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CÓMO SABER LA VOLUNTAD DE DIOS

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
Sábado por la Noche, 11 de Noviembre del 2017

“Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos” (Santiago 1:22).


Uno de los mayores desafíos que enfrentas es “¿Cómo puedo saber la voluntad de Dios?” Los jóvenes son los más afectados por esa pregunta. Tienes que tomar muchas de las decisiones más importantes de tu vida mientras todavía eres inexperto y joven. ¿Cuál debería ser mi especialización en la universidad? ¿Qué carrera debería elegir? ¿Con quién debería casarme? Estas son decisiones de por vida que debes hacer. Y las decisiones que tomes ahora te afectarán por el resto de tu vida. Es desconcertante y aterrador para muchos jóvenes. Puede ser igual de confuso para los jóvenes Cristianos. “¿Qué quiere Dios que haga con mi vida?” La Biblia da la respuesta – “Sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores” (Santiago 1:22).

A. W. Pink (1886-1952) dijo: “Hay muchos ‘oyentes’ de la Palabra, oyentes regulares, oidores reverentes, oyentes interesados; pero por desgracia, lo que escuchan [no afecta a] la vida: no regula su camino [de vida]. ¡Y Dios dice que aquellos que no son hacedores de la Palabra se engañan a sí mismos! ... Donde no hay un aumento de [sumisión] de corazón y vida a la Palabra de Dios, entonces el aumento de conocimiento sólo trae una mayor condena... Dios nos ha dado su Palabra... con el fin de indicarnos el camino: darnos a conocer lo que quiere que hagamos” (Arthur W. Pink, “las Escrituras y la obediencia”, Profiting From the Word, Free Grace Broadcaster, Verano 2015, páginas 1, 2).

“Dios nos ha dado su Palabra... con el fin de indicarnos el camino”. Estoy totalmente de acuerdo con el Sr. Pink. Eso es lo que me enseñaron, incluso antes de ser convertido. La iglesia Bautista a la que asistí en Huntington Park como un adolescente estaba mal en varias cosas, pero no en este punto. Me enseñaron que Dios nos habla y nos muestra su voluntad sólo de las Escrituras. Y aprendí a no buscar la voluntad de Dios a través de los sentimientos o impresiones. Aprendí todo esto después, de mi pastor el Dr. Timothy Lin, y también del Dr. J. Vernon McGee. Por la gracia de Dios, podría decir con el Salmista: “Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino” (Salmo 119: 105). Proverbios 6:22 dice de la Palabra de Dios, “Te guiarán cuando andes; cuando duermas te guardarán; Hablarán contigo cuando despiertes”. Es por eso que nuestro texto dice: “Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos” (Santiago 1:22). Este verso nos dice cómo conocer la voluntad de Dios.

I. Primero, el texto habla de aquellos que se engañan a sí mismos sobre la voluntad de Dios.

Comento de la segunda parte del texto primero, “engañándoos a vosotros mismos”. Los que rehúsan ser “hacedores de la palabra” serán engañados. No podrán saber la voluntad de Dios para sus vidas. Esto es muy común entre la gente en las iglesias hoy día. A menudo son engañados, y no pueden saber la voluntad de Dios para sus vidas.

Se olvidan de que el Diablo es un gran engañador. La Biblia nos dice que Satanás engaña a las naciones del mundo (Apocalipsis 20:3). Se le llama “Diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero” (Apocalipsis 12:9). “Satanás” significa “adversario” o “enemigo”. Se opone a Dios. Su truco más viejo es engañar a la gente. Él “engaña al mundo entero”. La palabra Griega para “engaña” es “planaō”. Significa “engañar”, “seducir”, “inducir a error”, “atraer y engañar”. Esto es lo que Satanás lo hizo en el comienzo mismo. Engañó a nuestros primeros padres, los llevó al camino equivocado, los sedujo a comer el fruto prohibido en el huerto. Muchos que profesan ser Cristianos hoy creen saber la voluntad de Dios para sus vidas. Pero en realidad son engañados por Satanás. Muchos piensan que el Espíritu Santo les está conduciendo, pero en realidad es el Diablo. Nunca debes olvidarlo. El Apóstol Pedro estaba hablando a los Cristianos cuando les advirtió, “Sed sobrios [estar atentos], y velad [estar alerta]; porque vuestro adversario [enemigo] el diablo…anda alrededor buscando a quien devorar” (I Pedro 5: 8). El Dr. McGee dijo: “No creo que puedas resistir al Diablo por tí mismo...necesitas a otros creyentes que estén contigo” (Thru the Bible; A través de la Biblia, nota de I Pedro 5: 9). Creo que es exactamente correcto. El Diablo te seducirá y te engañará si estás solo, o si tienes compañerismo cercano con una persona no salva, incluso si se trata de un hermano o hermana en la carne. La Biblia dice:

“El que anda con sabios, sabio será; Mas el que se junta con necios será quebrantado” (Proverbios 13:20).

La Biblia Anotada de Scofield es buena al definir a un “necio”. Dice (en la página 650) “Un ‘necio’ en la Escrituras no es una persona que sufre de deficiencia mental, sino aquel que es arrogante y que considerándose suficiente en sí mismo planea su vida como si Dios no existiese”. Una persona arrogante es necia, aún en la iglesia. ¡Asegúrate de tener compañerismo con hombres sabios, y no con necios! Los necios serán usados por el Diablo para alejarte de Dios.

Entonces, también tú puedes ser engañado por Cristianos falsos. Esto es especialmente cierto en estos últimos días. La Biblia dice:

“Los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados” (II Timoteo 3:13).

Los Cristianos falsos definitivamente te engañarán y te desviarán. Pero la respuesta a II Timoteo 3:13 está en los versículos 14 y 15. La Palabra de Dios es una guía segura en estos días malignos. Acércate a los que están obedeciendo la Biblia. No le escuches a aquellos que se están “engañando y siendo engañados”

Además, puede ser engañado por las llamadas “guías” del Espíritu Santo. Esto es una trampa grande para los nuevos-evangélicos hoy en día. Se les ha enseñado que cada pensamiento que pasa por su mente es una “guía” del Espíritu de Dios. Muchos de ellos hablan mucho sobre ello. Ellos dicen: “Dios me llevó a hacer esto”, o “Dios me llevó a hacer eso”. Se oye todo el tiempo. Suena muy espiritual. Puedes pensar que la persona es un Cristiano fuerte. Pero la Biblia los llama “necios”. La Biblia dice:

“El que confía en su propio corazón es necio” (Proverbios 28:26).

Los oirás decir, hasta en la calle, “El Señor me guió a hacer esto”. “El Señor me trajo aquí”. “El Señor me guió a irme”. Casi cada vez que oigas decir estas palabras, las oirás de un “necio”.

“El que confía en su propio corazón es necio” (Proverbios 28:26).

La Biblia claramente dice: “No te apoyes en tu propia prudencia” (Proverbios 3:5). Cuando la gente rehúsa a hacer eso se abren al engaño, lo cual nos lleva a nuestro texto:

“Sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos” (Santiago 1:22).

II. Segundo, el texto habla de aquellos que realmente hallan la voluntad de Dios.

“Sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores…”
        (Santiago 1:22).

Para oír la Palabra de Dios y hallar guía de ella, debes estar dispuesto a obedecer lo que oyes. La condición de oír se da en el verso previo, Santiago 1:21.

“Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas” (Santiago 1:21).

La daré de una traducción moderna para claridad:

“Por esto, despójense de toda inmundicia y de la maldad que tanto abunda, para que puedan recibir con humildad la palabra sembrada en ustedes, la cual tiene poder para salvarles la vida” (NVI).

Una persona tiene que deshacerse de toda inmundicia, y el mal que es tan prevalente. Esto incluye la pornografía y la amargura. Algunos hombres esperan conocer la voluntad de Dios mientras ellos son esclavos de pensamientos impuros. Algunos esperan conocer la voluntad de Dios mientras están amargados con sus padres, con el pastor o con otros líderes de la iglesia. Tienen corazones amargados. Otros tienen una amistad cercana con personas que están en contra de Dios, que son mundanos. A ellos les gusta la persona tanto que se olvidan de que “Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo se constituye enemigo de Dios” (Santiago 4: 4). Otros están llenos de envidia y orgullo. Debe confesar estas cosas a Dios y pedirle que las quite de su corazón. Sólo entonces va a ser lo suficientemente humilde para aceptar la Palabra de Dios como guía en su vida. Sólo entonces van a ser “hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores”. Al comentar sobre este verso, el gran Spurgeon dijo: “Es casi siempre el caso [de que cuando las personas que antes profesaban ser Cristianos se vuelven escépticos], y comienzan a picar aquí o allá, existe un mal secreto en sus vidas que tratan de cubrir de su propia conciencia. El Diablo los tienta al quejarse del ministerio porque el Evangelio presiona con fuerza contra sus conciencias culpables, y les hace sentirse incómodos en sus pecados. Si vas a escuchar la Palabra de Dios con placer y provecho para ti mismo, debes ‘desechar toda inmundicia y abundancia de malicia'; porque estas cosas hacen prejuicio en contra de la Palabra de Dios” (C. H. Spurgeon, “Antes del Sermón, Al Sermón, y después del Sermón”, MTP, No. 1.847). Debes dejar a un lado toda inmundicia si deseas beneficiarte de la Palabra de Dios. Sólo entonces podrás “ser hacedores de la palabra”. Sólo cuando se obedece la palabra de Dios se puede conocer Su voluntad para tu vida. Ahora voy a dar seis maneras en la Biblia para conocer la voluntad de Dios.

1.  Otra vez, y es importantísimo, para saber la voluntad de Dios no debes confiar en tu propio corazón. Como te dije anteriormente, la Biblia dice claramente:

“El que confía en su propio corazón es necio” (Proverbios 28:26).

¿Por qué es tan importante? Porque,

“Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” (Jeremías 17:9).

Con razón la persona que confía en su propio corazón es llamada “necia”.

2.  Para saber la voluntad de Dios tienes que estas dispuesto a hacer la voluntad de Dios, no la tuya.

“El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta” (Juan 7:17).

El Dr. John R. Rice dijo: “Esto significa que si un hombre elige hacer la voluntad de Dios, Dios se la revelará a él” (El Hijo de Dios Comentario del Evangelio de Juan, Sword of the Lord Publishers, 1976, p. 162). El Dr. Henry M. Morris dijo, “Esto se puede leer: ‘Si alguno quiere sinceramente hacer su voluntad, él lo sabrá...Por lo tanto, el primer requisito previo para determinar la dirección de Dios en algún asunto...es estar verdaderamente dispuesto a seguir la voluntad de Dios, incluso si la respuesta va en contra de la preferencia de uno” (The Defender’s Study Bible; nota sobre Juan 7:17).

3.  Para conocer la voluntad de Dios debes confesar y abandonar tus pecados.

“El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia. Bienaventurado el hombre que siempre teme a Dios; Mas el que endurece su corazón caerá en el mal” (Proverbios 28:13, 14).

4.  Para saber la voluntad de Dios no debes menospreciar el consejo de tu padre Cristiano.

“El necio menosprecia el consejo de su padre; Mas el que guarda la corrección vendrá a ser prudente” (Proverbios 15:5).

“El hijo sabio recibe el consejo del padre; Mas el burlador no escucha las reprensiones” (Proverbios 13:1).

5.  Para saber la voluntad de Dios tienes que obedecer el consejo de tus líderes espirituales en la iglesia.

“Obedeced a [los que les guían, Scofield], y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose…” (Hebreos 13:17).

Tocante a Hebreos 13:17 la Biblia de Estudio La Reformación dice: “Los líderes fieles de iglesia son como pastores fieles o atalayas que suenan la alarma de peligro en la ciudad. El cuidado de los líderes es profundo y genuino porque son mandados por Dios y darán cuenta a Él. Cada uno sufrirá si su ministerio es resistido”.

6.  Para saber la voluntad de Dios tienes que consagrar tu vida a Dios, y no ser conformado al mundo.

“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”

(Romanos 12:1,

2).

“El entendimiento renovado es uno saturado y controlado por la Palabra de Dios” (MacArthur Study Bible; nota sobre Romanos 12:2).

De pie por favor, cante el himno número 4 en su cancionero.

Al andar con Jesús, con Sus dichos de luz,
   Nuestra senda será Emanuel.
Al cumplir Su desear, Él nos va acompañar,
   Por lo tanto confiad y sed fiel.
Confiad en Él, y también sedle fiel,
   Si queréis ser felices, confiad y sedle fiel.

El amor que Él nos da, no podrás deleitar,
   Hasta que no te rindas a Él;
Su favor ganarás y Su gozo tendrás,
   Con tan solo confiar y ser fiel.
Confiad en Él, y también sedle fiel,
   Si queréis ser felices, confiad y sedle fiel.

Oh cuan gran comunión, al llegar hasta Sion,
   Andaremos unidos con Él,
Lo que diga se hará, lo que indique será,
   No temáis mas confiad y sed fiel.
Confiad en Él, y también sedle fiel,
   Si queréis ser felices, confiad y sedle fiel.
(Traducción libre de “Trust and Obey”
     por John H. Sammis, 1846-1919).

Por favor, permanece de pie.

En Romanos 10:16, el Apóstol Pablo dijo: “Mas no todos obedecieron al evangelio”. El Dr. Martyn Lloyd-Jones dijo, “Nota como Pablo lo expresa. Él no dice que no todos han creído el Evangelio, pero no todos obedecieron...El Evangelio exige una respuesta. Llama a la acción...Llama a la obediencia. El Evangelio está destinado a afectar la vida de uno por completo. Está destinado a ser el control, lo central en la vida, la que gobierna la totalidad de la perspectiva de uno. Eso es lo que significa la palabra obediencia... la obediencia es esencial, ya que la esencia del pecado es la desobediencia a Dios” (Evangelio de Dios y la Obediencia).

Jesús te llama a arrepentirte de tus pecados y venir a Él. Él murió en la Cruz para pagar por tus pecados. Él te llama a obedecer el Evangelio – Él te llama a venir a Él en obediencia a Su mandamiento. Si rehúsas venir a Él estás desobedeciendo Su mandamiento. Tienes que arrojarte del todo y enteramente sobre Jesucristo. “Eso es obediencia al evangelio. Lo que te hace un Cristiano” (Lloyd-Jones, ibid.). Si quieres hablar con nosotros sobre obedecer al Evangelio en la salvación verdadera, por favor ven y siéntate en las dos primeras filas. Amén.


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(FIN DEL SERMÓN)
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El Solo Cantado Antes del Sermón por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith:
“Trust and Obey” (por John H. Sammis, 1846-1919).


EL BOSQUEJO DE

CÓMO SABER LA VOLUNTAD DE DIOS

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

“Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos” (Santiago 1:22).

(Salmo 119:105; Proverbios 6:22)

I.   Primero, el texto habla de aquellos que se engañan a sí mismos
acerca de la voluntad de Dios, Apocalipsis 20:3; 12:9;
I Pedro 5:8; Proverbios 13:20; II Timoteo 3:13;
Proverbios 28:26; 3:5.

II.  Segundo, el texto habla de aquellos que realmente hallan la
voluntad de Dios, Santiago 1:21; 4:4; Proverbios 28:26; Jeremías
17:9; Juan 7:17; Proverbios 28:13, 14; 15:5; 13:1; Hebreos 13:17;
Romanos 12:1, 2; Romanos 10:16.