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¡EL DISCIPULADO PRIMERO!

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
La Tarde del Día del Señor, 16 de Septiembre, 2012

“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” (Mateo 28:19-20).


Mateo 28:19 y 20 son normalmente llamados “La Gran Comisión”. Es lo último que Jesús le dijo a Sus Discípulos. Da el plan de Cristo para difundir Su fe en todo el mundo. En estos versículos Jesús nos dice cómo iniciar una iglesia, o como se dice hoy en día, como “plantar” una iglesia. Además, estos versículos nos muestran el método de Cristo de agregar personas a una iglesia.

El Dr. Timothy Lin fue mi pastor durante muchos años en una iglesia China aquí en Los Ángeles. El Dr. Lin era experto en lenguas Bíblicas. Él enseñó esos idiomas en la Universidad Bob Jones, en el Seminario Talbot y el Seminario Trinity Evangelical en Deerfield, Illinois. El Dr. Lin tradujo Mateo 28:19-20 así:

Por tanto yendo, debes hacer discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo (traducción de Timothy Lin, Ph.D., The Secret of Church Growth, First Chinese Baptist Church, 1992, pág. 57).

El Dr. Lin dijo: “Hay cuatro verbos de la Gran Comisión: ‘id’, ‘haced discípulos’, ‘bautizándolos’ y ‘enseñándoles’”. El Dr. Lin dijo: “Sólo el verbo ‘haced discípulos’ está en el modo imperativo, los otros tres son participios o adjetivos verbales...En otras palabras, ‘id’ no es una orden, pero ‘haced discípulos’ sí es, y también es el tema principal de la Gran Comisión” (ibid.). El Dr. Lin dijo que “haced discípulos de todas las naciones ” es como debe ser traducido”. En su libro, Por Qué Nuestras Iglesias No Ganan Almas, [Why Our Churches Do Not Win Souls] (pág. 22), el Dr. John R. Rice dijo lo mismo que el Dr. Lin.

El Dr. R. C. H. Lenski señaló que “yendo a las naciones es la forma obvia y natural para hacer discípulos”. Él dijo: “El corazón de la comisión está en una palabra [la cual él tradujo ‘convertir en discípulos’]...sólo designa una actividad que resultará en discípulos” (traducción de R. C. H. Lenski, Ph.D., The Interpretation of St. Matthew’s Gospel, Augsburg Publishing House, edición 1964, pág. 1172; nota sobre Mateo 28:19). Este verbo Griego el cual él tradujo “convertir en discípulos”, o “haced discípulos” está en el modo imperativo. Eso significa que es un mandato de “hacer discípulos”. El Dr. Lin dijo: “A la luz de esto, una iglesia no es otra cosa que una escuela” para convertir a las personas en discípulos (Ibíd.). Esto implica que las personas no Cristianas se deben hacer discípulos, incluso antes de ser bautizados, porque “haced discípulos” viene antes de “bautizándolos”.

Llegué a esa conclusión hace algún tiempo. Antes yo le decía a la gente que dijera una oración y luego los bautizaba. Pero casi todos ellos se fueron al poco tiempo. Me alentó recientemente leer un libro llamado Los Movimientos Milagrosos [Miraculous Movements] (Thomas Nelson, 2012). En la página 181 el autor dijo que el objetivo de la mayoría de las iglesias es hacer que la gente diga la “oración del pecador”, y luego bautizarlos. El autor dijo que “El programa de discipulado de tres años de Jesús para los Doce” Discípulos originales “tiende a resultar en una tasa mucho más alta de éxito de cambio de vida” (p. 181). ¡Este libro muestra cómo miles de Musulmanes en tierras Árabes se han convertido en Cristianos primero haciéndose discípulos de Jesús! Después de 54 años en el ministerio, tiendo a estar de acuerdo con él. ¡Primero te haces discípulo, y luego te conviertes en un Cristiano renacido!

Por lo tanto, les digo ustedes que están aquí en nuestra iglesia por primera vez esta tarde – ¡nuestra meta es hacerte un discípulo de Jesús! ¿Cómo podemos hacer eso? No por hacerte decir una “oración rápida”. No solo por enseñarte unos pocos versículos de la Biblia. No por hacerte venir a la iglesia durante años y aprender la Biblia. ¿Por qué no? Sabemos por experiencia que puedes aprender mucho acerca de la Biblia y aún así no ser un Cristiano renacido. Muchas personas estudian la Biblia durante años sin llegar a convertirse en verdaderos Cristianos. El Apóstol Pablo dijo que muchas personas “siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad” (II Timoteo 3:7). Así, en lugar de enseñarte la Biblia por años, ¡queremos que te conviertas en un discípulo de Jesús, de inmediato, ahora mismo!

Cuando Jesús llamó a los primeros doce Discípulos, ¿qué fue lo primero que les dijo a ellos? ¿Qué fue lo primero que les dijo? Voltea a Mateo 4:18-20. Por favor, pónganse de pie y lean esos versos en voz alta.

“Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. Y les dijo: Venid en pos de , y os haré pescadores de hombres. Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron” (Mateo 4:18-20).

Se pueden sentar. Lo primero que Jesús les dijo a esos primeros Discípulos fue “Venid en pos de mi, y os haré pescadores de hombres (Mateo 4:19). Hay un coro que hace esto claro:

Pescador de hombres te haré,
   De hombres te haré, de hombres te haré,
Pescador de hombres te haré
   Si me sigues a mí;
Si me sigues a mí, si me sigues a mí;
   Pescador de hombres te haré
Si me sigues a mí.
    (Traducción libre de “I Will Make You Fishers of Men”
       por Harry D. Clarke, 1888-1957).

Eso es lo que Cristo quiere que hagas. Él quiere que seas un pescador de hombres. Él quiere que vayas y traigas a alguien a la iglesia para escuchar el Evangelio.

Pero alguien dirá: “Yo mismo no soy Cristiano todavía. ¿No debería esperar hasta saber que soy salvo antes de traer a alguien más a la iglesia?” Sé que suena lógico, pero he encontrado que usualmente no funciona de esa manera. He conocido a personas que han estado en la iglesia por años sin tener la seguridad de que son salvos. Ellos se preocupan por sus almas. Ellos dicen que quieren ser salvos. Ellos dicen que quieren tener la seguridad interior que son Cristianos. Pero ellos no parecen hacer ningún progreso. Ellos siguen y siguen, y nunca están seguros de que son salvos.

Pero he conocido a muchos otros que vinieron a la iglesia, e inmediatamente fueron tras otros. De inmediato comenzaron a traer gente con ellos a la iglesia para que escucharan el Evangelio ser predicado. Y ellos, mismos, pronto tuvieron la seguridad de que Jesús los salvó. ¿Cuál es la diferencia? La diferencia es simple. La persona que busca saber que está salvo se centra en sí mismo. Él sólo piensa en sí mismo. Pero el ganador de almas está pensando en los demás, y en obedecer a Jesús. Jesús dijo: “Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres”. La persona que obedece a Jesús pronto se dará cuenta de que el Salvador se manifiesta a él. Jesús dijo:

“El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él” (Juan 14:21).

¡Así es! ¡La persona que obedece a Cristo y gana almas pronto conocerá a Cristo ella misma! Jesús dijo: “El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ese es el que me ama…y yo le amaré y me manifestaré a él”. El primer mandamiento de Jesús es “Venid en pos de mi, y os haré pescadores de hombres”. Los que obedecen el primer mandamiento de Jesús generalmente encuentran que Jesús Mismo se manifiesta a ellos. ¡Usualmente es fácil para los que ganan almas ser salvos!

Escucha otra promesa que hizo Jesús. Él dijo:

“El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él” (Juan 14:23).

Ambos versos enseñan la misma cosa. La persona que obedece a Jesús al ganar almas usualmente tendrá un conocimiento íntimo del Salvador.

Alguien podría decir: “¡Dr. Hymers, está enseñando salvación por obras!” No, para nada. Yo creo y predico constantemente que la salvación es por fe en Cristo solo. Pero sé que mucha gente sigue y sigue sin estar segura de que es salva. Y yo se que Jesús dijo:

“El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta” (Juan 7:17).

El Dr. R. A. Torrey usaba repetidamente ese verso para tratar con incrédulos, hasta con los ateos. El Dr. Torrey dijo:

       No he hallado pasaje alguno en la Biblia igual a Juan 7:17 al tratar con algún [incrédulo] honesto.

“El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta” (Juan 7:17).

Muestra la senda fuera de la [incredulidad] hacia la fe, y ha sido usada por Dios para la salvación de sin fin de dudosos e infieles…Lo que Jesús pide en este verso, es que hagas la voluntad de Dios, que rindas tu voluntad a la voluntad de Dios. ¿Lo harás? (traducción de R. A. Torrey, D.D., How to Work for Christ, Fleming H. Revell Company, n.d., p. 118).

El Dr. Torrey dijo que muchos incrédulos fueron convertidos cuando honestamente estuvieron dispuestos a hacer la voluntad de Dios. El Dr. Torrey mismo fue detenido de la salvación porque no estaba dispuesto a convertirse en un predicador. Cuando cedió a Cristo en ese punto, ¡fue salvo instantáneamente!

Ahora la voluntad de Dios está clara. Jesús dijo: “Venid en pos de mi, y os haré pescadores de hombres”. Tú dices, “¡Yo no!” “¡Él no va a lograr que le obedezca!” ¿Será salva una persona así? Creo que puedes ver que la respuesta es “no”. ¿Estás dispuesto a hacer la voluntad de Dios? ¿Estás dispuesto a hacer la voluntad de Dios y volverte un ganador de almas? Si estás dispuesto, pronto “conocerás la doctrina”. Como dijo el Dr. Torrey: “Ríndele tu voluntad a Dios. ¿Lo harás?” He conocido muy pocas personas que estuvieran dispuestas a obedecer a Jesús en este asunto de ganar almas que no experimentaran pronto la salvación por fe en Jesús.

¿Todavía no estás convencido? Entonces escucha Apocalipsis 22:17:

“Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente” (Apocalipsis 22:17).

Ahora, esta es la ultima invitación en la Biblia. “El Espíritu y la Esposa dicen: Ven”. Eso significa que el Espíritu Santo y la iglesia, la Esposa de Cristo, dicen a los pecadores “ven”. Luego dice: “y el que oye, diga: Ven”. Esa es la persona que ha escuchado el Evangelio, pero todavía no ha sido salva, aun no es parte de la Esposa. ¿Qué debe decir “el que oye”? Bueno, debe decir: “¡Ven!”.

Entonces, todos aquí esta tarde pueden obedecer a Jesús de una vez. Jesús dice: “Venid en pos de mi, y os haré pescadores de hombres”. ¿Lo harás? ¿Irás y traerás a alguien a la iglesia contigo? ¿Dirás, “Lo haré. Traeré a alguien a la iglesia conmigo a escuchar el Evangelio”? Si lo haces, Dios estará complacido contigo. ¡Jesús se manifestará a ti! ¡Tus dudas e incredulidad pronto desaparecerán! ¡Pronto tú, tú mismo, serás salvo por fe en Cristo! ¡Canta ese coro!

Pescador de hombres te haré,
   De hombres te haré, de hombres te haré,
Pescador de hombres te haré
   Si me sigues a mí;
Si me sigues a mí, si me sigues a mí;
   Pescador de hombres te haré
Si me sigues a mí.

Hace cuarenta y dos años yo era miembro de una pequeña iglesia Bautista China. Ellos tenían menos personas de las que nosotros tenemos esta tarde. Pero el Espíritu Santo comenzó a moverse. Mi pastor, Dr. Timothy Lin, nos puso a cantar ese coro repetidamente:

Pescador de hombres te haré,
   De hombres te haré, de hombres te haré,
Pescador de hombres te haré
   Si me sigues a mí;
Si me sigues a mí, si me sigues a mí;
   Pescador de hombres te haré
Si me sigues a mí.

¡Esos jóvenes Chinos agarraron la visión! Comenzaron a traer a la iglesia a todos los que hallaban. Pronto la iglesia estalló en un gran avivamiento – ¡el avivamiento más grande que yo he visto! ¡De pronto había cientos de personas en esa iglesia! ¿Podría suceder eso aquí? Sí, si haces lo que Jesús dijo – “Venid en pos de mi, y os haré pescadores de hombres”. ¡Ve a traer a alguien! ¡Tráelos aquí a la iglesia el próximo Domingo! ¡Hazlo! ¡Canta ese coro de nuevo!

Pescador de hombres te haré,
   De hombres te haré, de hombres te haré,
Pescador de hombres te haré
   Si me sigues a mí;
Si me sigues a mí, si me sigues a mí;
   Pescador de hombres te haré
Si me sigues a mí.

Un joven ha estado viniendo a nuestra iglesia solo por unas cuantas semanas. Timothy Chan me dijo que este joven hizo lo que le dije que hiciera la mañana del Domingo pasado. El Domingo por la tarde él invito a su amigo para que viniera al servicio de la tarde. ¡Su amigo vino a escuchar el Evangelio! ¡Eso es lo que quiero que hagas! ¡Si él puedo hacerlo, tú también puedes! ¡Cántalo de nuevo!

Pescador de hombres te haré,
   De hombres te haré, de hombres te haré,
Pescador de hombres te haré
   Si me sigues a mí;
Si me sigues a mí, si me sigues a mí;
   Pescador de hombres te haré
Si me sigues a mí.

No es nada complicado. ¡Puedes hacer lo mismo que hizo ese joven nuevo! Algunos de ustedes están aquí por primera vez esta tarde. Jesús te dice lo mismo que le dijo a los Discípulos originales. La primera vez que Él los vio les dijo: “Venid en pos de mi, y os haré pescadores de hombres”. Si alguien te trajo aquí esta tarde, la primera cosa que Jesús te dice es: “Venid en pos de mi, y os haré pescadores de hombres”. ¡Trae a alguien contigo a la iglesia el próximo Domingo! ¡Es fácil! ¡Hazlo! ¡Tendremos almuerzo o cena juntos! Tendremos una fiesta de cumpleaños. Veremos una película de comedia antigua. ¡Nos vamos a divertir mucho! Y van a oírme predicar el Evangelio también. ¡Ve y trae a un amigo o pariente a la fiesta el próximo Domingo! ¡Trae a alguien contigo a la fiesta!

¿Cuántos de ustedes van a tratar de hacerlo? ¿Cuántos de ustedes dirán: “Voy a tratar de traer a alguien a la iglesia a divertirse con nosotros y escuchar el Evangelio el próximo Domingo”? Si vas a tratar de hacer eso, por favor, vengan aquí al frente y el Sr. Lee y el Sr. Song orarán por ustedes (la oración). Pueden sentarse.

Si estás aquí esta noche, y todavía no eres un Cristiano nacido de nuevo, por favor escucha con atención. El Señor Jesucristo bajó del Cielo para morir en la Cruz por tu pecado. Ellos pusieron Su cuerpo muerto en una tumba y la sellaron. Pusieron guardias Romanos frente a la tumba para protegerla de los ladrones de tumbas. Pero el Señor Jesucristo resucitó físicamente, de carne y hueso, de entre los muertos al tercer día. El Cristo resucitado estuvo con Sus seguidores durante cuarenta días. Ellos comieron con Él. Ellos lo tocaron. Ellos vieron que no era un espíritu. Al cabo de cuarenta días Jesús ascendió al Cielo, a otra dimensión. Ahora está allí, sentado a la diestra de Dios Padre. Cuando te arrepientes de tu pecado y confías en Jesús, Su Sangre preciosa te limpia de todo pecado. Y Él te dará vida eterna. Estamos orando para que confíes en Jesús y seas salvo muy pronto. ¡Y hagas lo que hagas, ve y trae contigo a un amigo o pariente aquí a la iglesia el próximo Domingo! Ve a buscar a alguien que venga aquí contigo el próximo Domingo. ¡Ve y hazlo! ¡Dios los bendiga! Amén. ¡Canta ese coro una vez más!

Pescador de hombres te haré,
   De hombres te haré, de hombres te haré,
Pescador de hombres te haré
   Si me sigues a mí;
Si me sigues a mí, si me sigues a mí;
   Pescador de hombres te haré
Si me sigues a mí.

(FIN DEL SERMÓN)
Puedes leer los sermones de Dr. Hymers cada semana en el Internet
en www.realconversion.com. Oprime “Sermones en Español”.

You may email Dr. Hymers at rlhymersjr@sbcglobal.net, (Click Here) – or you may
write to him at P.O. Box 15308, Los Angeles, CA 90015. Or phone him at (818)352-0452.

La Escritura Leída por el Dr. Kreighton L. Chan Antes del Sermón: Mateo 28:19-20.
El Solo Cantado por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith Antes del Sermón:
“So Little Time” (por Dr. John R. Rice, 1895-1980)/
“I Will Make You Fishers of Men” (por Harry D. Clarke, 1888-1957).