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EL MUNDO DEL MAÑANA

(SERMON #9 SOBRE II PEDRO)

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
La Noche del Día del Señor, 28 de Junio, 2015


Yo oigo a muchos Bautistas y evangélicos quejarse de nuestro país. Se preocupan de lo que hace el Presidente Obama, y de lo que hace la Corte Suprema. Culpan a los liberales. Culpan a la prensa liberal. Culpan a los maestros en los colegios y universidades. Culpan a los que venden drogas. Culpan a los imigrantes ilegales. Culpan a los violadores, y radicales, y a los que hacen motines. Pero yo no estoy de acuerdo con los Bautistas y los evangelicos sobre esto. Shakespeare dijo: “La culpa, estimado Brutus, no está en nuestras estrellas, sino en nosotros mismos” (Julius Caesar, I, 2, 140-141).

La culpa, querido predicador, no está en el Presidente Obama, o en la Corte Suprema – sino que en nosotros mismos. ¡Nuestras Iglesias se han vuelto tan débiles que no tienen ningún impacto en nuestra nación – ninguno! ¿Cómo sucedió eso? Primero, dejaste el servicio de los Domingos en la noche. ¡Cómo puedes tener una iglesia verdadera cuando solo le hablas a tu gente media hora a la semana! ¡Quitar el servicio de la noche es mortal! Segundo, no te enfocas en el Evangelio cuando predicas, y no te aseguras de que tus jóvenes sean convertidos. ¡Con razón pierdes el 88% de tus jóvenes antes de que cumplan los 25 años de edad! Con razón no puedes convertir a los jóvenes del mundo. No tienes poder porque no tienes verdaderas reuniónes de oración. ¡No culpes a Obama y a la Corte Suprema! “La culpa, querido Brutus, está en nosotros”

Como un resultado de pastorear torpemente, nuestras Iglesias y nuestra nación están llenas de aquellos que mofan la Biblia. ¡Los que se burlan y mofan del juicio que viene serán sorprendidos! ¡El juicio vendrá como ladrón en la noche! Se burlan de la idea de que el juicio viene. Pero vendrá inesperadamente. En Primera de Tesalonicenses 5:2 el Apóstol Pablo dijo:

“Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche” (I Tesalonicenses 5:2).

“Vosotros” se refiere a los Cristianos verdaderos. Nosotros sabemos que los grandes eventos del fin del siglo vendrán de repente – como un ladrón que viene de repente a robarle a una persona. Nuestro hermano Jack Ngann fue a la tienda la semana pasada. Cuando salió de la tienda un ladrón corrió hacia él y lo asaltó a punta de pistola. Él no se lo esperaba. No estaba listo. Así que “el día del Señor” vendrá – a un mundo que no está preparado – a aquellos que no son salvos. El juicio vendrá de repente, como ladrón en la noche. Luego Pablo dijo:

“Que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán” (I Tesalonicenses 5:3).

Ahora voltea a II Pedro 3:10. Está en la página 1276 en la Biblia Anotada de Scofield. Por favor leélo de pie.

“Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas” (II Pedro 3:10).

El “día del Señor” no es uno de 24 horas. Es un período de tiempo. William MacDonald dio cuatro cosas que sucederán en “el día del Señor”. Él dio estos eventos en el orden que sucederán.


1. Incluye la Tribulación, un período de siete años [cuando Dios juzgue al mundo].

2. Incluye el regreso de Jesús a la tierra [sobre el Monte de Olivos – cuando Él venga a establecer Su Reino].

3. Se usa para el milenio cuando Jesús regirá la tierra [por mil años].

4. Se refiere a la destrucción final de los cielos y la tierra con fuego. Ese es el significado aquí en [II Pedro 3:10] (Believer’s Bible Commentary, Thomas Nelson Publishers, 1989, p. 2302; nota sobre II Pedro 3:10).


Estos cuatro eventos ocurren durante el “día del Señor”. “Día” aquí se refiere a un período de tiempo. El “día del Señor” se iniciará con la tribulación de siete años y continuará hasta el regreso de Jesús, Su reinado de mil años en la tierra, y la destrucción de la tierra y el universo en fuego. Ese es el “día del Señor”. Se pueden sentar.

Luego el Apóstol Pedro dio la lección, o la aplicación. El Dr. Lloyd-Jones dijo que esta era la manera que los Apóstoles enseñaban a través de todas sus epístolas. Primero, él dio la doctrina – el “día del Señor” con todo lo que significa – la Tribulación, la Segunda Venida de Jesús, Su Reino, y la quema de los cielos (el universo) y el mundo. Esa es la doctrina. Luego dio la aplicación, o lección, que nosotros los Cristianos debemos aprender de la doctrina. La aplicación, o la lección, se da en el versículo 11. Míralo.

“Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir ” (II Pedro 3:11).

“Conversación” aquí significa “conducta”. Puesto que el universo será consumido por el fuego, qué tipo de personas debes ser en conducta y en piedad. Esto no es realmente una pregunta. Se debe terminar con un signo de exclamación – como “¡Deberías ser muy santo!” – Después de enterarte de que el mundo se acabará en una explosión de fuego.

No sólo debemos ser santos en nuestra conducta y en piedad, también hay que hacer lo que dice el versículo doce,

“Esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!” (II Pedro 3:12).

Debemos anticipar estas cosas, y aun “apresurar su venida”. El Dr. Thomas Hale dijo: “Dios espera que esparzamos Su Evangelio a todas las naciones; luego vendrá el fin, Mateo 24:14” (traducción de Dr. Thomas Hale, The Applied New Testament Commentary, Kingsway Publications, 1996; nota sobre II Pedro 3:12).

Eso era lo que mi pastor de mucho tiempo Dr. Timothy Lin enseñaba. Yo estoy de acuerdo con él. Cuando ganamos almas, estamos apresurando o acelerando, la venida del Reino eterno de Jesús. Creo que estos eventos se retrasan, humanamente hablando, “hasta que haya entrado la plenitud [número total] de los gentiles” (Romanos 11:25). El Dr. Lin dijo que Satanás sabe que “la única manera de prolongar su vida malvada es retrasando la Segunda Venida de Jesús ... Por esta razón emplea sus planes malignos con todas sus fuerzas para [detener] a la gente de creer en Jesús – con ello deteniendo que el personal del reino de Dios se produzca” (Dr. Timothy Lin, S.T.M., Ph.D., The Secret of Church Growth, FCBC, 1992, p. 95).

Debemos anticipar el “día del Señor”. ¡Debemos también “apresurar” ese día trayendo almas a Jesús y adentro a la iglesia local! Llegará el día en que será demasiado tarde para ganar almas porque “los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán” (II Pedro 3:12). La NIV(Versión Nueva Internacional, en Inglés) da el sentido de ellos: “Tú debes vivir vida santa y piadosa esperando el día del Señor y apresurando su venida…” (II Pedro 3:11, 12).

Cristianos “apresuren su venida”, como he dicho, ganando más de los perdidos. Pero hay otra manera. El Dr. Thomas Hale y el Dr. Timothy Lin ambos dijeron que “apresurar su venida” orando la oración del Señor (el “Padre Nuestro”) – “Venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo” (Mateo 6: 9-13). Muchos Cristianos en los últimos días se han olvidado de orar esa oración. Satanás los ha engañado. Cuando nos olvidamos de orar para que el Reino de Dios venga, Satanás prolonga su vida malvada. Si deseamos que el Reino de Dios venga pronto, debemos “apresurar su venida” trayendo más almas perdidas, y orando más. De hecho, creo que es el sentido básico en el que Pedro dio esta exhortación. No dio este pasaje sólo para enseñarnos las doctrinas de las últimas cosas. ¡Dio estos versículos para enseñarnos también cómo vivir, cómo ganar almas, y cómo orar, porque conocemos esta doctrina! El Dr. Martyn Lloyd-Jones dijo:

Debemos “apresurar su venida” …Esto otra vez es un gran misterio. Si estas cosas están determinadas, ¿cómo podemos apresurarlas? … Bueno, podemos apresurarlas con prepararnos, con predicar el Evangelio, con decirle a otros acerca de Él. El fin vendrá cuando la plenitud de los Gentiles y la plenitud de los Judíos haya entrado, cuando todos hayan sido juntados, cuando todos los redimidos hayan sido traídos del mundo. Apresuremos eso con prepararnos a nosotros mismos, apresurémoslo esparciendo el Evangelio, predicando, o apoyando la obra misionera, y la obra de la iglesia en esta tierra, de hecho todo lo que podemos hacer es apresurar la venida (traducción literal de Martyn Lloyd-Jones, M.D., Expository Sermons on 2 Peter, The Banner of Truth Trust, edición de 1999, p. 206; comentario sobre II Pedro 3:12).

Ahora ponte de pie mientras leo el versículo 13.

“Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia” (II Pedro 3:13).

Se pueden sentar.

Uno de los hombres en nuestra iglesia recientemente me recordó lo que sucedió el día que fui salvo. El Dr. Charles J. Woodbridge estaba predicando sobre este pasaje. Él estaba contrastando los “burladores” (v. 3) con los Cristianos. Él leyó aquellas palabras, “los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán”. Luego leyó las palabras del versículo 13,

“Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia”

Él dijo: “Ellos no tienen ninguna esperanza, pero nosotros buscamos nuevos cielos y una nueva tierra”. “Ellos no tienen futuro, pero nosotros buscamos nuevos cielos y una nueva tierra”. “Ellos no tienen esperanza, pero nosotros buscamos nuevos cielos y una nueva tierra”. De repente yo ya no quise estar con “ellos”. Yo quería desesperadamente estar entre el “nosotros”. En un momento – y fue sólo un momento – yo los dejé a “ellos” y me uní a “nosotros” – me uní a los Cristianos dejé el mundo detrás de mí. En ese momento yo confié en Jesús. ¡Fue tan simple! La evolución se había largado. El materialismo se había largado. Las ideas y los planes y las esperanzas y los sueños de este mundo se largaron. Yo confié en Jesús solamente. Fui convertido. Podría haber gritado con el más fuerte Cristiano en el mundo,

“Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia”

Yo podría haberme parado y cantado las palabras de Fanny Crosby:

Toma al mundo y su vanidad,
   Dadme a Jesús a mí;
Su amor es para siempre,
   El mismo es siempre Él.

Toma al mundo, a Jesús dadme,
   En Su Cruz yo confiaré,
Hasta que en vista perfecta
   Cara a cara Le veré.
¡Qué vasta misericordia!
   ¡Cuan profundidad de amor!
¡Oh, la redención completa,
   Promesa de vida sin fin!
(“Take the World, But Give Me Jesus” por Fanny J. Crosby, 1820-1915).

Jesús cuan fuerte Roca es;
   Toda otra tierra se hundirá,
Toda otra tierra se hundirá.
   (“The Solid Rock” por Edward Mote, 1797-1874).

En Jesús pon tus ojos,
   Tan lleno de gracia y amor,
Dudas y temor se empañarán,
   A la luz del glorioso Señor
(traducción de “Turn Your Eyes Upon Jesus”
por Helen H. Lemmel, 1863-1961).

Ahora mira al verso 14. De pie mientras lo leo.

“Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz” (II Pedro 3:14).

Se pueden sentar.

“Por lo cual” significa “por eso”. Porque eres convertido y esperas nuevos cielos y nueva tierra, donde mora la justicia – Por lo cual, ya que esperas por nuevos cielos y nueva tierra, donde mora la justicia, sé diligente, haz todo esfuerzo, para ser hallado sin mancha, irreprensible y en paz con Él. El Apóstol Juan dijo:

“Permaneced [continúa] en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados” (I Juan 2:28).

“Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro” (I Juan 3:3).

Esto comienza cuando confías Jesús por fe – y eres limpiado de todo pecado por la Sangre que Él derramó en la Cruz. Es mi oración que alguien aquí diga con Fanny Crosby, “Toma el mundo, pero dadme a Jesús”. En su nombre, Amén.

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Puede escribir al Dr. Hymers en cualquier idioma, pero
escribe en Inglés si es posible.

(FIN DEL SERMÓN)
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La Escritura Leída por el Sr. Abel Prudhomme Antes del Sermón: II Pedro 3:10-18.
El Solo Cantado por el Sr. Jack Ngann Antes del Sermón:
     “Take the World, But Give Me Jesus” (por Fanny J. Crosby, 1820-1915).