la “Parábola de las bodas” (Mateo 22:1-14). Al principio de la parábola, el rey envió a sus siervos para llamar a la gente a la cena de bodas, pero “no quisieron venir” (Mateo 22:3). De hecho, “sin hacer caso” (Mateo 22:5). No prestaron atención a la llamada, y se fueron. Entonces el rey dijo a sus siervos:

“Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis. Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados” (Mateo 22:9-10).

Llamaron a una gran multitud de gente. Algunos de ellos son llamados “buenos” y otros “malos” (Mateo 22:10). Considero que esto significa que algunos eran buenas perspectivas de conversión, y algunos eran malas perspectivas. Uno de las “malas” perspectivas entró en la cena de bodas sin tener una prenda de la boda, lo que significa que permaneció no convertido. Habla de él como un miembro de la iglesia que ha tenido una conversión falsa.

“Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes” (Mateo 22:13).

Este hombre representa a todos los que entran en la iglesia, pero no están vestidos con la vestidura de la boda de la salvación. Eso significa que representa a las otras “malas” perspectivas que, como él, siguen sin ser salvos. Spurgeon dijo:

Esto se ve prácticamente en la experiencia de la iglesia de Dios. Aquellos a quienes se les permite ver grandes adiciones a la iglesia encontrarán esta parábola...singularmente apropiada y oportuna. Siempre que...muchos son traídos [adentro] parece inevitable que al mismo tiempo una proporción de personas indignas entra en la iglesia. Por más diligente que sea la supervisión, habrá pretendientes que se arrastran de improviso...Debemos usar la red para atraer a los muchos, pero no todos los que entran son buenos peces... Mientras que una parte se niega a venir [en absoluto] otros presionan en el banquete y [permanecen] sus enemigos [porque han tenido conversiones falsas] (traducción de C. H. Spurgeon, “The Wedding Garment,” The Metropolitan Tabernacle Pulpit, Pilgrim Publications, 1971 reprint, volume XVII, p. 97).

Entonces la parábola termina con esas palabras:

“Muchos son llamados, y pocos escogidos” (Mateo 22:14).

¿Qué significa esta parábola para nosotros? En general, significa que estamos llamados a salir y evangelizar a muchas personas. Algunos se negarán a venir y escuchar el evangelio predicado. “No quisieron venir” (Mateo 22:3). Otros “sin hacer caso” seguirán su camino, pronto dejando la iglesia (Mateo 22:5). Pero otros vendrán a escuchar el Evangelio. Entre ellos están los que son “malos y buenos” (Mateo 22:10). Después de un tiempo, el Señor Mismo revelará a aquellos que se niegan a vestirse con la justicia de Jesús, y el Señor Mismo los echará fuera de la iglesia de una manera u otra (Mateo 22: 11-13), lo que nos lleva a esas palabras:

“Muchos son llamados, y pocos escogidos” (Mateo 22:14).

El texto se divide naturalmente en dos puntos.

I. Primero, muchos son llamados.

Muchos son llamados, y pocos escogidos” (Mateo 22:14).

“Muchos son llamados”. A menudo se habla de esto como el “llamado general” a los pecadores perdidos. ¿Cómo se llaman? Son llamados por aquellos de ustedes que los invitan a la iglesia a escuchar el Evangelio, cuando obedecen el mandato de Jesús,

“Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa” (Lucas 14:23).

También son llamados por la predicación del Evangelio. Algunos híper-Calvinistas dicen que sólo debemos predicar el Evangelio a los elegidos. Pero, ¿cómo podemos nosotros, como seres humanos, saber quién está entre los elegidos? Dado que sólo Dios sabe quiénes son, se nos dice

“…predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15).

Algunos creerán y otros no.

“El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado” (Marcos 16:16).

Es evidente en el Libro de Los Hechos que el Apóstol Pablo predicó el Evangelio a todos. Por eso fue capaz de decir a los de Corinto,

“Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios” (I Corintios 1:18).

¡La predicación de la cruz no podría haber sido “locura a los que se pierden” si Pablo no les había predicado el Evangelio!

Por lo tanto, es nuestro deber predicar “Jesucristo, y a éste crucificado” en cada servicio del Domingo, tanto por la mañana como por la noche (I Corintios 2:2). ¡Porque traemos a muchas personas perdidas a cada servicio, es nuestro deber predicarles Jesús a todos ellos! El Apóstol Pablo es nuestro ejemplo cuando dijo:

“…anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo” (Efesios 3:8).

Nosotros, también, debemos predicar “las inescrutables riquezas de Cristo” a todos los perdidos, cuando los traemos a nuestros servicios. El pastor es el instrumento humano a través de cuya predicación Dios llama almas perdidas a Jesús,

“¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?” (Romanos 10:14).

El predicador debe llamar a los pecadores perdidos a Jesús en sus sermones. Debe decirles que están perdidos, “muertos en vuestros delitos y pecados” (Efesios 2:1). Debe decirles que

“Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;

y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras” (I Corintios 15:3-4).

¡Debe decirles que se arrepientan y crean en el Hijo de Dios, una vez crucificado, ahora resucitado y glorificado! El predicador debe decirles, en su predicación,

“Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa” (Hechos 16:31).

Estas son las maneras en que a los pecadores perdidos se les da el llamado “general” a la salvación. Pero hay una segunda cláusula en el texto, que nos lleva al siguiente punto.

II. Segundo, pocos escogidos.

“Muchos son llamados, y pocos escogidos” (Mateo 22:14).

Eso no debe ser ninguna sorpresa para nosotros si sabemos un poco sobre la Biblia. ¿No recordamos las palabras claras de Jesús?

“Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan” (Mateo 7:13-14).

“Muchos son” los que van en el camino de la destrucción. “Y pocos son los que….hallan” a Jesús, y “angosto el camino que lleva a la vida”. Puesto que hemos escuchado esas palabras tantas veces, no debemos sorprendernos por la segunda parte de nuestro texto,

“Muchos son llamados, y pocos escogidos” (Mateo 22:14).

“Pocos son los que la hallan” (Mateo 7:13-14).

Tampoco debemos sorprendernos aquellos de nosotros que creemos en la salvación por la gracia, aparte del esfuerzo humano, que Jesús dijo:

“Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere” (Juan 6:44).

Así que no debe sorprendernos en absoluto

“Muchos son llamados, y pocos escogidos” (Mateo 22:14).

porque

“Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere” (Juan 6:44).

“Muchos son llamados, y pocos escogidos” (Mateo 22:14).

Además, no debe sorprendernos que Dios haya hecho esta elección antes de la fundación del mundo, pues la Biblia dice:

“Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado” (Efesios 1:4-6).

Yo no puedo explicar completamente la predestinación. ¡Pero, aunque no puedo explicarlo completamente, ciertamente no debería explicarlo, como muchos lo hacen hoy! Puesto que veo “predestinado” en la página de mi Biblia, debo creer lo que la Escritura dice en esas sencillas palabras. No entiendo completamente esto. Yo sólo soy un hombre. Yo no veo las cosas como Dios las ve. Por lo tanto, no me corresponde

“…[decir] lo que no entendía; Cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía” (Job 42:3).

Nuestra tarea no es cuestionar a Dios. Nuestra tarea es obedecer a Dios – salir “[forzarlos] a entrar” (Lucas 14:23), y “predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15).

“El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado” (Marcos 16:16).

“Muchos son llamados, y pocos escogidos” (Mateo 22:14).

¡Que seas uno de aquellos que no sólo son llamados a la salvación, sino que eres elegido por Dios para experimentar la verdadera conversión! ¡Esa es nuestra oración por ti!

Por favor, pónganse de pie y canten la última canción en el cancionero. ¡Cántalo pensativamente!

Roca de la eternidad,
   Deja que me esconda en Ti;
Agua y Sangre que fluyó,
   De tu costado en dolor,
Limpie el gran pecado en mí,
   y la culpa quite así.

Con mis manos al obrar
   Tu ley no puedo agradar;
Puede el celo sin parar,
   Y mi llanto sin cesar,
¿El pecado en mi lavar?
   Solo Tú puedes salvar.
(Traducción libre de “Rock of Ages”
      por Augustus M. Toplady, 1740-1778).


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(FIN DEL SERMÓN)
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La Escritura Leída Antes del Sermón por el Dr. Kreighton L. Chan: Efesios 1:3-6.
El Solo Cantado Antes del Sermón por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith:
“Jesus is Tenderly Calling” (por Fanny J. Crosby, 1820-1915).


EL BOSQUEJO DE

MUCHOS LLAMADOS, Y POCOS ESCOGIDOS

Un sermón escrito por Dr. R. L. Hymers, Jr.
y predicado por el Sr. Noah Song

“Muchos son llamados, y pocos escogidos” (Mateo 22:14).

(Mateo 22:3, 5, 9-10, 13)

I.   Primero, muchos son llamados, Mateo 22:14a; Lucas 14:23;
Marcos 16:15-16; I Corintios 1:18; 2:2; Efesios 3:8;
Romanos 10:14; Efesios 2:1; I Corintios 15:3-4; Hechos 16:31.

II.  Segundo, pocos escogidos, Mateo 22:14b; 7:13-14; Juan 6:44;
Efesios 1:4-6; Job 42:3; Lucas 14:23; Marcos 16:15, 16.