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LOS NOMBRES DE JESÚS

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
La Tarde del Día del Señor, 16 de Diciembre, 2012

“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Isaías 9:6).


El Dr. Louis T. Talbot (1889-1976) era el pastor de la gran Iglesia de la Puerta Abierta, cuando estaba al lado de la biblioteca pública, a ocho cuadras al norte de nuestra iglesia aquí en el centro cívico de Los Ángeles. El Dr. R. A. Torrey fue el pastor fundador de esa iglesia, pero se había reducido de 5,000 miembros a sólo unos pocos cientos cuando el Dr. Talbot llegó. Él dirigió la iglesia a través de la Gran Depresión, y él la guió a pagar el edificio y quemar la nota de la hipoteca. Él también la guió a agregar a varios miles de nuevos miembros. Cuando él se retiró el Dr. J. Vernon McGee se convirtió en el pastor. Yo escuché a grandes predicadores en ese edificio de la iglesia, hombres como el Dr. M. R. DeHaan, el Dr. Wilbur M. Smith, el Dr. R. G. Lee, el Dr. G. Beauchamp Vick, y el Dr. Dick Hillis, el celebrado misionero a China y Taiwán. Pero el Dr. Talbot fue el hombre que salvó el edificio de la iglesia durante la Depresión y amplió su alcance enviando cientos de misioneros y obreros nativos, apoyados por su gran iglesia. El Dr. Talbot también fue un predicador muy popular en la radio durante los años de 1930 y 1940. Yo lo conocí, y su esposa habló en nuestra iglesia poco después de su fallecimiento. Esto es lo que el Dr. Talbot dijo:

      Uno de los más bellos coros Navideños que vamos a escuchar...cuando conmemoramos el nacimiento de nuestro Señor será El Mesías de Händel, titulado: “Porque Un Niño Nos Es Nacido”. Aún cuando pensamos en ella, la música suena en nuestros oídos:
      “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Isaías 9:6).
      “Porque un Niño nos es Nacido” es tan hermoso en su manera como el imponente “Coro Hallelujah” – ¡majestuoso, sublime, de adoración! Händel debe haber sido un devoto Cristiano, así como un estudiante de la Biblia, sino nunca podría haber compuesto este bello oratorio, “El Mesías”...Lee sus páginas y encontrarás una recopilación magistral de las profecías del Antiguo Testamento sobre la venida del Salvador y Rey; la historia de Sus sufrimientos, muerte, resurrección y ascensión al Cielo, y las profecías de Su segunda venida en poder y gran gloria...Una lectura cuidadosa de “El Mesías” de Händel mostrará que el músico no sólo fue un maestro de su arte, sino que también amaba a Aquel de quien escribió, recordando que “Su nombre será llamado Admirable, Consejero, Dios Fuerte , Padre Eterno, Príncipe de Paz” (traducción de Louis T. Talbot, D.D., “The Names of Our Lord”).

Los nombres dados a Jesús en la Biblia son muy significativos. Y la Biblia lista muchos de sus nombres: Salvador, Cristo, Cordero de Dios, Emanuel, Hijo de Dios, Hijo del hombre, Verbo, Santo, el Redentor, Síloh, Pacificador, el Buen Pastor, el Nazareno, Carpintero, el Siervo de Jehová, la Rosa de Sarón, el Lirio de los Valles, Señalado entre diez mil, y muchos más. Pero ninguno de Sus nombres son más significativos que los dados por el profeta Isaías – Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Pensemos en estos nombres por algunos minutos esta noche.

I. Primero, Su nombre será llamado Admirable.

Spurgeon dijo que Jesús era admirable en el pasado. Considera Su existencia eterna, unigénito de Su Padre antes de que todos los mundos fueran hechos. De la misma sustancia del Padre. Unigénito, no creado, igual, eterno, “Dios verdadero de Dios verdadero”. La naturaleza divina de Jesús es verdaderamente admirable. Encubierto en carne humana, lo vemos en el pesebre de Belén, un bebé admirable, Dios con nosotros, ¡nuestro Emanuel! Fue admirable en su corta vida en la tierra. Jesús de Nazaret era el Rey de los Cielos. Y sin embargo Él se hizo pobre, despreciado, perseguido y calumniado. Eso no lo puedo entender, pero yo lo amo por eso. Yo le alabaré mientras me quede aliento, por Su sufrimiento, Su condescendencia, para salvar a un pecador como yo. Pero yo nunca lo entenderé. ¡A lo largo de Su vida Su nombre debe ser llamado Admirable!

Pero mirarlo morir en la Cruz. Mirarlo llevar tu pecado en Su propio cuerpo allí. Ver los clavos que perforan Sus manos y Sus pies. Ver Su espalda ensangrentada, azotado y con corona de espinas en la frente. Cómo Él pudo dejar la gloria del Cielo y llegar a tal fin, es lo que me asombra. ¡Tu nombre verdaderamente es Admirable! Jesús, ¿hubo alguna vez dolor como el Tuyo? ¿Hubo alguna vez amor como el Tuyo? Aquí es incomparable amor – amor incomparable para hacerlo sufrir, incomparable poder para poder soportar todo el peso de la ira de Su Padre. Y aquí está la misericordia sin igual, que Él debe sufrir para salvarnos a nosotros hombres pecadores del Infierno que merecemos. “Su nombre será llamado Admirable”.

Pero míralo resucitar de entre los muertos. ¡Dios no dejó Su alma en el Seol, ni permitió que Su Santo vea corrupción! Él se levanta de entre los muertos. Dobla la sábana que tenía en Su rostro y lo coloca cuidadosamente sobre el adoquín. La piedra se mueve, y Jesús sale caminando de esa tumba al sol de la mañana. “Su nombre será llamado Admirable”.

Ahora Él asciende de nuevo a Su Padre. Ellos estiran su cuello para verle subir. Por fin el ángel dice que Él vendrá otra vez – a través de las nubes donde lo vieron elevarse. “Su nombre será llamado Admirable”.

II. Segundo, Su nombre será llamado Consejero.

Cuando Él estaba en esta tierra pocos hombres escucharon Su consejo. Y Su consejo sigue siendo rechazado por el mundo no creyente esta noche. Incluso aquellos de nosotros que le amamos a menudo no miramos a Él en busca de consejo y orientación. Somos obstinados, impacientes y olvidadizos de nuestra total dependencia de Él que “bien lo ha hecho todo”.

Pero cuando Él venga otra vez no va a ser así. Entonces todos los hombres lo llamarán “Consejero”. Cuando Él esté sentado sobre el trono de David, entonces todos los hombres en todas partes lo buscarán y obedecerán Su consejo. Cristo será el Juez justo así como el Rey de Reyes en ese día glorioso. Entonces Él será el Consejero de todo el mundo. Como el Dr. Watts lo dijo tan hermosamente:

Reinará Él por donde el sol
   En su jornada diaria va;
De costa a costa es el reino de Jesús,
   La luna no será ya más.
(Traducción libre de “Jesus Shall Reign” por Isaac Watts, D.D., 1674-1748).

III. Tercero, Su nombre será llamado Dios Fuerte.

Los hombres no lo llaman por ese nombre exaltado hoy en día. Tu profesor de la universidad lo llama un tonto equivocado. Los Hindúes lo llaman un “avatar”. Los Musulmanes lo llaman un simple profeta. Los Testigos de Jehová lo llaman un ser creado. Pero la Biblia lo llama “el Dios Fuerte”. ¡Aleluya! ¡Él es Dios Todopoderoso, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad! Todas las cosas en el Cielo y en la tierra fueron hechas por Él. “Dios Fuerte”. ¡Qué nombre para Jesús!

“Fuerte” – ¡qué palabra! ¡Él es la fuente de toda energía, todo poder, la majestad y fuerza! El poder de Cristo trajo al mundo para que existiera. ¡Su voz trajo el orden del caos, la luz de las tinieblas, vida de la condenación eterna y la muerte! Por el poder de Cristo toda la naturaleza cumple su misión. ¡Cada flor, cada pájaro, cada árbol, cada montaña, cada valle, cada trueno y relámpago habla del poder de Cristo! ¡Su nombre será llamado Admirable, Consejero y Dios Fuerte!

IV. Cuarto, Su nombre será llamado Padre Eterno.

Ese nombre es demasiado alto para mí de explicar. Por lo tanto me inclino frente a Spurgeon, el Príncipe de los Predicadores. Spurgeon dijo, “El nombre propio de Nuestro Señor, en lo que se refiere a la Deidad, no es el Padre, sino el Hijo. No nos confundamos. El Hijo no es el Padre, ni al Padre es el Hijo [esto] debe ser cuidadosamente creído y observado...el Padre no es el Hijo, y el Hijo no es el Padre. Nuestro texto no tiene relación con la posición y los títulos de las tres Personas en relación con cada uno de ellos; no indica la relación de la Deidad a sí misma, sino [más bien] la relación de Jesucristo con nosotros. ¡Él es para nosotros ‘el Padre eterno’!” (traducción de C. H. Spurgeon, “His Name – The Everlasting Father”).

Él es eterno, “el mismo ayer, y hoy, y por los siglos” (Hebreos 13:8). Él siempre fue. Siempre es el mismo. Él es llamado “Padre”. ¿En qué sentido es Jesús el Padre? Él es un Padre federalmente, el jefe de todos los redimidos, como el último Adán. La maldición cae sobre nosotros porque el primer Adán fue la cabeza federal de nuestra raza. Adán fue nuestro padre. Pero ahora que estamos en Cristo, Él es nuestra cabeza federal. Él es el Padre de Su pueblo. Adán no es nuestro “Padre eterno”, pero Jesús es, como jefe del nuevo pacto. Él es el Padre de todos los Cristianos, el Padre de la Cristiandad, el Padre de todo el sistema bajo el cual somos salvos por gracia. Si estás perdido, Adán todavía es tu padre. Pero si has sido salvo por Él, Jesús es ahora tu “Padre Eterno”, y el Salvador de tu alma.

V. Quinto, Su nombre será llamado Príncipe de Paz.

Cuando Jesús nació en Belén los ángeles aparecieron a algunos pastores, y dijeron:

“¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!” (Lucas 2:14).

Jesús vino a darnos paz. Por medio de Él tenemos paz para con Dios. La Biblia dice, “tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” (Romanos 5:1). Es por eso que Él murió en la Cruz, para pagar por nuestros pecados y reconciliarnos con Dios. Él hizo “la paz mediante la sangre de su cruz” (Colosenses 1:20).

Pero cuando Él venga otra vez, a través de las nubes del Cielo, “El Príncipe de Paz” establecerá paz en la tierra. En ese día que “juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra” (Isaías 2:4).

“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Isaías 9:6).

Oro que esta noche confíes en Jesús. Todos estos nombres hermosos demuestran lo que Él puede hacer por ti. Él puede salvar tu alma y llevarte a la gloria. Su sangre puede limpiar al más vil. ¡Su Sangre me limpió mí! Amén. Como Juan el Bautista dijo: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29).

Si quieres hablar con el Dr. Cagan y conmigo sobre cómo ser salvo de tu pecado por Jesús, por favor sal de tu asiento ahora y ve a la parte de atrás del auditorio. Dr. Chan, por favor guíanos en oración.

(FIN DEL SERMÓN)
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en www.realconversion.com. Oprime “Sermones en Español”.

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La Escritura Leída Antes del Sermón por el Sr. Kyu Dong Lee: Mateo 1:18-25.
El Solo Cantado Antes del Sermón por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith:
“What Child Is This?” (por William C. Dix, 1837-1898).