Print Sermon

El propósito de este sitio de Internet es proporcionar manuscritos de sermones gratuitos y videos de sermones a pastores y misioneros en todo el mundo, especialmente en el Tercer Mundo, donde hay pocos, si es que hay, seminarios teológicos o escuelas Bíblicas.

Estos manuscritos de sermones y videos ahora van a casi 1,500,000 computadoras en más de 221 países todos los meses en www.sermonsfortheworld.com. Otros cientos miran los videos en YouTube, pero rápidamente dejan YouTube y vienen a nuestro sitio de Internet. Los manuscritos de sermones se dan en 46 idiomas a casi 120,000 computadoras cada mes. Los manuscritos de sermones no tienen derecho de autor, así que los predicadores pueden usarlos sin nuestro permiso. Por favor, oprime aquí para aprender cómo puedes hacer una donación mensual para ayudarnos en esta gran obra de predicar el Evangelio a todo el mundo.

Cuando le escribas a Dr. Hymers, siempre dile en qué país vives o él no te podrá contestar. El correo electrónico de Dr. Hymers es rlhymersjr@sbcglobal.net.




¡JONÁS – HUYENDO DE DIOS!

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
La Mañana del Día del Señor, Mayo 29, 2016

“Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis” (Jonás 1:3).


El tema de este pasaje es contenido en estas palabras: “Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis” (Jonás 1:3). Jonás no quería obedecer a Dios. Él no quería ir y evangelizar la impía ciudad de Nínive. Él huyó del propósito del Señor para su vida. Él no estaba consagrado a Dios. Personalmente, creo que él no era salvo todavía. Dios le habló a su corazón muchas veces, suplicándole a Jonás que fuera a evangelizar la ciudad perdida de Nínive. Pero Jonás le dijo “no” a Dios. Él quería quedarse en Israel donde era seguro. Así que el huyó del Señor en una nave a Tarsis, lejos del lugar donde Dios lo quería.

Algunos de ustedes son así esta mañana. Hay algunos “niños de iglesia” aquí que están huyendo de Dios. Permaneces en nuestra iglesia porque tus padres están aquí. Pero en tu corazón te gustaría ser “libre”. Tú piensas, no quiero estar estancado en esta vida aburrida para siempre. ¡Soy joven! ¡Déjame irme! No lo dices en voz alta, pero está en tu corazón. Te gustaría ser “libre” de toda la predicación y las oraciones. ¡Deseas ser como Jonás!

“Jonás se levantó para huir….de la presencia de Jehová” (Jonás 1:3).

Lee el verso tres en voz alta (ellos leen).

Pero no hay felicidad o gozo en huir de Dios. Nunca encontrarás paz de esa manera. Jonás no la encontró y tú tampoco la encontrarás. La única manera de encontrar paz en tu corazón es arrepentirte de tu pecado, y hacer de este coro el tema de tu vida:

Vengo ya, Jesús,
Vengo hacia ti,
Lávame en Tu Sangre que,
Fluyó, Jesús, por mí.
   (Traducción libre de “I Am Coming, Lord”
      por Lewis Hartsough, 1828-1919).

I. Ese es el primer punto – no puedes estar contento en tu corazón cuando estás huyendo de Dios.

Pero Dios todavía estaba llamando a Jonás. Lee verso tres en voz alta de nuevo,

“Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis” (Jonás 1:3).

Como Jonás, tú ya estás huyendo de Dios. Ya te estás preparando en tu corazón para el tiempo cuando te puedas alejar de la presencia del Señor e irte al mundo para encontrar gozo y realización. Pero Dios no te dejará ir fácilmente. Lean verso 4 en alto:

“Pero Jehová hizo levantar un gran viento en el mar, y hubo en el mar una tempestad tan grande que se pensó que se partiría la nave” (Jonás 1:4).

Dios envió un gran viento al mar, y la nave casi se quebró en pedazos. ¿Qué le estaba diciendo Dios a Jonás? Dios estaba diciendo: “Regresa, regresa a mi. Haz lo que te digo o nunca tendrás paz”. Canta ese coro de nuevo:

Vengo ya Jesús,
Vengo hacia ti,
Lávame en Tu Sangre que
Fluyó, Jesús, por mí.

Si no confías en Jesús y vives para Él nunca estarás verdaderamente satisfecho en tu alma. Estoy pensando en algunos jóvenes que pensaban que estábamos equivocados. Se alejaron para tener un romance. Pensaron que eso los haría feliz. Como Jonás, huyeron de la presencia del Señor. ¡Pero esta mañana son miserables e infelices! Pensaron que podían huir de Dios, pero Dios ha mandado un gran viento a sus vidas y el rugiente mar de pecado ya casi ha destruido sus vidas. ¡Temo que sus vidas sean aplastadas completamente en las tormentas de la vida antes de mucho tiempo! ¡Antes de mucho tiempo! ¡Oh, cómo deseo que sus corazones hubieran sido quebrantados por el Espíritu de Dios! ¡Cómo deseo que hubieran sido quebrantados y hubieran llorado bajo convicción de pecado! ¡Cómo deseo que hubieran vuelto sus vidas completamente a Jesús! Cómo deseo que hubieran cantado con gran fervor y verdad nuestro coro. Párense y vuélvanlo a cantar:

Vengo ya Jesús,
Vengo hacia ti,
Lávame en Tu Sangre que
Fluyó, Jesús, por mí.

Todos oren que Dios no permita que nadie más huya como lo hicieron esas personas (oración). Todos oren que ellos sean convertidos, antes de que sea eternamente demasiado tarde. (oración). Ese es el primer punto. No puedes estar contento en tu corazón cuando estás pensando en huir de Dios y de la iglesia. Oh, canta ese coro, ¡canta de corazón! Haz lo que dice, o nunca tendrás paz en tu corazón.

Vengo ya Jesús,
Vengo hacia ti,
Lávame en Tu Sangre que
Fluyó, Jesús, por mí.

II. El segundo punto es este – cuando estás huyendo de la voluntad de Dios, ¡el Diablo te pondrá a dormir!

Escucha el versículo 5.

“Y los marineros tuvieron miedo, y cada uno clamaba a su dios; y echaron al mar los enseres que había en la nave, para descargarla de ellos. Pero Jonás había bajado al interior de la nave, y se había echado a dormir” (Jonás 1:5).

“Pero Jonás había bajado al interior de la nave [a un compartimiento] y se había echado a dormir”. ¿Cómo podía dormir cuando la nave estaba a punto de quebrarse? No era un sueño natural. De seguro el mismo Diablo puso a Jonás a dormir. ¡Mira cómo el Diablo puso a Sansón a dormir! Él era un joven fuerte, pero el Diablo lo puso a dormir, y Dalila le cortó el cabello – y los Filisteos se lo llevaron y le sacaron los ojos.

¡Cuidado! Después que el Diablo te pone a dormir – te puede sacar tus “ojos” espirituales para siempre. ¡Eso es exactamente lo que le sucedió a Sansón! Jonás se levantó para huir de la presencia del Señor, ¡y el Diablo lo puso a dormir! Escucha el verso seis:

“Y el patrón de la nave se le acercó y le dijo: ¿Qué tienes, dormilón? Levántate, y clama a tu Dios; quizá él tendrá compasión de nosotros, y no pereceremos” (Jonás 1:6).

El patrón de la nave dijo: “¡Levántate y clama a tu Dios!” ¡Aquí hay alguien esta mañana que necesita despertarse y clamar a Dios! ¡Ora que ellos despierten y busquen a Jesús para salvación! (oración)

Jonás estaba huyendo de Dios. Él estaba durmiendo en el interior de la nave. ¿Cómo podía él ser feliz así? Solo hay una manera para ser un Cristiano satisfecho.

Anhelas dulce paz,
   Y por mucha más fe,
Y has orado con un gran fervor;
   Mas descanso no habra, ni tendras bendicion,
Hasta traerlo todo al altar. (Canta el coro conmigo)
   ¿En el altar de sacrificio todo estás?
¿Te controla el Espíritu?
   Bendiciones tendrás, descanso, dulce paz,
Tu alma y cuerpo al rendir a Él.
   (Traducción libre de “Is Your All on the Altar?”
      por Elisha A. Hoffman, 1839-1929).

Canta el coro de nuevo.

¿En el altar de sacrificio todo estás?
   ¿Te controla el Espíritu?
Bendiciones tendrás, descanso, dulce paz,
   Tu alma y cuerpo al rendir a Él.

III. El tercer punto es este – tu pecado será descubierto.

Escucha el versículo 7.

“Y dijeron cada uno a su compañero: Venid y echemos suertes, para que sepamos por causa de quién nos ha venido este mal. Y echaron suertes, y la suerte cayó sobre Jonás” (Jonás 1:7).

“Y la suerte cayó sobre Jonás”. Eso es lo que pasó en la Última Cena. Jesús dijo: “Uno de vosotros me va a entregar” (Mateo 26:21). Cada uno de los Discípulos dijo: “¿Seré yo?” Finalmente, “la suerte cayó sobre” Judas. Él dijo: “Maestro, ¿seré yo?” Jesús lo vio: “mojando el pan, lo dio a Judas…Y después del bocado, Satanás entró en él” (Juan 13:26-27).

“La suerte cayó sobre Jonás.” La suerte cayó sobre Judas. Satanás entró en él. ¡Él salió en la noche, inquieto, errante, no satisfecho, poseído del demonio! ¡Cántala!

¿En el altar de sacrificio todo estás?
   ¿Te controla el Espíritu?
Bendiciones tendrás, descanso, dulce paz,
   Tu alma y cuerpo al rendir a Él.

Escucha el versículo 12.

“El les respondió: Tomadme y echadme al mar, y el mar se os aquietará; porque yo sé que por mi causa ha venido esta gran tempestad sobre vosotros” (Jonás 1:12).

Él les dijo que lo mataran. Judas se mató él mismo. Jonás les dijo a los marineros que lo aventaran al mar y lo mataran. Cuando el Diablo termine contigo, sentirás que la vida no vale la pena vivirla. Encontraron al cantante Prince hace unos días. El periódico dijo que él murió por tomar una droga. Una mujer que conocí resistió tanto a Dios que su mente se quebrantó. Se bebió una botella de veneno y murió. Muchas personas que no se matan “se quebrantan”. Ellos se “quebrantan” de otra manera.

Cuando el Diablo termine contigo, cuando tu pecado te alcance, ¡te quebrantarás! ¡Hay muchas maneras de quebrantarse!

“Porque la paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23).

La Biblia dice:

“Y sabed que vuestro pecado os alcanzará” (Números 32:23).

Jonás dijo: “Echadme al mar” (Jonás 1:12). Su pecado golpea su corazón. Él siente que él no vale nada – un pecador bueno para nada. ¡Oh, cómo deseo que él hubiera sentido eso antes de estar en las olas! Deseo que él se hubiera arrepentido antes – ¡antes de haber huido de Dios! ¡Pero él esperó demasiado! Ahora Jonás dice: “Tomadme y echadme al mar” (Jonás 1:12). Cuando vengas al Último Juicio, no harás ninguna excusa. Cuando Dios lea todos tus pecados de Sus libros de registro, no tendrás excusa. Ningún pecador hará alguna excusa. Admitirán su culpa. “Echadme al mar” – “¡Soy culpable!” “¡Echadme al Infierno! “¡Lo merezco!” ¡Oh Dios! ¡Debemos orar que te arrepientas ahora! ¡Será demasiado tarde en el Infierno! ¡Estamos orando por ti para que te arrepientas ahora! Confiesa tus pecados ahora – ¡o pagarás por ellos en el Infierno! ¡Confiesa tus pecados ahora, o los confesarás con llanto, y gemidos y crujir de dientes en el Infierno! ¡Cántala!

¿En el altar de sacrificio todo estás?
   ¿Te controla el Espíritu?
Bendiciones tendras, descanso, dulce paz,
   Tu alma y cuerpo al rendir a Él.

IV. El cuarto punto es este – ¡tus amigos perdidos no te pueden ayudar!

Escucha el verso 13.

“Y aquellos hombres trabajaron para hacer volver la nave a tierra; mas no pudieron, porque el mar se iba embraveciendo más y más contra ellos” (Jonás 1:13).

“Y aquellos hombre trabajaron para hacer volver la nave a tierra”. Estos marineros eran “amigos” de Jonás. Ellos trataron de salvarlo. Ellos hicieron todo lo posible para mantener a Jonás lejos del juicio. Ellos trabajaron con todas sus fuerzas para que él no cayera en las manos de Dios.

Te tengo que decir – ¡tus amigos perdidos no te pueden ayudar! ¡Ellos no te pueden ayudar! Déjalos ir, ¡o te hundirán!

“Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor…Y [Yo] seré para vosotros por Padre” (II Corintios 6:17-18).

¡Un comentador nuevo evangélico dijo que esto no era una llamada a la salvación! ¿Qué sabe él? Él se sienta todo el tiempo en su estudio. Él nunca pasa tiempo escuchando a pecadores en el cuarto de consejo. Para él todo es teoría. Pero si tú estás con la gente, escuchándoles a ellos – ¡entonces sabes cómo suceden las verdaderas conversiones!

“Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor…Y [Yo] seré para vosotros por Padre” (II Corintios 6:17-18).

¡Tus amigos perdidos no te pueden ayudar! La Biblia dice:

“Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios” (Santiago 4:4).

Ora para que alguien deje a sus amigos perdidos antes de que sean hundidos. (oración).

¿En el altar de sacrificio todo estás?
   ¿Te controla el Espíritu?
Bendiciones tendras, descanso, dulce paz,
   Tu alma y cuerpo al rendir a Él.

Tienes que confesar tus pecados, ¡o serás hundido como Jonás! O tú confiesas tus pecados – ¡o serás hundido por el juicio de Dios! ¿Qué será para ti? La Sangre de Jesús está disponible. Pero su Sangre no limpiará el pecado que no ha sido confesado.

“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (I Juan 1:9).

Reconoce tu pecado. ¡Sácalos! ¡Confiésalos ante Dios! ¡Pon tus pecados en el altar del sacrificio!

¿En el altar de sacrificio todo estás?
   ¿Te controla el Espíritu?
Bendiciones tendras, descanso, dulce paz,
   Tu alma y cuerpo al rendir a Él.

¡Arrepiéntete y confía en Jesús! ¡Sólo entonces Él te limpiará de todo pecado por la Sangre que derramó en la Cruz por ti! ¡Canta el coro de nuevo!

¿En el altar de sacrificio todo estás?
   ¿Te controla el Espíritu?
Bendiciones tendrás, descanso, dulce paz,
   Tu alma y cuerpo al rendir a Él.

Si estás listo para confesar tus pecados y confiar en Jesús, levántate de tu silla y sigue a Dr. Cagan, John Cagan, y Noé Song a la parte de atrás del auditorio. Te llevarán a una habitación tranquila donde podramos hablar y orar.


A Dr. Hymers le gustaría saber de ti si este sermón te bendijo. CUANDO LE ESCRIBAS A DR. HYMERS DEBES DECIRLE DE QUE PAÍS LE ESTÁS ESCRIBIENDO O ÉL NO PODRÁ CONTESTAR TU CORREO. Si estos sermones te bendicen por favor envía un correo electrónico a Dr. Hymers y díselo pero siempre incluye de qué país estás escribiendo. El correo electrónico de Dr. Hymers es rlhymersjr@sbcglobal.net (oprime aquí). Puedes escribirle a Dr. Hymers en cualquier idioma, pero escribe en Inglés si es posible. Si deseas escribirle a Dr. Hymers por correo postal, su dirección es P.O. Box 15308, Los Angeles, CA 90015. Puedes llamarle por teléfono al (818) 352-0452.

(FIN DEL SERMÓN)
tú puedes leer los sermones de Dr. Hymers cada semana en el Internet
en www.sermonsfortheworld.com.
Oprime en “Sermones en Español”.

Estos manuscritos de sermones no tienen derechos de autor. Pueden ser usados
sin la autorización de Dr. Hymers. Sin embargo, todos los mensajes de video de
Dr. Hymers, y todos los otros sermones en video de nuestra iglesia, sí tienen
derechos de autor y solo pueden ser usados con autorización.

La Escritura Leída por el Sr. Abel Prudhomme Antes del Sermón: Jonás 1:1-15.
El Solo Cantado por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith Antes del Sermón:
“Is Your All on the Altar?” (por Elisha A. Hoffman, 1839-1929).


EL BOSQUEJO DE

¡JONÁS – HUYENDO DE DIOS!

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

“Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis” (Jonás 1:3).

I.   Primero, no puedes estar contento en tu corazón cuando estas
huyendo de Dios, Jonás 1:4.

II.  Segundo, cuando estas huyendo de la voluntad de Dios,
el Diablo te pondrá a dormir, Jonás 1:5, 6.

III. Tercero, tu pecado será descubierto, Jonás 1:7; Mateo 26:21;
Juan 13:26-27; Jonás 1:12; Romanos 6:23; Números 32:23.

IV. Cuarto, tus amigos perdidos no te pueden ayudar, Jonás 1:13;
II Corintios 6:17-18; Santiago 4:4; I Juan 1:9.