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¡EL CAMINO!

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
La Tarde del Día del Señor, 11 de Enero, 2015

“Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino? Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:5-6).


La Biblia nunca habla del Cristianismo en términos de psicología. Nunca habla del Cristianismo en términos de la filosofía, o ética, o metafísica, o racionalismo o del existencialismo. Una y otra vez, en el Nuevo Testamento, se habla de la Cristiandad simplemente como “el camino” (en Griego Hē hŏdŏs – el camino). Cuando Pablo fue a perseguir a los Cristianos, antes de ser convertido, fue a perseguir a cualquiera “de este Camino” (Hechos 9:2). El Apóstol Pedro habló de “el camino” (II Pedro 2:2). Y encuentras “el camino” (hē hŏdŏs) como el nombre de la fe Cristiana al menos siete veces en el Nuevo Testamento. El Apóstol Pablo dijo: “Perseguía yo este Camino hasta la muerte” antes de ser convertido (Hechos 22:4). Al describir la fe Cristiana no puedo pensar en una mejor manera de describirla. En verdad, la Cristiandad verdadera es “el camino”.

I. Primero, el camino Cristiano es un camino angosto.

Jesús dijo:

“...angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan” (Mateo 7:14).

Es un camino muy angosto porque habla de Jesús Mismo. Nuestro texto nos da las palabras de Jesús: “Yo soy el camino...nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6).

Billy Graham siempre tuvo la primera mitad de Juan 14:6 en enormes letras detrás de él, en luces o en un letrero, cuando habló a grandes multitudes en sus “cruzadas”. Las palabras del Sr. Graham fueron éstas –

Jesús le dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida” (Juan 14:6).

Por mucho tiempo me pregunté por qué el Sr. Graham siempre dejó fuera la segunda mitad del versículo: “Nadie viene al Padre, sino por mí.” Entonces un día me di cuenta de que él dejó fuera la segunda parte porque él no quería enojar a nadie. A ellos no les importaba que él dijera que Jesús era: “el camino, la verdad y la vida”. Puede que ellos piensen que esto podría referirse a cualquier gran filósofo o fundador de una religión. Ellos podrían torcer eso en sus mentes para referirse a Moisés o Mahoma o Confucio o Buda. Podrían decir: “Sí, eso es verdad de Jesús, pero también es verdad de otros grandes líderes religiosos o filósofos. Pero la segunda mitad del versículo corregiría eso. En la segunda mitad Jesús dijo: “nadie viene al Padre, sino por mí”. El Sr. Graham sabía que esas palabras de Jesús molestaría, incluso enojaría a mucha gente. Así que las dejó fuera del gran letrero que estaba desplegado detrás de él cuando predicaba. El Sr. Graham temía que se ofenderían por “El Escandalo de la Cruz” – que enseña que solamente Jesús crucificado nos puede salvar.

Pero tú y yo nunca debemos dejar fuera la segunda mitad de Juan 14:6. Jesús dijo: “Porque el que se avergonzare…de mis palabras, de éste se avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en su gloria...” (Lucas 9:26). Me aterrorizaría dejar fuera esas palabras de Jesús, “nadie viene al Padre, sino por mí”.

El camino Cristiano es un camino angosto. Es salvación por fe en Jesús solo, como los reformadores lo pusieron. ¡El verdadero Cristianismo es un camino angosto ya que presenta a Jesús como el único Salvador de la humanidad! El Apóstol Pedro dijo:

“Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12).

Muchas personas piensan que pueden ser salvas de alguna otra manera. Ellos piensan que pueden ser salvos por ir a la iglesia, o por decir una oración, o por tener una experiencia o una “sensación” de aceptación. ¡Pero la Biblia nos dice que están equivocados! La Biblia dice: “Hay camino que parece derecho al hombre, Pero su fin es camino de muerte” (Proverbios 16:25). Ese es “camino de muerte”. ¡Jesús es el único camino a la vida! Él dijo:

“Yo soy el camino”.
“Y la vida” (Juan 14:6).

La Antigua canción que el Sr. Griffith acaba de cantar es absolutamente verdad,

Al hogar iré camino de la cruz,
   No hay otra vía allí;
La puerta de luz no la miraré,
   Si no sigo el camino de la cruz...
(Traducción libre de “The Way of the Cross Leads Home”
      por Jessie B. Pounds, 1861-1921).

Sí, la verdadera fe Cristiana es un camino angosto. Jesús dijo: “Yo soy el camino”. Él quiso decir que Él es el único camino. ¿Por qué? Porque nadie más era Dios encarnado, Dios en carne humana, muriendo para pagar por nuestros pecados. ¡Nadie más en toda la historia fue capaz de hacer eso! Solo Jesús puede salvarte del pecado y juicio.

II. Segundo, el camino Cristiano es un camino simple.

Jesús es el camino a Dios. Es un camino simple, un camino claro, fácil de entender. ¡No es un camino misterioso, incierto o secreto! ¡De ningún modo! Anticipando a nuestra dispensación, el profeta Isaías nos dijo:

“Habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad…el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará” (Isaías 35:8).

Jesús murió en la Cruz para pagar por nuestro pecado. Él murió en nuestro lugar para expiar nuestro pecado. Él se levantó de entre los muertos y está en el Cielo a la diestra de Dios. Confía en Él y Él perdonará tu pecado y te salvará. No hay nada complicado sobre eso. Yo lo digo en casi todos los sermones. Es el simple Evangelio de Jesús.

La gente no tropieza porque el Evangelio es incierto o misterioso. Tropiezan porque quieren un sentimiento de seguridad en lugar de Jesús Mismo. O ellos fracasan porque no confían en Él completamente. ¡Son como un hombre que quiere subir en un avión, y mantiene un pie en el suelo al mismo tiempo! Para subir en un avión, tienes que sentarte y confiar el avión. Esa es la forma en que confías en Jesús. Pon toda tu confianza en Él – y no busques un sentimiento de aceptación. Confía en Él solo y Él te salvará. La fe Cristiana es un camino simple y claro

.

Cuando yo tenía quince años yo sabía que había un Dios. Sabía que era grande. Sabía que Él era temible. Sabía que era impresionante y santo. Pero yo traté de salvarme por ser bueno. Me negué a hacer las cosas pecaminosas que otros adolescentes hacían en la iglesia. Yo era como un Fariseo. Yo pensé: “Yo no soy como esos pecadores”. Yo memorizaba las Escrituras. Oraba. El Domingo de Resurrección de 1958 dediqué mi vida a ser un predicador. Yo tenía diecisiete años – ¡tratando de ser Cristiano por ser bueno! Pero el Apóstol Pablo dijo que “nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia” (Tito 3:5). Y esa misericordia sólo puede venir a nosotros por simple fe en Jesucristo.

Conocí a un hombre joven que tuvo una tremenda experiencia. Él habló de “sentir” la presencia de Jesús. Estaba seguro, por esa experiencia, que era salvo. Pero unos años más tarde dejó la iglesia y todo el mundo supo que él nunca había sido salvo. Él dependió de una “sensación”. Y el Diablo le dio la “sensación” que él quería. Pero eso no lo salvó. La salvación sólo puede venir por simple fe en Jesucristo. La fe Cristiana es un camino simple y claro

.

III. Tercero, el camino Cristiano es un camino sangriento.

El camino Cristiano está pintado de rojo. Es un camino sangriento. El camino rojo-sangre de la Cristiandad está a través de la Biblia, desde el Génesis hasta el Apocalipsis. En el Huerto del Edén Dios vio un animal y tomó su piel e hizo túnicas para cubrir el pecado de nuestros primeros padres. Abel trajo una ofrenda sangrienta y fue aceptada por Dios. En la noche de la Pascua los Israelitas rociaron la sangre de un cordero en sus puertas. El juicio de Dios “pasó por encima” de ellos, porque Dios dijo:

“Y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad…” (Éxodo 12:13).

Dios no dijo: “¡Cuando vea el cordero muerto pasaré de vosotros!” ¡No! ¡No! Dios dijo: “Y veré la sangre y pasaré de vosotros”.

La sangre al ver, la sangre al ver,
La sangre al ver, pasará hoy de ti, el Señor.
   (Traducción libre de “When I See the Blood”
      por John G. Foote, 19th century).

Leí en un artículo el otro día que decía que se está haciendo popular entre los jovenes decir que somos salvos por la muerte de Jesús, “no por Su sangre”. ¡Eso es realmente horrible!

¡Hay dos elementos en la Cena del Señor, no uno! ¿Por qué tomamos la copa si la sangre no es necesaria para que nos “limpie de todo pecado” (I Juan 1:7)? Me temo que John MacArthur ha llevado a muchos jóvenes predicadores a proclamar un evangelio “sin sangre”. MacArthur dijo: “La sangre de Jesús [es] una frase vívida utilizada para representar la muerte sacrificial de Jesús” (nota sobre I Corintios 10:16). Él dijo: “Sangre sustituye a la palabra muerte” (nota sobre Hebreos 9:14, The MacArthur Study Bible). De nuevo él dijo: “Las referencias a la sangre del Salvador no están simplemente apuntando al líquido...” (The MacArthur Bible Commentary; nota sobre Romanos 5:9).

¡Eso es un error reprensible! En todo el Antiguo Testamento un cordero fue ofrecido como un sacrificio de sangre a Dios, como una expiación por los pecados del pueblo. En el Nuevo Testamento la Sangre de Jesús fue derramada para remisión de los pecados. Cuando Jesús tomó la copa en la Última Cena, Él dijo:

“Porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados” (Mateo 26:28).

Deja que John MacArthur, y todos sus seguidores jóvenes “sin sangre” piensen profundamente sobre el segundo elemento en la Cena del Señor – ¡la copa, que representa Su Sangre! ¡Un evangelio sin sangre no es evangelio para nada! ¡No ofrece ninguna limpieza de almas culpables! En el Cielo adoraremos –

“Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre” (Apocalipsis 1:5).

Otros pueden seguir MacArthur, pero en cuanto a mí, yo voy a estar con ese campeón de la fe, el gran erudito con un doctorado en el Griego del Nuevo Testamento, el Dr. W. A. Criswell, porque fue Criswell quien dijo:

Desde el principio en el Edén a la gloriosa consumación en la Nueva Jerusalén [la sangre] se ve claramente. Sin derramamiento de sangre no hay remisión del pecado y su castigo, porque es la sangre de Jesucristo, Hijo de Dios, que nos limpia de todo pecado. Esos mensajes llegan a nosotros en las palabras del compositor:

     ¿Qué me puede dar perdón?
     Solo de Jesús la sangre.
     ¿Y un nuevo corazón?
     Solo de Jesús la sangre.
     Precioso es el raudal
     Que limpia todo mal;
     No hay otro manantial,
     Solo de Jesús la sangre.

(Traducción de W. A. Criswell, Ph.D., Christ the Savior of the World, Crescendo Book Publications, 1975, pp. 71, 72).

¡El Dr. Criswell pudo haberle enseñado Griego Koine a John MacArthur! ¡El Dr. Criswell era tal experto del Griego del Nuevo Testamento que podía citar gran parte del Nuevo Testamento Griego de memoria! ¡Sigue al Dr. Criswell y cree en la Sangre de Jesús! ¡El nuevo camino es el camino sin sangre! ¡El camino antiguo es el camino correcto! ¡Y es el único camino! El camino Cristiano es un camino sangriento – la salvación y limpieza del pecado por la Sangre de Jesucristo.

Hemos tenido gente que viene a ser aconsejada en nuestro cuarto de consejo, pero no son salvos. ¡Nunca oigo a esas personas hablar sobre la Sangre de Jesús! Ellos siempre están hablando acerca de tener seguridad – ¡pero nunca hablan de la Sangre de Jesús! Ellos no mencionan Su Sangre. ¡Ellos no usan la palabra! ¡No es de extrañar que no son salvos! La Biblia dice: “Sin [el] derramamiento de sangre no se hace remisión” – ¡no hay perdón, no hay salvación, nunca sin la Sangre de Jesús! (Hebreos 9:22).

El camino Cristiano es un camino angosto. Es un camino simple. Es un camino sangriento. ¡Y es el único camino! Porque Jesús dijo,

“Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:5-6).

¿Por qué es la salvación sólo por Él? Porque Jesús es el único que es santo. Él es el Hijo unigénito de Dios. ¡Él es el único con Sangre santa, para limpiarte del pecado. La Biblia habla de “la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre” (Hechos 20:28). ¡La única Sangre que te puede limpiar es la Sangre de Dios! Esa es la Sangre de Jesús, el Hijo de Dios. ¡Esa es la Sangre de Dios! Por favor pónganse de pie. Sr. Griffith, por favor venga y cante “Fue la Sangre de Jesús”.

Perdido pecador fui yo,
   Condenado a una muerte eterna;
Más Jesús murió por mí,
   La pena del pecado pagó,
En el Calvario alzado fue.
   La Sangre de Jesús fue la que me rescató,
De las cadenas de pecado
   Me libró, por siempre mi canción será:
La Sangre de Jesús fue la que me rescató.

Nunca tendría paz con Dios,
   Sin el manantial carmesí,
Solo Jesús pudo ganar
   La expiación por todo pecado –
Firmó con su Sangre mi perdón.
   La Sangre de Jesús fue la que me rescató,
De las cadenas de pecado
   Me libró, por siempre mi canción será:
La Sangre de Jesús fue la que me rescató.

Ni la burla o credo del hombre
   Pueden sacudir mi fe en el plan del Calvario
Su Sangre me redimió,
   Me limpió y completó.
Por fe mi vida en Él comenzó.
   La Sangre de Jesús fue la que me rescató,
De las cadenas de pecado
   Me libró, por siempre mi canción será:
La Sangre de Jesús fue la que me rescató.
   (Traducción libre de “‘Twas Jesus’ Blood” por Harry D. Loes, 1892-1965).

La Sangre de Jesús es lo único en todo el mundo que te puede limpiar del pecado y llevarte al Cielo. Amén. Dr. Chan, por favor guíenos en oración.

(FIN DEL SERMÓN)
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(Oprime Aquí) – o puedes escribirle a P.O. Box 15308, Los Ángeles, CA 90015,
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La Escritura Leída por el Sr. Abel Prudhomme Antes del Sermón: Juan 14:1-6.
El Solo Cantado por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith Antes del Sermon:
“The Way of the Cross Leads Home” (por Jessie B. Pounds, 1861-1921).


EL BOSQUEJO DE

¡EL CAMINO!

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

“Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino? Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:5-6).

(Hechos 9:2; II Pedro 2:2; Hechos 22:4)

I.   Primero, el camino Cristiano es un camino angosto, Mateo 7:14;
Lucas 9:26; Hechos 4:12; Proverbios 16:25.

II.  Segundo, el camino Cristiano es un camino simple, Isaías 35:8; Tito 3:5.

III. Tercero, el camino Cristiano es un camino sangriento, Éxodo 12:13;
I Juan 1:7; Mateo 26:28; Apocalipsis 1:5; Hebreos 9:22.