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UNA VELA EN EL VIENTO

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
La Mañana del Día del Señor, 28 de Abril, 2013

“En el año decimoquinto del imperio de Tiberio César, siendo gobernador de Judea Poncio Pilato, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tetrarca de Iturea y de la provincia de Traconite, y Lisanias tetrarca de Abilinia, y siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto” (Lucas 3:1-2).


Alguien dirá: “No me importan todos esos nombres. Esos nombres no significan nada para mí. No me interesa”. ¿En serio? Bueno, si realmente no estás interesado en esos nombres es porque estás espiritualmente ciego o muy reincidido. El Dr. Martyn Lloyd-Jones dio estos comentarios:

¿Por qué crees que se nos da esos nombres? ¿Cuál es su significado? ¿Por qué Lucas…nos dice que fue cuando todos esos hombres estaban en sus cargos...que la palabra de Dios vino a Juan el Bautista? ¡Sólo hay una respuesta... la lista de nombres es una lista del mayor grupo de [sinvergüenzas] que tal vez el mundo haya visto jamás en control de los destinos de las naciones! Fue entonces cuando la palabra de Dios [vino a Juan]. No cuando el mundo era...dirigido por grandes idealistas y moralistas. ¡No, no! Cuando [las cosas] estaban en las manos de estos [sinvergüenzas], Dios envió su palabra a Juan el Bautista, su siervo (traducción de D. Martyn Lloyd-Jones, M.D., Born of God: Sermons from John 1, The Banner of Truth Trust, 2011, pp. 197-198).

¡Qué maravilloso pensamiento! Y es un pensamiento que debe interesar a todos los Cristianos, porque es uno de los pensamientos más reconfortantes que podríamos tener. Mientras el mundo estaba a cargo de estos sinvergüenzas, Dios todavía estaba obrando, hablándole a Juan el Bautista. Yo no te voy a dar el sermon del Dr. Lloyd-Jones.  Solamente estoy usando sus pensamientos como un punto de partida por este mensaje.  Voy a sacar dos puntos muy importantes del texto.

“En el año decimoquinto del imperio de Tiberio César, siendo gobernador de Judea Poncio Pilato, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tetrarca de Iturea y de la provincia de Traconite, y Lisanias tetrarca de Abilinia, y siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto” (Lucas 3:1-2).

I. Primero, este texto muestra la insignificancia relativa de este mundo.

Estoy usando la palabra “insignificancia” en un sentido relativo. Quiero decir que las cosas de este mundo son insignificantes en comparación con el mundo de la eternidad.

Tomemos, por ejemplo, la Gran Pirámide y la Esfinge. Mi esposa y yo estuvimos allí. Subimos a la cámara interior de la Gran Pirámide. Nos tomamos una foto de pie delante de la Esfinge. Tuvimos que pasar por muchos problemas para llegar a Egipto a ver esas maravillas antiguas. Pero nota las llamo maravillas “antiguas”. Hubo una época en que eran dos de las siete maravillas del mundo. Eran tremendamente importantes entonces – o al menos eso parecía. Ahora no son más que montones de rocas. La única razón por la que son interesantes hoy en día es porque una vez parecieron importantes. Nota que dije “una vez parecieron” – porque ahora podemos decir que en realidad nunca fueron importantes. Una vez parecieron importantes, pero en realidad nunca fueron importantes. Nunca fueron otra cosa que un montón de piedras. Solo parecieron importantes en el mundo antiguo.

Toma una ilustración moderna – en la película “El Planeta de los Simios”. La película de ciencia ficción sobre el futuro. Hay una escena en donde la Estatua de la Libertad se hunde hasta la mitad en el lodo en ese tiempo futuro. Es una imagen fuerte. En el acto te dice que los Estados Unidos ya no es una gran potencia. También te dice que, en algún momento en el futuro, ni la Estatua de la Libertad o los Estados Unidos será importante – no más importante que el antiguo Egipto con su pirámide y la Esfinge. Vaya, ¡pensamos que nuestro país es muy importante! Pero no es tan importante como creemos. Muy poco en los Estados Unidos tiene la menor importancia relativa en el ámbito eterno de las cosas. El poeta Rudyard Kipling vio algo de eso cuando el imperio Británico estaba en la cúspide del poder. Él dijo:

Dios de nuestros padres, conocido en la antigüedad,
   Señor de nuestra lejana línea de batalla,
Debajo de cuya Mano sostenemos
   El dominio sobre la palma y el pino –
Señor Dios de los Ejércitos, esté con nosotros,
¡Para que no olvidemos – para que no olvidemos!

A lo lejos-llamadas, nuestras armadas se desvanecen;
   En arena y tierra se hunde el fuego:
He aquí toda nuestra pompa de ayer
   ¡Está con Nínive y Tiro!
Juez de las naciones, refrénanos,
¡Para que no olvidemos – para que no olvidemos!
    (Traducción libre de “Recessional” por Rudyard Kipling, 1865-1936;
     escrito en 1897).

Sólo unos pocos años después de haber escrito esas líneas Bretaña fue atrapada en las garras de la Primera Guerra Mundial y su imperio comenzó a caer. Estados Unidos no está lejos detrás de ellos.

El Presidente Obama no es más importante que Tiberio César. Jerry Brown, el gobernador de California, es aún menos importante que el gobernador de Judea, Poncio Pilato. Herodes el tetrarca, y su hermano Felipe, y Lisanias son nombres de hombres que parecían muy importantes cuando Lucas escribió este pasaje. Pero hoy en día la persona promedio no tiene idea quienes eran – al igual que nadie sabrá en unos cuantos años quien fue el alcalde Villaraigosa o el vicepresidente Joe Biden. ¡En efecto, muchos estudiantes de la escuela secundaria de Los Ángeles no saben quienes son hoy en día!

Por lo tanto, estoy diciendo que los nombres de estos hombres registrados en nuestro texto, aunque parecían fuertes y poderosos en ese tiempo, no tenían más importancia que los granos de arena en la playa. ¿Y qué dice eso acerca de nuestros llamados “líderes” actuales? La semana pasada, la revista Time (Abril 29, 2013) dedicó todo un número a “Las 100 Personas más Influyentes del Mundo”. Michael Bloomberg, el alcalde de Nueva York, dijo que el rapero Jay Z es una de las 100 personas más importantes. Sin embargo, ¡ninguna persona en la tierra recordará a alguno de ellos en 75 años de ahora! Eric Cantor dijo el vicepresidente Joe Biden pertenece en esa lista. ¿De veras? ¿El vicepresidente es tan importante? ¿Alguien recuerda quien fue el vicepresidente del Presidente Coolidge? ¿Y el vicepresidente del Presidente Hoover? Acercándonos a nuestro tiempo, ¿quién fue el vicepresidente de Truman? ¿Quién fue vicepresidente del Presidente Ford? ¿Desconcertado? No te sientas mal. ¡El Dr. Cagan tuvo que pensar un buen rato antes de recordar quien fue el vicepresidente de Clinton! En un momento dado todos estos hombres han sido las “personas más importantes” en el mundo de acuerdo la revista Time. El vicepresidente John Nance Garner dijo una vez: “La vicepresidencia no vale nada”. ¡Podría haber dicho lo mismo de la presidencia!

Hace unos años, Elton John escribió una canción llamada “Candle in the Wind” [Una Vela en el Viento], sobre Marilyn Monroe. La cantó en el funeral de la Princesa Diana. Muy pocas personas recordarán a Elton John o la Princesa Diana en 100 años. Marilyn Monroe será recordada sólo porque ella es un símbolo cultural como Coca Cola o Mickey Mouse. Elton John escribió la canción llamada “Candle in the Wind” [Una Vela en el Viento]. Es sobre Norma Jean Baker, el verdadero nombre de Marilyn Monroe. Una línea en su canción dice: “Y me parece que viviste tu vida como una vela en el viento/Sin saber a quién aferrarse/Cuando la lluvia llegaba/Y me hubiera gustado haberte conocido/ Pero yo solo era un niño/Tu vela se apagó mucho antes/que tu leyenda” (traducción de “Candle in the Wind” por Sir Elton John y Bernie Taupin). Es una canción de belleza inquietante, tan cierta de Marilyn Monroe, Lady Diana, así como muchos otros que han perdido su camino.

¿Qué quiero decir? Nada de lo que hagas hoy va a importar en unos años. Nada de lo que hagas va a ser considerado de importancia una década o dos después de que hayas muerto. Te verás a ti mismo como una “vela en el viento”. Sólo una “vela en el viento”. La Biblia dice:

“¿Qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece” (Santiago 4:14).

¿Eso pone las cosas en perspectiva? Si no sabes qué tipo de carruaje Felipe el tetrarca tenía, ¿qué diferencia hace qué tipo de auto tienes? Si no sabes cuánto dinero Lisanias de Abilene tenía, ¿que importancia tiene la cantidad de tu propio salario en el valor eterno de las cosas? Si tomas ese pensamiento a una conclusión lógica, vas a entender por qué el atleta Británico Charles Studd regaló los millones de dólares que heredó y fue como misionero a China y después al África. Tú comenzarás a entender por qué dijo:

Solo una vida,
   Pronto pasará;
Solo lo que se hace por Cristo
   Durará.
(C. T. Studd, 1860-1931).

Si te gradúas de la universidad o no, ¡no va a hacer ninguna diferencia cinco minutos después que mueras! Si te casaste y tuviste hijos no importará entonces. Si fuiste exitoso o un fracasado no contará en la eternidad. “Sólo lo que se hace por Cristo durará”. ¡Sólo eso! ¡Sólo eso! Todo lo demás es solo una vela en el viento. Se apagará con cada esperanza y miedo, y cada trabajo realizado, por cada esclavo que trabajó en la pirámide del Faraón. Como ellos, tu vida sólo será una vela en el viento – sólo vapor –neblina. ¡Serás soplado a una eternidad sin Dios, sin nada que mostrar por tu vida! ¡Nada! ¡Nada! ¡Nada!

Tiberio César, Poncio Pilato, Herodes, Felipe, Lisanias, Anás, Caifás – ¿dónde están ahora? ¿Qué se llevaron entre los vientos aullantes de la oscura eternidad? ¡Nada! Ellos solo fueron velas en el viento, neblina, un vapor que pasa. Ellos no se llevaron nada. ¡Sus vidas no significaron nada! ¡Fueron un gran cero! Y tu vida también será un gran cero, como el hombre rico, del cual Cristo dijo: “En el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos” (Lucas 16:23).

II. Segundo, el texto muestra la importancia de escuchar la Palabra de Dios, y conocer a Cristo.

Por favor pónganse de pie y lean el texto completo en voz alta conmigo, hagan énfasis en la última oración, “vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto”.

“En el año decimoquinto del imperio de Tiberio César, siendo gobernador de Judea Poncio Pilato, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tetrarca de Iturea y de la provincia de Traconite, y Lisanias tetrarca de Abilinia, y siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto” (Lucas 3:1-2).

Se pueden sentar.

En esa lista de esas personas poderosas nos asombra cuando leemos que, “vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto”. Juan no era nadie, una persona oscura y poco importante a los ojos del mundo. Él estaba “en el desierto” – alejado en el desierto. Él no tenía ningún cargo. No tenía poder. Él estaba vestido de pelo de camello, y su comida era langostas y miel silvestre (Mateo 3:4). ¿Cómo puede alguien ser menos importante que Juan?

¡No sabríamos nada acerca de Juan el Bautista si la Palabra de Dios no hubiera venido a él allí en ese desierto azotado por el viento! ¿No es eso cierto también de tantos otros en la Biblia? ¿Sabríamos algo acerca de Gideon si la Palabra de Dios no hubiera venido a él? ¿Sabríamos de Barak o Sansón, o incluso Samuel y David, si la Palabra de Dios no hubiera venido a ellos? Y sin embargo ahí están, ¡sus nombres grabados para siempre en la Biblia! Estos “alcanzaron buen testimonio mediante la fe” (Hebreos 11:39). Si la Palabra de Dios no hubiera venido a ellos, y no hubieran tenido fe, nunca hubiéramos oído hablar de ellos. Hubieran sido solo velas en el viento. Sus vidas no hubieran significado nada, solo neblina que se aparece “por un poco de tiempo, y luego se desvanece” (Santiago 4:14). Pero como la Palabra de Dios vino a ellos y fueron salvos, sus nombres están escritos eternamente en la Biblia. Y hay otro libro en el que se registra el nombre de cada verdadero creyente. Se llama “el libro de la vida” (Apocalipsis 20:15). Si tu nombre no está escrito en el Libro de la Vida tu vida no tendrá más significado o propósito que la de Tiberio César, Poncio Pilato, Herodes, Felipe el tetrarca, Lisanias, Anás o Caifás – Marilyn Monroe u otra pobre “vela en el viento” perdida –

“Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre” (I Juan 2:16-17).

El mundo pasa, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre, ¡su nombre está grabado eternamente en el Libro de la Vida!

Ahora no vengas a mí al cuarto de consejo con una tontería sobre “Cómo tener mi nombre escrito en el Libro de la Vida”. Si hablas sobre eso voy a saber que todavía estás jugando. Registrar tu nombre allí es asunto de Dios, no tuyo. Tu negocio es hacer frente a tu pecado, reconocerlo y confiar en Cristo. Muchas cosas suceden cuando confías en Cristo. Pero no te darás cuenta de la mayoría de ellas en lo absoluto. ¡Ni siquiera te darás cuenta cuando Dios registre tu nombre en Su Libro eterno! Puedes venir al cuarto de consejo buscando un sentimiento, o esperando tener tu nombre registrado, o en busca de una experiencia de algún tipo. Pero si lo haces, irás a casa perdido esta mañana. Es sólo cuando vienes bajo convicción de pecado que buscarás misericordia y perdón a través de Cristo. Es sólo cuando sientes el horror de tu pecado que desearás que “la sangre de Jesucristo su Hijo [te limpie] de todo pecado” (I Juan 1:7).

Tiberio César nunca confió en Cristo. Pilato nunca confió en Él. Los tetrarcas Herodes, Filipo y Lisanias nunca confiaron en Él, como tampoco lo hicieron los tales llamados “sumos sacerdotes” Anás y Caifás. Eran demasiado orgullosos y engreídos parase humillarse, confesar sus pecados, y confiar en el Hijo de Dios. Y así, sus vidas no fueron más que un “neblina que se aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece” (Santiago 4:14). ¿Serás como ellos? ¿No serás nada más que una “vela en el viento”? Esa canción fue escrita sobre Marilyn Monroe. He estado de pie frente a su pequeña tumba muchas veces. No hay nada dentro de esa tumba sino algunos huesos. Sí, el nombre de Marilyn Monroe será recordado por muchos años – junto con Mickey Mouse. ¡Pero ese ni siquiera era su nombre! Su verdadero nombre era Norma Jean Baker. En pocos años no habrá ni siquiera un anciano como yo que recuerde su verdadero nombre. ¿Y tú? ¿Alguien sabrá de ti en cien años? ¿Alguien recordará los problemas y las angustias, las alegrías y los éxitos que tuviste? ¿O, como Norma Jean, no serás más que una vela en el viento? Tu vida no significará nada – absolutamente nada – ¡a menos que dejes tu orgullo, reconozcas tu pecado, y confíes en el Señor Jesucristo! Escucha esas hermosas palabras escritas por el autor de himnos, el Inglés Henry F. Lyte.

Nuestra vida pronto terminará;
   La gloria en la tierra pronto pasará;
Decadencia y mal alrededor de mí;
   Señor que no cambias, morad aquí.
(Traducción libre de “Abide With Me” por Henry F. Lyte, 1793-1847).

Si deseas hablar con nosotros sobre eso, por favor deja tu asiento ahora y ve a la parte de atrás del auditorio. El Dr. Cagan te llevará a un lugar tranquilo donde podamos hablar. Sr. Griffith, por favor canta de nuevo.

Nuestra vida pronto terminará;
   La gloria en la tierra pronto pasará;
Decadencia y mal alrededor de mí;
   Señor que no cambias, morad aquí.

Mantén Tu cruz ante mis ojos al cerrar;
   Brilla en lo oscuro, al cielo guíame:
Llega la mañana la oscuridad se va:
   En vida, en muerte, morad aquí.

Dr. Chan, por favor venga y ore por los que respondieron.

(FIN DEL SERMÓN)
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en www.realconversion.com. Oprime “Sermones en Español”.

Puedes enviar en correo electronico al Dr. Hymers en Ingles a rlhymersjr@sbcglobal.net – o
puedes escribirle a P.O. Box 15308, Los Angeles, CA 90015, Estados Unidos.
Llamale por telefono a (818)352-0452.

La Escritura Leída Antes del Sermón por el Sr. Abel Prudhomme: I Juan 2:15-17.
El Solo Cantado Antes del Sermón por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith:
“Abide With Me” (por Henry F. Lyte, 1793-1847).


EL BOSQUEJO DE

UNA VELA EN EL VIENTO

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

“En el año decimoquinto del imperio de Tiberio César, siendo gobernador de Judea Poncio Pilato, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tetrarca de Iturea y de la provincia de Traconite, y Lisanias tetrarca de Abilinia, y siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto” (Lucas 3:1-2).

I.   Primero, este texto muestra la insignificancia relativa de este mundo,
Santiago 4:14; Lucas 16:23.

II.  Segundo, el texto muestra la importancia de escuchar la Palabra de Dios,
y conocer a Cristo, Mateo 3:4; Hebreos 11:39: Santiago 4:14;
Apocalipsis 20:15; I Juan 2:16-17; 1:7.