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POR QUÉ NOÉ FUE SALVO Y EL RESTO FUERON PERDIDOS

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
La Tarde del Día del Señor, 17 de Junio, 2012

“Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:37).


El Dr. Gleason L. Archer tenía títulos del Seminario Teológico de Princeton y de la Escuela de Harvard. Terminó su carrera como profesor del Antiguo Testamento en la Escuela Divina Trinidad Evangélica en Deerfield, Illinois. El Dr. Archer fue amigo de mi pastor Chino de mucho tiempo, el Dr. Timothy Lin, quien también fue un escolar del Antiguo Testamento y un lingüista Bíblico. Yo conocí al doctor Archer, y él habló en nuestra iglesia. Respecto a Noé y el Gran Diluvio, el Dr. Archer dijo que la afirmación de Cristo de Noé y el Diluvio en Mateo 24:37-39 obliga al verdadero Cristiano a aceptar el relato de Génesis. Él dijo, “Jesús está dando la predicción de que un acontecimiento histórico en el futuro tomará lugar como un antitipo de un suceso registrado en el Antiguo Testamento. Por lo tanto debe haber considerado el Diluvio como una historia literal, tal y como se registra en Génesis” (traducción de Gleason L. Archer, Ph.D., Encyclopedia of Bible Difficulties, Zondervan Publishing House, 1982, p. 21).

En cuanto al propio Diluvio, el Dr. Archer dijo: “La evidencia geológica es de importancia decisiva, a pesar de que rara vez es mencionada por los científicos que rechazan la veracidad de las Escrituras. Este es exactamente el tipo de evidencia de que un episodio breve pero violento de este tipo [en el Diluvio] se espera se muestre en el corto espacio de un año...que definitivamente da testimonio del tipo de Diluvio descrito en Génesis 7” (ibid., p. 83). Él dijo: “Algunos geólogos Cristianos piensan que algunas de las perturbaciones sísmicas más importantes son indicadas en varias partes del mundo en los niveles del Cenozoico se explican mejor como provocadas por el diluvio” (ibid., p. 82). Así el Dr. Archer dijo que un Diluvio universal es consistente con la evidencia geológica (ibid.). Creo que el Dr. Archer tenía toda la razón, y que hubo un Diluvio universal en los días de Noé.

Además el tamaño del Arca de Noé fue enorme. El Dr. Henry M. Morris dijo: “Suponiendo que el codo antiguo era de sólo 17.5 pulgadas (el más pequeño sugerido por cualquier autoridad), el arca pudo haber llevado a tantos como 125,000 animales del tamaño de las ovejas. Puesto que no hay más de aproximadamente 25,000 especies de animales terrestres...vivos o extinguidos, y puesto que el tamaño medio de dichos animales es ciertamente mucho menor que el de una oveja, es obvio que todos los animales fácilmente podrían haber sido almacenados en menos de la mitad de la capacidad del arca de Noé, cada par en habitaciones adecuadas” (traducción de Henry M. Morris, Ph.D., The Defender’s Study Bible, World Publishing, 1995, p. 21; nota sobre Génesis 6:15).

Pero para mí lo más interesante acerca de Noé es que los acontecimientos respecto a él y el Diluvio son, como indica el Dr. Archer, un tipo de “acontecimiento histórico en el futuro”, que el Señor Jesucristo describió cuando dijo:

“Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:37).

El Señor Jesucristo nos dijo que los acontecimientos en el mundo en el tiempo de Su Segunda Venida serían similares a los de los días previos del Gran Diluvio. Por lo tanto, las condiciones en los días de Noé se repetirían justo antes de la Segunda Venida de Cristo y el fin del mundo tal como lo conocemos. Todas las señales parecen indicar que estamos viviendo en ese tiempo, en los últimos días de esta edad.

Durante el sermón de su última cruzada, en la ciudad de Nueva York en 2005, Billy Graham dijo correctamente: “En el Nuevo Testamento, el ‘nuevo nacimiento’ se menciona nueve veces. El arrepentimiento es mencionado como setenta veces. El bautismo se menciona como veinte veces. Pero la Segunda Venida de Cristo se menciona cientos de veces” (traducción de Living in God’s Love: The New York Crusade, G. P. Putnam’s Sons, 2005, p. 109.).

El Señor Jesucristo dijo que los días en que vivió Noé serían similares al tiempo en que Él vendría otra vez:

“Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:37).

En este sermón me voy a enfocar sobre (1) las condiciones en el tiempo de Noé, y (2) la manera que Noé fue salvo.

I. Primero, las condiciones en el tiempo de Noé.

¿Cómo era en los días de Noé? La Biblia dice:

“Vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal” (Génesis 6:5).

La gente en ese día tenía la mente fija en el mal “continuamente”. Cuando se acostaban por la noche, sus mentes estaban llenas de malos pensamientos. Cuando se levantaban por la mañana, los pensamientos de sus corazones se llenaban al instante con imaginaciones malvadas.

En su sermón “Pecado Original” John Wesley, el fundador de la Iglesia Metodista como lo era antes, al hablar sobre Génesis 6:5, dijo:

No tenemos ninguna razón para creer que hubo alguna intermisión del mal. Porque Dios, vio que ‘todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era solamente el mal’, vio toda la imaginación de los pensamientos de [el] corazón vio de la misma manera, que era siempre lo mismo, que ‘era continuo solamente el mal’, cada año, cada día, cada hora, en cada momento. [El hombre] nunca se desvió hacia el bien... Así eran todos los hombres antes que Dios trajera el diluvio sobre la tierra. Estamos, en segundo lugar, para preguntar, si son lo mismo ahora (traducción de John Wesley, M.A., “Original Sin,” The Works of John Wesley, Baker Book House, 1979, volumen VI, p. 59).

El Sr. Wesley llegó a señalar que las personas de hoy están en las mismas condiciones que los de antes del Diluvio porque el pecado original arruinó a toda la raza humana. Él dijo que el hombre está lleno de orgullo, que “Satanás ha estampado su imagen en nuestro corazón y voluntad propia”, que amamos el mundo en lugar de Dios, que estamos llenos de lujuria carnal y “el deseo de los placeres de la imaginación”. Él dijo que los hombres están llenos de amor por el mundo. Él habló del hombre y de su “ateísmo e idolatría, el orgullo, la voluntad propia, y el amor al mundo”. Él dijo:

¿Está el hombre por naturaleza lleno de toda clase de mal? ¿Está vacío de todo bien? ¿Está completamente caído? ¿Está su alma totalmente corrompida? O, volviendo al texto, ¿es ‘todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal?’ Permite esto, y hasta ahora eres un Cristiano...niégalo, y sigues siendo un pagano (ibid., p. 63).

¿Estaba el señor Wesley correcto? ¿Qué hay de ti? ¿No es verdad que Dios no está en tus pensamientos la mayor parte del tiempo? ¿No es verdad que amas las cosas en el mundo más que a Dios? – que de hecho, ¿realmente no amas a Dios? ¿No es verdad que eres demasiado orgulloso para admitir todo esto? ¿No es verdad que tu mente está llena de lujuria? ¿No es verdad que “Satanás ha estampado su propia imagen en [tu] corazón y voluntad propia?”

Pero, puede que digas: “¿No ha sido siempre esa la condición del hombre desde la Caída?” En realidad sí. Pero la diferencia está aquí – la humanidad en los últimos días de esta dispensación cada vez rechaza más fuerte la obra del Espíritu Santo de convencerlos de pecado. Eso es exactamente lo que sucedió en los días de Noé. La Biblia nos dice que Dios dijo: “No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre” (Génesis 6:3). ¡La gente en los días de Noé resistió al Espíritu Santo hasta el final! ¿Y no es ese de alguna manera el caso hoy en día, y con una intensidad, que jamás ha sido cierta en la larga historia del Cristianismo?

Piensa de nuevo. En los primeros años de esta dispensación literalmente miles de personas corrieron a las iglesias, dejando atrás sus estilos de vida paganos. En aquellos primeros tiempos del Cristianismo literalmente se podía decir que decenas de miles de personas “os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero” (I Tesalonicenses 1:9). Incluso en los días oscuros de la Edad Media millones eran muy serios sobre su Cristianismo, con una intensidad que nunca vemos en el mundo Occidental hoy en día. Y en los días de la Reformación la gente tenía tanta hambre de Dios, que a menudo iban a la cárcel, e incluso a una hoguera, en vez de negar a Cristo. ¿Dónde vemos tanta devoción en la mayor parte del mundo esta tarde? Y en los días de los tres Grandes Despertamientos era común para miles de personas venir bajo una profunda convicción de pecado antes de confiar en Jesús y ser convertidos. ¿Dónde en el mundo Occidental de hoy vemos un avivamiento como ese, que era bastante común en el Segundo Gran Despertamiento? ¿Dónde vemos tal cosa como se describe en el despertamiento de 1814 en Cornwall?

      Cientos de personas clamaban por misericordia al mismo tiempo. Algunos tuvieron gran angustia del alma durante una hora, algunos por dos, algunos por seis, algunos por nueve, doce, y algunos por quince horas antes de que el Señor le habló paz a sus almas – entonces se levantaban, extendían sus brazos, y proclamaban las maravillosas obras de Dios, con tal energía, que los espectadores eran tocados en un momento, y caían al suelo y rugían por la inquietud de sus almas (cita de Fire From Heaven por Paul E. G. Cook, Evangelical Press, 2009, p. 80).

¿Dónde vemos tal movimiento del Espíritu Santo en nuestras iglesias hoy en día? ¿Dónde vemos conversiones como estas?

He aquí un hombre que ha vivido sin ningún sentido real de Dios o de la gravedad de sus pecados, y un día amanece y empieza a tener conocimiento de Dios. Experimenta una profunda convicción de pecado y comienza a buscar a Dios, a menudo con un sentido de desesperación. Lo hace hasta que es llevado al arrepentimiento y mira hacia el Señor Jesucristo para el perdón y la salvación. Entonces se le da seguridad de la misericordia de Dios y el perdón de sus pecados. Y esto es seguido por gran gozo y alegría (traducción de Cook, ibid., p. 119).

¿Dónde vemos tales conversiones en nuestras iglesias del Occidente hoy en día? ¡No las vemos porque la gente resiste el Espíritu Santo como lo hicieron en los Días de Noé!

“Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:37).

II. Segundo, la manera que el mismo Noé fue salvo.

El mundo entero se había convertido en materialista. Por “materialista” quiero decir que la humanidad se centró en el mundo material, sin pensar en lo sobrenatural. Dios no era central en su pensamiento. Ellos sólo se preocupaban por las cosas de esta vida. Ellos sólo pensaban en su vida en este mundo presente. Jesús hizo eso muy claro cuando dijo:

“Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:37-39).

Es muy interesante que Cristo no mencionara el hecho de que sus pensamientos eran “continuo solamente el mal” (Génesis 6:5), que lo eran. Cristo no mencionó que “la tierra [estaba] llena de violencia” (Génesis 6:13), que sí lo estaba. Cristo sólo menciona que “estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca” (Mateo 24:38). Pero al solo mencionar comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, Cristo señaló la raíz de su pecado. Ellos estaban tan centrados en aquellas cosas que como el Dr. McGee dijo: “Ellos vivían como si Dios no existiera. Ellos no creían que Él los juzgaría y despreciaron la advertencia de que el Diluvio era inminente” (traducción de J. Vernon McGee, Th.D., Thru the Bible, Thomas Nelson Publishers, 1983, volumen IV, p. 132; nota sobre Mateo 24:38, 39). ¿Ves cómo esto también describe a las personas en nuestro tiempo?

Jesús dijo que “no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos” (Mateo 24:39). Oh, habían oído que el Diluvio venía. Ellos vieron el arca. Ellos escucharon la advertencia de Noé, a quien el Apóstol Pedro llamó, “pregonero de justicia” (II Pedro 2:5). Fueron advertidos muchas veces que el juicio venía. Pero “no entendieron hasta que vino el diluvio”. La palabra Griega traducida “entendieron” significa “Estar conscientes”, “percibir” (Strong). El Dr. Rienecker dijo que se trata de “Una descripción de la vida sin preocupación y sin ningún tipo de presentimiento de una catástrofe inminente” (traducción de Fritz Rienecker, Ph.D., A Linguistic Key to the New Testament, Zondervan Publishing House, 1980 edición, p. 72; nota sobre Mateo 24:39). ¡Qué ilustración de nuestro día!

La gente en los días de Noé fue mencionada por Cristo como una ilustración de la forma en que la mayoría de la gente va a vivir a finales de este mundo presente. ¡Creo que algunos de ustedes aquí esta tarde están viviendo como los de los días de Noé! Tú puedes haber oído que el juicio viene. Pero no te afecta. No te preocupa. Has oído hablar de la venida del juicio, pero no lo “percibes”. Simplemente no te concierne. Puede que te parezca interesante, pero no hace que sientas ninguna aprensión o miedo. Has oído hablar de la venida del juicio, pero no se ha apoderado de tu corazón, o ha cambiado tu vida. Ellos “no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos” (Mateo 24:39). La raza humana siguió centrándose en las cosas materiales de la vida, tal como comer y casarse, sin temor de Dios. ¿Qué hay de ti?

Ahora considera cómo Noé se salvó. El libro del Génesis dice simplemente:

“Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová” (Génesis 6:8).

Lutero comparó esas palabras con las que el ángel le dijo a María: “Has hallado gracia delante de Dios” (Lucas 1:30). Lutero dijo: “Este modo de hablar cierra todo mérito y aumenta la fe por la que solo por ella somos justificados ante Dios y hallamos gracia ante sus ojos” (traducción de Luther’s Commentary on Genesis, Zondervan Publishing House, 1958 edition, volumen I, p. 138). Arthur W. Pink dijo: “Como todos los otros pecadores que encuentran la aceptación de Dios, Noé fue ‘justificado por la fe’” (traducción de Arthur W. Pink, Gleanings in Genesis, Moody Press, 1981 edition, p. 97).

Así lo primero que aprendemos acerca de Noé es que fue salvo por gracia. La próxima cosa que aprendemos es esta:

“Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor [se] preparó...” (Hebreos 11:7).

La gracia de Dios hizo que Noé se preparara con temor. Como John Newton (1725-1807) dijo: “Su gracia me enseñó a temer” (“Sublime Gracia,” segunda estrofa). Sólo la gracia de Dios puede infundir miedo en el corazón de un pecador no salvo. Antes que la gracia de Dios venga a un hombre, él no tiene temor. El Apóstol Pablo habló de aquellos que no han sido tocados por la gracia cuando dijo: “No hay temor de Dios delante de sus ojos” (Romanos 3:18).

Alguien me dijo una vez: “Yo no tengo temor de Dios” – ¡como si pensara que su experiencia no era usual! Pero eso no es del todo inusual. Simplemente significa que nunca ha sido tocado por la gracia de Dios – porque lo primero que la gracia hace es enseñar a tu “corazón a temer”, como lo dijo Newton. Sin la gracia de Dios vas a vivir toda tu vida sin “temor de Dios delante de [tus] ojos”. Pero cuando la gracia de Dios viene a ti, por Su Espíritu Santo Él te hace consciente de tu pecado. Él infunde temor en tu corazón a causa de tu pecado. ¡Si no se te hace temer el pecado no serás salvo del pecado! El Dr. J. Gresham Machen dijo: “Cuando un hombre está bajo convicción de pecado, toda su actitud hacia la vida es transformada” (traducción de J. Gresham Machen, D.D., Christianity and Liberalism, Eerdmans Publishing Company, 1990 edición, p. 67).

Antes de experimentar la convicción de pecado, sólo pensarás en cómo tener una verdadera conversión. Un joven dijo: “Me temo que voy a tener una falsa conversión”. ¡Él tiene miedo de la cosa equivocada! No hay temor de Dios. No hay temor de pecado. ¡Él ni siquiera esta despierto de su terrible estado! “¡No hay temor de Dios delante de [sus] ojos”! Pero cuando venga el Espíritu Santo te convencerá de pecado (Juan 16:8). Cuando el pecado se hace horrible en tu mente “toda tu actitud hacia la vida [será] transformada”, como el Dr. Machen dijo.

Y esa es la forma que fue con Noé. Cuando el Espíritu Santo lo convenció de su pecado, “con temor preparó el arca en que su casa se salvase” (Hebreos 11:7). ¡Sólo la convicción del pecado y el santo temor de Dios te moverá a la salvación en Cristo, de quién el arca es un tipo! ¡Piénsalo hombre! Piensa en tu pecado. ¡Piensa en los pecados pasados de tu vida! ¡Piensa en el juicio venidero que experimentarás por tu pecado! Clama a Dios para que te convicte profundamente para que puedas decir, “Mi pecado está siempre delante de mí” (Salmo 51:3).

Te decimos que entres en el arca, que vengas a Jesús para el perdón de tu pecado por Su muerte en la Cruz. Te decimos que confíes en Jesús y seas limpiado del pecado por Su Sangre preciosa. ¡Pero todo lo que puedes pensar es en cómo confiar en Él! ¡Cuando tu pecado te horrorice, no pensarás en “cómo” confiar en Cristo! ¡Oh, no! ¡Tú te “moverás con temor” y entrarás al arca para seguridad, quien es el Salvador, Jesucristo! Como el Dr. Machen dijo:

Cuando un hombre está bajo convicción de pecado, toda su actitud hacia la vida es transformada, se pregunta sobre su anterior ceguera, y el mensaje del evangelio, que antes parecía ser un simple cuento, se convierte ahora en algo [vivo para él]. Pero Dios es el único que puede producir el cambio (Machen, ibid.).

¡Ora para que Dios te convenza de pecado! Porque a menos que Dios te despierte convenciéndote de tu pecado estarás tan condenado como los del tiempo de Noé, que “no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos" (Mateo 24:39).

Si todavía no eres un verdadero Cristiano queremos darte un tiempo para orar y buscar asesoramiento. Por favor ve a la parte de atrás del santuario ahora y el Dr. Cagan te llevará a un lugar tranquilo para orar. Amén.

(FIN DEL SERMÓN)
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La Escritura Leída Antes del Sermón por Dr. Kreighton L. Chan: Mateo 24:36-42.
El Solo Cantado Antes del Sermón por Sr. Benjamin Kincaid Griffith:
“In Times Like These” (por Ruth Caye Jones, 1902-1972).


EL BOSQUEJO DE

POR QUÉ NOÉ FUE SALVO Y EL RESTO FUERON PERDIDOS

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

“Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:37).

I.   Primero, las condiciones en el tiempo de Noé, Génesis 6:5, 3;
I Tesalonicenses 1:9.

II.  Segundo, la manera que el mismo Noé fue salvo,
Génesis 6:5, 13; II Pedro 2:5; Génesis 6:8; Lucas 1:30;
Hebreos 11:7; Romanos 3:18; Juan 16:8; Salmo 51:3.