Print Sermon

El propósito de este sitio de Internet es proporcionar manuscritos de sermones gratuitos y videos de sermones a pastores y misioneros en todo el mundo, especialmente en el Tercer Mundo, donde hay pocos, si es que hay, seminarios teológicos o escuelas Bíblicas.

Estos manuscritos de sermones y videos ahora van a casi 1,500,000 computadoras en más de 221 países todos los meses en www.sermonsfortheworld.com. Otros cientos miran los videos en YouTube, pero rápidamente dejan YouTube y vienen a nuestro sitio de Internet. Los manuscritos de sermones se dan en 46 idiomas a casi 120,000 computadoras cada mes. Los manuscritos de sermones no tienen derecho de autor, así que los predicadores pueden usarlos sin nuestro permiso. Por favor, oprime aquí para aprender cómo puedes hacer una donación mensual para ayudarnos en esta gran obra de predicar el Evangelio a todo el mundo.

Cuando le escribas a Dr. Hymers, siempre dile en qué país vives o él no te podrá contestar. El correo electrónico de Dr. Hymers es rlhymersjr@sbcglobal.net.




DADME ESTE PODER

(SERMÓN NÚMERO 2 SOBRE AVIVAMIENTO)

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
La Noche del Día del Señor, Julio 27, 2014

“Dadme también a mí este poder” (Hechos 8:19).


Estas palabras fueron dichas durante un gran avivamiento en Samaria. Mas no voy a comentar sobre ese avivamiento. Alejaría nuestras mentes del problema que nuestro texto nos presenta. En este sermón es suficiente decir que Felipe fue a Samaria y predicó a Jesús, lo cual fue seguido por un tremendo avivamiento. Casi todos en aquella ciudad fueron convertidos.

¡Pero no Simón el mago! Cuando Pedro fue a ayudar a Felipe en el avivamiento, Simón vino a él. Y Simón dijo:

“Dadme también a mí este poder” (Hechos 8:19).

¡Hasta le ofreció dinero a Pedro para obtener ese poder! Pedro le dijo: “porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás” (Hechos 8:23). Charles Simeon (1759-1836) dijo:

Simón había parecido sincero en su profesión de fe, y por eso Felipe lo bautizó...por eso los verdaderos Cristianos lo consideraban un hermano: pero [Felipe] descubrió pronto la hipocresía de su corazón...él todavía estaba, tanto como antes, en un estado natural [en un estado inconverso]. Por eso Pedro le habló con las palabras...“porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás”... [en] un estado sujeto al pecado... [en] un estado de condenación a causa del pecado (traducción de Charles Simeon, Expository Outlines on the Whole Bible, Zondervan Publishing House, edición de 1955, tomo 14, pp. 339, 340).

Pedro le dijo a Simón “Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad”. Pero Simón no se arrepintió. Él siguió como estaba. Él le dijo a Pedro:

“Rogad vosotros por mí al Señor, para que nada de esto que habéis dicho venga sobre mí” (Hechos 8:24).

Dr. McGee dijo:

Simón no pide ser salvo. No pide oración para su salvación. Él solo pide que nada de aquellas cosas terribles vinieran sobre él (traducción de J. Vernon McGee, Th.D., Thru the Bible, Thomas Nelson Publishers, 1983, tomo IV, p. 545; nota sobre Hechos 8:24).

Dr. McGee dijo: “Él no es convertido” (ibid., nota sobre Hechos 8:21). Lamentablemente, los escritos antiguos de los padres de la iglesia nos dicen que él nunca fue salvo. De hecho, nos dicen que se volvió un líder de la herejía Gnóstica y “archí enemigo de la iglesia” (traducción de la Biblia The Reformation Study Bible, Ligonier Ministries, 2005, p. 1572; nota sobre Hechos 8:9). Él siguió creyendo en un “poder”, mas no en Jesús Mismo. Como dijo:

“Dadme también a mí este poder” (Hechos 8:19).

¿Cómo se nos aplica esto hoy?

I. Primero, el ethos, o carácter, del creer común de nuestro día es Pelagiano y Gnóstico.

Por “ethos” me refiero a la idea dominante acerca de cómo es salva una persona. En su libro, La Cristiandad Sin Cristo [en Inglés] Christless Christianity, el Dr. Michael Horton dice que la mayoría de los estadounidenses combinan “el énfasis pelagiano de auto-salvación con el énfasis Gnóstico sobre experiencia interior e iluminación” (Baker Books, 2008, p. 251). Eso simplemente significa que la gente hoy piensa que puede hacer algo para salvarse (Pelagianismo). Todo lo que necesitan es aprender el “secreto” de lo que deben decir o pensar (Gnosticismo).

Veo que nosotros batallamos esas ideas falsas constantemente en nuestra propia iglesia. La gente que viene del mundo, y aun los que han nacido y sido criados en la iglesia, llevan por dentro las ideas del Pelagianismo y el Gnosticismo.

Ve a la calle y habla con diez o veinte personas, y verás que es cierto. Pregúntales si son pecadores sin esperanza, y todos te dirán que ellos sí pueden hacer algo, o dejar de hacer algo, que los salvará. “Hago lo mejor que puedo”. “No soy peor que cualquier otra persona”. Oyes eso todo el tiempo. Ni lo saben, pero hay un nombre para lo que creen – Pelagianismo. La persona puede hacer algo, o dejar de hacer algo, y esto la salvará. Eso está totalmente en contra de lo que dice la Biblia, por supuesto. La Biblia dice:

“Estando nosotros muertos en pecados” (Efesios 2:5).

“Teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón” (Efesios 4:18).

Estos versículos muestran que el hombre está totalmente depravado – que es esclavo del pecado, que no puede hacer nada para salvarse a sí mismo de su esclavitud al pecado – muerto en pecado – y por lo tanto en camino al Infierno. ¿Conoces tú a alguien afuera de la iglesia que cree eso? ¡Yo no! Nadie, en la sociedad cree ser esclavo del pecado. ¡Ni las iglesias lo predican! Es por eso que todo perdido, inclusive aquellos criados en la iglesia, piensan que pueden hacer algo, o dejar de hacer algo, y que eso los salvará. Son Pelagianos. No tienen idea de que son miserables sin esperanza mínima de contribuir en algo a su propia salvación.

Segundo, son Gnósticos. O sea que piensan que pueden aprender algo y ser iluminados, y usar ese conocimiento para ser salvos. Lo vemos todo el tiempo. Tenemos gente que viene a nuestra iglesia y pasan meses, a veces años, tratando de aprender “el secreto” que pueden usar para que Jesús los salve. Esto es lo que el Dr. Horton llama “énfasis Gnóstico de experiencia interior e iluminación”. Yo les digo, vez tras vez, que están:

“aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad” (II Timoteo 3:7).

Pero ellos no lo creen. Siguen pensando que hay alguna fórmula gnóstica “secreta” que pueden aprender para ser Cristianos. ¡Incluso he visto a la gente llorar, con lágrimas corriendo por sus mejillas, tratando de aprender, tratando de averiguar la fórmula “secreta” que puedan usar para ser salvos! Recientemente dos jóvenes pensaban que lo habían “entendido”. Ambos dijeron: “Yo no hice nada – así que sé que soy salvo”. ¡Les hice algunas preguntas y me di cuenta de que, de hecho, no hicieron nada! Pensaron que ese era el secreto Gnóstico de la salvación. Les dije que esa no era una doctrina Reformada, no es una doctrina Bíblica. Yo les dije que era la herejía de “quietismo”, contra la cual Wesley y Whitefield predicaron tan vigorosamente en el siglo XVIII. Yo les dije que hay algo que tienen que hacer. Deben creer en Jesús. La Biblia deja bien claro:

“Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo” (Hechos 16:31).

“El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado” (Juan 3:18).

¡Pero ambos se fueron con confusión en sus caras, todavía pensando que podían aprender el “secreto” Gnóstico algún día! ¡Eso me rompe el corazón! Jesús los ama. Todo lo que tienen que hacer es creer en Él. ¡Pero siguen buscando una formula! Tratan a Jesús como una fuerza o poder, como Simón, que dijo: “Dadme también a mí este poder” (Hechos 8:9). Simón siguió siendo Gnóstico. La Biblia Anotada [en Inglés] The Reformation Study Bible dice:

El Gnosticismo (nombrado por la palabra Griega gnosis, significa “conocimiento”) enseñaba que una persona ganaba la salvación no por el mérito de la muerte de Jesús por los pecadores, sino por conocimiento especial... (traducción de The Reformation Study Bible, ibid.).

Cuando una persona tiene esas ideas en la cabeza, es humanamente imposible sacarlas. ¡Son como los Católicos Hispanos que piensan de Jesús como juez (Cristo) en vez de un Salvador amoroso! ¡Una anciana Católica se salió de la iglesia enojada cuando yo dije que Jesús no era un juez, sino un Salvador amoroso! ¡Ella prefería seguir teniendo miedo de Jesús que cambiar de pensar! ¡Y así es la mayoría de evangélicos hoy! ¡Prefieren seguir pensando en Jesús como un “poder” Gnóstico que puedan manipular con aprender secretos, que pensar en Él como un Salvador amoroso que perdonará sus pecados instantáneamente si ellos simplemente creen en Él! ¡Qué triste!

¡Y, sabes, eso es demoníaco! El Dr. Martyn Lloyd-Jones dijo:

Hay épocas cuando el [Diablo] se concentra en Cristianos individuales, o secciones de la Iglesia Cristiana, casi sobre países enteros a veces (traducción de The Christian Soldier, Ephesians 6:10-13, The Banner of Truth Trust, 1977, p. 302).

Creo que Los Estados Unidos y el Occidente están bajo el poder de Satanás, y hasta nuestras amadas iglesias han sido influenciadas grandemente por doctrinas de demonios. El Apóstol Pablo dijo:

“Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios” (I Timoteo 4:1).

Yo creo que los puntos de vista Pelagianos y Gnósticos, que son tan prevalentes en Cristianismo evangélico, son exactamente eso – “doctrinas de demonios”.

El movimiento “La Palabra de Fe” promovido por tales grandes nombres como T. D. Jakes, Benny Hinn, Joyce Meyer, y Joel Osteen. Ellos están el evangelio de prosperidad hasta los confines de la tierra. Hasta nuestras iglesias Bautistas son influenciadas, a menudo sin saberlo. El Dr. Horton dijo que hay “semejanzas asombrantes entre el mensaje de la prosperidad y el Gnosticismo antiguo ” (ibid., p. 67). Él dijo que hoy muchas iglesias están predicando “una [combinación] de autoayuda Pelagiana y autodeificación Gnóstica” (ibid., p. 68). “[Dios] tiene ciertas reglas y principios para conseguir lo que tú quieras de la vida, y si las sigues, podrás tener lo que quieres” (ibid.). Eso, por supuesto, es la esencia de las herejías del Pelagianismo y el Gnosticismo. Eso es lo que la gente en general cree – si aprendes las reglas, y dices las palabras correctas, puedes conseguir lo que quieres – incluyendo la salvación. Al final de cada programa Joel Osteen mira a la cámara y le dice a la audiencia de televisión:

Solo diga: “Señor Jesús, yo me arrepiento de mis pecados. Entra en mi corazón. Yo te hago mi Señor y Salvador.” Amigos, si han orado esa simple oración, nosotros creemos que han sido renacidos.

¡El señor Osteen dio un sermón sin Jesús y la oración de arriba sin mencionar el Evangelio en ella! ¡No se menciona a Jesús muriendo como sustituto por los pecadores en la Cruz, ni en el sermón ni en la oración! ¡No hubo mención de la Sangre de Jesús limpiando el pecado de la persona perdida, ni en el sermón ni en la oración! En otras palabras, no hubo ninguna mención del Evangelio para nada (I Corintios 15:1-4). Sin embargo, Osteen dice: “si han orado esa simple oración, nosotros creemos que han sido renacidos”. Sólo hay dos posibilidades – o Osteen es un completo charlatán, como Simón el Mago – o (lo más probable) ha “[escuchado] a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios”.

De cualquier modo, el Pelagianismo y el Gnosticismo has sido esparcidos por Satanás por todo el mundo – en Los Estados Unidos particularmente. ¡Y lo crees! ¡Por eso no eres salvo!

II. Segundo, ¡tú tienes que ser librado de estas dos doctrinas demoníacas o nunca serás salvo!

La primera doctrina falsa es el Pelagianismo. Es la idea de que tú puedes hacer algo, o dejar de hacer algo, y por eso ser salvo. Esta es una herejía tan clara que casi me da pena hablar de ella. ¡Pero muchos que están escuchándome esta noche la creen! ¿No has leído estos versículos en la Biblia?

“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios. no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8, 9).

¡Nada que hagas te puede salvar! ¡Nada! ¡Nada que dejes de hacer te puede salvar! ¡Nada! Solo hay una cosa que a los pecadores perdidos se les manda hacer, y es:

“Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo ” (Hechos 16:31).

Tú dices: “¡Pero eso es tan fácil!” ¡Sí, pero esa es la única cosa que un pecador perdido no quiere hacer – no importa cuanto le ruegues! ¡No importa cuán a menudo lo prediques! El pecador perdido lo rechaza y hace otra cosa. Él cree tan profundamente en su propia habilidad (Pelagianismo) que se negará a creer en Jesús cada vez. En vez, él creerá un versículo de la Biblia, o un atributo de Jesús, pero no Jesús Mismo. ¡ÉL NO CREERÁ EN JESÚS MISMO! ¿Por qué? ¡Porque el Pelagianismo es una mentira, por eso! ¡Sin la gracia de Dios un pecador perdido nunca vendrá a Jesús ni confiará en Él solo! ¡Él rechazará a Jesús Mismo cada vez – porque él es totalmente depravado!

“Muertos en…delitos y pecados” (Efesios 2:1).

La segunda doctrina falsa es el Gnosticismo. Se caracteriza por la idea de que Dios es una fuerza impersonal o poder que puede ser manipulado por aquellos que tienen un conocimiento especial (la palabra Griega “gnosis” significa “conocimiento”). Esta idea está en todo pensamiento evangélico popular. El Dr. Horton dice que el Gnosticismo evangélico nos tiene “mirando dentro de nosotros mismos para crear de nuestra propia imaginación un ídolo que podamos manipular y controlar” (ibid., p. 167).

Los jóvenes de hoy hacen esto sin darse cuenta. Hacen a Jesús una “fuerza” imaginaria que puedan manipular. ¿No es eso exactamente lo que Simón el Mago hizo? Él dijo: “Dadme también a mí este poder” (Hechos 8:19). Así que Dios solo era un “poder” que podía ser dado o recibido por un hombre. Este énfasis Gnóstico conduce a la “magia blanca”. En la magia negra el mago usa ciertas palabras para controlar y manipular a los malos espíritus. En la llamada “magia blanca” el mago utiliza ciertas palabras, conjuros o rezos para controlar y manipular los espíritus buenos – incluso a Dios. Nota que la “oración del pecador” de Joel Osteen es realmente un conjuro de magia blanca,

Simplemente di: “Señor Jesús, me arrepiento de mis pecados. Entra en mi corazón. Te hago mi Señor y Salvador”. Amigos, si han hecho esta simple oración, creemos que han sido renacidos.

¡Si dices esas palabras, energía fluye en tu corazón! ¡Puedes hacerte nacer de nuevo por decir esas palabras! ¡Es puro Gnosticismo! ¡Es pura magia blanca! ¡Es nombrada y clamada! ¡Es el mensaje de la Palabra de Fe! ¡Nombrada y clamada! Está por todo el evangelicalismo, ¡y es magia blanca! Recuerda que Simón era un hechicero, un mago (Hechos 8:9), ¡uno de los padres del Gnosticismo! Él dijo: “Dadme también a mí este poder”.

Conclusión

¡Jesucristo no es un “poder” que puedes controlar, manipular o utilizar! Él es un hombre, en carne humana, que murió en la Cruz para pagar el castigo por tu pecado. No puedes “figurarte” o “aprender” cómo “hacer” para que te salve. Puedes tratar de aprender el “secreto” de cómo ser salvo por el resto de tu vida – pero seguirás estando perdido, como Simón el Mago. Debes venir a Jesús como un pecador que no puede “figurarse” esto. Debes caer ante Él y creer en Él. ¡Debes ser salvo del pecado por el Jesús de la Cruz! Debes ser limpiado de tu pecado por Su Sangre preciosa. ¡No hay otra manera de ser salvo del pecado! ¡No hay nada más que aprender! ¡No hay “clave secreta” o palabras especiales que aprender! “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo” (Hechos 16:31).

¿Por qué no has creído en Jesús? La respuesta es muy simple. ¡No has sido convencido del pecado! ¡Tu pecado nunca te ha preocupado ni te ha mantenido despierto por la noche! ¡Tu corazón pecaminoso nunca ha sido repulsivo para ti!

Sin convicción de un corazón pecaminoso no hay verdadera conversión. Hasta que un hombre sea profundamente turbado acerca de su corazón pecaminoso él realmente nunca verá su necesidad de Jesús. Por lo tanto, estamos orando por avivamiento y por verdaderas conversiones. ¿Pero qué punto enfatizamos en nuestras oraciones? ¿Estamos orando: “Oh Dios, trae más personas” – o “Oh Dios, envía avivamiento”? Si es así, entonces no estamos orando exactamente por lo que necesitamos. Sólo estamos haciendo una oración general, confusa. Dios te da lo que pides en oración. ¡Si la oración es general, por lo general no consigues nada! Oremos por lo que más se necesita – convicción de tener un corazón pecaminoso. Dilo conmigo – “convicción de tener un corazón pecaminoso” ¡Eso es! ¡Eso es lo que más necesitamos! ¡Eso es lo que necesitamos que haga el Espíritu Santo! ¡Hasta que tengas convicción de tener un corazón pecaminoso, el Evangelio te parecerá nublado y no claro! ¡No real!

Vamos a orar y ayunar el próximo Sábado hasta las 5:00 PM. Entonces vamos a venir aquí a la iglesia para más oraciones y a comer juntos. Es por eso que necesitamos ayunar y orar – “convicción de tener un corazón pecaminoso”. ¡Cuando Dios haga eso, vamos a ver más personas confiando en Jesús! ¡Cuando eso suceda a un número de personas a la vez tendremos avivamiento! Amén.

(FIN DEL SERMÓN)
tú puedes leer los sermones de Dr. Hymers cada semana en el Internet
en www.realconversion.com o www.rlhsermons.com.
Oprime en “Sermones en Español”.

Puedes enviar un correo electrónico a Dr. Hymers en Inglés a
rlhymersjr@sbcglobal.net – o puedes escribirle a P.O. Box 15308, Los Ángeles, CA
90015, Estados Unidos.
Llámale por teléfono a (818)352-0452.

La Escritura Leída por el Dr. Kreighton L. Chan Antes del Sermón: Hechos 8:18-24.
El Solo Cantado por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith Antes del Sermón:
“Depth of Mercy! Can There Be?” (por Charles Wesley, 1707-1788;
alterada por el Pastor).


EL BOSQUEJO DE

DADME ESTE PODER

(SERMÓN NÚMERO 2 SOBRE AVIVAMIENTO)

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

“Dadme también a mí este poder”
(Hechos 8:19).

(Hechos 8:23, 24)

I.   Primero, el ethos, o carácter, del creer común de nuestro día es Pelagiano y
Gnóstico, Efesios 2:5; 4:18; II Timoteo 3:7; Hechos 16:31; Juan 3:18.

II.  Segundo, ¡tú tienes que ser librado de estas dos doctrinas demoníacas o
nunca serás salvo! Efesios 2:8, 9; Hechos 16:31; Efesios 2:1;
Hechos 8:9.