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¡UNA CIUDAD BRILLANTE EN UNA COLINA!

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
La Mañana del Día del Señor, 3 de Abril, 2016

“Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder” (Mateo 5:14).


El Obispo J. C. Ryle dijo: “El Señor Jesús nos dice que los verdaderos Cristianos deben de estar en el mundo como ‘luz’. ‘Vosotros sois la luz del mundo’. Ahora es propiedad de la luz ser completamente distinta a la oscuridad. La menor chispa en un cuarto oscuro se puede ver inmediatamente...y sin [luz] el mundo sería un vacío sombrío” (traducción de J. C. Ryle, Expository Thoughts on Matthew, The Banner of Truth Trust, 2015 edition; nota sobre Mateo 5:14).

Odio decirlo, pero la mayoría de las iglesias no son así hoy en día. Por la gracia de Dios, oramos para que nuestra iglesia sea “una luz para el mundo”. Voy a decirte lo que un joven escribió acerca de las iglesias de hoy. Sus comentarios son muy interesantes.

Alguien me dio lo que él escribió. Fue escrita por Jonathan Aigner. No sé quién es, pero estoy de acuerdo con mucho de lo que dijo. Era una carta abierta a las iglesias. Jonathan es milenio, joven que nació entre 1988 y 2005. Jonathan tiene como 28 años. Él dijo: “Soy una de esas personas enigmáticas, paradójicas, dependientes de los medios de comunicación, joven consumidor de café, junto con otros bajo este paraguas milenario. Pero el café me arruina el estómago – por lo que lo dejé. Siempre he estado en la iglesia. Nunca la he dejado, aunque he estado a punto varias veces. Pero siempre he sido un inadaptado. Siempre un escéptico. Siempre uno que duda. Siempre un extranjero. Y he visto los otros niños que iban a la iglesia conmigo, he llegado a encontrar que muchos de ellos eran inadaptados, escépticos, y que dudaban también. Algunos de ellos todavía van [a la iglesia], pero muchos de ellos se han ido. Algunos de ellos se fueron porque no tenían ningún deseo de conformarse a una norma cultural anticuada que exigía que mantuvieran las apariencias con sentarnos en el asiento regular de la iglesia. Ellos no creían, y no creían que tenían que fingir creer. Se fueron porque no se ajustaban, y no podían fingir más. Se fueron porque nunca se les enseñó cómo ser parte de la iglesia. Los programas no los traerán de vuelta. El café no los traerá de vuelta. La adoración contemporánea – No, no lo hará, tampoco.

No queremos ser entretenidos en la iglesia. Sigue la formula simple pero profunda que ha funcionado por toda la historia de la iglesia – congregarse, predicar, partir el pan [comer juntos], salir a servir. Danos un papel que seguir, danos canciones que cantar, danos la tradición de la iglesia, danos las Santas Escrituras para leer. Déjanos participar en el drama del evangelio. No está supuesto a ser divertido.

Sigue dándonos entretenimiento y no hay esperanza. No puedes competir. Vas a perder cada vez. Solo sé la iglesia. Solo se tú mismo. Canta tus canciones regulares antiguas.

Sálvanos de nosotros mismos. Nos necesitamos. Necesitamos ver las caras de los jóvenes y viejos, ricos y pobres, o de diferentes colores, razas, y fondos étnicos. Cierto, necesitamos la comunidad, no juntarnos por edad o color de piel, sino creada con los clavos clavados en la cruz de madera. No necesitamos que seas terapista, necesitamos que seas la iglesia. Necesitamos que luches con nosotros, que pelees.

No es demasiado tarde, iglesia, pero tus tácticas no están funcionando.

Es hora de tener una nueva estrategia.

Es hora de no ser suaves. De ser radical. De ser diferente.

Es hora de ser tú misma.

     Tu Amigo,

          Jonathan.”

Cuando leí lo que él dijo, trajo lágrimas a mis ojos. Sé que parece raro para muchos de ustedes ver a un anciano como yo llorar. Los milenios no lloran mucho. No me importa. No lo finjo. Cuando ves lágrimas en mis ojos es porque no me importa si piensas que es extraño. ¡Al menos sabes que es real! Le pregunté a un joven si él pensaba que yo estaba actuando cuando predico. Pensó un momento y luego me dijo una palabra – “no”. Lo dijo con fuerza. ¡Eso hizo cantar mi corazón! Tengo 75 años. Realmente no debería estar guiando esta iglesia – pero soy todo lo que tienen. Sé que la única manera posible de alcanzarlos es con ser completamente honesto. ¡No puedo ser solo amigo! ¿Cómo podría un anciano como yo ser camarada de jóvenes que son adolescentes y adultos jóvenes? No importa cuánto me guste serlo – sé que jamás podré realmente ser camarada, o compañero, o como llamen a los amigos hoy. Siempre habrá una barrera de edades. El único modo que te puedo alcanzar es con ser completamente honesto. Y creo que la mayoría sabe que hablo desde mis entrañas cuando les predico. Casi dije “de corazón” – pero “entrañas” es mejor. Nunca te digo nada que en verdad no creo – aun ya de noche cuando estoy yo solo y nadie más. No puedo ser suave. Parecería una locura si yo tratara de ser suave. Lo único que puedo hacer es decirte lo que realmente siento y lo que realmente creo.

Yo creo que mucho de lo que Jonathan dijo es verdad. ¡Y es el trabajo de mi vida tratar de arreglarlo! Sí, estoy de acuerdo con ese joven cuando dijo, “sálvanos de nosotros mismos”. Sí, estoy de acuerdo con él, “Nos necesitamos el uno al otro”. Sí, tenía razón cuando dijo: “Necesitamos que luches con nosotros, que pelees”. La única manera de que pueda hacer esas cosas es ser honesto y abrir mi alma, y derramar lo que estoy sintiendo. Mi pluma se movía al escribir estas palabras. Este sermón no es homiléticamente correcto. Es una corriente de conciencia, derramándose sobre las páginas ante mí en mi estudio. Alguien que lo lea podrá decir: “Eso no es gran predicación”. Yo digo: “Afuera con gran predicación”. No quiero ser un “gran” predicador. Sólo hay una cosa que quiero hacer. Quiero estar contigo y ayudarte a confiar en Jesús. ¡Eso es todo! ¡Ese es el trabajo de mi vida!

“Sálvanos de nosotros mismos.”

¡Sí! Yo sé que así se sienten muchos de ustedes. Haré todo lo que pueda para salvarte de ti mismo. Tal vez haga que te enojes conmigo. Arriesgaré que te enojes conmigo si es lo que toma para salvarte de ti mismo.

Sí, yo estoy de acuerdo con Jonathan, “Necesitamos el uno al otro”. Señor ayúdame, yo que necesitas eso. Yo también. Yo fui al restaurante Pho contigo el Martes pasado en la noche. Por mucho tiempo pensé que el Sr. Griffith tenía una idea loca. Parecía como otra reunión. Qué equivocado estaba. El Sr. Griffith estaba exactamente correcto. Casi sesenta jóvenes estaban allí. Seis o siete eran jóvenes que nunca han venido a nuestra iglesia. No había programa. El Sr. Griffith solo dio una de sus series pontificas de ideas no relacionadas – lo que yo llamo “Griffitismos”. Comimos. Y luego los jóvenes platicaron. Griffith se me acercó y me dijo, “esta es la parte más importante. Necesitan estar en grupo y platicar”. Tardó como cuarenta minutos.

¡Oh, sí! ¡Eso es lo que casi no se halla en ninguna parte hoy! Un grupo amistoso de jóvenes platicando. Jonathan dijo: “Necesitamos el uno del otro”. De hoy en adelante voy a estar en las reuniones del Pho casi todos los Martes. No voy a estar allí para predicar. Estaré allí para absorber – para sentirte alrededor mío y oír tu voz. Un anciano saca fuerzas de oír a los jóvenes platicando. No necesita decir nada. Solo necesitar sentarse allí y absorber la energía y el calor. Nota como me siento en una silla afuera de la librería todos los Domingos. Solo estoy absorbiendo tu energía. Lo necesito. “Necesitamos el uno del otro”. ¡Haremos otro “Pho” de este Martes al otro!

Jonathan dijo: “necesitamos que luches con nosotros, que empujes”. ¡Sí! Haré eso también. Si creo que estás mal, te lo diré. Si creo que debes hacer algo, “empujaré”. Porque he vivido tres cuartos de siglo. Toma mucha vida – para saber de la vida. Yo “lucharé” contigo. Yo “empujaré”.

Uno de nuestros jóvenes me dijo algo que he pensado por días. Él hablaba de nuestro texto:

“Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder” (Mateo 5:14).

Dijo que los jóvenes que entran en nuestra iglesia la ven como una ciudad brillante en una colina, en referencia a nuestro texto. Dijo que ven nuestra iglesia como la respuesta a sus problemas.


1. Ellos eran solitarios, pero en nuestra iglesia al fin tienen amigos.

2. No tenían vida real en el hogar. Pero nuestra iglesia se convierte para ellos en un hogar feliz.

3. Ellos sabían que había algo malo en el mundo, algo insatisfactorio. Y vinieron a nuestra iglesia como a un mundo alternativo.

4. Ellos sabían, al menos en cierta medida, de que había algo malo con ellos.


Ellos están contentos de estar aquí. Ellos piensan de nuestra iglesia como una ciudad brillante en una colina.

Pero ¿qué pasa con los jóvenes que nacieron en nuestra iglesia? En realidad eso es lo que Jonathan es – un “niño de la iglesia” – nacido y criado en la iglesia. Los niños de la iglesia son menos propensos de ver nuestra iglesia como una ciudad brillante en una colina. Por un lado, esta iglesia no comenzó a cobrar vida hasta hace poco. Ellos recuerdan los “viejos tiempos” – que realmente no empezaron a terminar hasta como el año 2012 y 2013. Así aguantaron, arrastrándose. Tenías que ser “solitario” para hacerla en aquel entonces. Es difícil para algunos de nuestros “niños de la iglesia” ver que se trata de un nuevo día en nuestra iglesia. No los culpo. ¡Yo casi no lo puedo creer!

Lo vemos, pero no lo vemos. Hace tiempo 1es dije que una iglesia es como un gran barco. Un barco realmente grande gira muy lentamente. Eso es lo que ocurrió con el Titánico. Vieron los enormes bloques de hielo enfrente de ellos. Voltearon el barco lo más que pudieron para evitar golpearlo. Pero ya era demasiado tarde. El barco se volvió demasiado despacio – y el hielo raspó a lo largo del lado del Titánico. El agua se metió – y unas pocas horas después se hundió.

Una iglesia gira muy lentamente – como un gran barco. Gracias a Dios nuestra iglesia no se hundió. Casi se hundió, pero no lo hizo. Sin embargo, nuestra iglesia fue profundamente cicatrizada. Cuatrocientas personas subieron a los botes salvavidas y dejaron nuestro barco. Sólo unos pocos de nosotros nos quedamos. Perdimos a nuestros amigos. Tuvimos que caminar solos. Una persona joven tenía que ser solitaria para quedarse con nosotros.

Dimos vueltas en el agua. Pero es muy difícil girar una iglesia. Se necesitan años y años para hacerlo. Pero en el 2012 algunos jóvenes vinieron y se quedaron. En el 2013 más vinieron y se quedaron. El año 2014 nos empezamos a cocinar. En 2015 fue mejor. Y ahora están viniendo.

¡El agua se estaba moviendo! Pero entonces me diagnosticaron cáncer y eso tomó la alegría y el fuego de mí. El Diablo me dijo que iba a morir, y se nubló mi mente, y no podía pensar con claridad. Subí mucho de peso y me empecé a sentir como un anciano. Así que me llevé a mi familia de vacaciones a Cancún. Ellos fueron a ver las ruinas mayas. Yo me quedé solo y miré el océano. Leí un libro sobre el gran avivamiento en la Isla de Lewis. Gradualmente comencé a sentirme un poco vivo otra vez. Es posible que no lo sepas, pero yo soy esencialmente una persona introvertida. Sí, puedo hablar y parece como que soy extrovertido. Pero siempre he sido siempre una persona que gana más fuerza al estar solo que al estar en una multitud. Paso horas solo en mi oficina. Escribí la mayoría de este sermón después de las 3:00 de la mañana. Solo allí en Cancún Dios comenzó a decirme que nuestra iglesia iba a vivir de nuevo.

Una semana después de regresar de Cancún comencé a predicar cada noche. Y en sólo ocho semanas 14 personas fueron posiblemente convertidas. Todos ellos son jóvenes nuevos. ¡Apenas conocía sus nombres! ¡Ellos estaban viniendo! Entonces le pedí a un misionero que predicara para nosotros. El Dr. David Ralston estaba tan emocionado por nuestros jóvenes que escribió en su página de Facebook,

     Anoche y esta mañana prediqué aquí en el centro de Los Ángeles, en el Tabernáculo Bautista, donde el Dr. R. L. Hymers, Jr. es el pastor. Servicios increíbles, todos los asientos llenos, ¡la mitad de las personas parecían menores de 30 años!...Gran Espíritu, con muchos amenes y aplausos cuando el mensaje es predicado. Los sermones del Pastor Hymers se leen en el Internet por un promedio de 120.000 computadoras en unos 210 países diferentes cada treinta días – también vistos en YouTube.
     No sé de otro predicador del evangelio que está llegando a tanta gente, tan constantemente con el evangelio, en todo el mundo.
     Creo que este ministerio es como una versión moderna de Spurgeon.

¡Tuvimos un día histórico de 10.780 computadoras visitando nuestro sitio de Internet en un día la semana pasada! ¡En un día, 10.780 de ellos! ¡El número más alto en un día! Invité al Dr. Roland Rasmussen a predicar el Domingo de Pascua por la mañana y la pasamos muy bien. Y la persona número 14 fue salva – ¡Robert Wang! Luego, en la noche del Domingo de Pascua Danny Thomas y dos amigos llegaron y cantaron animadas canciones del Evangelio y yo prediqué con gran libertad en “Visiones en la Noche – Un Sermón de Pascua”. Tuvimos un banquete fantástico después. La gente no quería irse. Una madre China vino a ver por qué a su hija le encanta venir aquí. Parecía estar preocupada en qué se estaba metiendo su hija. Pero al final del banquete ella se acercó y me abrazó. Ella dijo: “Mi hija nunca sonrió hasta que vino a tu iglesia”. El papá de Aaron Yancy estaba riendo y bromeando conmigo. Todas las chicas se reunieron alrededor de mí y tomaron fotos – las que llaman “selfies” – por media hora. ¡Fue genial! ¡El Martes por la noche fui al restaurante Pho y cerca de sesenta jóvenes estaban allí para comer y escuchar al Sr. Griffith pontificar! Nos reunimos para orar en un gran círculo y oramos detrás del restaurante. Fue maravilloso. ¡Había frio, pero fue maravilloso! El Miércoles por la noche más de 25 de nuestros jóvenes fueron a un parque juntos. Mi nieta, Hannah Kim Hymers nació el Miércoles. La vida comenzó de nuevo. ¡Nuestra iglesia está realmente convirtiéndose en una ciudad brillante en una colina!

“Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder” (Mateo 5:14).

Mi alma, amor a Él yo doy,
   A Cristo quien murió por mí;
O que le sea siempre fiel,
   ¡Mi Salvador y Dios!

¡Canta el coro conmigo!

Yo viviré por mi Jesús,
   ¡Feliz será mi vida así!
Yo viviré por mi Jesús,
   ¡Mi Salvador y Dios!
(Traducción libre de “I’ll Live For Him”
      por Ralph E. Hudson, 1843-1901; alterada por Dr. Hymers).

No sólo veo ahora qué tesoro es esta iglesia – También veo lo que esta iglesia debe ser, lo que puede ser, ¡y por la gracia de Dios, lo que va a ser! ¡En las visiones de la noche veo cada rincón de este auditorio lleno de gente joven! ¡Y en esas visiones veo el Espíritu de Dios que baja en olas de avivamiento! ¡Veo las caras felices de los jóvenes que han encontrado a Jesucristo como su Salvador y Señor! ¡En las visiones de la noche veo a los jóvenes llorando y orando, y gritando de alegría como los antiguos Metodistas, y los antiguos Bautistas hicieron! Veo a los hombres jóvenes entregando sus vidas para ser predicadores del Evangelio – ¡y algunos incluso yendo a los campos extranjeros como misioneros de Jesucristo! ¡Veo una iglesia poderosa, a punto de explotar – con el amor de Dios saliendo de este lugar a los rincones oscuros de nuestra nación y nuestro mundo! ¡Veo a Cristo Jesús enaltecido y vertiendo Su amor a través del ministerio de esta iglesia a cientos y cientos de almas perdidas y solitarias en todo el mundo! Y en las visiones de la noche puedo oírlos cantar,

Yo viviré por mi Jesús,
   ¡Feliz será mi vida así!
Yo viviré por mi Jesús,
   ¡Mi Salvador y Dios!

¡Cántala conmigo!

Yo viviré por mi Jesús,
   ¡Feliz será mi vida así!
Yo viviré por mi Jesús,
   ¡Mi Salvador y Dios!

Por favor, pónganse de pie y canten “Mi Visión Llena”. Es la número cuatro en tu cancionero.

Mi visión llena, oh, Salvador, Que solo vea a Jesús hoy;
   Aunque el valle me guíes pasar, Tu Gloria sin fin me rodeará.
Mi visión llena, bello Jesús, Haz que Tu gloria brille en mí ser.
   Mi visión llena, que vean todos, Tu imagen santa reflejada en mí.

Mi visión llena, todo desear, Sea por Tu gloria; inspírame
   Con Tu perfección, Tu santo amor, Mi senda inunda con celestial luz.
Mi visión llena, bello Jesús, Haz que Tu gloria brille en mí ser.
   Mi visión llena, que vean todos, Tu imagen santa reflejada en mí.

Mi visión llena, que nada vil, Oscurezca la luz interior.
   Que vea solo Tu bella faz, Susténtame con Tu gracia eternal.
Mi visión llena, bello Jesús, Haz que Tu gloria brille en mí ser.
   Mi visión llena, que vean todos, Tu imagen santa reflejada en mí.
(Traducción libre de “Fill All My Vision”
   por Avis Burgeson Christiansen, 1895-1985).

¡Alabado sea el santo nombre de Jesús! El murió en la Cruz para pagar por tu pecado. Se levantó de entre los muertos para darte vida eterna. ¡Voltéate a Jesús! ¡Confía en Él! ¡Él te salvará ahora y por toda la eternidad!

Si deseas hablar conmigo, o Dr. Cagan, o John Cagan, por favor camina hacia atrás del auditorio ahora. Amén.


A Dr. Hymers le gustaría saber de ti si este sermón te bendijo. CUANDO LE ESCRIBAS A DR. HYMERS DEBES DECIRLE DE QUE PAÍS LE ESTÁS ESCRIBIENDO O ÉL NO PODRÁ CONTESTAR TU CORREO. Si estos sermones te bendicen por favor envía un correo electrónico a Dr. Hymers y díselo pero siempre incluye de qué país estás escribiendo. El correo electrónico de Dr. Hymers es rlhymersjr@sbcglobal.net (oprime aquí). Puedes escribirle a Dr. Hymers en cualquier idioma, pero escribe en Inglés si es posible. Si deseas escribirle a Dr. Hymers por correo postal, su dirección es P.O. Box 15308, Los Angeles, CA 90015. Puedes llamarle por teléfono al (818) 352-0452.

(FIN DEL SERMÓN)
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La Escritura Leída por el Sr. Abel Prudhomme Antes del Sermón: Mateo 5:13-16.
El Solo Cantado por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith Antes del Sermón:
“Fill All My Vision” (por Avis Burgeson Christiansen, 1895-1985).