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EL TORNO DE BANCO DEL EVANGELIO

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
La Noche del Día del Señor, 14 de Julio de 2013

“No queréis venir a mí para que tengáis vida” (Juan 5:40).


Esto es lo que Jesús dijo a esos Judíos incrédulos de ese día. Tenían religión, pero no tenían a Jesús. Él les dio mucha evidencia de que Él era su Mesías enviado por Dios. Pero ellos lo rechazaron de todas maneras.

Si lees el quinto capítulo de Juan en tu casa, verás que Cristo les recordó que había recibido el testimonio de Juan Bautista. Y toda la gente comun creía que Juan era un profeta. Juan había testificado sobre Cristo cuando él dijo: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29). Y sin embargo, este grupo de incrédulos rechazaron el testimonio de Juan.

A continuación, Jesús dijo que Sus milagros y otras obras demostraban que Él era el Mesías. Él dijo: “Las obras que el Padre me dio para que cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me ha enviado” (Juan 5:36). Los milagros de Cristo, y las maravillas que Él realizó, mostraron claramente que Él era el Mesías.

Además, Jesús dijo: “El Padre que me envió ha dado testimonio de mí” (Juan 5:37). Aunque los hombres a quienes Él habló no habían oído la voz de Dios, otros que estos conocían habían oído la voz de Dios decir: “Tú eres mi Hijo amado, en ti tengo complacencia” (Lucas 3:22). De esto se tenía que haber chismeado, y todos a quienes Él habló aquel día sabían que la voz misma de Dios había proclamado a Jesús como Su Hijo.

Y luego Jesús les recordó que había un cuarto testigo diciéndoles que Jesús era el Cristo, su Mesías, enviado para salvarlos. El cuarto testigo era la Biblia misma, las Escrituras del Antiguo Testamento, que ellos estudiaban con atención hora por hora, y de la cual conocían grandes porciones de memoria. Jesús les dijo que ellos “Escudriñad las Escrituras ...ellas son las que dan testimonio de mí. Y no queréis venir a mí para que tengáis vida.” (Juan 5:39).

Ahora nos apartaremos de aquellos Judíos incrédulos a quien Jesús habló ese día. En vez nos volveremos a aquellos de ustedes que están aquí esta noche que son Gentiles incrédulos. Ustedes que están aquí esta noche tienen la misma evidencia de que Jesús es el Cristo, el Salvador enviado por Dios. Tú tienes el testimonio de Juan el Bautista. Tienes el testimonio de los milagros de Cristo. Tú tienes el testimonio de la voz de Dios desde el Cielo. Y tienes el testimonio de las Sagradas Escrituras. Todos estos testigos dicen que Jesús de Nazaret es el Redentor, el único Salvador de los hombres pecadores.

¡Lo peor de aquellos Judíos a quienes Él hablaba aquel día era que ellos pudieron tener todos esos testigos y aun así negarse a venir a Jesús para vida eterna! Y así Él les dijo:

“Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida” (Juan 5:39, 40).

Tal vez habría alguna excusa si tú vivieras en un país ateo, al igual que la antigua Unión Soviética. Pero leí este relato de Pastor Richard Wurmbrand. Wurmbrand era un ministro Luterano que pasó catorce años en una prisión comunista en Rumania por predicar el Evangelio. El Pastor Wurmbrand dijo acerca de un joven pintor que conoció de Siberia. Wurmbrand hablaba perfectamente el Ruso y el Rumano. Mientras hablaba, el joven Ruso le dijo:

     “Yo sólo sabía lo que nos enseñaron en la escuela, que la religión es un instrumento del imperialismo, etc. Pero yo solía caminar en un viejo cementerio, cerca de mi casa, donde podía estar solo. A menudo fui a una pequeña casa abandonada en los sepulcros” (Wurmbrand dijo, ‘entiendo que esto era una capilla Ortodoxa Rusa del cementerio’. El joven continuó).
     “En la pared había una pintura de un hombre clavado en una cruz. Yo pensé, ‘Debe de haber sido un gran criminal para castigado así’. Pero si fuera un criminal, ¿por qué este cuadro tiene un lugar de honor – como si fuera Marx o Lenin? Decidí que lo habían considerado al principio un criminal, y más tarde descubrieron que era inocente, y por eso pusieron su imagen en remordimiento [tristeza y arrepentimiento]”.
     [Wurmbrand dijo] Yo le dije al pintor, “Usted está a medio camino de la verdad”. Cuando llegamos a nuestro destino horas más tarde, él sabía todo lo que yo podía decirle acerca de Jesús. Cuando nos separamos, él dijo: “Yo planeaba robar algo esta noche, como todos lo hacemos. Ahora, ¿cómo puedo hacerlo? Yo creo en Cristo”. (traducción de Richard Wurmbrand, Th. D., En metro, Sacrificio Libros Vida de Dios, edición 2004, páginas 25, 26).

Oímos de reacciones de ese tipo en respuesta vez tras vez entre los jóvenes Rusos justo después de la caída de la Unión Soviética. Extrañamente, vemos esa respuesta aumentar cada vez más en los jóvenes de Irán. El más grande número de conversiones a Cristo en 600 años está sucediendo en Irán, y en los países Árabes. Y por supuesto sabemos de los millones de jóvenes en China, India, y África que se voltean de todo corazón a Jesús ahora mismo, en nuestro tiempo. Y estos nuevos conversos dicen con aquel joven pintor Ruso: “¿Ahora cómo puedo cometer aquellos pecados? ¡Yo creo en Jesús!

¿Vemos ese tipo de respuesta en América? No, no la vemos. Hubo un tiempo en que la vimos, pero ya se acabó. El “Movimiento de Jesús” comenzó a mediados de la década de 1960. La otra noche el Sr. Griffith me dijo cuando terminó. El dijo que terminó con la Mayoría Moral [Moral Majority], cuando Jerry Falwell utilizó los temores de los Estadounidenses blancos de edad mediana y los volteó en contra de los jóvenes que podrían haber ganado con un mensaje positivo del Evangelio. El Sr. Griffith dijo que Jerry Falwell mató el Movimiento de Jesús. Ese quizá sea un poco exagerado, pero creo que en algo tiene razón. Jack Hyles tampoco ayudó. Él predicaba contra los lentes de alambre (porque John Lennon los usaba) mientras que su propio hijo andaba loco con las chicas en su iglesia. Hyles, Falwell, y predicadores así, empujaron a los jóvenes fuera de las iglesias. Ellos sentían que tenían que proteger a los chicos en sus iglesias con predicar a los chicos en el mundo. Pero ese es un enfoque que no es Bíblico. No es lo que hizo la primera iglesia, ni ningún predicador del Evangelio en tiempos de avivamiento. Como resultado, perdieron no solo a los chichos en el mundo sino que también al 88% de sus propios hijos de iglesia, que dejaron sus iglesias para nunca más volver según Barna.

Ahora les gustaría ganar a esos jóvenes, pero ya es demasiado tarde. Ahora Dios “se apartó de ellos” (Oseas 5:6). Sólo experimentas un movimiento de Dios como el “Movimiento de Jesús” una vez por generación, si eso. ¡Ahora tratan de atraer a los jóvenes con luces intermitentes, música extraña y chicas go-go “Cristianas”! ¡Demasiado tarde! ¡Nada “funciona!” Ahora Dios dice:

“Andaré y volveré a mi lugar, hasta que reconozcan su pecado y busquen mi rostro. En su angustia me buscarán” (Oseas 5:15).

Personalmente, no creo que tendremos otro movimiento de Dios entre los jóvenes sino hasta después de la caída de los Estados Unidos. ¡Oh, sí, Estados Unidos caerá, sabes! No creo que Dios mandará un avivamiento entre los jóvenes hasta que [Estados Unidos] caiga. Puedo estar equivocado, pero creo que no estoy. Sólo entonces nos daremos cuenta del daño que los hombres como Jack Hyles y Jerry Falwell hicieron a los jóvenes de los Estados Unidos en las décadas de 1970 y 1980. Por favor, entiende que yo no estoy completamente en contra del Dr. Falwell.  Pero el si dijo unas cosas no sabias entonces. 

Eso fue lo que sucedió en los tiempos de Cristo. Jóvenes Judíos venían a Jesús y eran salvos. Pero los líderes religiosos atacaron a ese movimiento por temor a perder su nación. ¡Después de haber rechazado a Cristo, la perdieron de todos modos – así como los Estadounidenses están perdiendo su nación hoy!

Así que, si eres una persona joven en América del Norte, o en cualquier lugar en el Occidente, es muy poco probable que serás salvo. Es muy poco probable que vendrás a Jesús como aquel joven pintor Ruso lo hizo. Dios no está trabajando con poder ahora en Estados Unidos y el Occidente en general. Él “se apartó de ellos” (Oseas 5:6). Y Jesús te dice esta noche,

“No queréis venir a mí para que tengáis vida” (Juan 5:40).

¿Sabías que tú no puedes venir a Jesús a menos que Dios te traiga? Jesús Mismo hizo eso muy claro cuando Él dijo:

“Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere...” (Juan 6:44).

Y Dios está trayendo a muy pocos jóvenes a Jesús en este tiempo en Estados Unidos y el Occidente. Tomará un milagro que tú vengas a Jesús. ¡Sí, tomará un milagro para que seas salvo! 

Tomó un milagro el colgar Astros sin par,
   Tomó un milagro dar al mundo un lugar;
Mas al salvarme a mí, al limpiar al vil,
   Tomó un milagro de su gran amor.
(“It Took a Miracle” por John W. Peterson, 1921-2006).

Veo a algunos de ustedes tropezando en el cuarto de consejo. Entras y sales – como zombi – como muerto andando. Pero no haces ningún progreso hacia venir a Jesús – ¡Para nada! ¡Para nada! ¡Para nada! ¿Por que es eso? Jesús dijo:

“Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere...” (Juan 6:44).

Pero ahora Dios “se apartó de ellos” (Oseas 5:6).

¡Qué fácil parece el venir a Jesús para los para los jóvenes en China! ¡Cientos de ellos vienen a El cada dia!  Pero tan pronto los estudiantes Chinos llegan a los Estados Unidos no sucede. ¿Por qué? Porque dejaron la zona de la bendición de Dios en China, y migraron acá, a la zona donde Dios “se apartó”. ¡Vemos literalmente a decenas de miles venir a Jesús con lagrimas, y hallando salvación con gozo – en China! ¡Pero solo en China! No sabemos de ningún movimiento de Dios entre los estudiantes Chinos cuando vienen a los Estados Unidos.

El Dr. Kenneth Connolly era estudiante de avivamientos históricos. Una cosa que el Dr. Connolly notó era que los avivamientos siempre son “selectivos”. O sea que solo tocan a cierto grupo de gente. Y eso es exactamente lo que vemos suceder entre nuestros jóvenes Chinos. En China, más de 700 jóvenes vienen a Jesús cada hora – noche y día – en el más grande avivamiento de tiempos modernos. ¡Pero cuando estudiantes Chinos vienen acá ellos raramente son salvos! ¡Nunca hemos visto ni siquiera estudiante Chino que vino aquí y fue salvo en nuestra iglesia – ni siquiera uno! Ellos se mudaron de la zona de la bendición de Dios a la zona de muerte en E.E.U.U. y Europa. Y muy pocos jóvenes de cualquier grupo étnico son salvos en Estados Unidos y el Occidente. Una de las razones es la falsa doctrina del “decisionismo”. El Dr.Charles Hodge señaló el gran error del “decisionismo” cuando dijo:

No hay doctrina que destruya el alma más que la doctrina de que los pecadores se pueden regenerar a sí mismos, y arrepentirse y creer cuando se les plazca. Aquellos que realmente abrazan tal doctrina nunca se aplicarán a la única fuente cuando estas bendiciones en realidad puedan ser obtenidas (traducción de Charles Hodge, Th. D., Systematic Theology, [Teología Sistemática], Hendrickson Publishers, edición de 1999, tomo II, p. 277).

Ahora, pongámonos en serio. ¿Ves un conflicto entre estos dos versos?

“No queréis venir a mí para que tengáis vida” (Juan 5:40).

y

“Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere” (Juan 6:44).

No voy a tratar de hacer esto fácil para ti. ¡Sí hay un conflicto! En realidad tú tienes que venir a Jesús para ser salvo – pero no puedes venir a Él a menos que el Padre te traiga. ¿A dónde te deja eso? ¡Te deja en una condición perdida! ¡Eso es lo que significa estar perdido! Tú tienes que venir a Jesús para ser salvo – pero no puedes venir a Él a menos que Dios te traiga. ¡Esto presenta un verdadero conflicto! ¡Te muestra lo que significa estar perdido! Si piensas que puedes ser salvo por aprender algo o hacer algo por ti mismo, jamás serás salvo. El Dr. Hodge dijo: “Aquellos que realmente abrazan tal doctrina [que puedes aprender algo o hacer algo para ser salvo] nunca se aplicarán a la única fuente cuando estas bendiciones en realidad puedan ser obtenidas”.

¡Tú tienes que venir a Cristo – pero no puedes venir a Cristo! Eso ha sido llamado “el torno de banco del Evangelio”. Espero que no pienses que tú eres la primera persona que ha sido apretada en el “torno de banco del Evangelio”. John Bunyan (1628-1688) fue puesto en ese torno de banco por 18 meses. Spurgeon fue puesto en él por al menos siete años. Tú eres puesto en este “torno de banco” por Dios. “¡No puedo, pero tengo que!” Esa es tu posición. Dios te ha puesto en ese torno de banco por una razón.

Un torno de banco es un instrumento que se usa en un banco de trabajo manual. Consiste de un par de mandíbulas [o barras] de acero juntadas por un tornillo. Se usa para apretar algo entre las dos mandíbulas. El “torno de banco del Evangelio” se ve cuando Dios te aprieta entre “¡No puedo, pero tengo que!” Si la presión se vuelve insoportable para ti, podrías ser movido a gritar: “¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?” (Romanos 7:24). Cuando te sientes así estas despertado, y generalmente no pasará mucho tiempo antes de que clames a Jesús: “¡Señor, sálvame!” Esa es la manera en que las conversiones clásicas toman lugar. Todo lo que hagas antes de eso es solamente preliminar en lo mejor sentido, o jugar en el peor. Dios está girando la palanca del torno de banco. Él está girando el tornillo y apretando las mandíbulas del torno de banco. ¿Sientes la presión? ¿Ya te sientes apretado?

Tú tienes que venir a Jesús para tener vida. Pero no puedes venir a Él en tu propio poder. ¡Tú tienes que – pero no puedes! ¡Tú estás perdido! ¡Clama a Jesús! ¡Solo Él te puede salvar! ¡Solo Él puede perdonar tu pecado! Solo Él te puede dar vida eterna. ¡Solo Él puede te puede salvar de ser triturado en el torno de banco del Evangelio! ¡Ven a Jesús! ¡Cae sobre Su misericordia! Él murió en la Cruz para pagar por tu pecado. ¡Él resucitó de los muertos para darte vida! ¡Te ruego esta noche – ven a Jesús y hazlo ahora! ¡Lánzate sobre el Hijo de Dios! Escucha al Dr. Isaac Watts:

Gusano culpable, débil, impotente,
   Caigo en los brazos de Cristo,
Él es mi fuerza y justicia,
   Mi Jesús, y mi todo.
(“How Sad Our State by Nature Is!” por Dr. Isaac Watts, 1674-1748;
      al son de “O Set Ye Open Unto Me”).

Si deseas hablar con nosotros acerca de ser salvo por Jesús, por favor deja tu asiento ahora y camina hasta el fondo del auditorio. Dr. Cagan te llevará a un lugar tranquilo donde podamos hablar y orar. ¡Dr. Chan, por favor venga a orar para que alguien sea salvó esta noche! Amén.

(FIN DEL SERMÓN)
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Puedes enviar en correo electronico al Dr. Hymers en Ingles a rlhymersjr@sbcglobal.net – o
puedes escribirle a P.O. Box 15308, Los Angeles, CA 90015, Estados Unidos.
Llamale por telefono a (818)352-0452.

La Escritura Leída Antes del Sermón por el Sr. Abel Prudhomme: Juan 5:31-40.
El Solo Cantado Antes del Sermón por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith:
“Come Unto Me” (por Charles P. Jones, 1865-1949).