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EL SIGNIFICADO DE LA CENA DEL SEÑOR

Un sermón escrito por el Dr. R. L. Hymers, Jr.
y predicado por el Sr. John Samuel Cagan
en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
La Mañana del Día del Señor, 4 de Febrero del 2018

“Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga” (I Corintios 11:23-26).


He leído los cuatro versículos de la Cena del Señor. Pero solo hablaré directamente del último,

“Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga” (I Corintios 11:23-26).

Se pueden sentar.

Cuando tomamos la Cena del Señor, comemos un pedazo de pan sin levadura. Luego tomamos la copa y bebemos el jugo de uvas. La Cena del Señor habla del Señor Jesucristo – habla de la carne de Jesús – habla de Su Sangre – habla del amor de Jesús por nosotros. Habla de Su muerte en la Cruz en nuestro lugar. Habla del sufrimiento de Jesús en la Cruz y Su Sangre purificadora. Hoy Jesús está en el Cielo, sentado a la diestra de Dios el Padre. Así, la Cena del Señor habla de lo que Jesús hizo por nosotros en el pasado, de la muerte del Salvador y del derramamiento de Su Santa Sangre.

I. Primero, veamos al pasado.

La Cena del Señor es en memoria de la muerte de Jesús por nosotros. Cada vez que comemos el pan y bebemos el jugo, nos recuerda el terrible precio que pagó Jesús para salvar nuestras almas del juicio por nuestro pecado.

Mirando hacia atrás al tiempo de la crucifixión de Jesús, vemos un símbolo de lo que Jesús hizo cuando estuvo en esta tierra. ¿Qué comemos y bebemos? Simplemente pan y jugo de uvas. El pan debe estar quebrado. Dr. Hymers siempre toma un pedazo de pan y lo quiebra. El pan partido es una imagen del cuerpo de Jesús quebrantado por nosotros cuando lo azotaron y lo clavaron en una cruz.

La copa también habla del sufrimiento de Jesús. Las uvas se juntan y se arrojan a un lagar, y se trituran. El jugo nos recuerda la preciosa Sangre de Jesús, que fluye de Sus manos, pies y costado – mientras Él sufría y sangraba por nosotros en la Cruz.

No puedes separar los dos. El pan y el jugo deben tomarse juntos tal como se nos dice en los cuatro versículos que leí (1 Corintios 11:23-26). Debes tenerlos a ambos. Entonces en la mesa tienes dos símbolos que muestran el intenso sufrimiento de Jesús. Algunos predicadores dicen que la Sangre es solo otra palabra para la muerte de Jesús. Pero la Cena del Señor prueba que están equivocados. El pan y la copa son dos cosas diferentes. Esto muestra que la muerte del cuerpo de Jesús (el pan) no es lo mismo que la copa de jugo (la Sangre). Esto también nos muestra que la Misa no es Bíblica. El sacerdote solo le da a la gente el pan. Pero se nos dice que comamos el pan y bebamos de la copa.

Vayamos, entonces, y pensemos en Jesús. Él murió por ti, en tu lugar en la Cruz, como sustituto, por lo que no tienes que ser castigado por tu pecado. Y luego bebemos de la copa. El jugo de uvas simboliza Su preciosa Sangre, derramada por el perdón de nuestros pecados. Dos cosas – la muerte que paga por nuestro pecado y la Sangre que nos limpia de nuestro pecado. Ambos eran necesarios para nuestra salvación cuando venimos a Jesús por fe.

Jesús murió por ti. Su cuerpo fue cortado en pedazos por la cruel flagelación que sufrió. Luego, la Sangre roja carmesí – Su vida se derramó para limpiar tu pecado a los ojos de Dios. Tú y yo no vimos a Jesús morir. Pero vemos más allá de la Cena del Señor. Por la fe vemos a Jesús crucificado y sangrando, para salvarnos de la pena de nuestro pecado. ¡Y vemos por fe la Sangre que derramó para limpiarnos!

“Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga” (I Corintios 11:23-26).

II. Segundo, el presente mensaje de la Cena del Señor.

Nos dice que debe ser celebrado. “La muerte del Señor anunciáis hasta que él venga”. La Cena del Señor es para recordarnos el sufrimiento y la muerte de Jesús. A menudo debemos recordar al Jesús que moría. ¡Cualquier otra cosa que hagamos en la iglesia, que Su muerte y Su Sangre reciban el primer lugar en nuestros corazones! ¡Siempre debemos recordar a Jesús y lo que hizo por nosotros! ¡Es por eso que Jesús nos dio la Cena del Señor – para recordarnos siempre Su amor agonizante por nosotros! La Cena del Señor nos recuerda: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo” (Hechos 16:31).

El presente mensaje de la Cena del Señor es un mensaje que es para todos, salvos o perdidos. Los Cristianos pueden desanimarse cuando están luchando las pruebas de la vida. Jesús dijo mientras estábamos en la tierra, que experimentaríamos tribulación. A veces los Cristianos sienten que todo es imposible. Y es por eso que a los Cristianos se les debe recordar el mensaje de la Cena del Señor. Se les debe recordar el núcleo de su vida y de su fe. El mensaje de que Jesús fue tomado como un Cordero inmaculado por tu pecado. El mensaje de que Jesús fue voluntariamente y sin protestar a la horrible Cruz por ti. El mensaje de que Jesús te amó tanto que bajó de Su trono para morir como un criminal por el amor que tenía por tu alma. Cuando a un Cristiano se le recuerda lo que hizo Jesús, por su alma, por su pecado, por su vida, está lleno de un sentido de humildad, asombro y amor. Cuando a los Cristianos se les recuerda a través del mensaje de la Cena del Señor de su Salvador, cuando se vuelven los ojos a Jesús, las cosas del mundo se vuelven extrañamente oscuras, a la luz de Su Gloria y Gracia.

Y si tú no eres Cristiano, el mensaje de la Cena del Señor está presente, es importante y es necesario para ti hoy. Es una declaración del Evangelio. Tienes un problema que no puedes resolver. Es el problema más importante del mundo. Tu problema es tu pecado. Si intentas huir de tu pecado o posponerlo para otro momento, tu pecado se agravará y empeorará. No puedes huir de este problema de pecado, te seguirá dondequiera que vayas, incluso a tu eternidad en las profundidades de las llamas.

Tu problema de pecado está plantado en tu naturaleza, y de tu corazón, florece en puro egoísmo y maldad. Tu problema de pecado no puede ser ignorado sin consecuencias. Debes enfrentar tu pecado. Debes reconocer tu pecado y arrepentirte de ello. Debes sentir el egoísmo de ti mismo y tu impotencia, y tu necesidad de un Salvador. Solo entonces, el Evangelio aparecerá de repente como la Buena Nueva que es. Solo entonces, de repente alcanzarás el Cuerpo quebrantado y la Sangre derramada de Jesús. La Cena del Señor tiene un mensaje para ti hoy. Te dirige al sacrificio de Jesús. Le muestra a tu alma que hay vida en la Muerte y la Sangre del Cordero que se levantó de la tumba. Alcanza por fe y toma la Sangre de Jesús. Alcanza por fe y confía en el Salvador.

III. Tercero, la Cena del Señor señala la Segunda Venida de Jesús.

“La muerte del señor anunciáis hasta que él venga” (I Corintios 11:26). Sí, ¡Jesús vendrá otra vez! La Cena del Señor señala el pasado, cuando Jesús estaba en la tierra. Pero la Cena del Señor también señala el futuro, a ese glorioso día cuando Jesús descenderá del Cielo y establecerá Su reino en la tierra. Tú que le sirves – recuerda, ¡Jesús vendrá otra vez! ¡La Cena del Señor nos asegura que Él vendrá!

La oscuridad y el pecado,
   Fueron afrenta y gran dolor;
Más señales de Su venida;
   ¡Nos traen gran gozo, luz al corazón!
Él viene otra vez, Él viene otra vez,
   El mismo Jesús que, rechazado fue;
Él viene otra vez, Él viene otra vez,
   ¡Con poder y gloria, Él viene otra vez!
(Traducción libre de “He is Coming Again”
      por Mabel Johnston Camp, 1871-1937).

Canta el coro conmigo. Ponte de pie y cántalo.

Él viene otra vez, Él viene otra vez,
   El mismo Jesús que, rechazado fue;
Él viene otra vez, Él viene otra vez,
   ¡Con poder y gloria, Él viene otra vez!

¡Así es! ¡Jesús vendrá otra vez, abajo a través de las nubes, a la cima del Monte de los Olivos! ¡Y reinará por mil años! “¡La muerte del señor anunciáis hasta que él venga!”

“Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo” (Hechos 1:11).

“Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos… y vendrá Jehová mi Dios, y con él todos los santos” (Zacarías 14:4, 5).

Esperamos que Jesús venga a través de las nubes en gloria. ¡Esperamos que Él venga a reinar en la tierra por mil años! Tú que has sido redimido por Su muerte y purificado por Su Sangre eres hijo del Dios viviente. Espera a Jesús. Él seguramente vendrá. ¡Cada hora nos acerca a Su segunda venida!

La Segunda Venida de Jesús será mejor que la Cena del Señor. Si recordamos a Jesús en la Cena del Señor, será aún mejor cuando baje del Cielo la segunda vez. Cuando lo volvamos a ver, no habrá necesidad de que la Cena del Señor nos lo recuerde – ¡porque lo veremos cara a cara en ese día! Veremos por nosotros mismos las huellas de los clavos en Sus manos, la herida en su costado – ¡y Su rostro glorioso sonriéndonos mientras lo contemplamos! Cuando Jesús venga de nuevo ya no necesitaremos la Cena del Señor para recordarnos de Él. ¡Él estará con nosotros para siempre!

Ahora ponte de pie y canta el himno número 3. Cántelo a la melodía de “Sublime Gracia”. Por favor pónganse de pie y cántenlo de corazón, y piensa en las palabras mientras cantas.

Hay un precioso manantial de Sangre de Emanuel;
Y sumergido el pecador, sus manchas pierde él.

Tal manantial miro feliz El ladrón muriendo allá;
Tan vil como él yo puedo allí Lavar mi culpa y mal;

La sangre nunca ha de perder poder para salvar;
Sin que la iglesia salva este y libre del pecar.

Desde que vi el manantial que brota del Señor,
Mi tema ha sido y será por siempre Su amor.
   (Traducción libre de “There Is a Fountain”
      por William Cowper, 1731-1800; a la melodía de “Amazing Grace”).

Se pueden sentar.

Emmanuel es otro nombre para Jesús. “Hay un precioso manantial de Sangre de Emanuel”. Creo eso. Jesús llevó Su Sangre al Cielo. Está ahí para limpiarte de todo pecado. “Y sumergido el pecador, sus manchas pierde él”. Confía en Jesús con fe sencilla y la Sangre limpiará todas tus manchas de culpa. Luego, en la estrofa tres, “La sangre nunca ha de perder poder para salvar”. ¡Cuán cierto! La Sangre de Jesús limpió mi pecado cuando confié en Él siendo un niño de quince años. Pero la Sangre de Jesús “nunca ha de perder poder”. Hoy, si confías en Jesús, Su Sangre te hará tan limpio como a mí me limpió ese día. Ahora mira la estrofa cuatro, “Desde que vi el manantial que brota del Señor, Mi tema ha sido y será por siempre Su amor”. ¡Es verdad! ¡Sí, es verdad! ¡La Cena del Señor lo proclama! ¡Este himno lo proclama! La Sangre de Jesús es el amor que redime. ¡En el momento en que confíes en Jesús serás redimido por Su Sangre! ¡Ponte de pie y canta las primeras cuatro estrofas nuevamente!

Hay un precioso manantial de Sangre de Emanuel;
Y sumergido el pecador, sus manchas pierde él.

Tal manantial miro feliz El ladrón muriendo allá;
Tan vil como él yo puedo allí Lavar mi culpa y mal;

La sangre nunca ha de perder poder para salvar;
Sin que la iglesia salva este y libre del pecar.

Desde que vi el manantial que brota del Señor,
Mi tema ha sido y será por siempre Su amor.

Se pueden sentar.

¿Todavía estás perdido? ¿Quieres que Jesús te limpie del pecado? Es posible que hayas tenido una conversión falsa. No tengas miedo de venir otra vez. Muchas personas han tenido varias conversiones falsas antes de confiar verdaderamente en Jesús. Ven una y otra vez hasta que confíes en Jesús. Voy a hacer que nuestra gente cante la primera y tercera estrofa una vez más. Mientras cantan las estrofas 1 y 3, ven y ponte aquí frente al púlpito.

Hay un precioso manantial de Sangre de Emanuel;
Y sumergido el pecador, sus manchas pierde él.

La sangre nunca ha de perder poder para salvar;
Sin que la iglesia salva este y libre del pecar.

Dr. Cagan, por favor venga y ore para que alguien confíe en Jesús esta mañana. Y de gracias a Dios por la comida que tendremos arriba. (El Dr. Cagan ora). Muy bien, el resto de ustedes pueden ir arriba ahora, mientras hablamos con los que vinieron al frente. Amén.


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(FIN DEL SERMÓN)
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El Solo Cantado Antes del Sermón por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith:
“Only Trust Him” (por John H. Stockton, 1813-1877).


EL BOSQUEJO DE

EL SIGNIFICADO DE LA CENA DEL SEÑOR

Un sermón escrito por el Dr. R. L. Hymers, Jr.
y predicado por el Sr. John Samuel Cagan

“Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga” (I Corintios 11:23-26).

I.    Primero, veamos al pasado, I Corintios 11:26.

II.   Segundo, el presente mensaje de la Cena del Señor, Hechos 16:31.

III.  Tercero, la Cena del Señor señala la Segunda Venida de Jesús,
I Corintios 11:26; Hechos 1:11; Zacarías 14:4, 5.