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EL PECADO ORIGINAL – PARTE II

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
La Tarde del Día del Señor, 27 de Mayo, 2012

“Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos” (Romanos 5:19).


No sabríamos por qué el hombre es tan pecaminoso si no fuera por pasajes como este en la Biblia. El hombre es tan inteligente y tan noble a veces. Y sin embargo el hombre es tan torcido y tan extraño en otras ocasiones. ¡Leí con horror en el periódico el jueves sobre una niña de trece años de edad quien intentó asesinar a su madre por decirle que llegara a casa a las 10:00 PM cada noche! ¡Increíble! Si no fuera por versos como nuestro texto no podríamos entender el origen de la depravación en el corazón humano. El Apóstol enfatizó la raíz del pecado – que viene del pecado del primer hombre, Adán. También dijo que muchos se hacen justos por el último Adán, el Señor Jesucristo. Los Cristianos fueron “hechos” pecadores por Adán – y fueron “hechos” justos por Cristo. Por lo tanto, la desobediencia del primer Adán se pone en contraste con la obediencia de Cristo, el último Adán. La desobediencia del primer Adán nos hizo pecadores. La obediencia del último Adán (Cristo) nos hizo justos. Lo mencionamos la semana pasada, pero tengo que decirte una vez más que la palabra Griega “tŏ” no fue traducida en la versión King James. Significa “los”. Poniéndola de nuevo aclara algunas cosas que pueden venir a la mente. Poniéndola de nuevo, el texto sería como en Español:

“Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos”
       (Romanos 5:19).

Toda la humanidad (los muchos) “fueron” o se “formaron” como pecadores por naturaleza, que hemos heredado de Adán.

Yo señalé que esto no es “injusto”. Es sólo un hecho de la vida. Mi abuelo William Hymers vino de Inglaterra a Canadá y luego, con su familia, llegó a California. Es por eso que nací Americano, yo fui “hecho” Americano por una acción de mi abuelo, un hombre que nunca conocí, quien murió varios años antes de que yo naciera. No hay nada de injusto que yo haya nacido en Estados Unidos debido a la decisión de un hombre que vivió antes que yo naciera. Es sólo un hecho de la vida. Y así, es sólo un hecho de vida que tu primer pariente, Adán, pecara y que su naturaleza pecaminosa te pasara a ti y a mí. Mi abuelo se hizo Americano, y yo fui “hecho” Americano por su acción de venir aquí. Adán se convirtió en un pecador, por lo que fui “hecho” pecador por su acto pecaminoso.

“Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos”
       (Romanos 5:19).

Como lo puso el Dr. Watts:

Señor, soy sucio, en el pecar
   Fui concebido, Inmundo soy;
Desde Adán cual al caer
   Culpable, a todos corrompió.
(Traducción libre de “Lord, I Am Vile” – Salmo 51 –
     por Dr. Isaac Watts, 1674-1748).

No hay nada de “injusto” al respecto. Es sólo un hecho de la vida, no es “injusto”, como Lord Bertrand Russell pensaba. Pero Bertrand Russell también pensaba que era injusto que nos dejaran en este estado de ruina sin ayuda. Pero, ya ves, Dios ha enviado ayuda para nosotros. Está justo ahí, en la segunda parte de nuestro texto, “así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos”. En ese mismo capítulo de Romanos leemos:

“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8).

Dios ha provisto una manera de escapar de la cárcel del pecado, que viene a nosotros de Adán. “¡Pero no me gusta la forma en que Dios la ha provisto!” alguien dice. Para mi eres como un niño mimado, golpeando sus puños en su silla y gritando, “¡No me gusta esta comida!” “Bueno”, la pobre madre dice, “es todo lo que tenemos. Come o pasa hambre”. Creo que ves el punto. O Cristo te salva de tu pecado, o pasarás hambre – y finalmente vas al Infierno. Nada es “injusto” al respecto. Estos son sólo hechos de la vida.

Algunas personas piensan que el pecado de Adán fue un acto pequeño, demasiado pequeño para provocar la ruina de toda la raza humana. Pero también parece que la decisión de un viejo agricultor Canadiense de venir a Estados Unidos era una cosa pequeña. Sin embargo, su “pequeña” acción dio lugar a que toda su descendencia fuera “hecha” Americana. Y tú estás aquí esta noche escuchándome predicar por lo que Él hizo mucho antes de que yo naciera. En la física eso llama el “efecto mariposa”, una parte importante de la “teoría del caos”. Esto simplemente significa que los pequeños cambios en las condiciones iniciales pueden conducir a grandes variaciones más adelante. “Por la desobediencia de un solo hombre los muchos fueron constituidos pecadores”. Ese principal es verdad en la física y es verdad en la vida.

Esto es llamado “el pecado original” por los teólogos ortodoxos. El Dr. W. G. T. Shedd, dijo que “el pecado original” es equivalente a la “naturaleza corrupta”, “mala disposición” y “la voluntad apóstata”. ¿Cómo “el pecado original” nos afecta? El Domingo pasado te dije que hace tres cosas principales.

1.  Primero, el pecado original te ha cegado a la realidad de las cosas espirituales. El Apóstol Pablo llamó a esto “la dureza de su corazón” (Efesios 4:18). A causa del pecado original un hombre no converso sólo puede oírnos hablar sobre el amor de Jesús. Pero él no puede conocer a Jesús por sí mismo porque el pecado original ciega su corazón. Sólo la acción del Espíritu Santo en regeneración puede hacer las cosas espirituales reales. Solo el Espíritu de Dios puede dar “iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo” (II Corintios 4:6).

2.  Segundo, el pecado original ha corrompido tu conciencia. La Biblia dice, “hasta su mente y su conciencia están corrompidas” (Tito 1:15). Cuando hablamos de Jesús limpiando tus pecados, te parece una cosa pequeña o poco importante porque tu conciencia está contaminada por el pecado original. Sólo cuando el Espíritu Santo te convenza hasta el punto que tu pecado se haga insoportable entonces buscarás a Jesús y Él “limpiará vuestras conciencias” con Su propia Sangre (Hebreos 9:14).

3.  Tercero, el pecado original ha corrompido tu voluntad hasta el punto que la Biblia dice que estás “muertos en vuestros delitos y pecados” (Efesios 2:1). En su libro, La Esclavitud de la Voluntad, [The Bondage of the Will], Lutero (1483-1546) mostró en la Biblia que la voluntad del hombre (su capacidad de decidir por Dios) no solo está dañada sino está muerta. Todo el fundamento de la Reforma se basaba en la doctrina de la voluntad muerta del ser humano. Los Reformadores dijeron que sólo Dios puede traer la voluntad del hombre a la vida. Ellos citaron Romanos 9:16, “Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia”. “Y él os dio vida a vosotros, aun estando nosotros muertos en pecados” (Efesios 2:1; Efesios 2:5). Yo sé que la Biblia dice, “y el que quiera” en Apocalipsis 22:17. Pero los hombres perdidos no pueden hacer eso hasta que Dios los haga querer. Cada Protestante y Bautista creyó eso durante siglos hasta que Finney llegó en 1821 y atacó brutalmente la doctrina del pecado original una y otra vez en sus sermones y libros. Finney no era un Arminiano. Él era un hereje Pelagiano completo. Rechazó las enseñanzas de la Biblia sobre el pecado original. Él enseñó que el hombre podía salvarse a sí mismo haciendo una “decisión”. El título de uno de sus sermones más famosos muestra que era un hereje. Se titulaba: “Los Pecadores Deben Cambiar Sus Propios Corazones”. Finney así siguió al hereje Pelagio (c. 354-418 DC), que negaba el pecado original y enseñó que el hombre puede salvarse a sí mismo haciendo una “decisión” de ser Cristiano. Así Finney, siguió a Pelagio, rechazó lo que la Biblia enseña, que la voluntad del hombre está muerta a causa del pecado original. Pero no era la Biblia la que estaba equivocada. Fue Finney quién estaba equivocado. Después de leer su testimonio, estoy personalmente convencido de que Finney era un hombre perdido, y que sus opiniones eran “doctrinas de demonios” (I Timoteo 4:1; cf. II Pedro 2:1-2).


Tan poderoso es el pecado original que la voluntad del hombre hacia Dios está muerta. La Biblia dice que ustedes que no están regenerados están “muertos en pecados” (Colosenses 2:13), “muertos en vuestros delitos y pecados” (Efesios 2:1). El Dr. John L. Dagg fue el primer teólogo Sureño Bautista. Hablando sobre el efecto del pecado original en la voluntad del hombre, él dijo:

Las representaciones Bíblicas de la incapacidad del hombre son muy fuertes. Se dice que son débiles [Romanos 5:6], cautivos [II Timoteo 2:26], esclavos [II Pedro 2:19, Romanos 6:16, 17]...muertos [Efesios 5:14, Colosenses 2:13], etc. La acción por la cual son liberados de su estado natural, se llama regeneración, levantar o dar la vida...y está directamente atribuido al poder de Dios...Nuestros puntos de vista con respecto a nuestra…condición por naturaleza son totalmente incorrectos, si nos imaginamos que un poco de trabajo [una pequeña decisión], que podemos efectuar al gusto, establecerá todo bien...Un verdadero sentido de nuestra incapacidad nos llevaría a él [Cristo] quien puede salvar (traducción de John L. Dagg, D.D., A Manual of Theology, Southern Baptist Publication Society, 1858, pág. 171).

En otras palabras, ¿cómo puede una persona cuya voluntad está “muerta en pecados” (Efesios 2:5) hacer una “decisión” de confiar en Cristo? El Dr. Dagg dijo que no es posible. También lo hicieron todos los Bautistas y los Protestantes antes de que Finney envenenara el evangelismo al atacar el pecado original.

Iain H. Murray señaló que los Arminianos Británicos, bajo John Wesley, también creían que la voluntad del hombre fue arruinada por la caída, y que el hombre tenía “absoluta incapacidad para salvarse a sí mismo” (traducción de The Old Evangelicalism, The Banner of Truth Trust, 2005, pág. 156). El mismo John Wesley dijo que creía en “la caída total del hombre y su total incapacidad para hacerse algún bien a sí mismo [aparte de] la gracia que convierte” (citado en Five Great Evangelists por John H. Armstrong, Christian Focus Publications, 1997, pp. 118-119).

John Wesley dijo: “En Adán murieron todos, toda la humanidad, todos los hijos de los hombres que estaban en los lomos de Adán...cada uno que descendió de él viene al mundo espiritualmente muerto, muerto para Dios, completamente muerto en el pecado, todo vacío de la vida de Dios...todo hombre nacido en el mundo ahora lleva la imagen del diablo en el orgullo y la fuerza de voluntad...Este es entonces el fundamento del nuevo nacimiento – toda la corrupción de nuestra naturaleza. Por lo tanto es, que, habiendo nacido en pecado, ustedes deben ‘nacer de nuevo’. Por lo tanto todo aquel que es nacido de una mujer tiene que nacer del Espíritu de Dios” (traducción de The Works of John Wesley, Baker Book House, 1979 reimpresión, tomo II, p. 68). De nuevo, el Sr. Wesley dijo: “¿Eres capaz de cambiar tu propio corazón, de todo pecado de toda santidad? Para dar vida a un alma que está muerta en el pecado, – muerta para Dios, ¿y viva sólo para el mundo? No más que tú eres capaz de darle vida a un cuerpo muerto, para darle vida lo que yace en la tumba. Sí, tú no eres capaz de darle vida a tu alma en ninguna manera, no más que darle cualquier grado de vida a un cadáver. Tú no puedes hacer nada, más o menos, en este caso, tú estás totalmente sin fuerzas” (ibid., tomo V, pág 84.).

Después de haber sido declarada la ruina de la voluntad del hombre por todos los Protestantes y Bautistas, me sorprendió cuando leí lo que Billy Graham dijo acerca del pecado original. Billy Graham dijo: “La ruina del hombre fue completa...pero la voluntad del hombre permanece intacta. El primer hombre utilizó su voluntad para elegir la muerte. Tú debes usar tu voluntad para elegir la vida”. (Traducción de Decision revista, Febrero 2012, págs. 4, 5).

¡En otras palabras, Billy Graham cree que la voluntad del hombre no fue arruinada por la caída! ¡Increíble! ¿Estaba Billy Graham correcto y Lutero, Wesley, John Dagg, y todos los Reformadores equivocados? ¿Estaba Billy Graham correcto y Lutero, Wesley, John Dagg, y todos los teólogos y predicadores antes de Finney equivocados? ¡Por supuesto que no! ¡Está Billy Graham y los “decisionistas” modernos equivocados! Ellos sin saberlo han seguido a Finney. No se dan cuenta del error de Finney quien dijo: “La voluntad humana es libre, por lo tanto, los hombres tienen el poder o la capacidad de hacer lo que deben hacer” (Finney’s Lectures on Systematic Theology, Eerdmans, 1969 edición, pág. 325). Billy Graham dijo lo mismo, “La voluntad del hombre permanece intacta” o libre para “elegir la vida”. Eso puede sonar bien, ¡pero es puro Finney! El punto de vista de Finney de la libertad de la voluntad es la antigua herejía del Pelagianismo, una doctrina que niega que la voluntad humana fue arruinada por el pecado original, y enseña que la voluntad del hombre por naturaleza es libre de llevar a cabo su propia salvación por una decisión que es capaz de hacer por sí mismo. Esta es la doctrina no-Bíblica del Pelagianismo que vemos en el “decisionismo” de hoy. (Para una definición de lo que es Pelagianismo mira el libro en Inglés de Paul E. G. Cook, Fire From Heaven, Evangelical Press, 2009, pág. 127).

Si tu voluntad “permanece intacta” ¡úsala para convertirte en un verdadero Cristiano! Hazlo, haz una “decisión”. ¡Trata! Muchos lo han hecho, pero han fracasado – ¡y tu también fracasarás! Como el Dr. John Dagg dijo: “Un verdadero sentido de nuestra incapacidad nos llevaría a él [Cristo] quien puede salvar”.

Un joven me escuchó decir todo esto la noche del pasado Domingo. Después del sermón el Dr. Cagan le preguntó: “¿Cómo puedes ser convertido?” Ese joven dijo: “Voy a dejar atrás el pasado y me voy a enfocar en el Señor”. El Dr. Cagan dijo: “No puedes hacer eso. Tu voluntad está arruinada. Y aún si pudieras hacer eso, ¿cómo podría lavar tus pecados?” Otro joven le dijo a Dr. Cagan, “Oré y eso no funciona”. ¡Por supuesto “eso” no funciona! ¿Quién dijo que “eso” funciona? Ninguna oración, y ninguna “decisión” puede salvarte. ¡Sólo puedes ser salvo por el Señor Jesucristo, a través de simple fe en Él!

“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9).

Mírate a ti mismo. ¡Mira que desamparado y sin esperanza estás! Di con Joseph Hart: “Jesús solo, Jesús solo, puede al pecador salvar”. Por favor pónganse de pie y canten ese himno. Es el número 7 en su cancionero.

“Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos”
       (Romanos 5:19).

Ven cansado y cargado, Un caído infidel;
   No esperes mejorarte, O jamás vendrás a Él;
¡No al justo, no al justo, Al impío llama Él!
   ¡No al justo, no al justo, Al impío llama Él!

Dios en carne ascendido, Con Su sangre ruega allá;
   En Jesús solo aventura, Solo en Él debes confiar;
Jesús solo, Jesús solo, puede al pecador salvar.
   Jesús solo, Jesús solo, puede al pecador salvar.
(Traducción libre de “Come, Ye Sinners” por Joseph Hart, 1712-1768).

¡Tú no puedes salvarte a ti mismo! ¡Cae delante de Jesús! ¡Confía en Él solo! “Jesús solo, Jesús solo, puede al pecador salvar”.

(FIN DEL SERMÓN)
Puedes leer los sermones de Dr. Hymers cada semana en el Internet
en www.realconversion.com. Oprime “Sermones en Español”.

You may email Dr. Hymers at rlhymersjr@sbcglobal.net, (Click Here) – or you may
write to him at P.O. Box 15308, Los Angeles, CA 90015. Or phone him at (818)352-0452.

La Escritura Leída Antes del Sermón por Dr. Kreighton L. Chan: Romanos 5:15-19.
El Solo Cantado Antes del Sermón por Sr. Benjamin Kincaid Griffith:
“Lord, I Am Vile, Conceived in Sin” (por Dr. Isaac Watts, 1674-1748).