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PERO NOÉ HALLÓ GRACIA – PARTE II

(SERMÓN #83 SOBRE EL LIBRO DE GÉNESIS)

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
La Tarde del Día del Señor, 22 de Junio de 2014

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

“Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová”
(Génesis 6:8).


Génesis 4:26 ha sido mal interpretado por los eruditos Cristianos desde que los Padres de la Iglesia lo entendieron mal. Puedes ver que hay una confusión sobre la forma en que ha sido traducido al leer el margen central de la Biblia Reina Valera. El versículo dice: “Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová”. Pero la traducción alterna en el margen de la Reina Valera dice: “Llamarse por el nombre de Jehová”. Los antiguos rabinos lo entendieron correctamente. Dijeron que significaba: “Entonces los hombres comenzaron a llamar a sus ídolos por el nombre de Jehová”. El escritor Cristiano Jerónimo (347-420) dijo que esta era la interpretación de los antiguos rabinos, y tenemos muchas referencias a esto en sus escritos.

Esto significa que los patriarcas en Génesis cinco, con la excepción de Enoc, llevaron la civilización Setita más y más profundamente a la apostasía. Entonces, en los primeros siete versículos de Génesis seis, vemos cómo mucha gente se volvió completamente poseída por demonios y otras fueron influenciadas por demonios.

“Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal” (Génesis 6:5).

Ya que fueron dominados por Satanás, Dios destruyó la humanidad. Llegó a estar tan mal que al final sólo había una familia que escapó Satanás – Noé y su familia.

“Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová” (Génesis 6:8).

Ahora es aquí donde la historia de Noé debe volverse muy interesante para nosotros hoy. Jesús dijo:

“Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:37-39).

“Mas como en los días de Noé, así será también la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:37). Los días de Noé fueron un tiempo en que el mundo estaba dominado por Satanás y lo demoníaco. Este fue el resultado de la creciente apostasía que se inició en el tiempo de la vida de Set, cuando los patriarcas y su gente entraron a un tiempo de idolatría, como los antiguos rabinos señalaron (oprime aquí para leer “Apostasía en los Días de Noé – Parte I,” que da las fuentes de este punto de vista).

¡La gente en la época de Noé estaba entregada al materialismo, y estaba ciega a las advertencias del juicio porque estaba controlada y cegada por Satanás!

“Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová” (Génesis 6:8).

Vamos a ver esto más de cerca a la luz de la declaración de Jesús: “Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:37).

I. Primero, Noé en un tiempo de religión apostata.

Ahí es donde esta sección de la Escritura se hace tan importante para nosotros hoy en día. En Génesis 6:11 la Biblia dice:

“Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia” (Génesis 6:11).

Eso suena muy parecido a nuestra sociedad. Se ha puesto tan mal que Patrick J. Buchanan escribió un libro sobre el tema llamado: La Muerte del Occidente [The Death of the West] (St. Martin’s Press, 2002). Aunque no siempre estoy de acuerdo con él, el título por sí solo cuenta la historia – ¡la muerte del Occidente!

Pocos años antes, el gran teólogo evangélico Dr. Carl F. H. Henry escribió un libro titulado: El Ocaso de una Gran Civilización: Flotando hacia el Neo-Paganismo [Twilight of a Great Civilization: the Drift toward Neo-Paganism] (Crossway Books, 1988). Ambos dicen que la fundación Cristiana del Occidente ha sido carcomida – y ya no existe como una fuerza poderosa en nuestra nación. El Dr. Robert Jeffress ha escrito un libro escalofriante sobre el final de los Estados Unidos como lo conocemos ahora llamado, Los Últimos Destellos del Ocaso [Twilight’s Last Gleaming] (Worthy Publishing, 2011). Él es el pastor de la Primera Iglesia Bautista de Dallas, Texas. Todo predicador debería leerlo.

¿Cómo sucedió esto? ¿Cómo se desviaron Los Estados Unidos y el mundo Occidental hacia el paganismo en el que vivimos hoy en día? De la misma manera que sucedió en la época de los patriarcas, antes de Noé y el Gran Diluvio. Alguien importante, tal vez el mismo Set, introdujo la idolatría. ¡Desde ese momento la religión falsa se comió la fundación de la sociedad, y las fuerzas de Satanás tomaron el control!

“Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:37).

Estoy convencido de que el peor ataque contra la Cristiandad de los últimos doscientos años vino de Charles Grandison Finney (1792-1875). Finney atacó la teología Protestante desde el momento en que afirmó haber sido salvo. Él arrogantemente se jactó de que su teología era la única manera verdadera, y que todos los Reformadores y todos los grandes evangelistas y predicadores antes de él estaban equivocados. Él arremetió contra todos los teólogos Protestantes anteriores a él, y dijo que lo que escribieron fue sólo “ficción teológica” (Autobiografía, p. 57). Rechazó la salvación por gracia, e insistió en que cualquier persona, en cualquier momento, podría ser salvo por su propio escoger, por una decisión de “aceptar a Jesús”. Iain H. Murray dijo:

El mismo Finney estaba profundamente consciente del contraste radical entre su propia predicación y la ortodoxia de su época. En 1835 él estaba listo para decirle a sus oyentes que estaba presentando lo que era prácticamente una nueva teología de la conversión: [Finney dijo] ‘La verdad es que muy poco del Evangelio ha salido al mundo por estos cientos de años, sin ser tapado y oscurecido por la falsa teología’ (traducción de Iain H. Murray, Revival and Revivalism: The Making and Marring of American Evangelicalism 1750-1858), The Banner of Truth Trust, 1995, p. 246).

Esa es una posición increíblemente arrogante. ¡En su orgullo, Finney puso sus puntos de vista por encima de los de Jonathan Edwards, George Whitefield y todos los líderes del Primer Gran Despertamiento! ¡Qué arrogante orgullo tenía el hombre! El Dr. Michael S. Horton dijo:

Él no sólo es un enemigo del Protestantismo evangélico, sino del Cristianismo histórico (traducción de Michael S. Horton, Ph.D., “The Legacy of Charles Finney,” from Modern Reformation Magazine, computer net posting, April 1, 1996).

Finney era un hereje Pelagiano que enseñaba que los hombres y mujeres perdidos podían ser salvos por una decisión humana. Por lo tanto, él fue el autor del moderno “Decisionism” (oprime aquí para leer la definición en Inglés del “Decisionismo”).

El “Decisionismo” en sus diversas formas se ha comido el corazón de todas las ramas del Protestantismo, al igual que a los Bautistas y Pentecosteces. Se halla virtualmente en toda la predicación evangelistica, incluso la “Salvación por Señorío” de Paul Washer y John MacArthur, así como en los “llamados al altar” de Billy Graham y todos los demás como él..

Así Finney fue la primera “cabra de Judas” que Satanás usó para guiar la Cristiandad en el mundo Occidental a la destrucción que vemos hoy, en lo que el Dr. Carl F. H. Henry llamó, El Ocaso de una Gran Civilización: Flotando hacia el Neo-Paganismo [Twilight of a Great Civilization: the Drift Toward Neo-Paganism] (ibid.). Oprime aquí para leer nuestro libro, La Apostasía de Hoy: Cómo el Decisionismo está Destruyendo Nuestras Iglesias.

“Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:37).

II. Segundo, Noé fue salvo por gracia, no por una “decisión” propia.

“Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová” (Génesis 6:8).

¡Ah, “pero”! “Pero” a menudo es una buena palabra en la Biblia. “Pero Noé halló gracia”. Todo iba mal. El mundo estaba en un desorden espiritual. No había ninguna esperanza. En comparación a nuestro día, podrías decir, si hubieran habido escuelas, todas hubieran enseñado la evolución. Si hubieran habido seminarios, todos ellos hubieran enseñado el liberalismo. Si hubieran habido periódicos, todos ellos hubieran editado y quitado la verdad. ¡Oh, sí! ¡Benghazi! ¡El escandalo del IRS! La obstrucción de Justicia del Fiscal General Eric Holder. ¡Oh, sí – la presidencia imperial de Obama! Sí hubiera habido predicadores, hubieran dicho: “Dios ha muerto”, o hubieran dado caramelos de veneno como Joel Osteen. Si hubieras tenido amigos, ellos hubieran hablado mal de ti a tus espaldas. Si te hubieras casado tu esposa te hubiera dejado. Si hubieras tenido hijos ellos te hubieran tratado como basura, y te hubieran enviado un correo electrónico, de vez en cuando, pero nunca te hubieran visitado. ¡Todo estaba mal! ¡IGUAL QUE AHORA! La Biblia dice:

“Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra y…que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal” (Génesis 6:5).

¡Qué desorden! ¡Todo era un desorden!

“Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová” (Génesis 6:8).

Nota, que dice: “Noé halló gracia”. La gracia le fue dada a Noé. La gracia que salva no cayó sobre todas las personas en la tierra. Algunos predicadores dicen que Dios derrama gracia salvadora sobre todo el mundo. Entonces ¿por qué no todos en el mundo son salvos? No lo entiendo por completo – pero sé que la gracia de Dios sí transforma a algunas personas. Pero otras personas continúan pensando y viviendo equivocadamente. Ellos pueden decir: “¡Alabado sea el Señor!” ¡Pero no hay vida en ellos, ni poder moral, nada para sacarlos de la manada y hacerlos diferentes – nada dentro de ellos para hacerlos Cristianos verdaderos!

Te digo – Noé era diferente. No había nadie como él en esta tierra. ¿Por qué? ¡Porque Dios sabía su nombre, y Dios lo llamó por gracia! ¡Por eso! “Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová”.

Después, Dios le dijo a Moisés: “por cuanto has hallado gracia en mis ojos, y te he conocido por tu nombre” (Éxodo 33:17). ¡Dios no tiró la gracia alrededor como polvo de hadas en el desierto cuando Moisés estaba afuera en el desierto! ¡No! Dios conocía a ese hombre por nombre. ¡Y Dios le dio a ese hombre gracia! ¡Y eso es exactamente lo que le sucedió a Noé también!

No creas que Noé recibió la gracia de Dios porque él era bueno. Noé no era perfecto. ¡Él no se “ganó” la gracia de Dios! No fue por eso que recibió la gracia de Dios. Antes de la creación del mundo Dios escogió a Noé. Dios no lo eligió porque era mejor. No sabemos por qué Dios lo escogió. Es un misterio, en la mente de un Dios soberano. Dios escogió a Noé por la gracia libre y soberana. Noé era bueno porque Dios lo escogió. Si Dios no lo hubiese escogido, él hubiera estado perdido como los demás.

Un gran himno antiguo lo dice todo:

Nada bueno hay en mí
   que gane Su favor –
Mi manto lavaré
   en la Sangre del Señor.
Lo pagó Jesús,
   se lo debo yo.
   Del pecar la mancha en mí
Su Sangre me lavó.
   (“Jesus Paid It All” por Elvina M. Hall, 1820-1889).

John Newton dijo:

“Sublime gracia que salvó
      Tan vil ser como yo”.

¡Sí! ¡Es “Sublime gracia”! ¡Cuando miras tu vida y te das cuenta que después de todo eres un verdadero Cristiano – es asombrante! A veces pienso en eso. Pienso en todos los jóvenes con los que fui a la escuela secundaria. Pienso en todos aquellos jóvenes con quienes asistí a la iglesia en Huntignton Park. Ellos tenían mejores familias que yo. Tenían mejores hogares, mejores ropas, mejores autos, todo era mejor. ¡Y sin embargo aquí estoy predicándoles a ustedes esta noche!

Me siento tan mal cuando pienso en ellos. Ellos “se deslizaron a través de las grietas”. Sus vidas se acabaron. ¡La mía apenas empieza! No puedo explicarlo. ¡No sé por qué Dios me eligió! Pero lo hizo. ¡Y aquí estoy! ¡Soy un vil salvo por la soberana gracia de Dios!

¡Y te puedo decir que no tengo nada de que jactarme – ni una sola cosa! ¡Yo no soy salvo porque hice una decisión! ¿Estás bromeando? ¡Hice más de cincuenta “decisiones” y cien “re-dedicaciones” y todavía estaba perdido! No sé cómo llegué a ser salvo. ¡Pero sé que yo no tuve nada que ver con eso! Me sentía pecaminoso y corrompido. Dios me hizo sentir así. ¡Entonces Jesús vino, y Él me salvó! Él me lavó lipió con Su Sangre. Yo no tuve nada que ver con eso. ¡¡¡YO FUI SALVO POR GRACIA!!! “No por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:9).

“Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová (Génesis 6:8).

¿Por qué? ¿Qué había acerca del carácter de Noé que lo hizo encontrar gracia? ¡Nada! ¡Nada en absoluto! Su padre era Lamec. Lamec tuvo muchos otros hijos e hijas (Génesis 5:30). Pero todos ellos se ahogaron en el Gran Diluvio. Sí, ¡todos ellos se ahogaron en ese Diluvio! ¿Por qué fue Noé el único en su familia que se salvó? Simplemente, ¡él recibió gracia y ellos no! “Pero Noé halló gracia…” ¡Esa es la respuesta! ¡Noé fue salvo por gracia, y el resto no fue salvo por gracia! ¡Noé fue el que Dios escogió salvar, y ellos no fueron los que Él escogió salvar! ¡Es asombrante! Esa es la razón por la que Newton dijo:

Sublime gracia que salvó
      Tan vil ser como yo.

Escucha a Génesis 5:30.

“Y vivió Lamec, después que engendró a Noé, quinientos noventa y cinco años, y engendró hijos e hijas” (Génesis 5:30).

Lamec era el padre de Noé. Él tuvo muchos hijos e hijas. Todos se ahogaron en el Diluvio. “Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová” (Génesis 6:8). Algunos de ustedes tienen hermanos y hermanas que están perdidos. estás salvo – pero ellos están perdidos. ¿Por qué? La gracia de Dios. La gracia de Dios te salvó a ti, pero Su gracia no los salvó a ellos. ¿Por qué? Eso es un misterio – el misterio de la elección. Tú fuiste uno de los elegidos de Dios – y ellos no. “¡Sublime gracia! ¡Que salvó, tan vil ser como yo!”

III. Tercero, el corazón de Noé fue cambiado por la gracia de Dios.

¡La gracia de Dios hizo que temiera! La Biblia dice que Noé actuó “con temor” (Hebreos 11:7). Eso es lo primero que hace la gracia en tu vida si eres uno de los elegidos. Él pone el temor en tu corazón, si eres uno de los elegidos. La Biblia dice: “Cuando él venga, convencerá al mundo de pecado” (Juan 16:8). Lutero habló de pecadores que estaban “aterrorizados” por la Ley de Dios. ¡Yo creo que él tenía razón! La Biblia dice:

“El principio de la sabiduría es el temor de Jehová” (Proverbios 1:7).

Los comentadores modernos por lo general diluyen eso y dicen que es “impresión” en lugar de temor. Pero es bueno que la Biblia arroje luz sobre los comentarios cuando dice:

“Mi carne se ha estremecido por temor de ti, Y de tus juicios tengo miedo” (Salmo 119:120).

Los antiguos Puritanos y pietistas Luteranos dirían con John Newton:

Su gracia me enseñó a temer,
      Mis dudas ahuyentó.

La convicción y el temor son los que están ausentes del decisionismo moderno. De hecho, sin convicción de pecado y temor de Dios automáticamente te convertirás en un “decisionista”. El hombre por naturaleza es “decisionista”. Sin el temor de Dios y la convicción de pecado naturalmente te volverás al “decisionismo”. Caín era decisionista. La gente en el día de Noé era decisionista. Nadab y Abiú fueron quemados en el fuego de Dios por el “decisionismo” de ellos. ¡Judas era un decisionista! Todos ellos fueron al Infierno. Escuchamos a la gente decir: “¿Cómo vengo a Jesús? ¿Cómo vengo a Él? Les decimos que no es necesario saber cómo. Se van perplejos y confundidos. Y la próxima vez que los vemos dicen la misma cosa – “¿Cómo vengo a Él?” Y eso va a seguir y seguir y seguir – a menos que el Espíritu de Dios los hiera con temor en sus corazones, y los traiga bajo convicción de pecado.

Será sólo un círculo interminable de aprendizaje y fracaso – aprendizaje y fracaso – aprendizaje y fracaso – a menos que el Espíritu de Dios te aterrorice y te convenza de pecado. Sólo cuando estás profundamente convencido del pecado de tu corazón – sólo cuando temas a Dios – sólo entonces verdaderamente querrás a Jesús. Cuando realmente lo quieres a Él es fácil venir a Él por la gracia de Dios. Pero, no importa lo que digas, hasta que le temas a Dios, y estés profundamente disturbado por tu pecado – tú realmente no querrás a Jesús. Tú solo dirás que lo quieres a Él. Podrás continuar por años, como una rata en una rueda, en su jaula, a menos que Dios te sacuda y te despierte para que le temas a Él y odies tu pecado.

“Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová” (Génesis 6:8).

No es de extrañar que fuera tan fácil para Noé entrar en el arca. ¡Estaba aterrorizado del Diluvio! Y tú vendrás a Jesús muy fácilmente cuando estés hastiado del pecado en tu corazón y aterrorizado del juicio venidero – ¡pero no antes! ¡No verás la importancia de Jesús en la Cruz por ti, pagando por tu pecado, a menos que estés hastiado con el pecado en tu corazón y en tu vida! ¡Oh, que confíes en Jesús ahora! ¡Jesús está listo para salvarte! ¡Jesús quiere salvarte! ¡Deja de dudar! ¡Para de tratar de “entender” cómo venir a Él! ¡Lánzate sobre Jesús y Él inmediatamente lavará tus pecados con Su Sangre! Que le digas a Jesús:

¡Vengo ya, Jesús! ¡Vengo hacia Tí!
   Lávame en tu Sangre que fluyó, Señor, por mí.
(“I Am Coming, Lord” por Lewis Hartsough, 1828-1919).

¡Jesús está listo para lavarte limpiarte ahora mismo!

Venid pecadores viles, que en quebranto os encontráis;
   Jesús quiere ya salvaros, compasivo y fuerte es.
¡Jesús puede, Jesús puede, y Él quiere, no dudéis!
   ¡Jesús puede, Jesús puede, y Él quiere, no dudéis!
(Traducción libre de “Come, Ye Sinners”
   por Joseph Hart, 1712-1768).

Si quieres hablar de esto con nosotros, ve a la parte de atrás del auditorio ahora. Dr. Cagan te llevará a otro cuarto donde podamos hablar. Dr. Chan, por favor ore para que alguien confíe en Jesús esta noche. Amén.

(FIN DEL SERMÓN)
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La Escritura Leída Antes del Sermón por el Sr. Abel Prudhomme: Génesis 6:1-8.


EL BOSQUEJO DE

PERO NOÉ HALLÓ GRACIA – PARTE II

(SERMÓN #83 SOBRE EL LIBRO DE GÉNESIS)

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

“Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová”
(Génesis 6:8).

(Génesis 4:26; 6:5; Mateo 24:37-39)

I.   Primero, Noé vivió en un tiempo de religión apostata,
Génesis 6:11; Mateo 24:37.

II.  Segundo, Noé fue salvo por gracia, no por una “decisión” propia,
Génesis 6:5; Éxodo 33:17; Efesios 2:9; Génesis 5:30.

III. Tercero, el corazón de Noé fue cambiado por la gracia
de Dios, Hebreos 11:7; Juan 16:8; Proverbios 1:7; Salmo 119:120.