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NUESTRO NEGOCIO PRINCIPAL
HASTA QUE JESÚS REGRESE

por Dr. Kreighton L. Chan

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
Sábado por la Noche, 20 de Febrero, 2016

“Negociad entre tanto que vengo” (Lucas 19:13).


Grandes multitudes habían estado siguiendo a Jesús en Su camino a Jerusalén. Él se detuvo junto a la ciudad de Jericó. Y mientras estaba allí, Jesús ganó un alma. Su nombre era Zaqueo. Él era un hombre pequeño de estatura que no podía ver a Jesús a causa de la multitud. Así que se subió a un árbol para ver a Jesús que pasaba por allí. Jesús lo vió, le miro al rostro, y le dijo: “Desciende”. Y la Biblia dice, “Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso”. ¡Zaqueo fue salvo! Entonces Jesús dijo:

“El Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Lucas 19:10).

Justo después de decir eso Jesús nos dio una parábola. Un noble va a un país lejano. Y después de algún tiempo volverá a recibir Su reino. El noble es una imagen de Jesús. Y el país lejano es una imagen del Cielo. Jesús está allí ahora. Pero un día él vendrá de nuevo. Y mientras Él se ha ido, Jesús nos dice:

“Negociad entre tanto que vengo” (Lucas 19:13).

Negociad significa, “llevar a cabo un negocio” (traducción de Fritz Rienecker, Ph.D., A Linguistic Key to the Greek New Testament, Zondervan Publishing House, 1976, p. 198; Nota sobre Lucas 19:13). Y así, Jesús nos está diciendo que llevemos a cabo Su negocio hasta que Él vuelva.

¿Y cuál es el negocio que Jesús quiere que realicemos? Es el mismo negocio que Él vino para llevar a cabo.

“El Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Lucas 19:10).

¡El negocio principal de Jesús era ganar almas! ¡Y Él espera que ese sea tu principal negocio también! Esto es lo que Jesús te dijo que hicieras. ¿Puede confiar en ti para que continúes Su obra? ¿Serás fiel a Él? ¿Amarás almas y tratarás de ganarlas de la misma manera que Él lo hizo? Estas son las grandes preguntas para ti esta noche. ¡Te digo, continua el negocio de Jesús de ganar de almas! ¡Ocúpate, haz la obra de Jesús, hasta que Él venga! Y esto es exactamente lo que harías si obedeces a Jesús, y si amas a Jesús.

Debemos buscar pecadores perdidos, traerlos a la iglesia a escuchar el Evangelio, para que Jesús pueda salvarlos. Jesús ganó almas con gran pasión y celo. De la misma manera debemos hacerlo nosotros. Sólo entonces tendremos almas salvas para presentar a nuestro Salvador cuando regrese. Y sólo entonces podremos recibir una buena recompensa de Él.

I. Primero, tu negocio principal en la vida es ganar almas.

Jesús nos lo dijo:

“Negociad [continua Su negocio]” (Lucas 19:13).

La mayoría de nosotros somos personas muy ocupadas. Y todos tenemos diferentes trabajos. Todos tenemos cosas que hacer. Y son importantes. Si eres estudiante, es tu trabajo estudiar mucho y que te vaya bien en la escuela. Si estás trabajando, debes hacer el mejor trabajo posible en el trabajo. Si eres un padre, es tu negocio cuidar a tu familia y criar a tus hijos. Pero no importa lo que sea tu trabajo, ¡tu negocio principal es ganar almas! No estoy diciendo que debes pasar todo el tiempo haciéndolo. Pero el ganar almas debe estar donde está tu corazón. Entonces harás tiempo para ello. Ve a las universidades, centros comerciales y bulevares a hacer evangelismo. Y trae al menos un nombre cada vez que vengas a la iglesia.

Ganar almas es lo más importante en el corazón de Jesús. Entonces que sea lo más importante para nosotros. Él ha dado Su negocio de ganar almas a nosotros. Y debemos ser fieles a Jesús y no defraudarlo. Y Dios no nos ha dejado sin ayuda para ganar almas. Él nos ha dado el Espíritu Santo para que nos guíe y nos ayude. Y Él ha enviado al Espíritu Santo para trabajar en los perdidos. Él ha dado Su Espíritu Santo para que nos enseñe a orar. Para que le pidamos a Dios que bendiga nuestro ganar de almas. Dios escucha nuestras oraciones por el mérito de Jesús y Su sangre. Jesús ha prometido estar siempre con nosotros, mientras vamos a hacer discípulos y ganar almas. Nuestro éxito en ganar almas no sólo depende de nosotros. Dios nos ha dado Su Espíritu Santo. Pero aún así, debemos estar dispuestos a hacer el negocio de Jesús de ganar almas nuestro negocio principal. Sólo entonces podremos tener éxito. Sólo entonces podremos agradar a Jesús.

Si ganar almas fuera tu principal negocio en la vida, estarías pensando en eso todo el tiempo. Sin duda harías tiempo para obtener nombres y números de teléfono. Orarías para que Dios te use para ganar almas. Tendrías una gran carga y pasión por ello. Encontrarías un gran significado y placer en ello. Y siempre agarrarías al menos un nombre para traer.

Pero para muchos de ustedes su negocio principal en la vida no es ganar almas. Estás interesado en tu propio negocio. Estás interesado en tu propia carrera o escuela. Estás interesado en tu propia familia o amigos. Estás interesado en los juegos de video y las redes sociales y divertirte. Pero no estás muy interesado en ganar almas. Y algunos no están interesados para nada en ganarlas. Hay algunos que nunca traen un nombre. Tus prioridades en la vida están equivocadas. Estás siendo desobediente a Jesús que te dijo llevarás a cabo Su negocio de ganar almas. Él está en el cielo, y ha dejado Su negocio en tus manos.

Pero quiero desafiarte esta noche. ¡Haz el ganar de almas tu negocio principal en la vida! Sólo eso traerá verdadera paz y felicidad a tu alma. Si ya estás trayendo nombres, obtén más nombres. ¡Lánzate por completo en la obra! ¡No te detengas! Sal más a menudo. Pasa más tiempo en ello. Ten más celo. Ora para que Dios te ayude y te utilice para traer una persona joven a nuestra iglesia. ¡Y si tú nos has estado trayendo un nombre, empieza a hacerlo ahora! ¡Necesitamos a todos involucrados en esta gran obra de ganar almas! ¡Amén!

II. Segundo, ejemplos de aquellos quienes su principal negocio era ganar
almas.

Jesús dijo:

“Negociad [continua Mi negocio] entre tanto que vengo” (Lucas 19:13).

Un ejemplo de una persona que llevó a cabo el negocio de Jesús de ganar almas era el Pastor Wurmbrand. Fue un pastor Rumano que fue encarcelado por los Comunistas por predicar el Evangelio. Él cuenta la historia de estar en un régimen de aislamiento. Y en medio de la noche, él tocaba las paredes con el código Morse para comunicarse con otros prisioneros. Les habló de Jesús. ¡Y hombres fueron ganados a Jesús de esa manera! También habló sobre los momentos en los que fue torturado. Y cada vez que los guardias lo golpearon, les dijo lo mucho que Jesús los amaba. Y sus torturadores fueron ganados a Jesús a causa de ello. Qué ejemplo de alguien que hizo el negocio de Jesús de ganar almas su negocio principal—¡sin importarle lo que le costara!

Otro ejemplo se encuentra en la película sobre el avivamiento en China. Una señora Cristiana de edad avanzada que enseñaba en un conservatorio de música fue puesta en la cárcel por esparcir el Evangelio. Ella pasó 20 años en prisión. Cuando salió de la cárcel, regresó a ganar almas de nuevo. Cuando ellos le preguntaron por qué lo hacía, respondió que la razón por la que Dios le había puesto sobre la tierra era para esparcir el Evangelio. ¡Su principal negocio en la tierra era ganar almas! Y debe ser nuestro principal negocio también.

El gran Inglés C. T. Studd fue convertido cuando tenía veinte años de edad. Él no hizo mucho para Jesús hasta que su hermano mayor se enfermó de muerte. Fue entonces cuando las cosas eternas llenaron su mente y alma. Era un tremendo atleta, y su familia era muy rica. Pero él dio toda su riqueza y estatus para convertirse en un miembro de “Los Siete de Cambridge”. Estos siete hombres eran en su mayoría estudiantes universitarios que navegaban a China como misioneros. Ellos siguieron el ejemplo del Dr. James Hudson Taylor y pasaron a formar parte de la Misión al Interior de China. Antes de navegar a China C. T. Studd escribió:

“Algunos quieren vivir bajo el sonido de la campana de la iglesia o capilla;
 Yo quiero tener una tienda de rescate a una yarda del infierno”.

Después de pasar 15 años en China se convirtió en un misionero a la India. Después de 6 años allí regresó a Inglaterra. En el barco de vuelta a casa conoció a un misionero Alemán que estaba preocupado por grandes partes de África que no habían oído el Evangelio. Poco después navegó al Sudán en el centro de África para ganar almas. Él murió en África a la edad de 70 años. Él es recordado por estas palabras:

“Sólo una vida, pronto pasará.
 Sólo lo que se hace por Jesús durará”.

¡Qué maravilloso ejemplos de aquellos que amaban a Jesús e hicieron el ganar de almas su negocio principal! En comparación con ellos no hemos hecho mucho en absoluto. No permitas que el materialismo, el egoísmo y estilo de vida Americano te controle. ¡Haz el ganar almas el negocio principal de tu vida!

III. Tercero, Jesús te recompensará si tu negocio principal es ganar almas.

Jesús dijo:

“Negociad [continua Mi negocio] entre tanto que vengo” (Lucas 19:13).

¡Jesús viene de nuevo! Él va a recibir Su reino de Dios Padre. Y reinará sobre la tierra por mil años. Buenos y fieles Cristianos reinarán con Él. Si hemos sido fieles en ganar almas, podemos esperar una gran recompensa de Jesús. Él dijo:

“He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra” (Apocalipsis 22:12).

La idea del regreso de Jesús trayendo Su recompensa nos mantendrá motivados en nuestro ganar de almas. Entonces pensemos en Jesús a menudo. Traigamos almas perdidas a nuestra iglesia a oír el Evangelio predicado. Vamos todos y traigamos nombres del evangelismo. Entonces vamos a estar listos para el regreso de Jesús. ¡Y ese va a ser un día de gran alegría para nosotros!

Nuestra iglesia, bajo el liderazgo de nuestro pastor, Dr. Hymers, está hecha para ganar almas. Estamos hechos como una iglesia misionera. Y tú has sido llamado a ser misionero para ganar almas. Iglesias que predican el Evangelio son raras. Pero tenemos un pastor que predica el Evangelio antiguo. Cantamos los himnos antiguos. Nuestros jóvenes oran como lo hicieron en tiempos de avivamiento. Y, amigos, tenemos esta gran oportunidad de ganar almas, para construir nuestra iglesia, y recibir recompensas de Jesús. Cuando Jesús regrese, tendrá en cuenta lo que hemos hecho por Él. Jesús sabrá si hemos hecho el ganar de almas nuestro negocio principal en la vida. El Apóstol Pablo dijo:

“Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa” (I Corintios 3:14).

Si hemos sido fieles en nuestro ganar de almas, Jesús nos recompensa por nuestra obra.

Pero Jesús también dijo:

“Porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará” (Lucas 12:48).

Dios ha dado mucho a nuestra iglesia. Y así él requiere mucho de ti. Así que si eres obediente a Jesús y haces el ganar de almas tu negocio principal en la vida, recibirás una gran recompensa. Pero algunos no han estado yendo mucho al evangelismo, o para nada. El Apóstol Pablo dijo respecto a ti:

“Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego” (I Corintios 3:15).

Si eres salvo, no perderás tu salvación, pero no recibirás muchas recompensas de Jesús. Y tendrás una posición baja en el reino de Jesús. No permitas que eso sea cierto de ti. Trae un nombre la próxima vez que regreses del evangelismo. Gana almas. ¡Y recibe recompensas en el reino de Jesús!

Él nos recompensará de acuerdo a nuestra fidelidad al tratar lo mejor posible en ganar almas. Algunos pueden ser capaces de conseguir muchos nombres, otros menos, pero todos los que son fieles podrán obtener al menos un nombre. Nuestra hermana anciana Rose Chenault-Quinn falleció la semana pasada. Su alma está con el Señor Jesús en el Cielo. Y ella recibirá una gran recompensa de Jesús en Su Segunda Venida. Esto se debe a que Rose tenía el corazón de un ganador de almas. Ella tuvo una persona que la cuidaba llamada Angie. Se hicieron amigas. Rose se preocupaba por el alma de Angie. Así que Rose le pedía a Angie que le leyera los sermones de los Domingos por la mañana y de la noche durante la semana. Rose ya los había oído predicar, pero quería que Angie los escuchara también. Era el deseo de Rose que Angie viniera a la iglesia, escuchara el Evangelio, y confiara en Jesús. Rose solía invitar a Angie y a otras enfermeras en su casa de retiro para que vinieran a la iglesia. Rose no podía hacer mucho. Ella tenía 97 años y estaba muy débil. No podía salir a buscar nombres en el evangelismo como tú o yo. Pero hizo mucho más que muchos de ustedes aquí esta noche. Porque ella era fiel a Jesús, y amaba las almas perdidas. Angie finalmente vino a nuestra iglesia y asistió al banquete de Navidad. Rose fue fiel en lo que podía hacer para ganar almas. Y todos nosotros deberíamos seguir su ejemplo.

Tú has sido llamado a esta iglesia para hacer el negocio de Jesús. Y eso es ganar almas. ¡Pon todo a un lado, capta la visión, y ayúdanos! Puedes hacerlo. Puedes obtener nombres y números de teléfono. Estamos todos juntos en esto. Ven y ayúdanos a hacer nuestra iglesia una gran iglesia que gana almas. Y recibe grandes recompensas de Jesús, nuestro Salvador. ¡Amén y amén!


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(FIN DEL SERMÓN)
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