Print Sermon

El propósito de este sitio de Internet es proporcionar manuscritos de sermones gratuitos y videos de sermones a pastores y misioneros en todo el mundo, especialmente en el Tercer Mundo, donde hay pocos, si es que hay, seminarios teológicos o escuelas Bíblicas.

Estos manuscritos de sermones y videos ahora van a casi 1,500,000 computadoras en más de 221 países todos los meses en www.sermonsfortheworld.com. Otros cientos miran los videos en YouTube, pero rápidamente dejan YouTube y vienen a nuestro sitio de Internet. Los manuscritos de sermones se dan en 46 idiomas a casi 120,000 computadoras cada mes. Los manuscritos de sermones no tienen derecho de autor, así que los predicadores pueden usarlos sin nuestro permiso. Por favor, oprime aquí para aprender cómo puedes hacer una donación mensual para ayudarnos en esta gran obra de predicar el Evangelio a todo el mundo.

Cuando le escribas a Dr. Hymers, siempre dile en qué país vives o él no te podrá contestar. El correo electrónico de Dr. Hymers es rlhymersjr@sbcglobal.net.




UNA COSA ES NECESARIA

por Dr. Kreighton L. Chan

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
La Tarde del Día del Señor, Abril 27, 2014

“Una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada” (Lucas 10:42).


Aparatos modernos han producido una generación de jóvenes que no pueden pensar. No pueden enfocar sus mentes. Y hemos creado una cultura de distracción. Un artículo del New York Times reciente titulado “Creciendo Digital, Conectado por Distracción” habla de esto:

“Sus cerebros son recompensados no por concentrarse en la tarea sino por brincar a la siguiente cosa”, dijo Michael Rich, profesor asociado de la Escuela de Medicina de Harvard...Y los efectos podrían continuar: “La preocupación es que estamos criando una generación enfrente de pantallas cuyos cerebros van a estar conectados de manera diferente” (traducción de Matt Richtel, “Growing Up Digital, Wired for Distraction,” New York Times, Technology Section, Business Day, Noviembre 21, 2010).

El articulo cita a un joven estudiante de la universidad, quien dijo:

Estoy en Facebook, YouTube, teniendo una conversación o dos con un amigo, escuchando música al mismo tiempo. Estoy haciendo un millón de cosas a la vez, como un montón de gente de mi edad”, dice. “A veces digo: tengo que parar esto y hacer mi tarea de la escuela, pero no puedo” (ibid).

La mentira de esta era digital es que hacer muchas cosas al mismo tiempo, aumenta la eficiencia. Pero, en realidad, el resultado es no hacer nada bien. Y te va a distraer de enfocarte en lo más importante. En el caso de este joven, es su tarea. Él sabe que debe parar pero no puede. Se ha convertido en un adicto a estos aparatos. Él continúa diciendo:

“Facebook es increíble porque se siente como si estuvieras haciendo algo y no estás haciendo nada. Es la ausencia de hacer algo, pero te sientes satisfecho de todos modos”. Y concluye: “Mi capacidad de poner atención es cada vez peor” (ibid).

Como el joven dijo: “Se siente como si estuvieras haciendo algo y no estás haciendo nada”. ¡Eso lo resume! ¡La locura de las distracciones inútiles de los aparatos electrónicos! Y al final, has perdido todo tu tiempo. Y no tienes nada que mostrar excepto malas notas. Todo tu tiempo malgastado en el mundo “virtual” te roba tiempo en el mundo “real”. Y puedo decir que sólo el tiempo pasado en el mundo real es en última instancia importante.

El pasaje que el señor Prudhomme leyó anteriormente ilustra este punto. Oh, no es tan drástica situación como la de ese joven. Pero sí muestra cómo la distracción puede evitar que te enfoques en lo que es más importante. Jesús y Sus Discípulos entraron en la casa de una mujer llamada Marta, su hermana María también estaba presente. Las acciones de las dos hermanas en el hogar son completamente diferentes. El pasaje dice:

“María…sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba [distraía] con muchos quehaceres” (Lucas 10: 39-40).

Puedes pensar en Cristo y oír Sus palabras, o puedes ser distraído con otra cosa. Uno llevará al perdón de los pecados, la salvación y el Cielo. El otro llevará al Infierno. Hay una gran lección que aprender aquí, y la voy a aplicar a aquellos de ustedes que están perdidos.

I. Primero, una cosa necesaria es pensar en Jesús y oír Sus palabras.

Una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada” (Lucas 10:42).

Si estás perdido, no estás listo para encontrarte con Dios. Tienes un corazón malvado y depravado. Y todos tus pecados están registrados en los libros en el Cielo. En el Juicio Final serás lanzado al Lago de Fuego. Y Jesús es tu única esperanza de escape. Sólo Él puede borrar nuestros pecados con Su propia Sangre.

Pero debes estar convencido de tu pecado. Y tu corazón debe estar preparado para confiar en Jesús. La única cosa necesaria para ti es entonces pensar en Jesús y escuchar Sus palabras. Todo lo demás es relativamente poco importante. En este mundo de distracción debes luchar para pensar en Jesús y Sus palabras. Tu alma depende de ello. Si no te enfocas en tu escuela, recibirás malas notas. Eso sería decepcionante. Pero si no te enfocas en Jesús y Sus palabras, perderás tu alma. La Biblia dice:

“Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?” (Marcos 8:36).

¡Tu alma es más importante, más valiosa que todas las riquezas en el mundo entero! Eso es porque tu alma es eterna. Cuando tu cuerpo muere, tu alma seguirá viviendo – en el Cielo o en el Infierno. Sin embargo, al no pensar en Cristo y Sus palabras, estás tratando tu alma como basura. Y tu alma preciosa corre el gran riesgo de perderse para siempre.

Debes enfocar tu mente en Jesús. Él es una persona real. Lo más que piensas en Él, lo más que te convencerás de esto. Piensa en Jesús todos los días y con frecuencia durante el día. Él te ama. Piensa en eso. Piensa en la Sangre que derramó por ti en la cruz para pagar por tus pecados. Piensa en eso una y otra vez. Él está orando por ti. Así es – por ti. Has oído eso una y otra vez. Y sin embargo, todavía no piensas en Él. Piensa en Él cuando haces tu lectura Bíblica diaria. Piensa en Él durante tus oraciones. Pídele a Dios que lo haga real para ti. Sí, yo sé que no lo puedes ver. Pero tampoco puede el Cristiano. Pero Él es muy real para nosotros. La Biblia dice de los Cristianos, “A quien amáis sin haberle visto” (I Pedro 1:8).

Debes enfocar tu mente en la predicación. Debes pensar en lo que la Biblia y Jesús te están diciendo. Debes leer y volver a leer los sermones. Debes meditar sobre el pecado de tu depravado corazón. Y debes pensar una y otra vez acerca de tu necesidad de Jesús y Su sangre. Debes ser como:

“María…[quien] sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra” (Lucas 10:39).

Sentándose a los pies de Jesús oía Su palabra es otra manera de decir que María era discípulo de Jesús. Esta es la manera que los doce discípulos comenzaron a seguir a Jesús. Y todos ellos excepto Judas fueron después convertidos. Si empiezas a pensar de verdad en Jesús y oyes Sus palabras, es probable que tú, también seas convertido.

Deja de jugar juegos de video y piensa en tu corazón pecaminoso. Deje de enviar mensajes de texto y en lugar lee los sermones. Deja de gastar tanto tiempo en Facebook y piensa en Jesús y Sus palabras. Deja de ser distraído por tus pensamientos y sentimientos. En lugar piensa en Jesús. Deshazte de tus pensamientos de autocompasión. En lugar piensa en lo mucho que Jesús sufrió por ti. Deshazte de tus pensamientos acerca de cómo confiar en Jesús o cómo llegar a Él. Pensando en el “cómo” te detiene de pensar en Jesús.

Mientras estés distraído por tus pensamientos y tus sentimientos no podrás pensar en Jesús. Deja de pensar en los versículos de la Biblia que hablan de la salvación. Esto evitará que pienses en Jesús Mismo. Hay una joven orgullosa que desprecia a su madre. Su mente está tan llena de pensamientos elevados de sí misma y bajos pensamientos de su madre que no tiene espacio para pensar en Jesús.

II. Segundo, pensar en Jesús y oír Sus palabras es algo que tú puedes escoger hacer.

“Una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada” (Lucas 10:42).

Una cosa es necesaria – pensar en Jesús y oír Sus palabras. ¡Y tú puedes elegir hacer esto! María lo hizo pero Marta no lo hizo. Así de simple. Puedes escoger no ser distraído y enfocar tu mente en Jesús y Sus palabras. Esperas un día venir a Jesús y confiar en Él. Sin embargo piensas muy poco o nada acerca de Él. Si nunca piensas en Jesús, ¿cómo vas a confiar en Él? Si no piensas en Jesús, ¿cómo vas a venir a Él?

Si no estás frecuentemente pensando en Jesús y Sus palabras, entonces no has comenzado a esforzarte para entrar en Jesús. Y no has mostrado ningún tipo de violencia para tu salvación. Si puedes ser tan fácilmente distraído de pensar en Jesús y Sus palabras no hay esperanza para que seas salvo.

Las distracciones mismas puede que no sean pecaminosas. Pero si te distraen de pensar en Jesús y los sermones del Evangelio, es el pecado más grande en el mundo para ti. Eso es porque a través de estas distracciones perderás tu alma. Este es el gran pecado de distracción. Estoy hablando de los juegos de vídeo, Facebook, mensajes de texto, YouTube, y todo lo demás. Puede que sean o no pecaminosos. Pero si distraen tu mente de pensar en Jesús y los sermones, ¡déjalo! ¡Déjalo!

Y está la distracción de pecado. No todas las distracciones son inocentes. Muchas de ellas son por su propia naturaleza pecaminosas. No se hacen por ignorancia. Pero se hacen intencionalmente y de buena gana. Es una preferencia por el pecado y el mundo que por Jesús y el Evangelio. El profeta Isaías captó la naturaleza del pecado tan vívidamente:

“Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino” (Isaías 53:6).

La naturaleza del pecado es elegir “descarriarnos”, o apartarnos “por nuestro camino” de Dios y de Jesús. El pecado no está “dando en el blanco” del camino de Dios y va de otra manera que es preferible para el pecador. El placer del pecado te distrae de pensar en Jesús y el Evangelio. Podrías pensar en Jesús, pero no lo haces. En cambio, es el amor al pecado y al mundo que llama tu atención. Los eliges sobre Jesús una y otra vez.

Algunos tienen una gran distracción que les impide pensar en Jesús y el Evangelio. Podría ser la pecaminosa adicción a la pornografía. No puedes pensar en Cristo y la predicación, porque estás distraído por los pensamientos de mujeres desnudas. Ocupa tu mente constantemente. Este pecado perverso te distrae de escuchar el Evangelio y de ser salvo.

Estoy pensando en un joven que vive la vida de un Cristiano. Él nunca falta a un servicio de la iglesia. Él lee su Biblia todos los días. Él asiste a la reunión de oración. Él es exteriormente moral. No es un adolescente de carácter débil que se distrae fácilmente por tonterías. No, él tiene una mente superior y una voluntad fuerte. Él puede enfocar su mente en lo que él escoge. Puede recordar la mayor parte de los puntos principales de cada sermón que él ha escuchado de adulto. Pero todavía no es Cristiano. La Biblia habla de un hombre parecido:

“Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones” (Marcos 10:21-22).

El amor a las cosas materiales era la distracción, el pecado, que impidió que el joven se convirtiera en un verdadero Cristiano. Él se alejó de Jesús triste y afligido. Y él nunca encontró la verdadera felicidad sin Jesús. ¿Qué hay de ti? Al final no eres más sabio que el adolescente que se fue al Infierno porque no podía enfocar su mente en los sermones. Qué lástima. ¡Despierta hombre! Tu alma eterna, tu posesión más valiosa está en gran riesgo de perderse en el Infierno para siempre. Porque realmente no piensas en Jesús y realmente no has oído Sus palabras. ¡Al igual que el joven rico tu corazón está completamente distraído por el pecado de la codicia!

En la parábola del sembrador Jesús le dio gran importancia a cómo oír el Evangelio. Jesús dijo:

“Mirad, pues, cómo oís” (Lucas 8:18).

Ten cuidado, pon atención cómo oyes el Evangelio. Porque cómo oyes el Evangelio determinará si lo escuchas o no. Pecador, ¿cómo has estado escuchando los sermones? ¿Haces un gran esfuerzo para oír los sermones con cuidado? ¿Los lees una y otra vez todos los días? ¿Dejas que te hablen a ti, o haces excusas por tus pecados? ¿Los sermones te afectan? ¿Tienes alguna medida de convicción de pecado? ¿Sientes un cierto sentido de tu necesidad de Jesús y Su Sangre? Si no es así, entonces realmente no has estado escuchando el Evangelio. Jesús dijo: “Mirad, pues, cómo oís”. Por la gracia de Dios elige pensar en Jesús y escuchar la predicación. No permitas que tu mente se distraiga. Y ora para que Dios te ayude a escuchar con más cuidado para que puedas confiar en Jesús y ser salvo.

III. Tercero, no puedes ser convertido a menos que pienses en Jesús y oigas Sus palabras.

“Una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada” (Lucas 10:42).

Pensar en Jesús y escuchar los sermones llevará a beneficios eternos. Eso es lo que Jesús quiso decir cuando dijo: “la cual no le será quitada”. Y esto incluye la salvación, una vez salvo, nunca puedes estar perdido. Con qué cuidado entonces debes escuchar la predicación.

¿Qué te impide pensar en Jesús y escuchar el Evangelio? ¡Sea lo que sea, déjalo! ¿Está tu mente débil, y no puedes enfocarte para escuchar los sermones? ¡Entonces deja los aparatos electrónicos que debilitan tu mente! Deja los juegos de video. Deja de mandar textos. Deja el Facebook y YouTube. Y entonces ora y pídele a Dios que sane tu mente lo suficiente para que puedas empezar a pensar acerca de Jesús y el Evangelio. Por el amor de Dios deja de estar tan absorbido en tus propios pensamientos y sentimientos, y piensa en Jesús.

Muchos de ustedes no pueden realmente pensar en Jesús. Y si no puedes pensar en Jesús, ¿cómo vas a poder escuchar Sus palabras? ¿Cómo vas a ser convertido? En tu desesperado intento de pensar en Él te imaginas como es e intentas visualizarlo. Tratas de pensar en Él a través de tus emociones y sentimientos. Tratas de pensar en Él a través de un versículo de la Biblia. Pero todos estos intentos fallan y fallan, una y otra vez. Debes pensar en Jesús pero no puedes. Sí, depravado pecador no puedes hacer nada para ser salvo. Ni siquiera puedes pensar en Jesús. Dios debe primero revelarte a Jesús. Y Dios va a hacer esto al pecador que ha renunciado a sí mismo y se siente perdido sin remedio.

“Una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada” (Lucas 10:42).

¿Has visto la cosa necesaria para ti? ¿Has estado pensando en Jesús? ¿Vas a escuchar ahora Sus palabras? Jesús dijo:

“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28).

¿Estás trabajado y cargado de tu pecado? Jesús murió y derramó Su Sangre para eliminar tu carga de pecado. Ven a Jesús y descansa en Él. Este mundo y todo en él pronto pasarán. Pero hay un mundo invisible que es eterno que nunca pasará. Jesús estaba hablando con María sobre cosas de la eternidad, cosas del alma. Y Jesús también está hablándote a ti esta noche. Cómo oro que oigas Su llamado.

Cristo murió por tus pecados en la cruz. Al tercer día resucitó físicamente, carne y hueso de la tumba. Ascendió al Cielo y está sentado a la diestra del trono de Dios. Piensa acerca de Jesús. Piensa en Su gran amor por ti. Escucha Sus palabras llamándote a venir a Él. Ven a Jesús. Confía en nuestro amado Salvador. Él te recibirá. Él lavará tus pecados en Su Sangre.

Si deseas hablar con nosotros acerca de convertirte en un Cristiano, acerca de tener tu pecado limpiado por la Sangre de Jesús, por favor deja tu asiento en este momento y camina hasta la parte de atrás del auditorio. El Dr. Cagan te llevará a otra habitación donde podamos orar y hablar acerca de Jesús salvándote. Ve ahora a la parte de atrás. Dr. Hymers, por favor ore que alguien confíe en Jesús esta noche. Amén.

(FIN DEL SERMÓN)
tú puedes leer los sermones de Dr. Hymers cada semana en el Internet
en www.realconversion.com o www.rlhsermons.com.
Oprime en “Sermones en Español”.

Puedes enviar un correo electrónico a Dr. Hymers en Inglés a
rlhymersjr@sbcglobal.net – o puedes escribirle a P.O. Box 15308, Los Ángeles, CA
90015, Estados Unidos.
Llámale por teléfono a (818)352-0452.

Estos manuscritos de sermones no tienen derechos de autor.
Los puedes usar sin la autorización de Dr. Hymers. Sin embargo, todos los mensajes
de video de Dr. Hymers sí tienen derechos de autor y solo pueden ser usados con autorización.

La Escritura Leída Antes del Sermón por el Sr. Abel Prudhomme: Lucas 10:38-42.
El Solo Cantado por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith Antes del Sermón:
“He Washed My Eyes With Tears” (por Ira F. Stanphill, 1914-1993).


EL BOSQUEJO DE

UNA COSA ES NECESARIA

por Dr. Kreighton L. Chan

“Una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada” (Lucas 10:42).

(Lucas 10-39-40).

I.   Primero, una cosa necesaria es pensar en Jesús y oír Sus palabras,
Marcos 8:36; I Pedro 1:8.

II.  Segundo, pensar en Jesús y oír Sus palabras es algo que tú puedes escoger
hacer, Isaías 53:6; Filipenses 3:19; Mateo 10:21-22; Lucas 8:18.

III. Tercero, no puedes ser convertido a menos que pienses en Jesús y oigas Sus palabras, Mateo 11:28.