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EL PRESIDENTE REAGAN Y SUS DOS HIJOS

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
La Mañana del Día del Señor, 6 de Julio de 2014

“Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba” (Génesis 32:24).


Antes de explicar el versículo te diré la historia detrás de él. En el libro de Génesis leemos acerca de los dos hijos del patriarca Isaac. El hijo mayor se llamaba Esaú, y el hijo menor se llamaba Jacob. Ellos tuvieron una pelea y Jacob se fue de casa porque tenía miedo de su hermano. Más tarde Jacob fue convertido, pero Esaú nunca lo fue. En el libro de Malaquías Dios dijo:

“¿No era Esaú hermano de Jacob? dice Jehová. Y amé a Jacob, y a Esaú aborrecí” (Malaquías 1:2, 3).

En el Nuevo Testamento también leemos lo que Dios dijo:

“Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí” (Romanos 9:13).

¿Por qué sucedió eso? ¿Por qué aborreció Dios a Esaú y amó a Jacob? Para contestar esa pregunta, quiero que pensemos en los dos hijos del Presidente Reagan. El primer hijo parece ser un Cristiano verdadero. Su nombre es Michael Reagan. En un articulo que fue escrito corto tiempo después de la muerte del Presidente Reagan, Michael Reagan dijo:

      Durante la presidencia de mi padre mi vida estuvo llena de desafíos y pruebas personales. Pero la persona con la que podía hablar con más frecuencia era mi papá. Él siempre estuvo ahí para mí cuando yo lo necesité.
      Lo que voy a recordar es un hombre que cambió mi vida. Él me dio....el amor de un padre. También compartió conmigo su profunda fe. Él me señaló a Dios.
      Mi padre amaba a Dios...Esta era la fuente de su optimismo sin límites....El regalo más grande que me ha dado fue el conocimiento de que [cuando murió] fue a estar con su Señor y Salvador, Jesucristo. Un regalo más fino no se puede dar a un hijo. Gracias, papá. Te amo. (Michael Reagan, “De Regalo para el optimismo,” U.S. News and World Report, 21 de junio de 2004, página 58).

Michael Reagan tuvo una relación cercana Cristiana con su padre, la cual el Presidente nunca pudo tener con su segundo hijo, Ron. El Dr. Paul Kengor, biógrafo del Presidente, nos cuenta de la batalla entre el Presidente y Ron. Salió a la superficie cuando Ron era bien joven, un adolescente:

      Un Domingo por la mañana, cuando su familia se preparaba para ir la iglesia, Reagan se encontró con que su hijo, el joven Ron, se demoraba en su habitación. Reagan fue a ver cómo estaba, sólo para encontrar a su hijo vestido con pantalones de mezclilla y una camiseta. Él preguntó al joven por qué no se había puesto su traje. “No voy a ir”, dijo el hijo desafiante. “Yo no lo creo y no voy a ir”.
      Unos cuarenta años más tarde, Ron Reagan contó el incidente. “Eso lo molestó durante mucho, mucho tiempo”, dijo sobre su padre. “No creo que alguna vez dejó de molestarlo. [Fue] una de las cosas que le molestaban más que cualquier otra cosa”. Reagan estaba muy preocupado acerca de si Ron, al igual que su hermana, Patti, eran Cristianos. “Yo quisiera que ellos aceptaran a Jesús”, le dijo más de una vez a su hijo Michael. Un año más tarde por la noche durante una cena familiar en Washington en 1984, poco antes de que Patti se casara, Reagan tomó la mano de Michael y le susurró: “Me gustaría que Patti aceptara a Jesús”.
      Para Reagan, la distinción entre “creer en Dios” y “aceptar a Jesús” era real y significativa. Él temía que Ron, en particular, no había hecho ninguna de las dos cosas. Le preocupaba tanto que como Presidente le mencionó el aparente ateísmo de su hijo [al líder soviético] Mijaíl Gorbachov en su primera reunión de uno-a-uno en la Cumbre de Moscú (traducción de Paul Kengor, Ph.D., God and Ronald Reagan: A Spiritual Life, [Dios y Ronald Reagan: Una vida Espiritual], HarperCollins Publishers, 2004, pp 117-118).

El Pastor de Reagan, dijo que él y el Presidente a menudo discutían “cuestiones profundas sobre la salvación, la vida eterna, la divinidad de Jesús, la voluntad de Dios, además de los problemas cotidianos de la vida que tocan estos temas teológicos más amplios” (ibid. , p. 119). El pastor dijo que había orado con Reagan a menudo, y dijo que los dos pasaron “muchas horas de rodillas” (ibid.).

La incredulidad de su hijo menor “lo molestó durante mucho, mucho tiempo”, dijo Ron. “No creo que alguna vez dejó de molestarlo. Fue una de las cosas que le molestaban más que cualquier otra cosa” (ibid., p. 118). Michael, su hijo mayor [es un evangélico] Cristiano. El Presidente dijo a Michael varias veces que deseaba que Ron “aceptara a Jesús” (ibid.).

Hasta el día de hoy Ron, el hijo menor de Reagan nunca ha confiado en Jesús. No es maravilla que no haya tenido nada significante qué decir en el funeral de su padre. Michael dio un testimonio maravilloso sobre Jesús, pero Ron solo dijo un par de historias con poco sentimiento acerca de su padre.

¿Qué hizo a estos dos hijos tan diferentes? ¿Por qué Michael aceptó a Jesús, mientras que Ron lo rechazó? Antes de responder a esa pregunta pensemos en cómo esto se relaciona a ti.

Aquí en la iglesia esta mañana hay dos clases de personas. Están las que aceptarán a Jesús – igual que Michael Reagan – y están las que rechazarán a Jesús – igual que Ron Jr. ¿Qué las hace tan diferentes?

Mi mente regresa a la Biblia, y yo recuerdo a dos hermanos en el libro de Génesis, Jacob y Esaú. Jacob es dado en el Nuevo Testamento como un retrato de un hombre convertido (Mateo 8:11; Lucas 13:28). Esaú es dado como un retrato de un hombre perdido, que nunca fue salvo (Hebreos 12:16-17).

¿Qué hace la diferencia entre dos personas así? ¿Por qué es Michael Reagan un Cristiano evangélico, mientras que Ron Jr. no lo es? ¿Por qué fue convertido Jacob, pero su hermano Esaú fue perdido – para toda la eternidad? ¿Qué hace a estos hombres tan diferentes?

I. Primero, qué hace a una persona Cristiana, mientras la otra no lo es,
no es que una es más pecaminosa que la otra.

He leído suficiente sobre los dos hijos de Reagan para saber que ambos son pecadores. He leído suficiente sobre los dos hijos de Isaac, Jacob y Esaú, para saber que ambos eran pecadores.

Pero aun si no hubiese leído ninguna información acerca de ellos, yo todavía sabría que ambos eran pecadores. La Biblia dice:

“Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:22-23).

Es un terrible error pensar que algunas personas no son convertidas, porque son demasiado pecaminosas – o que otros son convertidos porque son menos pecaminosos. Nada podría estar más lejos de la verdad. Y la Biblia hace mucho esfuerzo para señalarlo. Por ejemplo, yo no veo cómo alguien puede leer los cuatro evangelios (Mateo, Marcos, Lucas y Juan) sin ver esto. Jesús dejó esto muy claro. Una y otra vez lees en los cuatro Evangelios que los Fariseos, los religiosos, hablaban en contra de Jesús, porque Él se acercaba a los pecadores. Los Fariseos sentían que eran salvos por ser moralmente buenos – pero una y otra vez Jesús dijo: “No he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento” (Mateo 9:13).

Así que la razón que un hombre fue convertido y el otro se quedó perdido no puede ser que uno era menos pecaminoso que el otro. La Biblia enseña que todos somos igualmente pecaminosos, en nuestras propias maneras. La Biblia dice:

“Cada cual se apartó por su camino” (Isaías 53:6).

Entonces, ¿por qué Michael Reagan se convirtió en un Cristiano evangélico mientras que Ron no? ¿Y, por qué dijo Dios:

“A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí” (Romanos 9:13)?

II. Segundo, qué hace a una persona Cristiana, mientras la otra no lo es,
no es que una tuvo un padre débil, y la otra uno fuerte.

Un punto de vista psicológico tiende a colorear gran parte de nuestro pensamiento hoy. Miramos a Michael Reagan y decimos: “Su padre tuvo un fuerte impacto en él”. Miramos a Ron Jr. y decimos: “Su padre no lo disciplinó suficiente”.

No descarto los efectos psicológicos que un hombre tiene sobre sus hijos – para nada. Me doy cuenta de que el mismo padre puede tener totalmente relaciones diferentes con sus hijos e hijas. Está bastante claro que esto era cierto en la familia Reagan. Sus dos hijos mayores, Maureen y Michael, siguieron el ejemplo del Presidente Reagan. Pero sus dos hijos menores, Patti y Ron Jr., se rebelaron contra él. Estoy seguro de que hubo presiones psicológicas implicadas. También estoy seguro de que hubo presiones generacionales. Michael y Maureen eran de la “Generación Silenciosa” – mi generación. Patti y Ron Jr. eran de la “Baby Boomer” [niños de la posguerra], generación hippie. Y no descuento ni por un minuto las diferentes influencias psicológicas y generacionales que se entran en juego en sus personalidades. Simplemente estoy diciendo que estas influencias sociológicas y psicológicas no fueron el factor determinante en el resultado de su vida espiritual.

Jacob y Esaú ambos tenían el mismo padre – Isaac. E Isaac era en realidad un poco como el presidente Reagan. Él era una figura paterna un tanto distante. Jacob y Esaú ambos tenían una madre conspiradora, no espiritual. Eso también era cierto de Mike Reagan y Ron Jr., ninguna de sus madres ganarían premios por ser modelos Cristianas.

Entonces, ¿dónde nos deja esto? ¿Cómo podemos explicar la totalmente diferente posición espiritual de estos hombres – Michael y Ron - Jacob y Esaú? ¿Por qué dijo Dios:

“A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí” (Romanos 9:13).

III. Tercero, lo que realmente hace a una persona Cristiana,
mientras la otra no lo es, es una conversión crisis.

No sé lo suficiente acerca de la vida de Michael Reagan para decirte mucho acerca de su experiencia de conversión. Pero sí sé esto – nadie tiene una verdadera conversión, sin pasar por una crisis. Las iglesias están llenas de personas que han tenido conversiones falsas. Pero las conversiones verdaderas siempre se acompañan de una crisis. Ponlo como un axioma de la verdad: sin crisis – no hay conversión. Lo que nos lleva de vuelta, por fin, a nuestro texto:

“Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba” (Génesis 32:24).

La Biblia Anotada de Scofield llama a esto “una crisis suprema para Jacob” (columna central nota “d” sobre Génesis 32:24). Esta fue la crisis espiritual de Jacob – y debe ser la tuya también – o no serás salvo. Tú no serás un Cristiano verdadero – a menos que pases por una crisis como la que experimentó Jacob.

Esa es la cosa principal que está mal con el evangelicalismo moderno. No me importa lo que alguien diga, si no hay convicción de pecado, entonces no hay una conversión verdadera. Si no hay una batalla interior, entonces no hay una conversión verdadera. Eso fue cierto de todas la grandes conversiones clásicas – John Bunyan, Martín Lutero, George Whitefield, John Wesley, C. H. Spurgeon, R. A. Torrey, el gran misionero pionero a la China, James Hudson Taylor, el Dr. John Sung – el evangelista principal de la China – todos ellos pasaron por una crisis interior cuando fueron convertidos.

Ves, tu naturaleza interior está en contra de Dios. Tú eres naturalmente – por naturaleza – rebelde contra Dios – en tu corazón. Ha sido así desde la Caída el hombre. Eso es de lo que la Biblia habla cuando dice:

“siendo enemigos” (Romanos 5:10).

Eso es lo que la Biblia quiere decir cuando llama a una persona que no es convertida:

“enemigo de Dios” (Santiago 4:4).

Eso es lo que la Biblia quiere decir cuando dice:

“Los designios de la carne son enemistad contra Dios”
       (Romanos 8:7).

Antes de la conversión éramos “enemigos” de Dios (Romanos 5:10). Éramos “enemigos de Dios” ” (Santiago 4:4). Nuestras mentes eran “enemistad contra Dios” (Romanos 8:7).

¡A menudo una persona ni siquiera se da cuenta de que esta peleando contra Dios! La gente a menudo piensa que esta peleando con su padre, u otra figura de autoridad como el pastor. Sienten que hay una competencia de voluntades entre ellos y su padre Cristiano, o entre ellos y su pastor, o entre ellos y alguna otra figura de autoridad Cristiana.

Ron Jr. le dijo a su padre que él no iba a la iglesia más. “Yo no lo creo y no voy a ir”. Cuarenta años después, Ron dijo: “Eso lo molestó durante mucho, mucho tiempo. No creo que alguna vez dejó de molestarlo. Fue una de las cosas que le molestaban más que cualquier otra cosa” (Paul Kengor, ibid., P. 118). Me parece que Ron Jr. sin embargo, nunca se ha dado cuenta de que su conflicto no es realmente con su padre. ¡Su conflicto es realmente con Dios! Tú puedes seguir viniendo a la iglesia y todavía tener ese tipo de conflicto tomando lugar en tu corazón contra Dios. Es por eso que no experimentas una conversión verdadera. Es por eso que no eres realmente un Cristiano.

Jacob y Esaú ambos tuvieron conflictos con su padre, Isaac. Ninguno de ellos se dio cuenta de que estaba realmente luchando contra Dios. Pero finalmente una noche Jacob tuvo una experiencia que le dio la certeza de que Dios era real. Él dijo:

“Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía”
       (Génesis 28:16).

Pero aún todavía no era convertido. La conversión de Jacob ocurrió mucho después, y está descrita en nuestro texto:

“Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba” (Génesis 32:24).

El Dr. J. Vernon McGee da los siguientes comentarios sobre ese versículo:

¿Quién es el que luchó con Jacob esa noche...Creo que no es otro que el Jesús pre-encarnado...quien luchó con Jacob esa noche...Jacob no va a rendirse fácilmente; él no es ese tipo de hombre – y luchó contra [Jesús]...Se dio cuenta de que no llegas a ninguna parte...luchando y resistiendo. La única manera de llegar a alguna parte con [Jesús] es al ceder (traducción de J. Vernon McGee, Th. D., Thru the Bible, Thomas Nelson, 1981, tomo I, páginas 133-134).

Así que mi pregunta para ti esta mañana es esta: ¿cederás a Jesucristo? ¿Cesarás de batallar y pelear en contra de Jesús? ¿“Te rendirás” tú a Jesús y confiarás en Él? Tú has estado batallando contra Jesús toda tu vida. ¿Pararás tú de pelear con Él en tu corazón? ¿“Cederás” tú a Jesús y confiarás en Él? Jesús dijo:

“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28).

Deja tu trabajar. Deja tu batallar. ¡Ven a Jesús y confía en Él!

He visto la conversión de muchos jóvenes en mi vida. Pero ninguna fue más dramática que la de John Samuel Cagan. John, póngase de pie. Se puede sentar. John sería el primero en decirte que él odiaba a su padre, el cual es el pastor asociado de esta iglesia. Él odiaba esta iglesia. Él me odiaba a mí. ¡Y él odiaba a su padre! Pero a partir de su conversión, rara vez he visto un cambio tal. ¡Él fue totalmente transformado cuando cedió a Jesús! ¡Ahora él “pasa tiempo” con su padre como si fuesen los mejores amigos! Él se ha vuelto uno de los Cristianos más finos que yo haya conocido. Aquí están unas cuantas palabras que él escribió sobre el momento en que él confió en Jesús:

      Cuando llegó la mañana del Domingo, yo estaba mentalmente y espiritualmente exhausto, pero mi lucha contra Dios parecía más fuerte y más intensa...Yo no me quería rendir al llamado de Jesús a venir a Él...yo podía sentir mi pecado pareciendo empujarme abajo al Infierno, pero de alguna manera yo no podía confiar en Jesús...

“Así se quedó [John] solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba”
       (Génesis 32:24).

      De repente, las palabras de un sermón...vinieron suavemente a mis oídos: “¡Cede a Jesús! ¡Cede a Jesús!”...En un momento cedí a Jesús y confié en Él. Puedo recordar el momento exacto, cuando dejé de confiar en mí mismo, pero en vez confié en Jesús...Jesús me tomó. Él no me rechazó como yo lo había rechazado a Él. La lucha en que yo estaba [vino] de como yo no dejaba de resistir a Jesús. ¡Es como si, tan pronto que le “permití” a Jesús salvarme, Él inmediatamente se apresuró a mí, y lavó [mis pecados] en Su Sangre! ... Me dejé a mi mismo con Jesús, y eso ha hecho toda la diferencia en mi vida. Jesús quitó todo el odio y la ira que habían morado en mi alma. Reemplazó a mi corazón amargado con uno nuevo...Yo amo a Jesús con todo lo que soy, y descanso en Él solo.

Jesús murió en la Cruz en tu lugar. El juicio cayó sobre Él, para que no cayera sobre ti. Y Él derramó Su Sangre en la Cruz para que tus pecados puedan ser completamente lavados para siempre. No importa qué pecado haya habido en tu vida, Jesús te ama. Él está sentado a la diestra del Padre en el Cielo, listo para perdonarte y limpiarte con Su Sangre.

Si deseas hablar con nosotros acerca de que Jesús te salve de tu pecado, esto es lo que quiero que hagas. Con los ojos de todos cerrados, quiero que salgas de tu asiento y camines hasta la parte de atrás de este auditorio, si deseas hablar con nosotros acerca de ser salvo. Dr. Cagan te llevará a otra sala en la que podremos hablar de Jesús y de Su amor por ti. Ve a la parte de atrás del auditorio ahora. Dr. Chan, por favor, ore para que alguien confíe en Jesús esta mañana.

(FIN DEL SERMÓN)
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rlhymersjr@sbcglobal.net – o puedes escribirle a P.O. Box 15308, Los Ángeles, CA
90015, Estados Unidos.
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La Escritura Leída Antes del Sermón por el Sr. Abel Prudhomme: I Juan 2:15-17.
El Solo Cantado Antes del Sermón por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith:
“Give Me Thy Heart” (por Eliza E. Hewitt, 1851-1920).


EL BOSQUEJO DE

EL PRESIDENTE REAGAN Y SUS DOS HIJOS

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

“Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba” (Génesis 32:24).

(Malaquías 1:2, 3; Romanos 9:13; Mateo 8:11;
Lucas 13:28; Hebreos 12:16-17)

I. Primero, qué hace a una persona Cristiana, mientras la otra no lo es,
no es que una es más pecaminosa que la otra, Romanos 3:22-23;
Mateo 9:13; Isaías 53:6; Romanos 9:13.

II. Segundo, qué hace a una persona Cristiana, mientras la otra no lo es,
no es que una tuvo un padre débil, y la otra uno fuerte,
Romanos 9:13.

III. Tercero, lo que realmente hace a una persona Cristiana,
mientras la otra no lo es, es una conversión crisis, Romanos 5:10;
Santiago 4:4; Romanos 8:7; Génesis 28:16; Mateo 11:28.