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¿POR QUÉ TAN POCA PREDICACIÓN SOBRE
GETSEMANÍ EL DÍA DE HOY?

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado en la tarde del Día del Señor, 2 de Abril de 2006
en el Tabernáculo Bautista de Los Angeles

“Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro” (Mateo 26:36).


Yo nunca he oído un sermón sobre Getsemaní. He oído cientos de sermones desde hace 52 años cuando empecé a ir a una iglesia Bautista. Pero nunca he oído ninguno sobre Getsemaní. He oído sermones sobre el Cielo, sermones sobre el Infierno, sermones sobre ganar almas, sermones sobre los milagros de Cristo, sermones de exposición de las epístolas, muchos sermones sobre el Libro de Apocalipsis, sermones de Genesis, Exodo, Levítico, Números, Deuteronomio, Josué, Jueces, Rut, de los libros históricos de la Biblia, de Job, de los Salmos, Proverbios, Eclesiastés, de los profetas mayores y menores, sermones sobre la teología, sobre los dones espirituales, sobre evangelismo, sobre el crecimiento de iglesia, ayuda propia, de motivación, de Navidad, de la Pascua de Resurrección y sobre muchos otros temas - pero nunca he oído a nadie predicar un sermón sobre Getsemaní.

Eso me pareció raro cuando me puse a pensar en ello la otra noche. Después de todo la Biblia tiene mucho qué decir de Getsemaní. Es mencionado en los cuatro Evangelios. En el Evangelio de Mateo se le dedican veintiún versos. Otros veintiún versos hablan de él en Marcos. Quince versos lo describen en Lucas. Y aun Juan que tiene menos que decir, le dedica once versos. Así que no es por falta de material Bíblico que tan pocos sermones se predican sobre Getsemaní. Ni es por falta de material de predicación del pasado. Spurgeon, el príncipe de los predicadores le dedicó cinco sermones completos a este tema, y repetidamente lo usaba como referencia en sus otros sermones. Los sermones de Spurgeon que está completamente dedicados al tema se titulan: “Cristo en Getsemaní,” “Getsemaní,” “El Huerto del Alma,” “La Agonía en el Huerto,” y “La Traición,” pero habló sobre ello a menudo y en detalle, en muchos sermones buenos. Tan a menudo se refería Spurgeon a este tema que si todas sus referencias, al igual que los sermones completos que dio sobre el tema se juntasen, se podría hacer un solo libro. Quizá un día lo haré. Se podría llamar “Spurgeon Habla Sobre Getsemaní”. Yo creo que necesitamos un libro así.

Pero, ¿por qué hay tan poca predicación sobre este tema el día de hoy, que tiene un lugar tan prominente en la Biblia, y al cual tantos sermones se dedicaron en el pasado? ¿Por qué tan pocos el día de hoy? Sugiero tres razones.

I. Primero, los sermones de hoy tienden a ser huecos, pero
Getsemaní es profundo.

Hoy día se trata de uno o dos versos Bíblicos, un par de historias, nada que capture el alma, nada que perturbe a nadie ni les moleste los sentimientos. Dicen: “Hay que alimentar a las ovejas,” pero a menudo se les da de comer una masa insípida. ¿Recuerdas como sabía la masa que te daban de comer cuando eras un chiquillo? ¡No tenía ningún sabor! Y es igual con la mayoría de sermones el día de hoy - sin sabor, sin profundidad, nada para esforzar la mente - ni el corazón.

Pero Getsemaní es profundo - y oscuro. Después de que nuestro Señor Jesucristo había comido la Cena de Pascua en el aposento alto con Sus doce Discípulos, celebró la Cena del Señor con ellos. Luego Judas se salió para traicionarlo, “y era ya de noche” (Juan 13:30). Jesús llevó a los once Discípulos que quedaban fuera del cuarto, al lado del monte al este de Jerusalén, al otro lado del Torrente de Cedrón, al lado del Monte de los Olivos, y hacia los árboles de olivos en el Huerto de Getsemaní. Él dejó a los ocho Discípulos cerca de la entrada del Huerto, pero tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan más adelante, cerca del lugar donde habría de orar. Él quería estar a solas, más adelante en la oscuridad de Getsemaní. Él atravesó por gran agonía al sufrir y batallar en la oración.

Tal vez eso nos da dos razones por la falta de predicación sobre Getsemaní - el sufrimiento y la oración. La gente no quiere oír nada del sufrimiento - ni el propio ni el de nadie más. Y por seguro no quieren oír sobre la oración. Es un tema olvidado. Poca gente asiste a la reunión de oración - si acaso existe tal cosa - en la mayoría de iglesias hoy. Si hay mil personas el Domingo en la mañana, nos sorprenderá ver más de treinta o cuarenta en la reunión de oración. La mayoría de iglesias ya no tienen reunión de oración. Talvez tienen un estudio Bíblico a media semana, si acaso.

¿Sufrimiento? No quieren oírlo. Algunas de las cosas que más inspiran en el mundo hoy están entre los Cristianos que sufren en el Tercer Mundo. Puedes leer de ellos en www.persecution.com. ¿Pero, quién está interesado? No muchos. Hoy en día los sermones tienden a ser huecos. El Getsemaní es oscuro - y profundo. Esa es la primera razón por la cual oímos tan poco sobre ello. Como lo predijo el Apóstol Pablo:

“Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias” (II Timoteo 4:3).

Yo creo que en América y también el mundo occidental han llegado a ese lugar.

II. Segundo, los sermones hoy en día tienden a ser de motivación, pero
Getsemaní es teológico.

Talvez puedas motivar a la gente con un discurso hueco de cómo Cristo alimentó a los cinco mil o caminó en el agua - pero, ¿cómo los motivas con Getsemaní? La mayoría de gente ni siquiera quiere pensar acerca del sufrimiento, así que no lo puedes usar. Tú no quieres que se duerman como los Discípulos, así que no lo puedes usar. El tema no tiene nada en sí que pueda adaptarse para un mensaje de ayuda propia. Así que hoy está olvidado.

El mensaje de Getsemaní no es un mensaje humano. No tiene ninguna conexión humana. Es teológico, no de motivación. Es acerca de Dios y de Cristo, no acerca de ti ni de mi. Mira a Mateo 26:37-38. Él

“comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera. Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte” (Mateo 26:37-38).

“Muy triste” - Spurgeon dijo: “El alma de Cristo estaba enferma y desmayada...sobre cargada con angustia.” Entonces voltea a Marcos 14:33. Aquí leemos que Él

“y comenzó a entristecerse y a angustiarse” (Marcos 14:33).

“Entristecerse” dijo Spurgeon que quiere decir: “que estaba perplejo y asombrado y sorprendido [y] su asombro llegó al extremo del horror como cuando a los hombres se les para el pelo y les tiembla la piel.

Luego lee Marcos 14:34.

“Mi alma está muy triste, hasta la muerte” (Marcos 14:34).

Estaba muy angustiado - al punto de muerte. Spurgeon dijo: “Sus dolores y angustia...solamente pararon a la orilla de la muerte.”

Ahora voltea a Lucas 22:44. Leamos este verso de pie y en voz alta.

“Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra”
     (Lucas 22:44).

Se pueden sentar. Spurgeon dijo: “Esta expresión de la Santa Escritura expone, no una semejanza a algo, sino que la cosa misma. Entonces, nosotros creemos que Cristo sí sudó sangre...si te fijas, no solamente sudó sangre, sino que en grandes gotas; la sangre se coagulaba, y formaba grandes masas. No puedo expresar mejor lo que se quiere decir con la palabra ‘gotas’ - gotas pesadas grandes...cuando se dice ‘caían hasta la tierra’ - muestra su semejanza, así que no solo se quedaban en la superficie y eran absorbidas por sus ropas hasta que se volvió como el becerro rojo que era matado en ese mismo lugar, sino que las gotas caían a tierra. Aquí Él se halla sin comparación. Él era un hombre saludable, como de treinta años de edad...pero la presión mental...puso tal fuerza sobre Él hasta llegar a un punto de emoción no natural, que sus poros expulsaban grandes gotas de sangre que caían en tierra” (traducción libre de The Metropolitan Tabernacle Pulpit,numero 493).

Ahora debemos recordar que todo esto le sucedió a Cristo antes de ser arrestado. Ninguna mano humana le había tocado. Entonces no podemos ver una causa humana por Su agonía en Getsemaní. Ni era algún conflicto con Satanás. Es interesante que Satanás no es mencionado en las narraciones de Getsemaní en los Evangelios. No, la agonía, el sudor con sangre, y la experiencia de llegar cerca de la muerte no parecen ser asaltos Satánicos.

Yo creo que una de las razones porque oímos tan poca predicación sobre Getsemaní es porque la experiencia de Cristo no puede ser entendida por completo por la mente humana. Como lo puso el Puritano escritor de himnos Joseph Hart:

Hablamos mucho de la sangre de Jesús,
¡Mas cuán poco entendemos!
De Sus intensos sufrimientos,
Los angeles no lo pueden comprender.
   (traducción libre de “Thine Unknown Sufferings”
      by Joseph Hart, 1712-1768).

Oímos poco sobre Getsemaní desde nuestros pulpitos porque hoy se le pone muy poca atención a Sus sufrimientos. No tomamos tiempo para preguntarnos por qué Cristo pasó por una experiencia tan terrible, aparentemente sin ser tocado por Satanás, y antes de ser arrestado y torturado por mano del hombre. Solamente la Biblia nos puede responder por qué el Hijo del Hombre pasó por este sufrimiento, tan intenso, tan poco entendido, tan incomprensible al entendimiento humano.

III. Tercero, los sermones de hoy tienden a enfocarse en la obra del hombre,
pero Getsemaní se enfoca en la obra de Cristo.

Yo creo que una de las razones porque oímos tan pocos sermones sobre Getsemaní (o sobre la crucifixión misma) es porque la predicación ha sido profundamente afectada por el “decisionismo.” Los predicadores de antaño se enfocaban en la obra de Cristo para salvarnos. Pero, comenzando con Finney, el enfoque se pasó de la obra de Cristo a la obra del hombre. Ahora en vez de hablar sobre lo que Jesús hace para salvarnos, hablamos sobre lo que nosotros necesitamos hacer para “ser salvos.” Así que el enfoque completo de la predicación ha cambiado - ¡de lo que Cristo hizo para salvarnos, a lo que nosotros necesitamos hacer para salvarnos a nosotros mismos!

Como la mayoría de sermones hoy hablan de la obra del hombre, en vez de la obra de Cristo, se le da poco pensamiento a las grandes doctrinas de la expiación. Y pensando poco sobre la expiación, los sufrimientos de Cristo en el Huerto de Getsemaní se han vuelto en un poquito más que una historia interesante. ¿Para qué molestarse en predicar un sermón entero sobre ello? Es solamente una parte de la narrativa de la vida de Cristo. Así piensan muchos.

Pero esta noche te digo que los sufrimientos de Jesús in Getsemaní yacen en el mero corazón del mensaje Cristiano. Sin tener cierto entendimiento de Getsemaní no podrás comprender el evangelio. A la crucifixión y a la resurrección les falta el propósito y la vida a menos que uno capte el significado central de la agonía y del sudor sangriento de Cristo en el Huerto.

Yo creo que no fue puro accidente que la ruina del hombre comenzó en un huerto - y que el principio de la salvación del hombre comenzó en otro huerto. Los sufrimientos de Cristo en el Huerto de Getsemaní son la respuesta a la caída de Adán en el Huerto de Edén. Y en esa declaración yace el mensaje central de Getsemaní.

¿Por qué padeció Cristo los horrores en aquel Huerto? No fueron de Satanás. No fueron puestos en Él por los soldados Romanos ni por los sacerdotes Judíos. Entonces, ¿por qué Él sufrió así? Deja que Spurgeon te responda. Spurgeon dijo:

No creo que este gran conflicto [en Getsemaní] haya surgido porque nuestro querido Maestro haya temido la muerte, ni porque haya temido el dolor físico ni el oprobio ni la vergüenza que pronto habría de padecer. Pero seguramente la agonía en Getsemaní era parte de la gran carga que ya estaba puesta sobre Él siendo Él el sustituto de su pueblo, fue esto lo que aplastaba su espíritu al punto de la muerte. Él llevaría la carga completa de ello sobre la cruz, pero estoy convencido de que la pasión comenzó en Getsemaní. Tú sabes que Pedro escribe: “quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero,” pero…él llegó al madero cargando aquella terrible carga, y continuó cargándola todavía en el madero. Tú también recuerdas que Pedro en el mismo verso también escribe “por cuya herida fuisteis sanados.” Aquellas heridas no cayeron sobre Jesús cuando estaba en la cruz, fue en el tribunal de Pilato donde Él fue cruelmente azotado. Yo creo que él estaba cargando nuestros pecados...que el peso de ellos comenzó a triturarlo con fuerza múltiple cuando llegó al molino de olivos [de Getsemaní], y que la carga completa yació sobre él intensidad infinita cuando fue clavado en la cruz, y así forzado a clamar en agonía: “Dios mío, Dios mío, por qué me has desamparado?” (traducción libre de C. H. Spurgeon, “Christ in Gethsemane,” The Metropolitan Tabernacle Pulpit, Pilgrim Publications, re-impresión de 1979, tomo 56, p. 145).

El Dr. Gill también en su monumental libro de comentarios que ayuda mucho, dice claramente que la agonía de Cristo en el Huerto era a causa del pero del pecado humano puesto sobre Él allí. Comentando sobre las palabras de Mateo donde Cristo “comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera” (Mateo 26:37), el Dr. Gill dijo:

Sus dolores comienzan ahora, porque no terminaron aquí, sino que en la cruz, no es que esto haya sido solo el principio de sus sufrimientos, ni eran ligeros en comparación a los futuros, sino que eran muy pesados, y parecen ser los más pesados de todos... “y a angustiarse”; con el peso de los pecados de su pueblo (traducción libre de John Gill, D.D., An Exposition of the New Testament, The Baptist Standard Bearer, re-impresión de 1989, tomo 1, p. 334).

De nuevo, escribiendo sobre Lucas 22:44, tocante al sudor Sangriento de Cristo, el Dr. Gill dijo:

No fue el mero miedo de la muerte, ni molestia mental sobre esto lo que le pasaba a nuestro Señor, sino que el sentido que él tenía de los pecados de su pueblo, que fueron imputados en él, y la maldición de la justa ley de Dios, la cual él el aguantó, y especialmente la ira de Dios que entró en su alma (traducción de John Gill, D.D., ibid., pp. 711-712).

Estos predicadores Bautistas de antaño, Spurgeon y el Dr. Gill, nos dan un retrato mucho más claro de lo que pasó en Getsemaní que la mayoría de los escritores modernos que se asustan y tardan en decirnos que nuestros pecados fueron puestos sobre Jesús en el Huerto, y que Él se hizo el portador de nuestro pecado allí, cargando nuestros pecados en Su propio cuerpo, el día siguiente, sobre la Cruz. Yo me paro con Spurgeon y con Gill. Eso fue lo que le pasó al Salvador en Su hora de oscuridad de agonía en Getsamaní. En verdad, ¿qué cosa aparte de cargar nuestros pecados podía haber llevado a Jesús a tal desesperación, y horror, al punto de sudar sangre? Aquí, entonces, en el Huerto de Getsemaní:

“Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros” (Isaías 53:6).

En las próximas horas Él llevaría aquellos pecados del Getsemaní a la Cruz.

“Ciertamente llevó él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores” (Isaías 53:4),

de Getsemaní, a los azotes de Pilato, y a la misma crucifixión.

Nadie jamás expresó “Tus Sufrimientos Desconocidos” de Cristo en Getsemaní más elocuentemente que el escritor de himnos, comprado-con-Sangre Joseph Hart (1712-1768).

Hablamos mucho de la sangre de Jesús,
¡Mas cuán poco entendemos!
De Sus intensos sufrimientos,
Los angeles no lo pueden comprender.

¿Quién habrá de comprender
Su principio o su fin?
Es solamente Dios quien
Por completo los conoce.

¡Ved al Hijo de Dios sufriendo,
Resollando, sudando sangre!
¡Infinita profundidad de amor divino!
Jesús, ¡cuan grande amor el tuyo!
   (traducción libre de “Thine Unknown Sufferings”
      por Joseph Hart, 1712-1768).

Ahora mi querido amigo, ¿ves cuan lejos nos lleva Getsemaní del pensamiento huevo de que puedes contribuir en algo, o tomar una “decisión” que te ayude a ponerte bien con Dios? Tú no tienes con qué contribuir. Tus “decisiones” y “dedicaciones” son baratijas y obras humanas sin valor. Olvídate de estas formas hechas por el hombre y arrójate sobre Jesús. Él ya tuvo todo el sufrimiento necesario para expiar por tu alma. Él ha pagado el precio completo por tu pecado. Ven a Él y toda tu suciedad se removerá instantáneamente por el “Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29). Ven a Él esta noche en fe simple y todo estará bien entre tú y Dios, porque Jesús ha pagado el precio completo de tu salvación del pecado. ¿Vendrás a Él esta noche? Te pido que lo hagas antes de dejar este edificio. Ven a Jesús, “El Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.”

(FIN DEL SERMÓN)
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La Escritura Leída por Dr. Kreighton L. Chan Antes del Sermón: Mateo 26:36-39.
El Solo Cantado por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith Antes del Sermón:
“Thine Unknown Sufferings” (por Joseph Hart, 1712-1768).


EL BOSQUEJO DE

¿POR QUÉ TAN POCA PREDICACIÓN SOBRE
GETSEMANÍ EL DÍA DE HOY?

por Dr. R. L. Hymers, Jr.


“Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro” (Mateo 26:36).

I.   Los sermones de hoy tienden a ser huecos, pero Getsemaní es
profundo, Juan 13:30; II Timoteo 4:3.

II.  Los sermones de hoy e tienden a ser de motivación, pero Getsemaní
es teológico, Mateo 26:37-38; Marcos 14:33-34; Lucas 22:44.

III. Los sermones de hoy tienden a enfocarse en la obra del hombre,
pero Getsemaní se enfoca en la obra de Cristo, Mateo 26:37;
Isaías 53:6; Juan 1:29.