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¡MUTILACIÓN PROPIA!

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Angeles
La Tarde del Día del Señor, 13 de Febrero, 2011

“¿Hasta cuándo te sajarás?” (Jeremías 47:5).


Jeremías se ha llamado “el profeta que llora”. Él dijo: “En secreto llorará mi alma a causa de vuestra soberbia; y llorando amargamente se desharán mis ojos en lágrimas” (Jeremías 13:17). En el libro de Lamentaciones Jeremías dijo: “Lloro; mis ojos, mis ojos fluyen aguas” (Lamentaciones 1:16).

Dios llamó a Jeremías “profeta a las naciones” (Jeremías 1:5). Cuando él oyó a Dios decir eso, “¡Ah! ¡ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño” (Jeremías 1:6). Pero Dios le dijo:

“No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande. No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová. Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu boca. Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos...” (Jeremías 1:7-10).

En los 42 primeros capítulos tenemos cuenta de la predicación de juicio de Jeremías a su propio pueblo, Israel. Él dijo:

“No obstante, este pueblo tiene corazón falso y rebelde; se apartaron y se fueron. Se engordaron y se pusieron lustrosos, y sobrepasaron los hechos del malo; no juzgaron la causa, la causa del huérfano; con todo, se hicieron prósperos, y la causa de los pobres no juzgaron. ¿No castigaré esto? dice Jehová; ¿y de tal gente no se vengará mi alma?” (Jeremías 5:23, 28-29).

Luego en los capítulos 46 al 51, Jeremías predicó contra los pecados de otras naciones – contra los pecados de Egipto, de los Filisteos, de Moab, de los Amonitas, de los de Edom, de Damasco, de Kedar, de Elam y de Babilonia y Caldea.

Aquí en nuestro texto, Jeremías predica contra los pecados de los Filisteos. William MacDonald dijo:

Los Filisteos serían luego aplastados por la invasión de Babilonia en el norte. Luego serian cortados de Tiro y Sidón, y sus grandes ciudades, Gaza y Ascalón, lamentarian, traspasados por la espada del Señor (traducción de William MacDonald, Believer’s Bible Commentary, Thomas Nelson Publishers, 1990, p. 1023; comentarios sobre Jeremías 47:1-7).

Esto nos lleva a nuestro texto al fin de Jeremías 47:5,

“¿Hasta cuándo te sajarás?” (Jeremías 47:5).

Literalmente, ¿hasta cuándo te mutilarás? El Dr. Gill dijo que ellos cortaban “sus caras, brazos y otras partes de su cuerpo, lamentando su triste condición, las palabras de Jeremías significan lo terrible de ello” (traducción literal de John Gill, D.D., An Exposition of the Old Testament, The Baptist Standard Bearer, reimpreso 1989, tomo 5, p. 654; nota sobre Jeremías 47:5).

El profeta Jeremías aquí habla a los Filisteos que estaban a punto de ser juzgados por Dios. Y dice: “¿Hasta cuándo te sajarás?” ¿Cuánto tiempo continuarían para traer los juicios terribles de Dios sobre sí mismos?

“¿Hasta cuándo te sajarás?”

Spurgeon dijo: “Se pregunta con poca esperanza: como si el que se tortura jamás dejaría sino que se mutilaría sin fin” (traducción de C. H. Spurgeon, “The Tender Inquiry of a Friend,” The Metropolitan Tabernacle Pulpit, tomo 34, Pilgrim Publications, edición de 1974, p. 290).

“¿Hasta cuándo te sajarás?”

Aplicaré ésta pregunta a nosotros hoy.

I. Primero, haré esa pregunta a nuestros predicadores.

“¿Hasta cuándo te sajarás?”

Le pregunto eso a los pastores que han cerrado sus servicios de Domingo en la noche. ¿Qué locura es? ¿Por qué mutilas tu iglesia cortando el servicio de la noche? ¿Por qué sajarte así? ¿No sabes lo que esto hizo a los Metodistas y Presbiterianos – supuestas denominaciones “principales”? Cortaron sus servicios del Domingo en la noche en los 1920s y 30s – ¡y cayó su membresía, por millones, en las décadas que siguieron! Ahora sigues sus pasos. ¿A dónde irás? Primero, perderás una ofrenda. Todo pastor debe pensar en eso, tu iglesia perderá miles de dólares cada año cortando la ofrenda del Domingo en la noche. En estos tiempos económicos difíciles, cientos de iglesias cierran por falta de fondos. Cortar la ofrenda del Domingo en la noche contribuirá a la tragedia. Luego se dirá de ti como de Israel antiguo:

“Te perdiste, oh Israel” (Oseas 13:9).

Segundo, soltará a tus jóvenes para irse a otra parte. Los de 18 y más años saldrán el Domingo de noche. ¿A dónde? ¿A otra iglesia que abre el Domingo en la noche? ¿Aprenderán doctrinas extrañas allí? Peor – ¿Harán algo pecaminoso el Domingo en la noche? Tercero, perderás la oportunidad de tener servicio evangelístico el Domingo en la noche. Solo tendrás una hora el Domingo en la mañana para enseñarle a tu propia gente. No tendrás oportunidad de predicarle sermones evangelísticos a los perdidos. En pocos años la pérdida de esta oportunidad evangelística reducirá el número de gente que va a tu iglesia, como a las “principales” iglesias al cortar su servicio del Domingo en la noche.

“¿Hasta cuándo te sajarás?”

Luego, a los padres le pregunto, ¿por qué no le pides a tu pastor que ponga de nuevo el servicio de noche porque tus hijos lo necesitan? ¡No dejes que ellos sean cortados a temprana edad, de la predicación de la Palabra de Dios, y del compañerismo de la iglesia los Domingos de noche! Dile al pastor que tus hijos han sido expulsados de la mitad de las bendiciones que podrían ser suyas. Dile que ellos necesitan un servicio de noche con vida. Con razón el 80% de los jóvenes en nuestras iglesias dejan de asistir, y no vuelven, entre las edades de 18 y 25 años. ¡No tienen qué hacer los Domingos de noche!

“¿Hasta cuándo te sajarás?”

Sí, predico al Internet. Casi treinta mil pastores leen estos sermones todos los meses. Alguien necesita predicarle a los pastores. Y te pregunto, ¿tienes lo que se necesita para reparar tu iglesia? ¡Entonces es hora de que lances tus bosquejos viejos y te pongas a trabajar preparando sermones nuevos todas las semanas! ¡Es hora de pasar una hora en las mañanas orando para que Dios te muestre lo que debes predicar! Es hora de reinventar los servicios de Domingo de noche. Bota la música moderna. Guía los cantos tu mismo. Predica del Infierno, de la depravación total, de la Sangre de Cristo. ¡No dejes que tu iglesia se desvíe! ¡Trabaja duro! ¡Predica hasta que sudes!

Para de comer basura. No bebas sodas. ¡Bebe agua! ¡Bebe té verde! Come desayuno todos los días. No comas tocino. Come avena y claras de huevo. Ponte en forma. Empieza a correr y a nadar. Hazlo todos los días. ¡Rebaja 25 libras – para que puedas predicar hasta sudar! ¡Guía tu iglesia a la victoria!

“¿Hasta cuándo te sajarás?”

¡Predicador, deja de sajarte y lánzate a la obra de Dios! ¡Haz lo que habías empezado a hacer!

II. Segundo, hago esa pregunta a los inconversos entre nosotros.

“¿Hasta cuándo te sajarás?”

Bueno, yo le hablé a los predicadores. ¡Ahora te hablo a ti! Algunos vienen a nuestra iglesia por la fiesta de cumpleaños y la comida. Vienes por lo divertido. No está mal, pero no es suficiente. ¡Si solo vienes por lo divertido, vas al Infierno! Cristo dijo:

“Irán éstos al castigo eterno” (Mateo 25:46).

Allí es donde tú vas – “al castigo eterno” en las llamas del Infierno. Es hora de escuchar los sermones. Cuando te doy el sermón impreso después del servicio, llévalo a casa y léelo vez tras vez. ¡Ponte serio! Empieza a venir el Domingo en la mañana y en la noche – y el Sábado de noche para los estudios Bíblicos y el evangelismo. ¡Ponte en serio! No estés satisfecho con una vida sin significado seguida por la eternidad en el Infierno.

“¿Hasta cuándo te sajarás?”

Ahora le hablo a los que rebeldemente rehúsan volverse de su pecado hacia Jesús. Debe ser duro para ti sentarte aquí Domingo tras Domingo oyendo sermones que te dicen que no tienes esperanza. Te molestará a veces oír las palabras de Cristo:

“El que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”
       (Juan 3:3).

¿Te ha dado gozo y paz tu rechazo de Cristo? ¿Estás contento perdido? Si no eres feliz inconverso, ¿por qué no te esfuerzas “para entrar” a Cristo? (Lucas 13:24). ¿Por qué te sajas al no esforzarte con todo el corazón para entrar a Cristo? ¿Por qué seguir en rebelión pecaminosa? ¿Por qué rehusar venir a Jesús?  “¿Hasta cuándo te sajarás?”

Otros quizá piensen: “Necesito cortarme más. No tengo suficiente convicción para venir a Jesús”. Me parece extraño que la gente vaya al doctor y tome la medicina que le dan sin pelear ni preguntar. Pero cuando vienen al doctor de teología ponen argumentos, y no se toman la medicina. Entonces piensas que necesitas cortarte con más sentimiento antes de venir a Cristo. Te digo que vengas a Cristo ahora pero no lo haces. Quieres más sentimientos. Rehúsas la medicina y sigues enfermo de pecado. Algunos ya son convictos de pecado. Has sido convencido por el Espíritu Santo muchas veces – y te detienes de venir a Cristo – ¡y al detenerte te cortas!

“¿Hasta cuándo te sajarás?”

Joseph Hart lo dijo bien:

Ven cansado y cargado,
   Un caído infidel;
No esperes mejorarte,
   O jamás vendrás a El...
(Traducción de “Come, Ye Sinners” por Joseph Hart, 1712-1768).

Jesús dice: “Venid a mí” (Mateo 11:28). Pero tú dices: “Debo tener sentimientos más profundos y mejor convicción.” “No esperes mejorarte o jamás vendrás a El.”

“¿Hasta cuándo te sajarás?”

Ven a Jesús ahora. Jesús, el Hijo de Dios, fue cortado hasta el hueso en tu lugar, cuando lo azotaron. Cuando lo crucificaron en la Cruz, El fue cortado de manos y pies, en tu lugar, para pagar la pena de tus pecados. No esperes más. Ven a Jesús.

“¿Hasta cuándo te sajarás?”

Ven a Él quien fue crucificado para pagar por tus pecados. Jesús dice: “Y mirarán a mí, a quien traspasaron” (Zacarías 12:10). Deja de mirarte a ti mismo. Mira a Cristo crucificado. ¡Ven a El – y serás salvo!

Tropezando en los montes oscuros del pecar,
   Hacia la llama que atormenta del Infierno,
Oprimido y engañado por los poderes del pecado,
   Oíd la voz de Cristo, “Venid a mi y descansad”.
Venid a mí; descanso os daré;
   Toma mi yugo, óyeme y bendito serás;
Manso y humilde soy, Ven a mi vista;
   Porque mi yugo es liviano, y mi carga ligera.
(Traducción libre de “Come Unto Me” por Charles P. Jones, 1865-1949;
     alterado por el Pastor).

(FIN DEL SERMON)
Tú puedes leer los sermones de Dr. Hymers cada semana en el Internet
en www.realconversion.com. Oprime “Sermones en Español”.

You may email Dr. Hymers at rlhymersjr@sbcglobal.net, (Click Here)
or you may write to him at P.O. Box 15308, Los Angeles, CA 90015.
Or phone him at (818)352-0452.

La Escritura Leída Antes del Sermón por Dr. Kreighton L. Chan: Salmo 32:1-5.
El Solo Cantado por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith Antes del Sermón:
“Come Unto Me” (por Charles P. Jones, 1865-1949).


EL BOSQUEJO DE

¡MUTILACIÓN PROPIA!

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

“¿Hasta cuándo te sajarás?” (Jeremías 47:5).

(Jeremías 13:17; Lamentaciones 1:16;
Jeremías 1:5, 6, 7-10; 5:23, 28-29)

I.   Primero, haré esa pregunta a nuestros predicadores, Oseas 13:9.

II.  Segundo, haré esa pregunta a los inconversos entre nosotros,
Mateo 25:46; Juan 3:3; Lucas 13:24; Mateo 11:28; Zacarías 12:10.