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LA IMPORTANCIA DE LA IGLESIA LOCAL

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
La Mañana del Día del Señor, Septiembre 20, 2009

“Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos” (Hechos 2:47).


Algunas personas pueden decir que le pongo demasiado énfasis a la iglesia local. Pero yo no lo creo. Es mi impresión de que el antiguo énfasis Bautista sobre la iglesia local es exactamente lo que esta generación necesita. Hemos oído tantas ideas confusas sobre el crecimiento de iglesia que estoy muy preocupado. Necesitamos regresar a la enseñanza antigua acerca de la iglesia local. Ninguna otra cosa nos podrá salvar en estos días de confusión y apostasía.

“Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos” (Hechos 2:47).

¿De qué está hablando este verso? Primero te diré de lo que no está hablando. No está hablando de alguna denominación. La iglesia de la que está hablando no es la denominación Metodista, ni la denominación Presbiteriana, ni la denominación Católica. ¡No había denominaciones cuando se dio este verso! Segundo, ¡no está hablando de un edificio de iglesia en el primer siglo! No había edificios de iglesias. Lee el Nuevo Testamento y verás eso bien pronto. Hoy en día, cuando la genta habla de la iglesia, a menudo se está refiriendo a un edificio. Ellos dicen: “¿No es una hermosa iglesia?” Se están refiriendo al edificio. Pero como no había edificios de iglesia cuando se escribió este versículo, no podía estar refiriéndose a eso. ¡La gente en el primer siglo se reunía en hogares para conducir servicios! ¡Así que nuestro texto no podría estarse refiriendo al edificio de iglesia! Tercero, no está hablando de la “iglesia universal”. En este versículo no se halla la idea de eso. ¡Claramente está hablando de personas reales, que realmente se juntaron, en un lugar real, en una iglesia local! Era conocido como “la iglesia que estaba en Jerusalén” (Hechos 8:1).

“Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos” (Hechos 2:47).

No significa que las personas se añadieron a una denominación, o a un edificio de “iglesia”, o que se unieron a la “iglesia universal”. ¡No! ¡Simplemente significa lo que dice: que el Señor añadía a la iglesia de Jerusalén “los que habían de ser salvos”! ¡Significa lo que dice! ¡Dice lo que significa!

La palabra “iglesia” es la traducción al Español de la palabra Griega “ekklesia”. Es una palabra compuesta, que une la preposición “ek” (fuera) y el verbo “kaleo” (llamar), que significa literalmente “los llamados-fuera” (traducción de The Criswell Study Bible, nota sobre Efesios 5:23). El Dr. Criswell señaló que “una ‘iglesia’ es un grupo de personas que, habiendo sido llamadas del pecado y de la incredulidad a la fe en Cristo, han dado testimonio de la fe mediante el bautismo del creyente y se han juntado en un compañerismo voluntario” ( ibíd.). Esa es una buena definición. La iglesia es un grupo de personas que han sido salvas y se han juntado para formar un compañerismo. ¡De eso es lo que Hechos 2:47 está hablando!

“Y el Señor añadía cada día a la iglesia [en Jerusalén] los que habían de ser salvos” (Hechos 2:47).

Esa es la razón por la que a menudo digo: “¿Por qué estar solo? ¡Ven a casa – a la iglesia! ¿Por qué estar perdido? ¡Ven a Jesucristo y sé salvo”. ¿Estoy confundiendo venir a la iglesia con venir a Cristo? ¡Para nada! Digo repetidamente que venir a Cristo y venir a la iglesia son dos cosas separadas. Si vienes a la iglesia sin venir a Cristo irás al Infierno! ¡Sólo Cristo puede salvarte! A menudo cito Hechos 16:31, “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo”. Hacemos esto claro como el agua. La salvación y la membresía de la iglesia son dos cosas separadas. ¿Por qué estar solo? ¡Ven a casa – a la iglesia! ¿Por qué estar perdido? ¡Ven a casa – a Cristo! Aquel lema que usamos lo hace en claro que la salvación y la membresía de la iglesia son dos cosas diferentes.

“Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos” (Hechos 2:47).

He aquí cuatro puntos simples que sacaré a luz esta mañana:

I. Primero, venir a la iglesia curará tu soledad.

Tienes que entender a quien le estoy hablando. ¡Estoy hablándote a ti! Esto sale palabra por palabra en nuestro sitio de la red – a todo el mundo. Puede haber gente que lea esto que no se siente sola. No lo sé. Yo sé que la mayoría de la gente se siente sola hoy en día – al menos en las grandes ciudades. Pero no estoy hablándole al Internet esta mañana. ¡Los que leen esto en nuestro sitio de la red deben entender que estoy hablándote a ti!

Nuestra iglesia hace mucho evangelismo – especialmente en los campos de varias universidades laicas y otros lugares donde los jóvenes se reúnen, en el área de Los Ángeles. Como resultado esta iglesia está llena de universitarios y estudiantes de nivel secundario esta mañana – ¡y te estoy hablando a ti! Sé que estás solo. Todos los jóvenes lo están – y tú también. Y estoy diciendo que Dios no quiere que estés solo. En el Huerto del Edén, Dios dijo: “No es bueno que el hombre esté solo” (Génesis 2:18). Dios creó a Eva de una costilla de Adán para que él no estuviera solo (ver Gn 2:18, 21-22). Dios no quiso que el hombre estuviera solo. Y Dios no quiere que tú estés solo. Esa es una de las razones por las que Dios creó esta iglesia local Bautista del Nuevo Testamento – para que tú no estuvieras solo.

“Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos” (Hechos 2:47).

Dios creó a la mujer para que el hombre no estuviera solo en el Huerto del Edén. Dios creó a la iglesia local para que no estuvieras solo en el mundo hoy en día.

“Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos” (Hechos 2:47).

Por lo tanto, decimos, “¿Por qué estar solo? ¡Ven a casa – a la iglesia!”

¿Estamos mal en decir eso? ¿Hemos de decir, “No le digas eso a los jóvenes. Ellos pueden venir a la iglesia por la razón equivocada”? Bueno, ¡yo prefiero que vengas por la razón equivocada a que no vengas para nada! ¡Puede ser que seas salvado si sigues viniendo! ¡Luego vendrás por la razón correcta!

Si venir a la iglesia porque te sientes solo es la “razón equivocada,” entonces yo mismo vine por la razón equivocada. Cuando yo tenía trece años los vecinos de al lado me invitaron a la iglesia. Yo vine porque estaba solo. Yo continúe viniendo porque estaba solo. Después fue convertido. ¿Qué hay de malo en eso? ¡No hay nada malo con eso!

¡Hagamos la iglesia local un lugar feliz! ¡Hagámoslo el lugar más feliz en la tierra! ¡Cantemos las grandes canciones e himnos del evangelio! ¡Prediquemos sermones del evangelio antiguo – y gritemos “¡Amén!” Sentémonos y comamos la cena (¡no almuerzo! ¡Almuerzo es algo que uno lleva en un saco!). Tengamos “la cena en el recinto de la iglesia,” ¡como lo hacían nuestros antepasados! Tengamos compañerismo al estilo antiguo. Si alguien dice: “¡Bah! ¡Tonterías! El compañerismo es una farsa!” – ¡que se vaya a una esquina y que coma avena fría como Ebenezer Scrooge! Vamos a cantar aquella canción, “Ven a la Cena”. La tercera estrofa de la última canción en tu hoja de canciones. ¡Cantala!

No cuidan te ti los de la gran ciudad;
Y nada te ofrecen, carecen de amor.
Mas tú a Jesús ven y encontrarás,
¡Comida en la mesa y mucha amistad!
A la iglesia ven, en amistad comed;
¡Deleite será, en la mesa al comer!
(Traducción de “Come Home to Dinner”
   por Dr. R. L. Hymers, Jr., coro a la melodia de
     “On the Wings of a Snow White Dove.”)

Muchos jóvenes vinieron para tener “cena en el lugar” de las antiguas reuniones de los siglos dieciocho y diecinueve – cuando Dios envió su poder y aquellos jóvenes que vinieron a cenar se quedaron a escuchar al predicador que golpeaba el púlpito y sacudía la Biblia en el aire – y gritaba el evangelio de Cristo. ¡Necesitamos eso hoy en día!

“Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa” (Lucas 14:23).

Sí, señor, venir a la iglesia curará tu soledad. ¿Por qué estar solo? ¡Ven a casa – a la iglesia! ¡Canta ese coro!

A la iglesia ven, en amistad comed;
¡Deleite será, en la mesa al comer!

II. Pero, segundo, venir a la iglesia no te salvará.

Un evangelista de antaño solía decir: “Ir a la iglesia no te convierte en Cristiano como entrar en un garaje no te convierte en automóvil”. Tenía razón en este punto. Estaba hablando a las personas que pensaban que eran salvas porque iban a la iglesia todos los Domingos. Pero no hay muchas personas así aquí en Los Ángeles hoy en día. Muy pocas personas “modernas” en nuestra ciudad piensan así. Tienen otras falsas esperanzas de salvación hoy en día.

Pero es muy posible que algunos de ustedes aquí esta mañana todavía piensen así. Puede que digas en tu corazón: “Yo voy a la iglesia ahora. Soy salvo”. ¡Oh, no! ¡No pienses eso! ¡Ir a la iglesia no te convierte en Cristiano como entrar en un garaje no te convierte en automóvil!

Cristo dijo: “Os es necesario nacer de nuevo” (Juan 3:7). Debes experimentar el nuevo nacimiento para ser salvo. La Biblia dice:

“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9).

La salvación es por gracia sola. Ninguna obra humana puede salvarte – ni siquiera venir a la iglesia. La única manera de ser convertido es viniendo a Jesucristo, el Hijo de Dios. Jesús dijo:

“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28).

La salvación es por gracia solamente, por fe en Cristo solo. Tú tienes que venir a Jesús y creer en Él con todo tu corazón, “Porque con el corazón se cree para justicia” (Romanos 10:10). Eres convertido al venir a Jesús. Asistir a la iglesia no te salvará.

Nuestro texto dice:

“Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos” (Hechos 2:47).

Eres verdaderamente “añadido a la iglesia” sólo cuando eres salvo. Y eres salvo sólo por creer en Jesús.

“Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo” (Hechos 16:31).

Canta la tercera estrofa y el coro de “Ven a la Cena.”

No cuidan te ti los de la gran ciudad;
Y nada te ofrecen, carecen de amor.
Mas tú a Jesús ven y encontrarás,
¡Comida en la mesa y mucha amistad!
A la iglesia ven, en amistad comed;
¡Deleite será, en la mesa al comer!

III. Tercero, venir a la iglesia te pondrá bajo la predicación del evangelio.

El Apóstol Pablo dijo:

“¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?” (Romanos 10:14).

Fue la predicación de Pedro lo que Dios usó para que tres mil personas fueran salvas en el día de Pentecostés (Hechos 2:37-41). Entonces se añadieron a la iglesia (Hechos 2:41, 47).

“Y se añadieron aquel día como tres mil personas”
        (Hechos 2:41).

Ellos fueron añadidos a la iglesia al ser salvos bajo la predicación de Pedro.

¡Yo todavía creo en la predicación del evangelio! Predico el Evangelio dos veces cada domingo en esta iglesia. Sé que está fuera de moda en muchas iglesias hoy en día. ¡Pero me importa un comino estar “a la moda”! ¡Tengo que predicar para que los jóvenes sean salvos! ¡No creo que jamás veamos avivamiento si no volvemos a predicar el evangelio antiguo en nuestros servicios todos los Domingos!

Pablo le dijo a la iglesia local en Corinto:

“Pero nosotros predicamos a Cristo crucificado”
       (I Corintios 1:23).

Otros pueden contar un cuento para entretener a la gente. Otros pueden dar largas exposiciones de la Escritura. Algunos pueden dar 15 minutos de “mensajes de inspiración”. “Pero nosotros predicamos a Cristo crucificado” (I Corintios 1:23). Aquí en el Tabernáculo Bautista todavía “predicamos a Cristo cruficicado” (I Corintios 1:23). “Pero nosotros predicamos a Cristo crucificado”. ¡No importa lo que otros hagan, seguiremos predicando el Evangelio todos los Domingos!

¿No hará eso a la gente superficial? ¡Seguro que no ha vuelto superficial a nuestra gente! En esta iglesia tenemos algunos de los mejores Cristianos que he conocido. La mayoría de ellos fueron convertidos bajo mi predicación del evangelio, todos los Domingos por la mañana y los Domingos por la noche. Fueron alimentados por mi predicación del evangelio, Domingo por la mañana y Domingo por la noche. Ellos crecieron a ser tremendos Cristianos por mi predicación del evangelio, Domingo por la mañana y Domingo por la noche.

El Sr. Griffith, diácono nuestro, fue salvo bajo mi predicación del evangelio – y es un gran hombre de Dios. Nuestro diácono, Dr. Chan, fue salvo bajo mi predicación del evangelio, y es un gran hombre de Dios. El Dr. Cagan, nuestro tercer diácono, vino aquí poco después de su conversión, y ha pasado 30 años escuchándome a mí predicar el evangelio, todos los Domingos por la mañana y todos los Domingos por la noche. Él es uno de los mejores Cristianos que jamás conocerás. Cada uno de los líderes de nuestra iglesia fue salvó bajo mi predicación del evangelio. No han oído cosa aparte que sermones del evangelio, el Domingo por la mañana y el Domingo por la noche, durante toda su vida Cristiana. Son tremendos Cristianos. ¡Ellos han estado bajo antigua predicación del evangelio!

No, la predicación del evangelio no te hará superficial – ¡a menos que la predicación del evangelio sea superficial! El Dr. Martyn Lloyd-Jones predicó el evangelio todos los Domingos por la noche en su gran iglesia en Londres – y con frecuencia Domingo por la mañana también. Es considerado uno de los más grandes predicadores del siglo veinte. Escuché una grabación de uno de sus sermones de evangelización no hace mucho tiempo. ¡Es absolutamente increíble! ¡Electrizante! Ese tipo de predicación del evangelio no sólo será usada por Dios para convertirte – también te hará un Cristiano fuerte.

La predicación del evangelio te salvará, y te edificará como Cristiano, al igual que lo hizo en los tiempos Bíblicos. Pablo dijo:

“Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado” (I Corintios 2:2).

Sí, ven a casa a la iglesia. Pero también escucha al predicador y ven a Jesús. Escúchame predicar, como las personas lo hicieron en Pentecostés, ¡podrás ser salvo también! Cante el coro, “Ven a la Cena!”

A la iglesia ven, en amistad comed;
¡Deleite será, en la mesa al comer!

IV. Cuarto, venir a la iglesia te enseñará cómo ser buen Cristiano después de que seas salvo.

Se nos dice en Efesios 4:11-16 que los líderes de la iglesia local son dados

“a fin de perfeccionar [equipar] a los santos para la obra del ministerio, para la edificación [construir] del cuerpo de Cristo” (Efesios 4:12).

Dr. Harold B. Sightler dijo:

La iglesia es una agencia de madurez y crecimiento espiritual. Es la responsabilidad de la iglesia madurar a los bebes en Cristo...Somos una agencia de madurez. No tenemos otra opción en el asunto sino darles una mano a los bebés en Cristo a medida que crecen a ser hijos maduros de Dios, lo cual es el propósito y la intención de Dios que sea el creyente. ¿A dónde podrían ir para este tipo de ayuda si no a la iglesia? ¿Dónde podrían encontrar este tipo de amor o de este tipo de ayuda si no en la iglesia? (traducción de Dr. Harold B. Sightler, The Church [La Iglesia], Greenville, SC: Tabernacle Baptist Church, 1983, pp. 41-42).

Joven, entra en esta iglesia Bautista local del Nuevo Testamento, asegúrate de ser convertido, y ponte a trabajar para Cristo. Ve a ganar almas. Compra una Biblia de Estudio Scofield y léela todos los días. Lee toda la Biblia con nosotros.

Billy Graham terminaba cada una de sus emisiones de TV mirando fijamente a la cámara con sus penetrantes ojos azules. Entonces decía: “Y asegúrate de ir a la iglesia el Domingo”. ¿Estaba equivocado Billy Graham en decirle a la gente eso? No, él estaba equivocado en otras cosas, pero no en eso. Digo sin disculpa que Billy Graham tenía toda la razón cuando dijo: “Y asegúrese de ir a la iglesia el Domingo”.

Mi esposa y yo solíamos ir a casa de mi madre y ver Jerry Falwell todos los Domingos después de la iglesia. Escuchamos al Dr. Falwell decir cientos de veces, en casi todos los sermones, “Y ve a la iglesia cada vez que la puerta esté abierta”. He oído a Jerry Falwell decir eso incontables veces en la televisión. ¿Estaba Jerry Falwell equivocado en decirle a la gente que fuera a la iglesia cada vez que la puerta estuviera abierta? ¡No! Creo que estaba equivocado en algunas cosas, pero él no estaba equivocado cuando dijo eso. Digo sin disculpa que Jerry Falwell tenía toda la razón cuando dijo: ¡“Ve a la iglesia cada vez que la puerta está abierta”!

Jim Gent es una antiguo Bautista. Su libro fue endosado por el Dr. Lee Roberson y el Dr. Tom Malone. Jim Gent dijo:

Aunque los hombres prominentes sugieren que la iglesia local está obsoleta y que los tiempos modernos demandan otro programa y plan, podemos decir verdaderamente que los apóstoles fundaron iglesias y no fundaron nada más, y la iglesia local es todavía, hoy en día, ¡el pilar y fundamento de la verdad! Según las Escrituras, la Iglesia sigue siendo el medio que Dios usa para cumplir su programa y plan para esta edad (traducción de Jim Gent, God Says You Need the Local Church, Smyrna Publications, 1994, p. 90).

Joven, ven a Cristo y sé salvo – “Y asegúrese de venir a la iglesia el próximo Domingo”. Joven, ven a Cristo y sé lavado de tus pecados con Su Sangre, “y ven a la iglesia cada vez que la puerta esté abierta”.

¿Por qué estar solo? ¡Ven a casa – a la iglesia! ¿Por qué estar perdido en una vida de pecado? ¡Ven a casa – a Jesucristo! Cante el coro, “Ven a la Cena.”

A la iglesia ven, amistad come;
¡Deleite será, en la mesa al comer!

“Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos” (Hechos 2:47).

Canta la última canción en la hoja de canciones: “Ven a la Cena”.

Jesús te invita, a la mesa aquí;
Ven a la cena, partamos el pan.
Aquí está Jesús, pues que se diga bien,
¡Ven a la cena, partamos el pan!
A la iglesia ven, en amistad come;
¡Deleite será, en la mesa al comer!

Es dulce amistad, y amigos aquí;
En la mesa juntos, gran gozo tendrán.
Aquí está Jesús, pues que se diga bien,
¡Ven a la cena, partamos el pan!
A la iglesia ven, en amistad come;
¡Deleite será, en la mesa al comer!

No cuidan de ti los de la gran ciudad;
Y nada te ofrecen, carecen de amor.
Mas tu a Jesús ven y encontrarás,
¡Comida en la mesa y mucha amistad!
A la iglesia ven, en amistad come;
¡Deleite será, en la mesa al comer!

Jesús te invita, a la mesa aquí;
Ven a la cena y tú comerás.
Amigos te esperan, pues que se diga bien,
¡Ven a la cena, partamos el pan!
A la iglesia ven, en amistad come;
¡Deleite será, en la mesa al comer!
   (“Ven a la Cena,” traduccion de “Come Home to Dinner,”
     por Dr. R. L. Hymers, Jr., coro a la melodia de
       “On the Wings of a Snow White Dove.”)

(FIN DEL SERMON)
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Escritura Leída Antes del Sermón por Dr. Kreighton L. Chan: Hechos 2:41-47.
Solo Cantado Antes del Sermón por Mr. Benjamin Kincaid Griffith:
“Blest Be the Tie That Binds” (por John Fawcett, 1740-1817).


EL BOSQUEJO DE

LA IMPORTANCIA DE LA IGLESIA LOCAL

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

“Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos” (Hechos 2:47).

(Hechos 8:1; Efesios 5:23; Hechos 16:31)

I.   Primero, venir a la iglesia curará tu soledad,
Génesis 2:18; Lucas 14:23.

II.  Segundo, venir a la iglesia no te salvará, Juan 3:7;
Efesios 2:8-9; Mateo 11:28; Romanos 10:10; Hechos 16:31.

III. Tercero, venir a la iglesia te pondrá bajo la predicación
del evangelio, Romanos 10:14; Hechos 2:41;
I Corintios 1:23; 2:2.

IV. Cuarto, venir a la iglesia te enseñará cómo ser buen
Cristiano después de que seas salvo, Efesios 4:11-16.