Print Sermon

El propósito de este sitio de Internet es proporcionar manuscritos de sermones gratuitos y videos de sermones a pastores y misioneros en todo el mundo, especialmente en el Tercer Mundo, donde hay pocos, si es que hay, seminarios teológicos o escuelas Bíblicas.

Estos manuscritos de sermones y videos ahora van a casi 1,500,000 computadoras en más de 221 países todos los meses en www.sermonsfortheworld.com. Otros cientos miran los videos en YouTube, pero rápidamente dejan YouTube y vienen a nuestro sitio de Internet. Los manuscritos de sermones se dan en 46 idiomas a casi 120,000 computadoras cada mes. Los manuscritos de sermones no tienen derecho de autor, así que los predicadores pueden usarlos sin nuestro permiso. Por favor, oprime aquí para aprender cómo puedes hacer una donación mensual para ayudarnos en esta gran obra de predicar el Evangelio a todo el mundo.

Cuando le escribas a Dr. Hymers, siempre dile en qué país vives o él no te podrá contestar. El correo electrónico de Dr. Hymers es rlhymersjr@sbcglobal.net.




ADÁN, ¿DÓNDE ESTÁS TÚ?

Un sermón escrito por el Dr. R. L. Hymers, Jr.
y predicado por el Rev. John Samuel Cagan
en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
La Mañana del Día del Señor, 29 de Abril del 2018

“Mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás” (Génesis 2:16-17).


El primer hombre Adán fue creado por Dios en perfecta inocencia. Fue colocado en un hermoso Huerto. Cada árbol en ese Huerto era bueno para comer. Adán podía alcanzar y coger comida deliciosa. No tenía preocupaciones ni enemigos en aquel precioso Huerto. Todos los animales y aves eran vegetarianos. No había ninguno que pudiera lastimar al hombre o hacerle daño de alguna manera. El hombre era vegetariano, así que no tenía necesidad de matar animales para comer su carne. Todo en el Huerto del Edén era pacífico. No había tormentas para esconderse, pues nunca llovía. “Subía de la tierra un vapor, el cual regaba toda la faz de la tierra”. (Génesis 2:6). El hombre no tenía nada de qué preocuparse. No había enfermedades que lo enfermaran. No tenía enemigos que lucharan contra él, ni animales que temer. Era un paraíso perfecto.

Y Adán no tenía pecado que lo molestara. No tenía naturaleza pecaminosa dentro de él, ningún problema psicológico que le preocupara. Adán estaba en paz consigo mismo. Adán estaba en paz con Dios. Era un paraíso perfecto. Ni siquiera necesitaba preocuparse por encontrar una joven. Dios hizo una joven perfecta, hermosa y agradable para consolarlo y ayudarlo como su esposa. Así que nunca estaba solo. Ya que ella era perfecta, no había posibilidad de que rompiera su corazón, no había posibilidad de que ella lo dejara, ninguna posibilidad de que ella dejara de amarlo. Ya que no había pecado, ella satisfacía todos sus deseos sin desagradar a Dios. Era un paraíso perfecto.

Dios le hablaba todos los días en perfecta armonía. Entonces nunca fue tentado. No necesitaba hacer nada para apaciguar la ira de Dios, porque no había ira que apaciguar. Vivía con una mujer hermosa que lo amaba. Vivía en un Huerto lleno de comida deliciosa. Estaba en paz con Dios. Era un paraíso perfecto.

Y Dios le dio una sola ley. Y era una ley muy fácil para él obedecerla. Sólo un mandamiento muy fácil de obedecer. Y Dios le dijo: “De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás” (Génesis 2:16-17). Eso es todo lo que Dios le pidió. Todo lo que tenía que hacer era no comer el fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal. Era una ley muy fácil de obedecer. Era un paraíso perfecto.

Sin embargo, había una tercera persona en el Huerto. Satanás estaba allí. Había sido uno de los ángeles en el Cielo. Pero él se rebeló contra Dios y fue arrojado a la tierra. Satanás es el enemigo de Dios. Pero Adán fue protegido de él por el Señor. La única forma en que Satanás podía herir el corazón de Dios era conseguir que Adán se rebelara contra Dios también.

Había dos árboles que eran los más importantes en ese Huerto. El primero era el árbol de la vida. Si Adán continuaba comiendo el fruto de ese árbol, viviría para siempre en el paraíso del Edén (Génesis 3:22). Pero si comiese el fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal, moriría. Era un paraíso perfecto – con una sola ley que obedecer – comer del árbol de la vida y vivir para siempre. Ese era el lado positivo de la ley. Comer del árbol de la ciencia del bien y del mal y morir. Ese era el lado negativo de la ley. Era una ley muy simple – y fácil de obedecer. Come de este árbol y vive para siempre. Come del otro árbol y morirás. Era un paraíso perfecto con una, y sólo una, ley que obedecer – una ley muy, muy fácil de obedecer.

Ahora, porque Dios protegía a Adán y a su esposa, Satanás no podía hacerles daño. Todo lo que podía hacer era tentarlos, tentarlos a romper esa simple ley. Satanás no era una serpiente retorcida. Eso sucedió más tarde cuando Dios maldijo la serpiente. Pero ahora, en este momento, Satanás había entrado en alguna criatura en el Huerto. Como más tarde, él y sus demonios entraron en los cerdos a las órdenes de Jesús. Aquí, sin embargo, apareció como “un ángel de luz” (II Corintios 11:14).

No sabemos cómo era la serpiente original. Pero sabemos que tenía piernas. Y sabemos que debe haber sido una criatura que veían seguido en el Huerto del Edén, porque Eva no le tenía miedo. También sabemos que Satanás entró en este animal y habló por su boca a la esposa de Adán. Ella no se sorprendió cuando habló con ella. Probablemente había hablado con ella muchas veces y se había acostumbrado a hablar con ella. Es así como lo hace hoy. Él habla a los pecadores en sus mentes, hasta que se acostumbran a él, y no le tienen miedo.

Un día Eva estaba sola en el Huerto. Adán estaba en otro lugar atendiendo el Huerto “para que lo guardara y lo labrase” (Génesis 2:15). Eva estaba en medio del Huerto, mirando el árbol de la ciencia del bien y del mal. Fue entonces cuando Satanás vino a ella. Fue entonces cuando la serpiente le susurró: “¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?” (Génesis 3:1). Entonces la serpiente cuestionó la Palabra de Dios. Eso es lo que Satanás hace aún hoy. Él nos tienta a no creer la Palabra de Dios en la Biblia. Él nos tienta a no creer lo que Dios nos dice. Él nos tienta a no creer lo que un pastor nos dice mientras nos predica la Palabra de Dios. Pero, más que eso, Satanás torció la Palabra de Dios insinuando que ella también podía comer del árbol mortal, ya que Dios había dicho, “De todo árbol del huerto podrás comer”. Shakespeare dijo, “El Diablo puede citar la Escritura a su propósito”. Aquí el Diablo dejó fuera la segunda parte del mensaje de Dios: “Mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás” (Génesis 2:17). La serpiente dejó fuera esa parte de la Palabra de Dios. Dos veces en la Biblia se nos advierte que no dejemos de lado ninguna de las Escrituras, en Deuteronomio 12:32 y en Apocalipsis 22:19, donde dice: “Si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad…” Este mal se enseña en cada seminario liberal del mundo. A los jóvenes que estudian para el ministerio se les enseña que partes de la Biblia no son ciertas. Esto le fue enseñado a Dr. Hymers en el seminario liberal al que asistió. Arruina el ministerio de un hombre si cree esta enseñanza malvada. El Apóstol Pablo dijo: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil...” (II Timoteo 3:16). Cada palabra de las Escrituras fue inspirada por Dios en el original Hebreo y Griego. ¿Te dijo Satanás que es tonto creer toda la Biblia? ¿Es ese tu pecado esta mañana?

La Serpiente cuestionó y retorció la Palabra de Dios cuando tentó a Eva en el Huerto ese día. Dios había dicho claramente a la pareja que no comiera el fruto prohibido. Pero sólo no comer. Dios no les dijo nada acerca de “no tocar”. Cuando Eva dijo: “No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis”, ella le agregó a la Palabra de Dios. Esto violó Deuteronomio 12:32, donde Dios dijo: “Todo lo que yo te mando; no añadirás a ello, ni de ello quitarás” (Deuteronomio 12:32). Esta orden fue dada de nuevo en Apocalipsis 22:18,

“Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro” (Apocalipsis 22:18).

Los liberales retuercen y dejan fuera partes de la Palabra de Dios. Cultos como los Mormones añaden a la Palabra de Dios en el Libro de Mormón. Así, la tentación era dejar fuera parte de la Palabra de Dios, o añadirle. El Corán deja fuera la crucifixión de Jesús. Los cultos le añaden, al igual que los Científicos Cristianos, añadiendo los escritos de Mary Baker Eddy. La manipulación de la Palabra de Dios está en la raíz de todas las enseñanzas falsas. Así, añadir o dejar fuera partes de la Biblia duplica el pecado de Eva hasta el día de hoy, y están en el corazón de todas las herejías.

Ahora la Serpiente había tentado de tal manera a Eva que ella escuchaba el ataque de Satanás a la Palabra de Dios. Él le dijo: “No morirás” si comes el fruto prohibido.

“Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales” (Génesis 3:6, 7).

Habían desobedecido la Palabra de Dios. Ahora sabían que eran pecadores desnudos. En vez de arrepentirse y pedirle misericordia a Dios, “cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales” (Génesis 3:7). Eso es exactamente lo que hacen los pecadores hoy. Ellos tratan de cubrir sus pecados de varias maneras, haciendo “buenas obras” o tratando de salvarse a sí mismos teniendo “apariencia de piedad” (II Timoteo 3:5).

Y cuando oyeron la voz de Dios llamándoles: “El hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová…Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?” (Génesis 3:8, 9). El Dr. W. A. Criswell dijo:

La frase más triste que Dios ha pronunciado es esta: “¿dónde estás tú?” [Antes de esto] el hombre y la mujer habían encontrado al Señor con entusiasmo celestial...siempre fue una hora feliz y gloriosa cuando [Dios] vino a hablar con ellos. No tenían miedo. Pero ahora [habían pecado]. El hombre estaba asustado. Ambos estaban avergonzados. Y el Señor llama con un sollozo en su voz, “¿dónde estás, y qué has hecho?” La respuesta a esa pregunta de corazón roto es toda la historia del pecado, la gracia y la expiación (traducción de W. A. Criswell, Ph.D., Basic Bible Sermons on the Cross, Broadman Press, 1990, p. 55).

Dios te llama esta mañana, “Oh pecador, ¿dónde estás tú?”

“Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?” (Génesis 3:9).

Aplicación

Ahora les daré la aplicación de este pasaje y este texto. ¿Dónde estás esta mañana?

1.  ¿Te escondes de Dios? Todos los que se niegan a arrepentirse y venir a Jesús se esconden de Dios. ¿Eres tú? ¿Te escondes de Dios cuando el Espíritu Santo te llama a Jesús? ¿Es ese tu pecado esta mañana?

2.  ¿Te estás escondiendo de Dios porque te niegas a creer en la Biblia? ¿Te ha hecho Satanás pensar que la Palabra de Dios es sólo un libro antiguo? ¿Que no tienes que creerlo? ¿Te ha dicho que no hay Cielo que ganar y ningún Infierno que temer? ¿Es ese tu pecado esta mañana?

3.  ¿Piensas que estás viviendo una vida buena y moral? ¿Crees que eres lo suficientemente bueno, que no necesitas confesar tu pecado y ser salvo por la expiación de Jesús? ¿Es suficiente tu vida moral y moral para salvarte? ¿Es esa la mentira que Satanás te ha dicho? ¿Es eso lo que crees? ¿Es ese tu pecado esta mañana?

4.  Cuando otros tuvieron convicción de pecado, ¿pensaste que eran necios? ¿Miraste a los que lloraron por su pecado y pensaste que eran débiles o necios? ¿Crees eso ahora? ¿Te ha hecho Satanás pensar que los que lloran y se arrepienten son necios? ¿Es ese tu pecado esta mañana?

5.  Cuando escuchaste que yo luché con el pecado hasta el punto de no poder dormir, ¿creíste que era un poco extraño? ¿Pensabas que esto no era necesario, que era sólo un joven tonto preocupado por el pecado? ¿Te ha hecho Satanás pensar que yo era demasiado emocional? ¿Que nada de eso es necesario en tu alma? ¿Es ese tu pecado esta mañana?

6.  Cuando Dr. Hymers te dice que en una conversión real tendrás que luchar contra el pecado y sentir profunda tristeza por tu pecado, ¿escuchaste a Satanás? ¿Has rechazado lo que dije, y crees que estás bien como eres? ¿Es ese tu pecado esta mañana?

7.  Cuando me escuchaste decir eso, ¿pensaste que los pecados que cometes son muy pequeños y no te condenarán al Infierno? ¿Creíste a Satanás cuando puso ese pensamiento en tu mente? ¿Crees que tus pecados son tan pequeños que Dios no te juzgará? ¿Es ese tu pecado esta mañana?

8.  ¿Tienes amigos perdidos? ¿Crees que Dios te bendecirá y te salvará, aunque tengas amigos que no son cristianos? Cuando oísteis que la Biblia, dice: “Cualquiera…que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios” (Santiago 4:4) ¿renunciaste a tus amigos mundanos? ¿O crees que es bueno ser amigo de ellos? ¿Satanás puso eso en tu corazón? ¿Es ese tu pecado esta mañana?

9.  ¿Continúas pensando en tener relaciones sexuales con alguien que conoces – incluso alguien en esta iglesia – Satanás te dijo que estaba bien pensar eso e inflamar tu lujuria con esos pensamientos? ¿Es ese tu pecado esta mañana?

10. ¿Crees que está bien pasar horas jugando juegos de video o viendo las redes sociales? ¿O Satanás te dijo que era sólo diversión inofensiva? ¿Es ese tu pecado esta mañana?

11. ¿Tienes miedo de Dr. Hymers como pastor? ¿Por qué tienes miedo de él? ¿Es porque es demasiado estricto? ¿Es porque encuentras alguna falta en lo que dice y hace? ¿Te ha hecho Satanás temerle porque te estás escondiendo de Dios, y por lo tanto, le culpas por no ser perfecto? ¿Le amas por “velar por tu alma”? – ¿O le tienes miedo y ocultas tu vida secreta, como portavoz de Dios, como Adán se escondió de Dios para que su vida secreta no fuera reprendida? ¿Satanás te ha hecho temerle? ¿Es ese tu pecado esta mañana? (Hebreos 13:17).

12. ¿Deseaste a cierta persona como tu novio o novia sin hablar primero con el pastor? ¿Confiaste en el pastor que dirige la iglesia, o te escondiste de él, como lo hizo Adán en el Huerto? ¿Es ese tu pecado esta mañana?

13. Hay algo oscuro en tu corazón que mantiene tu boca cerrada cuando te preguntamos: “¿Confiarás en Jesús?” ¿Es eso lo que Satanás te ha dicho? ¿Te ha dicho que, si no dices nada, serás excusado por rechazar a Jesús? ¿Es ese tu pecado esta mañana?

14. ¿Tienes celos de alguien en la iglesia? ¿Tienes celos de que sean alabados, pero tú no lo eres? ¿Es ese tu pecado esta mañana?

15. ¿Te niegas a venir cuando se da la invitación? ¿Rechazas lo que la Biblia dice, “El camino del necio es derecho en su opinión; Mas el que obedece al consejo es sabio”? ¿Eres tan necio que te niegas a ser aconsejado al final de un sermón? ¿Es ese tu pecado esta mañana?


¿Es esto o cualquier otro pecado que he mencionado lo que te impidió confiar en Jesús durante el tiempo de avivamiento en nuestra iglesia el año pasado? “¿Dónde estás tú?” ¿Oíste la voz de Dios hablarte de tu pecado? ¿Y dijiste con Adán: “Oí tu voz...tuve miedo...y me escondí”? Te dejo con un versículo de la Escritura,

“El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia” (Proverbios 28:13).

Por favor, pónganse de pie. Estaremos aquí en el frente para hablar con cualquiera que esté listo para alejarse del pecado y confiar en el Señor Jesucristo – y ser limpiado de todo pecado por Su preciosa Sangre. Mientras los demás suben para comer, ven y siéntate en las dos primeras filas.


CUANDO LE ESCRIBAS A DR. HYMERS DEBES DECIRLE DE QUE PAÍS LE ESTÁS ESCRIBIENDO O ÉL NO PODRÁ CONTESTAR TU CORREO. Si estos sermones te bendicen por favor envía un correo electrónico a Dr. Hymers y díselo pero siempre incluye de qué país estás escribiendo. El correo electrónico de Dr. Hymers es rlhymersjr@sbcglobal.net (oprime aquí). Puedes escribirle a Dr. Hymers en cualquier idioma, pero escribe en Inglés si es posible. Si deseas escribirle a Dr. Hymers por correo postal, su dirección es P.O. Box 15308, Los Angeles, CA 90015. Puedes llamarle por teléfono al (818) 352-0452.

(FIN DEL SERMÓN)
tú puedes leer los sermones de Dr. Hymers cada semana en el Internet
en www.sermonsfortheworld.com.
Oprime en “Sermones en Español”.

Estos manuscritos de sermones no tienen derechos de autor. Pueden ser usados
sin la autorización de Dr. Hymers. Sin embargo, todos los mensajes de video de
Dr. Hymers, y todos los otros sermones en video de nuestra iglesia, sí tienen
derechos de autor y solo pueden ser usados con autorización.

Solo Sung Before the Sermon por Sr. Benjamin Kincaid Griffith:
“Search Me, O God” (Salmo 139:23-24)/
“I Am Coming, Lord” (por Lewis Hartsough, 1828-1919; el coro solamente).