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LA PRUEBA DEL INVIERNO Y LA PRIMAVERA

por Dr. C. L. Cagan

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
Domingo por la Noche, 3 de Enero, 2016

“Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora” (Eclesiastés 3:1).


Hay un tiempo – y una hora – para todo. Todos tienen un día en que nacieron, y todos tienen un día cuando morirán. Los agricultores plantan las semillas en la primavera y recogen la cosecha en el otoño. Ustedes tienen momentos felices cuando ríen y se abrazan unos a otros. Y tienen momentos tristes cuando lloran y no se abrazan. Nuestros días y años no son todos iguales. Todos tenemos altibajos.

Todos ustedes saben esto en su mente. Pero a algunos de ustedes les resulta difícil aplicarlo a la vida en la iglesia. Puede que pienses: “Si yo soy Cristiano, voy a ser feliz todo el tiempo”. Eso no es verdad. Todos tienen problemas. Todos tienen momentos tristes. El Señor Jesucristo lloró cuando Su amigo Lázaro murió (Juan 11:35). Él lloró por la ciudad de Jerusalén (Lucas 19:41). En el Libro de Los Hechos, los Cristianos “hicieron gran llanto” después de que Esteban fue apedreado por predicar acerca de Jesús (Hechos 8:2). La vida Cristiana tiene momentos tristes y serios así como tiempos felices y alegres.

Puede que pienses que todas las semanas en la iglesia serán lo mismo. Pero no lo es. Hay tiempos y épocas. En la Pascua nos regocijamos en la celebración de la resurrección de Jesús, y juntos disfrutamos de un banquete. Pero dos días antes, el Viernes Santo, recordamos con tristeza la crucifixión del Salvador. Algunos días nos deleitamos juntos en un banquete. En otras ocasiones muchos de nosotros ayunamos. Cuando dos Cristianos se casan, o cuando nace un bebé, juntos nos regocijamos. Pero cuando alguien muere, vamos al funeral con seriedad. Incluso si la persona que murió era un Cristiano, hay una tristeza y seriedad conectada con la muerte. “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”.

Hay tiempos y épocas en la iglesia. Acabamos de terminar lo que el mundo llama “los días de fiesta”. Tuvimos un maravilloso banquete de Navidad. Después tuvimos un servicio de Noche Buena y otro banquete. El Jueves pasado celebramos la Víspera de Año Nuevo. Después de la media noche nos saludamos con las palabras “¡Feliz Año Nuevo!”

Pero los “días de fiesta” no duran para siempre. “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”. Después de Diciembre viene Enero. El clima se pone más frío. Llueve. Todo el mundo regresa al trabajo o la escuela. La gente no se dan regalos unos a otros en Enero. Comienza el invierno – Enero, Febrero, Marzo, y entonces llega la primavera. Todos ustedes saben que esto va a suceder – ¿pero puedes aguantar eso?

Los tiempos y las épocas cambian en la iglesia como cambian en el mundo. Después de Diciembre viene Enero. El árbol de Navidad se quita. Todavía tendremos iglesia y una fiesta el Domingo por la mañana y por la noche. Nos veremos Sábado por la noche, y haremos evangelismo juntos Jueves por la noche. Pero no habrá ninguna fiesta especial para celebrar. Después de Diciembre llega Enero, y luego Febrero. El tiempo y las estaciones cambian. “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”. El cambio de temporada va a ser una prueba. Yo lo llamo “la prueba del invierno”.

Y después viene “la prueba de la primavera”. Hay fines de semana de tres días cada mes. La gente sale de la ciudad. Algunos van a Las Vegas a jugar, o San Francisco. El clima se hace más cálido. Deja de llover. La gente va a las montañas o la playa. Hay toda clase de eventos. El Maratón de Los Ángeles – Siempre en Domingo – cuando la gente corre medio desnuda por las calles. En Marzo hay lo que las escuelas llaman “vacaciones de primavera” porque tienen miedo de decir la palabra “Semana Santa”. La gente quiere ir a alguna parte. En la primavera hay tantas cosas que hacer. Serás tentado a dejar la iglesia. Esa es la prueba de la primavera.

La prueba de invierno y la primavera vendrá a todos ustedes. Esta noche voy a hablar de lo que la prueba es, y luego cómo puedes pasarla.

Primero, lo que es la prueba de invierno y primavera. Cada tiempo tiene sus propias pruebas. En la temporada de los “días de fiesta”, eres tentado a celebrar en una manera pecaminosa, yendo a Las Vegas o a una fiesta salvaje con los incrédulos, donde la gente se emborracha y Jesús no es honrado. Pero en el invierno la prueba es diferente. Y la primavera misma es una prueba.

En el invierno, llega un “bajón”. La emoción de las celebraciones de los “días de fiesta” ha terminado. Las semanas ordinarias parecen tristes y aburridas en comparación. No hay árbol de Navidad. Las decoraciones se guardan. No hay fiestas especiales. No eres “animado”. No estás emocionado. Te sientes decepcionado.

Y regresas a la escuela o el trabajo. Hace frío. Llueve. Es invierno. Las semanas pasan. Te sientes cansado. Pueda que te sientas quemado o aburrido. Incluso la iglesia no es tan emocionante como lo fue en la Navidad.

Y te sentirás tentado a alejarte y dejar de venir a la iglesia. Sin la emoción de la Navidad, “sólo” estarás viniendo a la iglesia. Te sentirás desanimado. Puede que pienses en irte. Pasaste los “días de fiesta”, ¿pero sobrevivirás el invierno? ¿Pasarás la prueba del invierno?

Entonces veremos si estás interesado en Jesús y la iglesia, o si solo viniste por las fiestas Navideñas. La Biblia dice: “En todo tiempo ama el amigo” (Proverbios 17:17). ¿Amas a Jesús en todo momento, o sólo en Navidad? A continuación, el mismo versículo dice: “Y es como un hermano en tiempo de angustia”. “Angustia” significa que las cosas están en tu contra, cuando no es fácil. ¿Vas a ser fiel cuando no es tan divertido? ¿Vas a perseverar durante el invierno?

No me respondas demasiado rápido. No pienses, “Eso no me va a pasar a mí”. Ocurre todos los años. Es una prueba pasar a través de los “días de fiesta”. Y también es una prueba pasar a través del invierno. Todos los años hay alguien que pasa a través de la Navidad y el Año Nuevo pero se va en Enero o Febrero.

En la primavera vienen distracciones y tentaciones. Hay fines de semana de tres días cada mes. La gente quiere que vayas a alguna parte con ellos. Hay eventos deportivos. Hay montañas. Ahí está la playa. Hay “vacaciones de primavera” con toda una semana de tentaciones. Yo lo llamo la “La Máquina Americana de Placer”. Nuestra cultura se emborracha de placer. Hay más cosas que hacer en una semana que solía haber en seis meses. Esos viajes y eventos y diversiones detienen a la mayoría de la gente a convertirse en Cristianos. Son tragados por La Máquina Americana de Placer. Es la herramienta más peligrosa que el Diablo usa hoy. ¡Mata las almas! Te endroga de placer para que no pienses en tu alma. Estás ahogado con viajes y montañas y playas y juegos – y no tienes tiempo para Dios. ¡No dejes que La Máquina Americana de Placer te envíe al Infierno!

Es una prueba pasar a través de la primavera. Todos los años hay alguien que viene a través del invierno, pero se va en la primavera. En la Parábola del Sembrador, Jesús habló de las personas que eran como semilla sembrada en pedregales, que no tenía raíces en Jesús. Él dijo: “Éstos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan” (Lucas 8:13). Muy sabiamente, Jesús no fue específico acerca de lo que era la prueba. Hay muchas pruebas diferentes en la vida. Lo importante no es qué prueba enfrentas. Lo importante es esto: ¿Te apartarás, o vas a seguir?

Cada persona piensa que su caso es especial. Tú dirás: “Tengo muchas ganas de ser Cristiano, pero tengo este problema especial...te ruego me excuses”. Pero la Biblia dice: “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana” (I Corintios 10:13). Todo el mundo tiene su familia – escuela – trabajo – amigos. Lo que te sucede a ti es lo mismo que le sucede a todos los demás. La diferencia es: ¿vas a ceder o vas a mantenerte firme?

Si te apartas, no es importante que cosa en particular te lleve a hacerlo. El hecho es que tú te apartaste. El Diablo te habrá “agarrado”, no importa cómo lo hizo. No importa cuál es la razón o qué historia tú cuentes. El fin es el mismo.

Conocí a un hombre que ilustró esa verdad de una manera sorprendente. Creció en un país comunista. Allí fue a la cárcel en lugar de negar a Jesús. Él pasó esa prueba muy grave. Pero después vino a Estados Unidos. Él no estaba en la cárcel. Aquí su prueba fue más complicada. Aquí fue tentado por los placeres y distracciones de la vida. Aquí hay cosas que hacer, lugares para ir, y maneras de disfrutar. Traté de traerlo a la iglesia. Pero no lo hizo. Él no estaba involucrado en otra iglesia. Él estaba atrapado en las distracciones de la vida. Había otras cosas que quería hacer. Así que él no vino a la iglesia. Dio las mismas excusas como cualquier otra persona. Como dice la Biblia: “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana”. Él dijo: “Hay algo que quiero hacer”.

Ese hombre pasó una prueba pero no la otra. Pasó la cárcel comunista, pero no pasó la prueba de la vida Americana. ¿Importa al final que prueba falló? No. Él se reveló como un hombre perdido. No importa cuál prueba falló. Al final él estaba tan perdido como si hubiera negado a Jesús en la cárcel.

Y ahora vuelvo a ti. No importa cual prueba pases y cual falles – si fallas al final. Puede que pases a través de los “días de fiesta”, ¿pero pasarás la prueba del invierno? ¿Pasarás la prueba de la primavera?

Segundo, cómo pasar la prueba del invierno y primavera. Para pasar esta prueba, tienes que darte cuenta de que el invierno en realidad es una prueba. Si no piensas acerca de esto de antemano, no entenderás por qué te sientes desanimado. Te sentirás desanimado sin saber por qué, y te apartarás.

Piensa sobre el cambio de tiempo. Tú sabes que viene el invierno, ¿pero lo tomarás en serio? ¿Pasarás por él? Piensa seriamente en tu corazón acerca de lo que ya sabes en tu mente. Las fiestas se acabarán. Ya no va a ser tan emocionante. Será frío y lluvioso. No va a ser tan divertido. Te sentirás desanimado. ¿Va a seguir en la iglesia, o te apartarás? Si sólo miras a tus sentimientos, te vas a apartar cuando ya no sea tan divertido. Pero si piensas de antemano que se acerca el invierno – y decides que vas a seguir viniendo en el invierno, tal como lo hiciste en el tiempo de los días de fiesta – la vas a hacer.

Sabes que la primavera viene, ¿pero pasarás por ella? Si no piensas en esto de antemano, no entenderás por qué eres jalado de un lado a otro. Serás jalado sin saber por qué. Pero si piensas de antemano – y decides seguir viniendo en la primavera, la vas a hacer.

La Biblia dice: “Estad firmes y constantes” (I Corintios 15:58). La palabra “firmes” significa que estás fijo, estable, sólido, sin cambiar. La palabra “constantes” significa que no puedes ser movido. Ser firme y constante es una gran virtud. Son rasgos excelentes del carácter de cualquiera – Cristiano o no.

Decide ahora que va a ser constante, firme e inamovible. Puedes hacer eso incluso si aún no eres convertido. Lo haces en la escuela y el trabajo, ¿no? Si no eres constante, firme e inamovible, no la harás a través de la escuela. Si no eres constante, firme e inmovible, no durarás mucho tiempo en el trabajo. Debes ser constante, firme e inamovible para hacer cualquier cosa en tu vida.

Los jueves por la noche llamamos por teléfono a personas para invitarlas a venir a la iglesia. Hablé con una persona que dijo: “Yo soy un tipo de hombre espontáneo”. No podía decidir qué hacer el Jueves y luego hacerlo el Domingo. Él se decidió en el último minuto. Lo que pase en el último minuto lo alejaría. He conocido a mucha gente así. Nunca hicieron nada en su vida.

Si cambias de forma de pensar todo el tiempo, pasando de esto a aquello, nunca llegarás a ningún lugar. Sé firme y constante. Continúa viniendo a la iglesia, a través del invierno, a través de la primavera. Decide eso ahora – ¡y luego hazlo! Si eres firme y constante, te fortalecerá y te hará mejor.

Hace unos minutos el Sr. Griffith canto la única canción que John Bunyan escribió:

El que valiente es contra el desastre,
   Siga al Maestro él siendo constante.
Él no desistirá por la desilusión
   Es su gran decisión ser peregrino.
(Traducción libre de “He Who Would Valiant Be”
   por John Bunyan, 1628-1688).

¡Haz esa canción tuya! ¿Vas a seguir a Jesús “contra el desastre” – no importa lo que venga? ¿Vas a ser “constante” – sin cambiar en el invierno, ni cambiar en la primavera? No dejes que nada te haga “desistir” – cambiar tu mente, dar marcha atrás. No dejes que la lluvia y el desánimo del invierno te hagan regresar. No dejes que los fines de semana de tres días de la primavera te alejen. Sigue y se un peregrino. ¡Sigue viniendo a la iglesia hasta que encuentres a Jesús! ¡Y entonces seguirás porque has encontrado a Jesús!

El Apóstol Pablo fue firme por Jesús sin importar lo que pasara. Él escribió: “He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad” (Filipenses 4:11-12). Él aprendió a estar saciado y a tener hambre. Él aprendió a tener abundancia y padecer necesidad. Aprendió a estar animado y a estar desanimado. ¡Él era fiel sin importar nada! Si él estuviera aquí, sería fiel a través del invierno y la primavera. ¡Y así debes ser tú! ¡Pablo podía lidiar con la vida! ¡Y así debes ser tú!

¡Haz tu meta poder manejar tu vida! Tienes una vida por venir, ¿no? Vas a tener que manejarla, o fracasarás. Todo tipo de cosas van a sucederte. Todo tipo de problemas y pruebas vendrán. Vas a tener que manejarlos, o fracasarás.

Si quieres que tu vida sea un éxito, tienes que ser firme y constante. Haz tu objetivo manejar tu vida como lo hizo Pablo. Pero eso es hablar de toda tu vida. Vamos a hablar de aquí y ahora. Vamos a ir al grano. Decide aquí y ahora que vas a ser firme y constante. Planéalo con anticipación. Que estés listo cuando llegue. ¡No dejes que el invierno y la primavera te alejen!

Ser constante y fiel durante el invierno y la primavera te hará una persona más fuerte y mejor. Pero más que eso, te ayudará a encontrar a Jesús y ser convertido. Jesús dijo: “Esforzaos [lucha] a entrar” (Lucas 13:24). ¡Ser fiel durante el invierno es una parte del esfuerzo! Es una lucha, ¿no es así? Vas a tener que ser firme y constante, incluso cuando no quieras serlo. Esa es una parte del esfuerzo y la lucha, tanto como pensar acerca de tu pecado y orar para que Dios te atraiga a Jesús. Si no luchas – y la haces durante el invierno y la primavera – no entrarás en la salvación – incluso si lo deseas. Jesús dijo: “Os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán” (Lucas 13:24). Muchos buscarán con poco interés, por curiosidad – pero no entrarán en la salvación.

¡No seas una de esas personas! ¡Esfuérzate a pasar la prueba del invierno y la primavera! ¡Sé fiel y constante! Y esfuérzate por el perdón de tus pecados y la conversión de tu alma. Oro para que pases la prueba del invierno y la primavera. Y oro que vengas a Jesús pronto. Amén.


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(FIN DEL SERMÓN)
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La Escritura Leída por el Sr. Abel Prudhomme Antes del Sermón:Eclesiastés 3:1-5.
El Solo Cantado por el Sr. Benjamin Kinkaid Griffith Antes del Sermón:
“He Who Would Valiant Be”(por John Bunyan, 1628-1688).