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LA FUERZA DEL CARÁCTER DE UN HOMBRE –

UN TRIBUTO A DR. HYMERS EN SU CUMPLEAÑOS No. 75

por Dr. C. L. Cagan

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
La Noche del Día del Señor, Abril 10, 2016

“Si [desmayas] en el día de [adversidad], Tu fuerza [es pequeña]”
(Proverbios 24:10).


¿Cómo se debe medir el valor de un hombre? El mundo lo hace en términos de dinero. Pero Jesús dijo: “La vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee” (Lucas 12:15). No es el dinero – o títulos, o prestigio, o placeres – que muestra el verdadero valor. ¿Qué lo hace? Nuestro texto dice:

“Si [desmayas] en el día de [adversidad], Tu fuerza [es pequeña]” (Proverbios 24:10).

La palabra “[adversidad]” significa “el tiempo cuando las cosas están en tu contra”. “[Desmayas]” significa “darse por vencido”. El comentario de Matthew Poole dice, “Esta es una señal que tienes poca fuerza o valor Cristiano, mostrada por la adversidad”. ¡La prueba de una persona es lo que hace cuando las cosas están en su contra! La Biblia de estudio de Ginebra de 1599 dice: “El hombre no tiene prueba de su fuerza hasta que él está en problemas” (nota ‘b’ en Proverbios 24:10).

Esa es la verdadera prueba de un hombre – no cuando todo brilla, sino cuando todo está oscuro. ¡Por esa prueba, nuestro pastor Dr. Hymers es un Cristiano excepcional! Su vida ha estado llena de adversidad. A pesar de que él se sentía débil, nunca se rindió. El Dr. Bob Jones, padre (1883-1968) dijo: “La prueba de tu carácter es lo que se necesita para detenerte”. Pongamos eso de otra manera. “La prueba de tu carácter es lo que no te detiene”. “Si nada puede detenerte, tú tienes un gran carácter”. ¡Eso es lo que tiene nuestro pastor!

Esta noche celebramos su cumpleaños No. 75. La mayor parte de su vida estuvo llena de adversidad. Las cosas estaban en su contra. La gente estaba en contra de él. Pero él siempre siguió adelante. No fue por su propio poder. Su verso de vida es Filipenses 4:13, “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Esta noche honramos a nuestro pastor – ¡y damos gracias a Jesús!

Quiero hablarles sobre la vida de Dr. Hymers en términos de lo que tuvo que enfrentar. ¡Su vida es una historia de fuerza, perseverancia y victoria a través de Jesús! La profundidad de la adversidad muestra la profundidad de su fuerza.

Aún el principio de la vida de nuestro pastor estuvo llena de adversidad. Él no fue criado en un hogar Cristiano. De hecho, él vino de un hogar quebrantado. Su padre se fue cuando él tenía dos años. Su madre, Cecelia, le amó y cuidó de él hasta que él tenía doce años. Luego fue movido de un lugar a otro, viviendo con parientes. Él fue a 22 escuelas diferentes antes de graduarse de la secundaria. En la escuela era siempre el “niño nuevo” – un extraño. En su vida fue un “huérfano virtual” – sin apoyo, amor o cuidado.

Dios fue bueno con él, aún entonces. La Biblia dice: “Bueno es Jehová para con todos, Y sus misericordias sobre todas sus obras” (Salmo 145:9). Dios cuida de sus hijos, incluso antes de que sean salvos. El profesor de oratoria y drama de Dr. Hymers, Ray Phillips, reconoció su talento para actuar y hablar. Él se interesó por nuestro pastor y le dio una verdadera atención. El Sr. Phillips fue amable y bueno con él. Pero me alegro de que Dr. Hymers más tarde vió que el teatro era vanidad, ¡y se convirtió en un predicador del Evangelio!

Dr. Hymers no creció en una iglesia. Él no tuvo una familia normal. Si hubiera sido así, él habría sido sociable – extrovertido. Pero todas las mudanzas y el rechazo lo convirtieron en una persona introvertida – una persona que mira hacia el interior. Se veía seriamente a sí mismo, y pensaba en Dios. Puede que no veas a Dr. Hymers como una persona introvertida, ya que él predica tan bien, y tan a menudo habla con la gente. Pero en su interior es una persona sensible, consciente de su propia debilidad. Él no depende de sí mismo, sino de Dios.

Dentro de esa vida de adversidad, Dios envió Su amor en lo que llamo “ventanas de gracia”. Dos vecinos de nuestro pastor fueron el Dr. y la Sra. McGowan. Ellos fueron una ventana de gracia para él. Ellos fueron amables con él. Lo invitaban a cenar. Lo llevaron a su iglesia, donde se convirtió en un Bautista. Dios fue bueno con nuestro pastor cuando él era un joven solitario.

Cuando era adolescente, Dr. Hymers decidió no ser como sus parientes. Los vio beber y maldecir. Él determinó ir a la iglesia y vivir como un Cristiano. Él no era convertido todavía. Era como Abraham cuando Dios le dijo: “Vete de tu tierra y de tu parentela...a la tierra que te mostraré” (Génesis 12:1). Y

“Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba” (Hebreos 11:8).

Abraham no sabía enteramente lo que Dios tenía en mente. Él no era convertido todavía. Pero él “obedeció; y salió”. Eso es lo que Dr. Hymers hizo. Él no era convertido todavía. Pero él cambió su vida. Los teólogos llaman esto “fe antes de la fe” – responder a Dios antes de la conversión.

Nuestro pastor no obtuvo apoyo o elogio por ir a la iglesia. Sus parientes se burlaban de él y le decían: “Robert es religioso”. Pero a través de esa burla, nuestro pastor siguió el llamado de Dios. Nuestro texto dice: “Si [desmayas] en el día de [adversidad], Tu fuerza [es pequeña]”. Gracias a Dios él no desmayó. ¡Su fuerza no era pequeña, porque Dios le dio fuerza!

Jesús dijo: “Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere” (Juan 6:44). ¿Cuál es ese trajere? Por lo general pensamos en eso cuando Dios se mueve sobre el alma en el momento en que confía en Jesús, o justo antes de su conversión. Pero la atracción de Dios puede comenzar mucho antes de esa fecha. Cuando Dios usó a los McGowan para traer a Dr. Hymers a una iglesia Bautista, eso fue parte de ese traer.

A los diecisiete años el Dr. Hymers oyó a su pastor, el Dr. Maples decir, “Hay un joven aquí que tiene que entregarse al ministerio”. Dr. Hymers admiraba a su pastor y quería ser como él. ¿Quién puso ese pensamiento allí? Fue Dios. Dr. Hymers entregó su vida al ministerio. ¿Quién le movió a hacer eso? Era parte de la atracción de Dios. A pesar de que fracasó rotundamente las primeras veces que predicó, continuó. Más tarde, él quería ser misionero a los Chinos. Así que se fue a la Primera Iglesia Bautista China. Eso también, fue parte de la atracción de Dios.

En el otoño de 1961 nuestro pastor asistió a la universidad de Biola. El Dr. Charles J. Woodbridge predicó durante una semana en la capilla. El Dr. Woodbridge nació en China. Abandonó el Seminario Fuller debido al liberalismo que venía allí. Así, por estas dos razones, Dr. Hymers quedó impresionado por este predicador y lo escuchó con atención. ¿Quién dispuso eso? ¡Fue Dios! En esos servicios de capilla Dr. Hymers cantó el himno de Charles Wesley, “¡Grandioso Amor! ¿Cómo es que fue, que Tú, mi Dios, murieras por mí?” Él vio que Jesús lo amó y murió por él. ¡Mientras Dr. Woodbridge predicaba, a las 10:30 de la mañana el 28 de Septiembre de 1961, Dr. Hymers confió en Jesús y fue convertido!

Así, él comenzó su vida Cristiana. No fue fácil. Tuvo que ir a la universidad. Eso fue difícil para él. Sus parientes no habían ido a la universidad. No tuvo ningún apoyo ni dinero. Él sentía que no podía hacerlo. Pero tenía que ir a la universidad para hacerse misionero, y así fue. Dios le dio su verso de vida, “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13). ¡En la fuerza de Jesús, hizo lo que sentía que no podía hacer! Trabajó tiempo completo durante el día y fue a la universidad por la noche – año tras año, mientras que trabajaba por horas en la iglesia. Él no desmayó, aunque el camino era largo y duro. No sólo obtuvo su licenciatura y maestría, también tres doctorados. En Jesús, tuvo fuerza. “Si [desmayas] en el día de [adversidad], Tu fuerza [es pequeña]” (Proverbios 24:10). ¡Pero en Jesús, su fuerza era grande!

Dr. Hymers me pidió que mencionara otra persona. Era una mujer de mediana edad que era una mecanógrafa donde Dr. Hymers trabajó. Se sentía terriblemente deprimido durante los largos años de la escuela nocturna. Esta mujer, llamada Gwen Devlin, hablaba con él todas las noches después del trabajo y le animaba. A menudo me ha dicho que no lo habría logrado sin ella.

Después de que prediqué este sermón Dr. Hymers me pidió que les dijera de otras cuatro personas que le ayudaron. Murphy y Lorna Lum eran una pareja joven en la iglesia China. Cuando Dr. Hymers primero fue allí ellos cuidaron de él y lo trataron como a un hermano pequeño. Lo llevaron a su casa. Lo llevaban a comer después del servicio de la noche casi todos los Domingos y eran verdaderos amigos él. La tercera persona que Dr. Hymers quería que yo mencionara es el Sr. Eugene Wilkerson. Él era un hombre blanco mayor en la iglesia China. Era el secretario de la iglesia China y hacía muchas otras tareas allí. Se convirtió en un amigo de por vida de Dr. Hymers. Nuestro pastor pasó mucho tiempo con él y Dr. Hymers lo llevaba a casa tarde todos los Sábados por la noche después de haber hecho el boletín de la iglesia. Cuando falleció su familia le pidió a Dr. Hymers que llevara a cabo su funeral en la Primera Iglesia Bautista China. Otro amigo que ayudó a Dr. Hymers fue Jackson Lau, un joven Chino que se convirtió en su mejor amigo.

En la iglesia China, Dr. Hymers trabajó bajo su pastor, Dr. Timothy Lin (1911-2009). El Dr. Lin era un excepcional erudito de la Biblia. Él era un hombre santo que creía que el Cristianismo no era algo externo, sino una realidad viva. Dios puso a nuestro pastor bajo el Dr. Lin para entrenarlo a que fuera un poderoso hombre de Dios.

Aquellos años no fueron fáciles. Dr. Hymers era el único joven blanco en la iglesia. El trabajo era pesado, predicando y enseñando Viernes por la noche, Sábado por la noche y todo el día el Domingo. La disciplina era estricta. Pero fue para bien. La Biblia dice: “Bueno le es al hombre llevar el yugo desde su juventud” (Lamentaciones 3:27). Dios lo usó para hacerlo un poderoso hombre de Dios. Ese fue su verdadero seminario. Dios usó ese tiempo para mostrarle lo que el ministerio Cristiano es en realidad. Esos años fueron duros. La dureza del camino muestra la fuerza del carácter de nuestro pastor. Dr. Hymers no desmayó. ¡Duro fue el camino – pero grande fue la fuerza!

La iglesia China era una iglesia Sureña Bautista. Así que Dr. Hymers fue a un seminario Sureño Bautista. Pero era un seminario liberal donde los profesores atacaban la Biblia. Dios le enseñó a nuestro pastor a defender la Biblia, a pesar de que tenía que hacerlo solo. Dios lo fortaleció y lo consoló cuando se sentía solo y triste. “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13).

Como ministro, Dr. Hymers fue valiente y fiel. Hoy en día muchos predicadores toman el camino fácil. No dicen nada y no hacen nada. Son como los predicadores en Israel cuando Jeremías dijo:

“Desde el profeta hasta el sacerdote, todos son engañadores… diciendo: Paz, paz; y no hay paz” (Jeremías 6:13, 14).

Pero Dr. Hymers dijo la verdad cuando no era fácil. Se paró en contra el liberalismo en los seminarios Sureños Bautistas. Él escribió un libro exponiéndolos, y envió literatura a todas las iglesias exponiéndolos una y otra vez. Hoy en día esos seminarios son conservadores.

Se paró en contra del antinomianismo – la idea de que puedes ser Cristiano y puedes vivir una vida de pecado. Los nuevos-evangélicos faltaban a la iglesia el Domingo, bailando, fumando marihuana, y teniendo relaciones sexuales fuera del matrimonio. Dr. Hymers dijo entonces – y dice ahora – ¡que las personas que viven así no son Cristianos para nada!

Nuestro pastor se paró en contra del aborto. Eso no fue fácil. Dr. Hymers se sentó frente a las clínicas de aborto con policías al otro lado de la calle, arriesgándose a ser golpeado e ir a prisión. Pero nuestra iglesia cerró dos clínicas de aborto. La adversidad fue grande, pero Dr. Hymers no desmayó. ¡Qué hombre de Dios!

Hollywood produjo una película blasfema llamada “La Última Tentación de Cristo”. Es cierto, había otras personas que no estaban de acuerdo con la película. ¡Pero sólo Dr. Hymers luchó duro contra ella! Él era lo que los soldados llaman el “hombre clave”, que camina por delante de los demás y corre el riesgo de recibir el fuego enemigo. La adversidad era grande, pero Dr. Hymers no desmayó. En Agosto de 1988, en la revista Cristiandad de Hoy [Christianity Today], El Dr. Bob Jones hijo, rector de la Universidad Bob Jones dijo, “¡Me parece que las manifestaciones de Hymers fueron las únicas que tuvieron efecto!” ¡Hollywood nunca hizo una película así de nuevo! La dificultad y el dolor de su camino muestran qué clase de hombre es Dr. Hymers. El presidente Theodore Roosevelt dijo:

No es el crítico el que cuenta; ni el hombre que señala qué tan fuerte el hombre tropieza, o cuando el autor de hechos podría haberlo hecho mejor. El crédito pertenece al hombre que está realmente en la arena, cuyo rostro está desfigurado por el polvo, sudor y sangre, que se esfuerza valientemente...que se gasta en una buena causa, que en lo mejor, sabe al final los triunfos de alto logro y que en lo peor, si fracasa, al menos falla mientras se atreve en gran medida, de modo que su lugar nunca está con esas almas frías y tímidas que no conocen ni la victoria ni la derrota.

¡Dr. Hymers es un hombre en la arena, que lucha con sudor y sangre – por su Salvador!

Dr. Hymers trabajó fielmente como pastor. Fundó dos iglesias. Una de ellas es nuestra iglesia. Pero por todas partes había adversarios y peligros, a través de casi cuarenta años de batallas y adversidad. Fue como dijo el Apóstol Pablo: “Porque se me ha abierto puerta grande y eficaz, y muchos son los adversarios” (I Corintios 16:9). Fueron cuarenta años de tiempos difíciles, con tantos contra él. Era como dijo el Apóstol Pablo, “Peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos” (II Corintios 11:26). Dr. Hymers llevó la carga que llevó a Pablo, “la preocupación por todas las iglesias” (II Corintios 11:28). Sin embargo, Dr. Hymers no se dio por vencido. Se sintió inadecuado, incluso deprimido. Pero nunca se rindió. ¡La fuerza de su carácter era grande!

Sí, había ventanas de gracia. Dios le dio a Dr. Hymers una maravillosa esposa y dos hijos – y una nieta. Lo mejor de todo, personas fueron convertidas. Muy pocos pastores hoy en día pueden hacer que la gente se convierta del mundo. En vez transfieren personas de otras iglesias. Es un homenaje a Dr. Hymers que gana almas para Jesús de fondos no Cristianos. ¡Todo honor a él!

Aún así, estos fueron años de batallas y traiciones y retrocesos. Fueron dos pasos adelante y uno atrás – y a menudo dos pasos adelante y tres atrás. Dr. Hymers fue tratado como basura y a veces sentía así. Pero él era fiel. ¡Él no desmayó!

Llegó una gran adversidad. Un “ex-líder” de nuestra iglesia se fue y se llevó a 400 adultos. Nuestra iglesia estuvo a punto de perder este edificio. Casi nos fuimos a la bancarrota. Un famoso predicador ofreció llevar a Dr. Hymers a una iglesia cerca de San José. Él dijo: “Esta es tu última oportunidad de irte”. Muchos pastores se habrían ido. Pero con los miembros que se iban y la iglesia en peligro financiero – ¡Dr. Hymers se quedó! ¡Por él y los fieles “Treinta y Nueve” personas que dieron su tiempo y dinero, tenemos esta iglesia para ti!

Entonces supe que la prueba de un hombre era lo que él hace en tiempo de angustia. Pasaron veinte años donde todo se miraba mal. Los problemas que nuestro pastor enfrentó indican la fuerza de su carácter. Grande fue la adversidad. ¡Cuán grande fue la fuerza!

No hay división de iglesia aquí ahora. Pero hay un tipo diferente de adversidad. Hace un par de años Dr. Hymers me dijo que había todavía muchas pruebas para él. Él tenía más de 70 años de edad. Yo mismo tenía más de sesenta años. Sin embargo yo no entendí. Dije, “¿Qué? ¡No va a negar a Jesús en su lecho de muerte!” Sin embargo hubo pruebas, y en Jesús nuestro pastor ha pasado las pruebas de edad con honor.

A los 75 años de edad, con cáncer y la debilidad causada por el tratamiento médico, la mayoría de los hombres se hubieran jubilado. ¡Pero nuestro pastor sigue adelante para nuestra iglesia y para Dios! Lo he visto arrastrarse hacia el púlpito y predicar, caminando apenas, con dolor de estómago y sin haber dormido mucho la noche anterior. ¿Y cómo predica? ¡Como un león! Su sermón más cansado es el mejor que se escucha en cualquier otro lugar que conozco. Es por eso que más de 140,000 personas leyeron sus sermones manuscritos y los vieron por vídeo en 217 países el mes pasado. Es por eso que pastores por todo el mundo predican sus sermones en sus iglesias. Él es una prueba de su verso de vida, “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13).

Yo oro que sobreviva el cáncer y tenga más años de ministerio. Pero Dr. Hymers no vivirá para siempre. La Biblia dice: “Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría” (Salmo 90:12). La mayoría de la gente no piensa acerca de la brevedad de la vida. La mayoría de los pastores tampoco. No planean para lo que sucederá cuando ya no estén. Por lo que sus iglesias explotan en una división, o poco a poco se debilitan y mueren. ¡Gracias a Dios nuestro pastor se preocupa por nuestra iglesia! No es por debilidad o autocompasión que habla de su futura muerte y exhorta a los jóvenes – ¡es un acto de valor y fidelidad! Cuando anima a los jóvenes Cristianos a ir tan lejos en el ministerio como puedan – ¡es un acto de responsabilidad y deber, de respeto y amor!

Hoy en día nuestro pastor enfrenta la edad, la enfermedad y la brevedad de la vida. La medida de un hombre es vista en la adversidad, cuando las cosas están en su contra. ¡En Dr. R. L. Hymers, Jr., vemos a un hombre muy, muy grande!

¿Cómo hizo todas estas cosas? ¿Cómo lo hizo? ¡En Jesús! Nuestro pastor con mucho gusto dirá que él “todo lo [puede solamente] en Cristo que [lo] fortalece”. ¿Dónde está la fuerza? ¡Jesús, Jesús, Jesús de nuevo!

El Apóstol Pablo dijo: “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo” (I Corintios 11:1). Yo te digo a ti, se imitador de nuestro pastor, como él es de Jesús. Confía en Jesús. Sírvele tanto como sea posible. Te digo, ¡Jesús, Jesús, Jesús de nuevo!

Esta noche celebramos el cumpleaños No.75 de nuestro pastor. Hemos tomado una ofrenda de amor para él. Pero hay algo más importante que puedes dar. ¡Dale una gran iglesia! ¡Pienso en lo que nuestra iglesia podría ser, puede ser, y por la gracia de Dios, va a ser! ¡Dale una iglesia llena de gente joven! ¡Ora y evangeliza y ama a la gente hasta que tengamos la iglesia que Dios quiere! ¡Dale una gran iglesia!

Ahora te pregunto, ¿tienes el Jesús de nuestro pastor? ¿Tienes su Salvador? ¿Has confiado en Jesús? Sin Jesús no tienes nada sino pecado. Si confías en Él tendrás perdón por medio de Su Sangre. Si confías en Él, serás nacido de nuevo a la vida eterna. Oro para que confíes en Jesús pronto. Amén.


A Dr. Hymers le gustaría saber de ti si este sermón te bendijo. CUANDO LE ESCRIBAS A DR. HYMERS DEBES DECIRLE DE QUE PAÍS LE ESTÁS ESCRIBIENDO O ÉL NO PODRÁ CONTESTAR TU CORREO. Si estos sermones te bendicen por favor envía un correo electrónico a Dr. Hymers y díselo pero siempre incluye de qué país estás escribiendo. El correo electrónico de Dr. Hymers es rlhymersjr@sbcglobal.net (oprime aquí). Puedes escribirle a Dr. Hymers en cualquier idioma, pero escribe en Inglés si es posible. Si deseas escribirle a Dr. Hymers por correo postal, su dirección es P.O. Box 15308, Los Angeles, CA 90015. Puedes llamarle por teléfono al (818) 352-0452.

(FIN DEL SERMÓN)
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La Escritura Leída por el Sr. Abel Prudhomme Antes del Sermón:
El Salmo favorito del Dr. Hymers, Salmo 27:1-14.
El Solo Cantado por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith Antes del Sermón:
“The Master Hath Come” (por Sarah Doudney, 1841-1926).