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¡ESTO ES LO QUE SUCEDE EN AVIVAMIENTO!

(SERMÓN NÚMERO 8 SOBRE AVIVAMIENTO)

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado en el Tabernáculo de Los Ángeles
La Tarde del Día del Señor, 21 de Septiembre, 2014


Ahora quiero que voltees en tu Biblia a Hechos 8:5.

“Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo” (Los Hechos 8:5).

Ahora ve al versículo ocho,

“Así que había gran gozo en aquella ciudad” (Los Hechos 8:8).

Pueden sentarse.

Dejé afuera algunos de los detalles de lo ocurrido en la ciudad de Samaria. Pero puedes ver que era muy parecido a lo que ocurrió en Jerusalén en el Día de Pentecostés. Felipe predicó a Jesús a las personas. La gente escuchaba con atención a su sermón. Muchas personas fueron convertidas. “Había gran gozo en aquella ciudad” (Hechos 8:8).

¡Esto es exactamente lo mismo que sucedió en Pentecostés! Pedro “alzó la voz” y predicó a Jesús. Ellos “recibieron su palabra” y fueron convertidos. Ellos tuvieron gran gozo en compañerismo diario. Lo mismo ocurrió mientras un grupo grande de hombres fueron salvos cuando los Apóstoles predicaron “en Jesús la resurrección de entre los muertos (Los Hechos 4:2, 4). Al leer el Libro de Los Hechos, podemos ver las cosas que sucedieron en Pentecostés ocurrieron una y otra vez. Así que concluimos que Pentecostés no fue una experiencia “de una vez”. Y yo no creo que Pentecostés fue el “nacimiento de la iglesia”, como algunos hombres enseñan. Los Discípulos y otros fueron salvos antes de Pentecostés. Las ciento veinte personas que oraban en el Aposento Alto antes de Pentecostés fueron llamadas “discípulos” y “hermanos” en Los Hechos 1:15, antes de Pentecostés. Esa asamblea de gente se juntó como una iglesia diez días antes de Pentecostés. ¡Así, la iglesia ya estaba allí cuando el día de Pentecostés llegó! Además, Pentecostés ciertamente no fue una “experiencia de una vez” que nunca se iba a repetir de nuevo, como algunos enseñan hoy. Las características esenciales de Pentecostés fueron repetidas varias veces en el Libro de Los Hechos – y a través de la historia Cristiana también.

¿Qué pues fue Pentecostés? El Dr. Martyn Lloyd-Jones dijo:

Es una verdad obvia [una declaración verdadera] que cada avivamiento de religión que la Iglesia haya conocido ha sido, en cierto sentido, una especie de repetición de lo que sucedió en el día de Pentecostés...Y cada avivamiento de religión, digo, es en realidad una repetición de lo que sucedió en el día de Pentecostés...debemos realmente [dejar de decir] que lo que sucedió en el día de Pentecostés sucedió de una vez por todas. No fue así; fue simplemente el primero de una serie (traducción de Martyn Lloyd-Jones, M.D., Revival, Crossway Books, 1987, pp. 199, 200).

He dicho en dos sermones anteriores que el avivamiento viene cuando el Espíritu Santo es dado para convencer de pecado (Juan 16: 8) y, segundo, cuando el Espíritu Santo atrae a los pecadores a Jesús (Juan 16:14, 15), haciendo a Jesús una viva realidad al pecador. Durante el año pasado esto ha ocurrido una vez al mes en nuestra iglesia. Es decir, aproximadamente una persona cada mes es convertida. Pero, cuando llega el avivamiento, más personas van a ser convertidas en menos tiempo. Iain H. Murray dijo: “A partir de Pentecostés, la obra del Espíritu Santo se puede ver de dos [maneras], la más normal y la extraordinaria” (traducción de Iain H. Murray, Pentecost Today? The Biblical Basis for Understanding Revival, The Banner of Truth Trust, 1998, p. 18). Hemos estado experimentando la obra “normal” del Espíritu Santo, en la conversión de una persona cada cuatro o cinco semanas. Pero cuando Dios envíe avivamiento entre nosotros habrá un número “extraordinario” de conversiones – quizás diez o doce (o más) en un corto período de tiempo.

Me temo que algunas de nuestras personas piensan del avivamiento como un tiempo en el que tendremos que trabajar mucho más, que tendremos que suplicar más con los pecadores, y trabajar más y más en evangelismo. Esta es una idea de Finney que se ha filtrado a nosotros. Es exactamente lo contrario de lo que realmente sucede cuando Dios envía un avivamiento.

Piensa en el primer avivamiento en Pentecostés y verás de inmediato que ésta es una idea falsa. Creo que hasta podemos decir que es una idea satánica. ¿No es exactamente lo que Satanás le dice a la gente perdida? ¿No les hace tener esos pensamientos? Él dice: “Si eres salvo, será mucho más difícil de lo que es ahora. Tendrás que trabajar más, y no tendrás ningún descanso o gozo”. Pero el Diablo es un mentiroso. ¡Todo lo contrario es cierto! ¡Cuando eres convertido será mucho más fácil para ti de lo que es ahora! El Diablo es un mentiroso. ¡Pero Jesús nunca miente! ¡Jesús siempre nos dice la verdad! Y Jesús dijo: “Yo os haré descansar” (Mateo 11:28), y Jesús dijo: “Hallaréis descanso para vuestras almas” (Mateo 11:29). Veamos eso. Voltea a Mateo 11:28-30. Por favor pónganse de pie y léanlo en voz alta. Es la página 971, en la Biblia de Estudio Scofield.

“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga” (Mateo 11:28-30).

Pueden sentarse. Ahora, toma tu lapicero y subraya las últimas cuatro palabras del versículo 28: “Yo os haré descansar”. Ahora subraya las últimas cinco palabras del versículo 29, “Hallaréis descanso para vuestras almas”. Ahora subrayar todo el versículo treinta “Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”.

Muchas veces he oído a los nuevos convertidos decir: “¡Pues, todo es tan fácil ahora! Pensé que iba a ser tan duro ser un Cristiano. Pero ahora que he confiado en Jesús me siento descansado. Es tan fácil ahora que Jesús me salvó”. ¡Esos pensamientos están a través de nuestros himnos! ¡Algunos de ustedes los cantan, pero no los han experimentado!

Con mis manos al obrar
   Tu ley no puedo agradar;
Puede el celo sin parar,
   Y mi llanto sin cesar,
Mi pecado en mi lavar;
   Solo Tú puedes salvar.
(Traducción libre de “Rock of Ages, Cleft For Me”
   por Augustus M. Toplady, 1740-1778).

En el mundo no has hallado
   A tu corazón la paz;
A Jesús ven, fía en Él,
   Gozo y paz recibirás.
¿Por qué no, por qué no?
   ¿A Jesús no vienes hoy?
¿Por qué no, por qué no?
   ¿A Jesús no vienes hoy?
(Traducción libre de “Why Not Now?” por Daniel W. Whittle, 1840-1901).

Jesús te llama a descansar –
   Te llama hoy, te llama hoy;
Trae tu carga bendito serás;
   Él no te rechazará.
(Traducción libre de “Jesus is Calling” por Fanny J. Crosby, 1820-1915).

Del cautiverio, noche y penar,
   Vengo Jesús, vengo Jesús;
Hacia Tu libertad y Tu luz,
   Vengo Jesús a Ti...
(Traducción libre de “Jesus, I Come” por William T. Sleeper, 1819-1904).

O alma cansada y turbada,
   ¿Sin luz en tu senda andarás?
Al Salvador mira y vive,
   Del mundo la luz es Su faz!
En Jesús pon tus ojos,
   Tan lleno de gracia y amor,
Y lo terrenal sin valor será,
   A la luz del glorioso Señor.
(Traducción libre de “Turn Your Eyes Upon Jesus”
   por Helen H. Lemmel, 1863-1961).

Y la gran canción del Dr. John R. Rice:

Ven cargado y cansado
   Con tu carga de pecar;
Con conciencia disturbada,
   En Jesús a descansar.
O alma triste de corazón,
   Ven con tu carga de opresión.
O penitente harto de pecar
   Jesús anhela darte perdón.
(Traducción libre de “Oh Heavy Hearted” por Dr. John R. Rice, 1895-1980).

Jesús, amor por siempre, bendición rebosante
   Del temor me libraste, te alabo y amo, Jesús.
Mis culpas perdonadas, y desencadenadas,
   Mi corazón es dado, solo a Jesús, a Él solo.
(Traduccion libre de “Jesus, Only Jesus” por Dr. John R. Rice, 1895-1980).

¡Podría cantar y cantar esas canciones maravillosas!

¡Día feliz, día feliz, cuando el pecar Jesús limpio!
   Él me enseñó como orar, y el gozo a diario disfrutar;
¡Día feliz, día feliz, cuando el pecar Jesús limpio!
(Traducción lilbre de “O Happy Day” por Philip Doddridge, 1702-1751).

El Diablo te dice que va a ser difícil y casi insoportable ser un Cristiano. ¡Pero los himnos dicen que será un día feliz! Y Jesús dice: “Yo os haré descansar...porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga” (Mateo 11:28, 30).

¡Y de esa manera es en tiempo de avivamiento! “Así que había gran gozo en aquella ciudad” (Los Hechos 8: 8). Eso es lo que sucedió en Pentecostés. Eso es lo que sucedió en Samaria. Eso es lo que sucede en todo verdadero avivamiento. “Así que había gran gozo en aquella ciudad”. El Dr. Lloyd-Jones dijo: “Cada avivamiento...yo digo es en realidad una repetición de lo que sucedió en el día de Pentecostés” (Revival, ibid., pp. 199, 200). Por lo tanto, tenemos que recordar lo que sucedió en Pentecostés, las principales cosas que sucedieron en ese avivamiento. Si pensamos en Pentecostés, sabremos por lo que estamos orando, y lo que estamos buscando en un avivamiento.

Pedro se puso de pie en el día de Pentecostés y citó del Libro de Joel,

“Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne... Sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán” (Los Hechos 2:17, 18).

Dios derrama “de” Su Espíritu en avivamiento. Él dice: “En aquellos días derramaré de mi Espíritu”. Qué extraño que la mayoría de las traducciones modernas dejan fuera la palabra “de”. Definitivamente está en el texto Griego. En Griego es apó. La Antigua Biblia de Ginebra dice, “de mi Espíritu”. La Biblia Reina Valera dice, “de mi Espíritu”. Pero sólo la NASV lo tiene en las traducciones modernas. Es por eso que no las confío. Por eso te digo que consigas una Reina Valera anotada de Scofield. ¡La puedes confiar! Esos viejos traductores no dejaron fuera palabras o dieron los tales llamados “equivalentes dinámicos”. “En aquellos días derramaré de mi Espíritu”. El liberal dice: “Esa es la Septuaginta”. Yo digo, “¡tonterías!” ¡Disparates! Eso es lo que el Espíritu de Dios puso en la página en el Nuevo Testamento Griego – ¡y Él no miente! Cuando el Espíritu de Dios cita la Septuaginta, las palabras Griegas son “sopladas” por inspiración en el Nuevo Testamento. “De mi Espíritu”. ¿Por qué es tan importante? Te voy a decir por qué. Dios no derrama todo Su Espíritu. ¡Él envía lo que necesitamos! George Smeaton, en 1882, dijo: “Hay una sombra del significado que no debe perderse en las palabras 'de mi Espíritu' (apó) distinguiendo entre la medida [dada] a los hombres y la [ilimitada] plenitud de los recursos de la fuente” (traducción de George Smeaton, The Doctrine of the Holy Spirit, 1882; reimpreso por the Banner of Truth, 1974; p. 28).

¡Las iglesias apostólicas recibieron repetidos derramamientos del Espíritu porque siempre hay más que dar! He sido inusualmente bendecido como testigo ocular de tres avivamientos. Estoy totalmente de acuerdo con Iain H. Murray, quien dijo: “Los testigos de avivamientos invariablemente hablan de algo que es dado que no estaba allí antes” (ibid., P. 22). Un testigo del avivamiento de 1859 en Ulster, Irlanda del Norte, dijo: “Los hombres sintieron como si el Señor había soplado sobre ellos. Ellos primero fueron afectados con asombro y miedo – entonces se bañaron en lágrimas – luego llenos con un amor indecible” (traducción de William Gibson, The Year of Grace, a History of the Ulster Revival of 1859, Elliott, 1860, p. 432). El 29 de Febrero de 1860, el Rev. D. C. Jones dijo: “Hemos sido visitados con una medida más grande de la influencia del Espíritu lo usual. Llegó 'como un viento recio que soplaba’, y…cuando las iglesias no lo esperaban” (Murray, ibid., P. 25). Así fue como el avivamiento llegó la primera y tercera vez que lo vi. ¡El Espíritu Santo vino tan de repente y de forma tan inesperada que no voy a olvidarlo mientras viva! Te daré varias cosas que suceden en el avivamiento, citadas del Dr. Lloyd-Jones:

Ya no tienen una creencia en Dios. Dios se ha convertido en una realidad para ellos. Dios ha bajado, por decirlo así, en medio de ellos...todos están conscientes de su presencia y de su gloria (Revival, p. 204).

A la iglesia se le da, como resultado de esto, gran seguridad acerca de la verdad (ibid.).

La iglesia está llena de gran gozo y un sentido de alabanza… Cuando la iglesia está en un estado de avivamiento no tienes que exhortar a la gente a que alabe, no puedes detenerlos, están tan llenos de Dios. Sus rostros lo demuestran. Ellos se transfiguran...dando un gozo que es “inexplicable y glorioso” (ibid., p. 206).

No tienes que exhortar a la gente a venir a la adoración, a la alabanza, y a [oír] la palabra, ellos insisten en hacerlo. Vienen noche tras noche, y pueden quedarse durante horas, incluso hasta las primeras horas de la mañana. Esto continuará noche tras noche (ibid., p. 207)

[En avivamiento] los mismos sermones [son dados] y sin embargo, no son los mismos. Se halla [esta] demostración del Espíritu y de poder (ibid., p. 208).

¡Si desean tener una multitud en sus iglesias, oren por un avivamiento! Porque en el momento en que el avivamiento estalla, la multitud vendrá (ibid.).

Antes de que terminara de predicar ellos clamaban y decían: “¿Qué haremos?”...Están en agonía del alma, sufriendo esta profunda convicción de pecado (p. 209).

No es una cuestión de decisión cuando tienes un avivamiento, es profundo arrepentimiento, es reformación. Las personas reciben una nueva vida y dejan la vieja...Lee las historias; estos son hechos. Esta no es mi idea, esto no es una teoría, sino un hecho verdadero (ibid., P. 209).

Y los conversos se unieron a la iglesia...Así es como Dios comenzó la Iglesia, así es como Dios ha seguido manteniendo viva la Iglesia...¿No es esta la necesidad suprema de esta hora? Bueno, si crees eso, ora a Dios sin cesar...no estoy diciendo que debes parar todos tus esfuerzos y sólo esperar. No, continua...haciendo todo lo que estás haciendo, pero sí digo esto – asegúrate de hacer tiempo para orar por avivamiento, y ve que tenga más tiempo que cualquier otra cosa. Porque cuando el Espíritu Santo viene en poder, más pasará en una hora que lo que pasaría dentro de cincuenta o cien años como resultado de tus esfuerzos y los míos. El poder del Espíritu Santo – ese es el significado del día de Pentecostés...ora [para] que Dios tenga piedad, y tenga misericordia, y para que derrame otra vez su bendito Espíritu Santo sobre nosotros (ibid, pp.. 210, 211)

Por favor pónganse de pie y volteen a himno número 7 en su cancionero, “A Mi Ser Ama Jesús” por el gran y respetado poeta del Primer Gran Despertamiento, Charles Wesley.

Oh, Jesús quien me ama a mí, a Tu seno volaré,
   En el agitado mar, en lo peor del huracán:
Escóndeme oh Señor, de la tempestad voraz;
   ¡En Tu puerto salvador; mi alma al fin recibirás!

No tengo un refugio más, Mi alma depende de Ti;
   No me alejes de Tu faz, se Tu mi consuelo aquí.
Mi confianza yace en Ti, Tú me ayudas siempre a mí;
   Cubre mi cabeza así, pon Tus alas sobre mí.

Todo cuanto quiero yo; eres Tú mi buen Señor;
   El ciego por Ti sanó, como alientas con Tu amor.
Santo y justo eres Tú, yo soy toda indignidad;
   Tengo mal y falsedad; tienes Tu gracia y verdad.

Plena gracia derramad, Para cubrir mi pecar;
   Haz fluir Tu sanidad; pues Tú me puedes limpiar.
Tú de vida el manantial, gratis de Ti a tomar;
   Ven a mi alma a brotar; vida nueva eternal.
(Traducción libre de “Jesus, Lover of My Soul”
     por Charles Wesley, 1707-1788).

Oro que vengas a Jesús. Como dijo Charles Wesley, ¡Jesús ama tu alma! Él murió en la Cruz para pagar por tus pecados! ¡Él derramó Su Sangre preciosa para limpiarte de todo pecado! ¡Él resucitó físicamente de entre los muertos para darte vida eterna! Ven a Jesús. Confía en Jesús.

A Jesús ven, a Jesús ven,
   Y confía en Él.
Él te salvará, Él te salva,
   Él te salvará.
(Traducción libre de “Only Trust Him” por John H. Stockton, 1813-1877).

Dr. Chan, por favor guíenos en oración. Amén.

(FIN DEL SERMÓN)
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La Escritura Leída por Sr. Abel Prudhomme Antes del Sermón: Hechos 2:40-47.
El Solo Cantado por el Sr. Benjamín Kincaid Griffith Antes del Sermón:
“Thy Holy Spirit, Lord, Alone” (por Fanny J. Crosby, 1820-1915).