Print Sermon

El propósito de este sitio de Internet es proporcionar manuscritos de sermones gratuitos y videos de sermones a pastores y misioneros en todo el mundo, especialmente en el Tercer Mundo, donde hay pocos, si es que hay, seminarios teológicos o escuelas Bíblicas.

Estos manuscritos de sermones y videos ahora van a casi 1,500,000 computadoras en más de 221 países todos los meses en www.sermonsfortheworld.com. Otros cientos miran los videos en YouTube, pero rápidamente dejan YouTube y vienen a nuestro sitio de Internet. Los manuscritos de sermones se dan en 46 idiomas a casi 120,000 computadoras cada mes. Los manuscritos de sermones no tienen derecho de autor, así que los predicadores pueden usarlos sin nuestro permiso. Por favor, oprime aquí para aprender cómo puedes hacer una donación mensual para ayudarnos en esta gran obra de predicar el Evangelio a todo el mundo.

Cuando le escribas a Dr. Hymers, siempre dile en qué país vives o él no te podrá contestar. El correo electrónico de Dr. Hymers es rlhymersjr@sbcglobal.net.




LOS HORRORES QUE LES ESPERAN A AQUELLOS QUE
DESCUIDAN LA SALVACIÓN

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
Sábado por la noche, el 18 de Abril del 2009

“¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?” (Hebreos 2:3).


Este texto trae a la mente dos grandes verdades de la Biblia: primero, la grandeza de la salvación proporcionada para ti en Cristo Jesús; y segundo, el horror que le vendrá a aquellos de ustedes que la descuidan.

I. Primero, la gran salvación proporcionada en Cristo.

El Apóstol llama a la grandeza de la salvación proporcionada para ti en Cristo “una salvación tan grande”. Cristo ganó una gran salvación para ti sufriendo en tu lugar. Él ha “pisado solo el lagar” (Isaías 63:3) para ganar tu salvación. En el Huerto de Getsemaní Dios cargó en Cristo tu pecado. Yo creo que fue ahí en Getsemaní que Dios “cargo en Él el pecado de todos nosotros” (Isaías 53:6). Fue en Getsemaní que:

“Estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra”
       (Lucas 22:44).

Fue en el Huerto de Getsemaní que Él empezó a sufrir en tu lugar, para proporcionarte “una salvación tan grande” (Hebreos 2:3).

Entonces ellos le arrestaron. Le llevaron enfrente del sumo sacerdote, y después enfrente del gobernador Romano Pilato. Fue allí donde Cristo dijo:

“Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba; no escondí mi rostro de injurias y de esputos” (Isaías 50:6).

Fue allí donde el Hijo de Dios soportó ser golpeado en la cara, haber tenido pedazos de Su barba arrancados hasta la raíz, ser escupido, y tener Su espalda azotada profundamente hasta que se le miraba el hueso.

“Así que, entonces tomó Pilato a Jesús, y le azotó” (Juan 19:1).

Esto fue hecho por ti. Cristo sufrió en tu lugar, por tus pecados, para proporcionarte “una salvación tan grande” (Hebreos 2:3).

“Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado” (Isaías 53:10).

Entonces ellos tomaron al Salvador ensangrentado al monte Calvario y le clavaron Sus manos y Sus pies a la Cruz, de quien el Apóstol Pedro dijo:

“Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero” (I Pedro 2:24).

“Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios” (I Pedro 3:18).

Él fue a través de la crucifixión y muerte para pagar el castigo por tus pecados, para hacer posible para ti “una salvación tan grande” (Hebreos 2:3).

Aún “una salvación tan grande” no terminó ahí. Él también obtuvo esta gran salvación para ti al levantarse de los muertos. En el tercer día, la mañana del Domingo de Resurrección Dios levantó el cuerpo muerto de Jesús de la tumba,

“El cual fue entregado [a la cruz] por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación” (Romanos 4:25).

El Dr. Gill dijo Él fue resucitado de los muertos,

Para nuestra justificación. Él murió en el [lugar] de su gente, y al morir realizo compensación por sus pecados; él se levanto de nuevo como su…representante… la resurrección de Cristo no adquirió la justificación…esa fue hecha por su obediencia y muerte pero por el [testimonio] de ella, que pueda parecer plenamente que el pecado fue expiado por…y para la aplicación de la misma (Traducido de John Gill, D.D., An Exposition of the New Testament, The Baptist Standard Bearer, 1989 reimpreso, tomo II, p. 448; nota sobre Romanos 4:25).

“Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida” (Romanos 5:10).

Estos entonces, Su sufrimiento y muerte en la Cruz para pagar por tus pecados, y Su resurrección de los muertos para darte vida y justificación y el nuevo nacimiento, hacen disponible para ti “una salvación tan grande” (Hebreos 2:3). Pero hay un segundo pensamiento en nuestro texto.

II. Segundo, los horrores que vendrán sobre aquellos de ustedes que descuidan esta salvación tan grande.

“¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?” (Hebreos 2:3).

Si tú descuidas la salvación que Cristo pone a disposición, no escaparás del horror del Infierno,

“Donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga” (Marcos 9:48).

“Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno” (Mateo 25:41).

“Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego” (Apocalipsis 20:15).

Si tú “descuidas una salvación tan grande” no escaparas los horrores del “lago de fuego”. Serás echado en el, con “el diablo y sus ángeles”, para quienes fue preparado (Mateo 25:41). Yo pienso que entonces el Diablo y los demonios atormentaran tu alma en ese eterno lago de fuego. ¡Es horrible pensar lo que te harán a ti! Además, también, está el horror del fuego mismo. Serás quemado y quemados y quemado – pero nunca consumido – por siempre y por siempre y por siempre.

“¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?” (Hebreos 2:3).

Pero también está el horror, esperándote, de estar de pie enfrente de un Dios santo y justo, sin ninguna excusa – leyendo Él de Sus libros en voz alta el registro de tus pecados – no expiados, no limpiados, porque tú descuidaste la Sangre de Cristo que limpia, porque tú “descuidaste una salvación tan grande” ¡ofrecida a ti gratuitamente por el Hijo de Dios! Quiero que leas lo que te pasará a ti en ese horrible día. Por favor pónganse de pie y volteen a Apocalipsis 20:12.

“Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras”
       (Apocalipsis 20:12).

Se pueden sentar.

Ya que tú has descuidado la Sangre de Cristo, no estará ahí para cubrir tus pecados, y limpiarlos del registro de los libros de Dios. En vez, cada pecado que has cometido, o que hayas pensado, será leído por Dios de Sus libros para condenarte.

“¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?” (Hebreos 2:3).

(FIN DEL SERMON)
Puedes leer los sermones de Dr. Hymers cada semana en el Internet
en www.realconversion.com. Oprime “Sermones en Español.”


EL BOSQUEJO DE

LOS HORRORES QUE LES ESPERAN A AQUELLOS QUE
DESCUIDAN LA SALVACIÓN

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

“¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?” (Hebreos 2:3).

I.   Primero, la gran salvación proporcionada en Cristo, Isaías 63:3;
Isaías 53:6; Lucas 22:44; Isaías 50:6; Juan 19:1;
Isaías 53:10; I Pedro 2:24; 3:18; Romanos 4:25; 5:10.

II.  Segundo, los horrores que vendrán a aquellos de ustedes
que descuidan esta salvación tan grande, Marcos 9:48;
Mateo 25:41; Apocalipsis 20:15, 12.