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POR QUÉ LOS HOMBRES NO SE RINDEN A CRISTO

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
La Tarde del Día del Señor, 26 de Mayo, 2013

“Por cuanto la mente carnal es enemistad contra Dios” (Romanos 8:7).


Matthew Henry dijo:

El alma carnal es un alma muerta, tan muerta como un alma puede estar. [También] es enemistad contra Dios, y esto es peor que lo anterior. Lo anterior habla del pecador carnal como un muerto, lo cual es malo; pero esto [v. 7] habla [de] él [como] un demonio de hombre. No sólo es un enemigo, pero es la enemistad misma. No sólo es la separación del alma de Dios, sino la oposición del alma contra Dios; se rebela contra su autoridad, frustra su diseño, se opone a su interés, escupe en su cara, desprecia sus entrañas [rechaza su amor]. ¿Puede haber una mayor enemistad?...Los que están en un estado no regenerado carnal, bajo el poder reinante del pecado, no pueden agradar a Dios (traducción de Matthew Henry’s Commentary on the Whole Bible, Hendrickson Publishers, 1996 reimpreso, vol. 6, pág. 335).

“El alma carnal es un alma muerta, tan muerta como un alma puede estar”. “No sólo es un enemigo, pero es la enemistad misma”. Esta es la descripción de una mujer o de un hombre no convertido, “en un estado no regenerado carnal, bajo el poder reinante del pecado”.

“La mente carnal es enemistad contra Dios” (Romanos 8:7).

La Biblia de Ginebra de 1599 traduce “carnal” como “carne” – y dice: “Por la carne quiere decir un hombre no regenerado”, un hombre en un estado no convertido, perdido. Y Spurgeon dijo:

Los antiguos traductores dan el pasaje así: “La mente de la carne es enemistad contra Dios”, es decir, la mente natural, el alma que heredamos de nuestros padres, la que nace dentro de nosotros...La mente carnal [dicho en el texto Griego original como] phronema sarkos...se ha extraviado de Dios y se ha convertido en enemistad contra él...Observa como el Apóstol lo expresa fuertemente: “La mente carnal”, dice, “es ENEMISTAD contra Dios”. Él usa un nombre, no un adjetivo [o descripción]. Él no dice que se opone a Dios solamente, sino que es la enemistad positiva. No es negro, sino la oscuridad, no está en enemistad, sino es la enemistad misma, no es corrupto, sino es la corrupción, no es rebelde, es la rebelión, no es malo, sino es la maldad...no está en enemistad, es enemistad real (traducción de C. H. Spurgeon, “The Carnal Mind Enmity Against God,” The New Park Street Pulpit, Pilgrim Publications, 1981 reimpreso, volumen I, pág. 150).

“La mente carnal es enemistad contra Dios” (Romanos 8:7), se opone a Dios.

La palabra clave es “enemistad”. La palabra Griega es “echthra” – “hostilidad”, “oposición” (Strong’s Exhaustive Concordance, Número 2190). La NIV y NASV traducen “echthra” como “hostil”, pero estas dos nuevas traducciones la traducen mal como “es hostil”. Eso está equivocado. La forma correcta sería traducirla:

“La mente carnal es hostilidad contra Dios” (Romanos 8:7),

como Rienecker señala (F. Rienecker, A Linguistic Key to the Greek New Testament, Zondervan Publishing House, 1980, pág. 365). R. C. H. Lenski, un comentador Luterano leal a Lutero, también dijo:

Todo [el] pensamiento [de una persona perdida], dice Pablo, es [echthra], lo que significa animosidad personal... aversión, y oposición directa contra Dios (traducción de R. C. H. Lenski, The Interpretation of St. Paul’s Epistle to the Romans, Augsburg Publishing House, 1961 reimpreso, pág. 506).

“La mente carnal es [hostilidad, animosidad, aversión, oposición] contra Dios” (Romanos 8:7),

“La mente carnal es enemistad contra Dios” (Romanos 8:7).

De este texto podemos sacar varios puntos que son de gran importancia, y que se pueden utilizar para mostrarle a los pecadores perdidos por qué no van a rendirse a Cristo; por qué rechazan a Cristo, y prefieren permanecer no convertidos,

“Por cuanto la mente carnal es enemistad contra Dios”
       (Romanos 8:7).

I. Primero, la enemistad contra Dios es universal.

Sé que la persona promedio no cree eso hoy en día. Hemos sido influenciados por la psicología del siglo veinte. Creemos que algunas personas son “buenas” y otras son “malas”. Una vez le pregunté a un joven por qué pensaba que su hermano era convertido aunque no lo era. Él dijo que su hermano tenía “un buen corazón”. Eso es psicología moderna.

Pero, ves, eso no está en la Biblia. La Biblia enseña que toda la raza humana se arruinó por Adán. La Biblia enseña que

“Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”
        (Romanos 3:23).

La Biblia dice:

“No hay justo, ni aun uno” (Romanos 3:10).

La Biblia dice:

“El corazón de los hijos de los hombres está lleno de mal y de insensatez en su corazón durante su vida” (Eclesiastés 9:3).

“Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal” (Génesis 6:5).

Es por eso que es cierto de todos que,

“Escondimos de él el rostro” (Isaías 53:3),

y

“No hay quien busque a Dios” (Romanos 3:11).

¿Por qué?

“Por cuanto la mente carnal es enemistad contra Dios”
       (Romanos 8:7).

El Dr. Gill dijo:

Esta enemistad es universal, está en la impiedad de todos los hombres, ya sea directa o indirecta, oculta o abierta...es natural y profundamente arraigada en la mente, e irreconciliable sin el poder y la gracia de Dios (traducción de John Gill, D.D., An Exposition of the New Testament, The Baptist Standard Bearer, 1989 reimpreso, volumen II, p. 483).

“La mente carnal es enemistad contra Dios” (Romanos 8:7).

II. Segundo, la enemistad contra Dios es manifestada en diferentes maneras.

La Biblia dice:

“Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones” (Eclesiastés 7:29).

Eso significa que las personas tienen diferentes maneras de expresar su oposición a Dios. El profeta Isaías dijo:

“Cada cual se apartó por su camino” (Isaías 53:6).

La enemistad contra Dios tiene muchas formas en la raza humana, y es universal.

A veces esta enemistad se manifiesta por la rebelión exterior. Hay gente en este mundo que odia a Jesucristo. Hay gente que hace cosas terribles a los Cristianos, en muchas partes del mundo, lo que demuestra exteriormente su aversión y hostilidad hacia Cristo. Un hombre Chino una vez me sacó de su supermercado, tratando de darme escobazos en la cabeza, porque fui a recoger a su hijo para ir a la iglesia. Me puedo reír de eso ahora, pero fue aterrador en ese momento. Los Fariseos conspiraron para matar a Cristo y los Gentiles intentaron matar a Pablo a pedradas. A veces la enemistad del hombre contra Dios se manifiesta por la rebelión exterior.

En otras ocasiones los hombres muestran su oposición contra Dios con indiferencia. Esto es exactamente lo contrario de la rebelión exterior – pero viene de la misma fuente. El joven que está sentado a través de un sermón tras otro, sin pensar en su alma, está tan opuesto a Cristo como un Musulmán que asesina a un Cristiano. La fría lentitud interior de su corazón revela que él no es más que otro enemigo de Dios, no es diferente a las multitudes de la ciudad.

El gran ejemplo de fría indiferencia fue el gobernador, Poncio Pilato. Él no atacó a Cristo. Él no estuvo contra Él. Sólo se lavó las manos y se alejó – frío y distante. Pero por su indiferencia mostró su hostilidad interior,

“Por cuanto la mente carnal es enemistad contra Dios”
      (Romanos 8:7).

III. Tercero, la enemistad contra Dios solo puede ser vencida por la gracia
de Dios en Cristo.

El hombre es totalmente depravado en Adán, por la Caída, él está en una condición miserable, enemiga contra Dios, totalmente depravado, aislado de toda comunión con Dios, con el corazón en completa oposición a su Creador. Por otra parte, el hombre en esta condición pecaminosa, no tiene ningún deseo, ni ninguna posibilidad de aportar nada en absoluto para su salvación. El Dr. Lenski dijo:

Por su propio pensamiento-producto el hombre de mente-carnal [no convertido] se aísla de la vida y de la paz, porque todo su pensamiento (y por lo tanto todos sus actos) son enemistad [oposición] contra Dios, la fuente de la vida y la paz. ¿Cómo puede haber más que muerte [para él]? Por medio de su enemistad [su hostilidad] el que tiene mente carnal [elige] la muerte [para] sí mismo (R. C. H. Lenski, ibid., pág. 506).

La Confesión Bautista de Fe de Londres de 1689 dice:

De esta corrupción original, [impartida desde Adán en la caída] estamos completamente indispuestos, incapacitados y opuestos a todo bien y enteramente inclinados a todo mal (La Confesión Baustista de Fe de Londres de 1689, publicado por Chapel Library, n.d., pág. 10).

¿Qué es esto sino una fuerte declaración de nuestro texto, dado por nuestros antepasados bautistas en 1689?

“Por cuanto la mente carnal es enemistad contra Dios”
       (Romanos 8:7).

La Confesión Bautista de Londres dice que un hombre no convertido está “completamente indispuesto, incapacitado y opuesto a todo bien, y enteramente inclinado a todo mal” (ibid.). Con estas palabras nuestros antepasados Bautistas explicaron nuestro texto,

“Por cuanto la mente carnal es enemistad contra Dios”
       (Romanos 8:7).

¿Cómo puede un alma perdida escapar de una condición tan miserable y mortal de oposición y hostilidad contra Dios? Sólo por la intervención de la gracia de Dios en Cristo Jesús.

Pero, ¿cómo interviene la gracia y cambia el estado de un pecador que está en contra de Dios en lo más profundo de su corazón? Lutero dio una buena descripción de cómo la gracia de Dios puede convertir un alma que es por naturaleza hostil hacia Dios. En cuanto a lo que sucede en el alma en la conversión, Lutero dijo:

Es necesario, si deseas ser convertido, que seas [turbado], es decir, que tengas una conciencia alarmada y temblorosa. Entonces, después de que esta condición sea creada, debes aferrarte al consuelo que no viene de cualquier obra propia sino de la obra de Dios. Él envió a Su Hijo Jesús a este mundo para proclamar a los pecadores aterrorizados la misericordia de Dios. Este es el camino a la conversión. Todos los demás caminos son caminos falsos (traducción de Martin Luther, Th.D., What Luther Says, Concordia Publishing House, 1994 reimpreso, Número 1014, págs. 343).

Yo estoy en completo acuerdo con Lutero,

“Por cuanto la mente carnal es enemistad contra Dios”
       (Romanos 8:7),

no hay otra manera para que un pecador rebelde sea transformado a un verdadero Cristiano. Tenemos que ir a través de la conversión dicha por Lutero. “Todos los demás caminos son caminos falsos”. Estoy completamente de acuerdo con Lutero en este punto. No hay otra manera para que una persona perdida, enemiga de Dios, sea salva sino por una conversión radical a Cristo Jesús, quien dijo:

“Que si no os volvéis…no entraréis en el reino de los cielos”
       (Mateo 18:3).

Por lo tanto, voy a dividir la explicación de la conversión de Lutero en varios sub-puntos.

1.  La declaración de Lutero se basa en el hecho de que el pecador perdido ha vivido su vida sin pensar en Dios, de una manera real. Dios no ha estado en sus pensamientos, incluso mientras está en la iglesia. Él no ha tenido una experiencia real de Dios.

2.  Pero, ahora, la gracia de Dios viene a él y lo [perturba] por su condición perdida. Estaba pasando de un día a otro. ¡Pero ahora ve la eternidad! ¡Él ve la condenación! ¡Ve su propia muerte! Se ve de pie delante de un Dios de fuego en el Juicio Final. Teme a Dios. Este sentimiento sólo puede ser producido por la gracia de Dios.

3.  Él ve que ha ofendido a Dios, que ha descuidado a Dios, que no ama a Dios, que ha empujado a Dios fuera de su mente y de su vida.

4.  Él ve que no puede hacer nada bueno para compensar su pecado. Se da cuenta de que nada de lo que dice, y nada de lo que aprende, puede compensar el pecado que ha cometido, porque el estudio Bíblico y la oración no pueden quitar el pecado. Sólo Jesús puede hacer eso.

5.  Por fin, cuando todas las evasivas y trucos han fracasado, puede finalmente volverse a Jesús – porque todo lo demás ha fracasado. Ten en cuenta que los pecadores hostiles no se volverán a Jesús a menos que sean forzados a hacerlo por el Espíritu de Dios. Nadie se volteará en verdad a Jesús a menos que sea forzado a hacerlo por Dios. El Dr. Cagan dijo: “Luché a través de noches de insomnio durante muchos meses después de que Dios se hizo real a mí. Sólo puedo describir este período de mi vida como dos años de agonía mental. Fui llevado de un lado a otro durante esta época de...lucha interior...Pero continuaba luchando internamente contra Jesús. No quería a [Jesús] porque sentía que era superior y más grande que yo. Yo era demasiado orgulloso para [ir a] Él (traducción de C. L. Cagan, Ph.D., From Darwin to Design, Whitaker House, 2006, págs. 1, 19).

El corazón rebelde del Dr. Cagan tuvo que ser quebrantado por la ley, y tuvo que ser convertido por Jesús, el Hijo de Dios. Ahora esa canción que el Sr. Griffith cantó perfectamente describe lo que el Dr. Cagan sintió. Cántela de nuevo, Sr. Griffith.

No es lo que puedo hacer
    Que mi alma salvará;
No es lo que pueda padecer
    Que sanará mi ser. 

No es lo que siento yo
    Que paz con Dios me de;
Ni con mi llanto, o mi corazón
    Podré mi carga alzar.

Tu obra, O Jesús,
    Mi pecar quitará;
Tu sangre sola, O Señor,
    La paz me puede dar.
(Traducción libre de “Not What These Hands Have Done”
     por Horatius Bonar, 1808-1889).

Nadie más que Jesús puede salvar a un pecador perdido del juicio del Dios Todopoderoso. ¡Te suplico que vengas a Jesús y seas salvo!

(FIN DEL SERMÓN)
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Puedes enviar en correo electronico al Dr. Hymers en Ingles a rlhymersjr@sbcglobal.net – o
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Llamale por telefono a (818)352-0452.

La Escritura Leída Antes del Sermón por el Sr. Abel Prudhomme: Romanos 8:5-9.
El Solo Cantado Antes del Sermón por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith:
“Not What These Hands Have Done” (por Horatius Bonar, 1808-1889).


EL BOSQUEJO DE

POR QUÉ LOS HOMBRES NO SE RINDEN A CRISTO

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

“Por cuanto la mente carnal es enemistad contra Dios” (Romanos 8:7).

I.   Primero, la enemistad contra Dios es universal, Romanos 3:23, 10;
Eclesiastés 9:3; Génesis 6:5; Isaías 53:3; Romanos 3:11.

II.  Segundo, la enemistad contra Dios es manifestada en diferentes maneras, Eclesiastés 7:29; Isaías 53:6.

III. Tercero, la enemistad contra Dios solo puede ser vencida por la gracia
de Dios en Cristo, Romanos 8:7; Mateo 18:3.