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PUNTO DE VISTA DE LUTERO DEL CORAZÓN HUMANO

(UN SERMÓN PREDICADO EN EL ANIVERSARIO No. 500 DE LA REFORMA PROTESTANTE)

Un sermón escrito por el Dr. R. L. Hymers, Jr. y el Sr. John Samuel Cagan
y predicado por el Sr. Cagan
en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
Sábado por la Noche, 28 de Octubre del 2017

“Porque el [designio] del corazón del hombre es malo desde
su juventud” (Génesis 8:21).


Esta es una imagen fuerte de la depravación total del corazón del hombre. Nuestro pastor, Dr. Hymers, notó que aunque las traducciones modernas en Inglés dicen “inclinaciones” las traducciones antiguas lo traducen, “el [designio] del corazón del hombre”. Pero inclinaciones y designio son dos cosas diferentes. ¿Cuál es? ¿Que el corazón del hombre solo está inclinado al mal, o es “el designio” mismo “malo desde su juventud [del hombre]”? El Hebreo revela que la traducción apropiada es el “designio”, no la “inclinación” del corazón del hombre. El designio del corazón del hombre es malvado. “Inclinación” significa “tender al mal, inclinarse hacia el mal, una aptitud o propensión hacia el mal”. Estas traducciones modernas debilitan así el verdadero significado del texto, que nos dice en Hebreo que el hombre no simplemente se inclina hacia el mal, pero que el mismo designio del corazón del hombre es malvado. No solo una tendencia al mal, no solo una “inclinación hacia el mal”, ¡sino el mal mismo!

El corazón está atrapado en su designio por el mal. Es completamente malvado. El corazón no está inclinado al mal como si el mal pudiera ser resistido por el corazón no convertido. El corazón no es vulnerable al mal como si de alguna manera fuera una víctima del pecado a su alrededor. ¡No! El corazón es el culpable. El corazón es malvado en sí mismo.

Las traducciones modernas se han alejado de la doctrina de la Reforma de la depravación total, volviendo a la visión de la Iglesia Católica. Han regresado a decir que el hombre solo está “inclinado” al mal. Las traducciones modernas nos llevan de vuelta a la visión Católica Romana del corazón del hombre que solo “se inclina” hacia el mal. Esta no es la misma visión de Lutero, los Reformadores o los primeros Bautistas.

Martin Lutero se opuso a toda la Iglesia Católica Romana cuando clavó las Noventa y Cinco Tesis en la puerta de la iglesia de Wittenberg hace 500 años. Lutero dijo acerca del corazón humano: “Este pasaje enseña claramente el pecado original. Aquellos que consideran el pecado original a la ligera son como personas ciegas que andan a tientas a plena luz del día. No observan el mal que hacen y ven todos los días”. Lutero no estaba ciego a la magnitud de los designios malvados del corazón humano. Vio el mal del hombre en todas partes, y sabía que debe haber algo más amenazador que una inclinación dentro del corazón humano.

Para Lutero y nuestros antepasados Protestantes y Bautistas, el hombre es más que parcialmente depravado. El hombre no es capaz de ayudar a superar su condición pecaminosa al contribuir con “su parte” para salvarse a sí mismo. Esta idea es llamada por los teólogos “sinergismo”. Pero los antiguos Reformadores y Puritanos no creían tal cosa. Creyeron que el hombre está “muerto en pecados” (Efesios 2:5).

Lutero tenía razón, el hombre en pecado no solo tiene tendencia a pecar. ¡No!

“El [designio] del corazón del hombre [no su inclinación] es malo desde su juventud” (Génesis 8:21).

Lutero dijo: “El pecado se muestra incluso en los niños más pequeños que requieren mucha disciplina para mantenerlos en orden. Después de unos años aumentan en desobediencia. A medida que los años aumentan, también lo hace el pecado. Así como el proverbio dice que cuanto más vieja es una persona, peor se vuelve”.

La palabra Hebrea muestra que los predicadores y teólogos antiguos tenían razón y los nuevos están equivocados. Los nuevos tienden a restar importancia a esa palabra en el texto y darle un significado Católico Romano. Este significado tiende a ser más suave y más aceptable para la mente carnal del hombre no convertido. La palabra Hebrea traducida “designio” no debe traducirse como “inclinación” o “intención”. La palabra “designio” viene de la traducción de una palabra Hebrea que significa “propósito, forma, marco [de la mente]” (Strong # 336). El propósito, la forma y el marco del corazón del hombre “es malo desde su juventud”, ¡no solo sus inclinaciones e intenciones! El “designio” habla de todo el corazón, no su inclinación o intención

.

La Biblia dice:

“Porque el [designio] [propósito, forma] del corazón del hombre es malo desde su juventud” (Génesis 8:21).

I. Primero, esta era la condición del hombre antes del Diluvio.

La Biblia dice:

“Vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal” (Génesis 6:5).

Esta no es la visión de la naturaleza humana que tiene la mayoría de las personas. En la antigüedad, las naciones paganas hablaban de la dignidad y la bondad del hombre. Los antiguos filósofos decían que el hombre era una criatura superior, con el poder de hacerse bueno, como lo hizo Sócrates en el Occidente y Confucio en el Oriente. Más tarde, incluso en la era del Cristianismo, muchos elogiaron las habilidades y la naturaleza del hombre.

Esta fue la principal diferencia entre la enseñanza Católica y la de los Reformadores. ¿Era el hombre totalmente depravado, o había algo en la naturaleza humana que podía cooperar con Dios? Algunos decían que el corazón del hombre era libre para cooperar con Dios, que el hombre podía tomar una “decisión” de obedecer a Dios. Los Reformadores dijeron que esto era falso,

“que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal” (Génesis 6:5).

La depravación total era lo que Lutero llamaba “el eje en el que todo gira”, porque determinaba si el Cristianismo sería una religión de gracia o de obras.

Aunque la Iglesia Católica y los Bautistas y Protestantes “Decisionistas” enseñan que tú tienes la libertad de responder a Dios, la Biblia enseña exactamente lo contrario. La Biblia enseña que el hombre cayó en el Huerto del Edén.

“Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres” (Romanos 5:12).

Por la desobediencia de Adán, todos los hombres fueron constituidos pecadores porque

“En Adán todos mueren” (I Corintios 15:22).

Caído, pecador Adán entonces

“engendró un hijo a su semejanza” (Génesis 5:3).

No le fue posible engendrar otro tipo de hijo, porque

“¿Quién hará limpio a lo inmundo? Nadie”. (Job 14:4).

Como resultado, toda la humanidad heredó naturalezas que están

“muertos en pecados” (Efesios 2:5),

“sin esperanza y sin Dios en el mundo” (Efesios 2:12).

Y así, todos los seres humanos nacen como

“hijos de desobediencia” (Efesios 2:2),

“por naturaleza hijos de ira” (Efesios 2:3).

Por lo tanto, cada ser humano realmente puede decir:

“He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre” (Salmo 51:5);

pues

“todos están bajo pecado (Romanos 3:9).

“por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23).

Por lo tanto, Dios miró a la humanidad y dijo:

“No hay justo, ni aun uno… Todos se desviaron…No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno” (Romanos 3:10, 12).

Por lo tanto, cuando miró hacia abajo desde el Cielo,

“vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal” (Génesis 6:5).

Este es un punto central de la Reforma Protestante. Este punto es ignorado por el “decisionismo” evangélico. Esta es la doctrina de la depravación total. Esta es la doctrina de la depravación total del hombre, que fue “el eje en el que todo gira”. La Biblia da una imagen oscura del hombre antes del Diluvio.

“Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal” (Génesis 6:5).

II. Segundo, esta era la misma condición del hombre después del Diluvio.

Nada en el hombre fue cambiado por esta gran catástrofe. Antes del Diluvio, Dios miró al hombre y vio

“que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal” (Génesis 6:5).

Y después del Diluvio, Dios dijo:

“el [designio] del corazón del hombre es malo desde su juventud” (Génesis 8:21).

Entonces, el único pensamiento adicional es que la naturaleza malvada del corazón del hombre existe desde la infancia, “desde su juventud”. La Biblia dice:

“Se descarriaron…desde que nacieron” (Salmo 58:3).

“Todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal” (Génesis 6:5).

“El [designio] del corazón del hombre es malo desde su juventud” (Génesis 8:21).

“Teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay” (Efesios 4:18).

Lutero dijo: “Esta declaración no excluye a nadie, ni siquiera a los patriarcas que acaban de sobrevivir el diluvio. Esto muestra que la naturaleza del hombre es corrupta. Además de las graves transgresiones, hay mucho peor. Peor son los pecados internos del corazón. La naturaleza del hombre es corrupta. Una inclinación puede ser cambiada (supuestamente por el entrenamiento Cristiano)”. Una inclinación podría cambiarse. Pero cada designio del corazón no puede ser cambiado, debe ser limpiado.

Es por eso que el escritor de himnos del siglo dieciocho, Joseph Hart, habló del hombre como “el pecador; rebelde y dura raza es” (“Venid Los Santos del Señor” por Joseph Hart, 1712-1768).

El gran evangelista George Whitefield, del siglo 18, dijo que nadie puede ser verdaderamente convertido a menos que esté convencido de que es un pecador totalmente depravado, lo que le hace sentir,

“¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?” (Romanos 7:24).

Sin una sensación de desesperación interior, no encontrarás descanso en Jesús o limpieza mediante Su Sangre que todo lo expía.

¿Y cómo es con tu alma? ¿Estás frío hacia el ofrecimiento de salvación en Jesús? Si lo estás, ¿no es porque no has sentido esa naturaleza horrible de tu corazón? ¿No es porque no te has dado cuenta de que eres una cosa inmunda, que profundamente en tu corazón no sientes la necesidad de Jesús?

Si hubieras sentido que tu corazón estaba corrompido y malvado, huirías a Jesús, sin hacer preguntas, sin buscar respuestas sobre cómo venir a Él. Correrías a Jesús, caerías a Sus pies, y le rogarías que salvara tu alma arruinada, tan mutilada y muerta por el pecado.

¡Él murió por ti en la Cruz, para pagar el terrible precio de tu pecado! ¡Él se levantó de entre los muertos para dar vida a tu alma, depravada y arruinada por la caída! Si sientes incluso un poco de tu condición corrupta, entonces huye a Jesús, luego sumérgete en Sus brazos, y Jesús limpiará tu pecado. Si sientes tu pecado en absoluto, ¡ven a Jesús de inmediato! “Ven hoy al rojo manantial y limpio quedarás”. ¡Confía en Jesús ahora y sé salvo de tu malvado corazón!

Preciosa Sangre Él derramó
   Que trae bendición;
Ven hoy al rojo manantial
   Y limpio quedarás.
A Jesús ven, a Jesús ven,
   Y confía en Él.
Él te salva, Él te salva,
   Él te salvará.
(Traducción libre de “Only Trust Him”
     por John H. Stockton, 1813-1877).

Dr. Hymers, por favor venga y cierre este servicio.


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(FIN DEL SERMÓN)
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El Solo Cantado por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith Antes del Sermón:
“Only Trust Him” (por John H. Stockton, 1813-1877).


EL BOSQUEJO DE

PUNTO DE VISTA DE LUTERO DEL CORAZÓN HUMANO

(UN SERMÓN PREDICADO EN EL ANIVERSARIO No. 500 DE LA REFORMA PROTESTANTE)

Un sermón escrito por el Dr. R. L. Hymers, Jr. y el Sr. John Samuel Cagan
y predicado por el Sr. Cagan

“Porque el [designio] del corazón del hombre es malo desde
su juventud” (Génesis 8:21).

(Efesios 2:5)

I.    Primero, esta era la condición del hombre antes del Diluvio, Génesis
6:5; Romanos 5:12; I Corintios 15:22; Génesis 5:3; Job 14:4;
Efesios 2:5, 12, 2, 3; Salmo 51:5; Romanos 3:9, 23, 10, 12.

II.   Segundo, esta era la misma condición del hombre después del Diluvio,
Génesis 6:5; Salmo 58:3; Efesios 4:18; Romanos 7:24.