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¡YA TODO ESTÁ PREPARADO!

por Dr. Kreighton L. Chan

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles,
La Noche del Día del Señor, 15 de Enero, 2012

“Venid, que ya todo está preparado”
(Lucas 14:17).


¡Qué grandes privilegios disfrutamos los Cristianos! Nuestro texto dice:

“Venid, que ya todo está preparado.”

¡Qué invitación! Y Cristianos han oído ese llamado antes. De hecho, lo hemos oído dos veces. La primera vez lo oímos cuando nos invitaron a esta iglesia.

“Venid, que ya todo está preparado.”

Nosotros vinimos, y la gente de nuestra iglesia estaba preparada para nosotros. Estaba claro que éramos bien venidos. Habían preparado una gran comida. Eran amigables y nos hicieron sentir en casa. Estaban alegres de que vinimos a la iglesia. Luego oímos la invitación otra vez cuando el Evangelio se predicó. Se nos llamó a venir a Cristo para salvación.

Por la gracia y el poder de Dios, respondimos a estos llamados. Entramos a nuestra iglesia. Y luego vinimos a Cristo. Su Sangre lavó nuestros pecados. Fuimos convertidos. Oímos, “Venid, que ya todo está preparado”. ¡Vinimos a Jesús y hallamos que era cierto!

“Todo” se refiere a la salvación. También a la gran herencia y bendición de todo Cristianos verdadero. No necesitamos ir al Cielo para experimentarlas. Ya están listas para que las gocemos hoy. Ninguna de estas bendiciones viene del hombre. Ninguna viene del mundo. Estas bendiciones vienen solo de Dios por Cristo. El Señor Jesucristo dijo que Dios

“…envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que ya todo está preparado” (Lucas 14:17).

I. Primero, “todo” lo que el Cristiano tiene ahora.

Todo lo que los Cristianos poseen ya está listo. Tenemos el perdón de nuestros pecados. ¡Oh, el gozo de los pecados perdonados! ¡Oh, tener la conciencia limpia y sin culpa delante de Dios! Qué gran consuelo es saber que ninguno de nuestros pecados se halla en los “libros” de Dios. En vez, nuestros nombres están escritos en el Libro de la Vida del Cordero. La Biblia dice:

“Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, Y cuyos pecados son cubiertos” (Romanos 4:7).

¡Gloria a Dios! Nuestros pecados han sido perdonados. Han sido cubiertos por la Sangre del Cordero. Sin merecerlo. Como pecadores éramos culpables ante Dios. Merecíamos el juicio y el Infierno. Pero Cristo quitó nuestros pecados y culpa por Su Sangre. Y si pecamos la Sangre de Cristo está allí para nosotros.

“La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”
       (I Juan 1:7).

¡Oh, el poder de la Sangre de Cristo para lavar nuestro pecado! ¡Gloria a Su nombre!

Y no recibimos solo el perdón de pecados. También recibimos la justicia de Cristo. ¡Tenemos salvación completa en Cristo!

También, hemos sido adoptados por Dios. Por medio de Cristo nos hemos hecho parte de la familia de Dios. Nos hemos vuelto hijos de Dios. La Biblia dice:

“Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!”
      (Gálatas 4:6).

Gozamos el compañerismo con Dios por medio de Cristo. Con nuestras nuevas naturalezas, clamamos a Dios en oración por todas nuestras necesidades. Cuando estábamos perdidos, éramos enemigos de Dios. ¡Ahora lo llamamos a Él nuestro Padre Celestial! Cristo nos ha reconciliado, nos ha juntado con Dios. ¡Gloria a Su nombre! ¡Qué bendición ser parte de la familia de Dios! ¡Qué bendición ser “aceptos en el amado” (Efesios 1:6).

También, tenemos vida eterna. Cuando estábamos perdidos, teníamos gran miedo de la muerte. Pensábamos que todo lo que había en la vida era lo que podíamos ver, sentir, oír, o tocar. Lo que era importante para nosotros era nuestra familia, amistades, placeres, y posesiones. La muerte significaba el fin de todo eso. La muerte también era incertidumbre de lo que nos sucedería después de morir. ¡Pero gloria a Dios, ya no tenemos miedo! Es porque Cristo nos libró del miedo de la muerte. Y en lugar de miedo, Él nos ha dado vida eterna. La Biblia dice:

“El que cree en el Hijo tiene vida eterna” (Juan 3:36).

¡Tenemos vida eterna ahora! ¡“Ya todo está preparado”! ¡Hermanos y hermanas, tenemos vida eterna ahora! Antes de la conversión nuestras almas estaban muertas a Dios y a las cosas eternas. Pero ahora hemos sido vivificados por medio de Cristo. Jesús dijo:

“Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente”
       (Juan 11:26).

¿Has considerado eso a profundidad? ¡No moriremos eternamente! ¡Gloria, Aleluya!

Tenemos vida eterna ahora en la tierra. ¡Cuando muramos, seguiremos nuestra vida eterna en el Cielo! Tendremos gozo y felicidad eternos. Sin más muerte. Sin más dolores. Sin más lagrimas. Cristo ha ido delante de nosotros a prepararnos una mansión celestial. ¡Adoraremos a Dios y a Cristo por los siglos de los siglos! Amén.

También, tenemos el privilegio de la oración. ¡Tenemos acceso, a Dios Todopoderoso las 24 horas del día! Él es Todopoderoso. También es nuestro Padre Celestial que nos ama. Le puedes pedir cualquier cosa. El trono de Dios es un Trono de Gracia. Él te invita a orar, y no te rehusará. Oh, ¡qué gran privilegio es la oración! Considera el amor de Dios que lo mueve a hacerte el bien. La Biblia dice:

“El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” (Romanos 8:32).

Dios dio a Su Hijo para que tú tuvieras vida. Si Él hizo eso, ¿guardaría algo bueno de ti? No, así que podemos ser atrevidos en nuestras oraciones. Jesús dijo:

“Pedid, y recibiréis” (John 16:24).

¡Qué gran promesa en la Palabra de Dios! Tenemos muchas preocupaciones y muchas necesidades. Oremos por ellas. Si pedimos, recibiremos. ¿Has visto eso? Oh, entonces, ¿has orado y le has pedido a Dios que atraiga a tu familia y amistades a venir a la iglesia y sean convertidos? “Pedid, y recibiréis”. Oh, el gran privilegio de la oración. “Ya todo está preparado”.

También, tenemos la Biblia y sus preciosas promesas. Sed como el hombre en Salmo 1:

“En la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche ” (Salmo 1:2).

No menosprecies tu Biblia. Muchos Cristianos perseguidos en China y otros países no tienen Biblias. Pero tú sí tienes la Biblia. Tienes que leerla, y no solo leerla sino obedecerla. Si haces eso, Cristo dice que tú eres como “un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca” (Mateo 7:24). Si amas la Biblia te volverás Cristiano sólido, “Y no hay...tropiezo” para ti (Salmo 119:165). La Palabra de Dios será “lámpara” a tus pies, y “lumbrera” a tu camino (Salmo 119:105). Léela y serás bendecido. “Ya todo está listo”.

También, tenemos el cuidado providencial de Dios. La Biblia dice:

“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” (Romanos 8:28).

Consuela nuestros corazones saber “todas las cosas les ayudan a bien”. No importa las pruebas que pases, puedes confiar que Dios está en control. Él hará todo funcionar para tu bien y para Su gloria. En tiempos de gozo, es fácil regocijarse en la providencia de Dios. Le damos a Dios la gloria por toda Su bondad. Pero también debemos regocijarnos en la providencia de Dios en tiempos de pruebas. Como Cristianos debemos esperar tiempos difíciles. De hecho, el Apóstol Pablo dijo:

“Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución” (II Timoteo 3:12).

Dios tiene un propósito para todo lo que sucede en nuestras vidas. En los tiempos de tribulaciones debes recordar que “todas las cosas…ayudan a bien”. El Apóstol Pablo se gozaba en la providencia de Dios en sus aflicciones:

“Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse” (Romanos 8:18).

El presente sufrimiento de Pablo lo llevó a su gloria y honor futuro. Eso es la providencia de Dios. Los hombres impíos y el Diablo mismo pueden estar contra nosotros. Pero podemos descansar en el cuidado de la providencia de Dios. El patriarca José dijo a sus hermanos que quisieron matarlo:

“Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien” (Génesis 50:20).

Cristiano, deja que tu Padre Celestial te pastoreé por la vida. Confíalo completamente. Deja que te guíe por los tiempos buenos y también los malos. El Salmista dijo: “Jehová es mi pastor, nada me faltará” (Salmo 23:1). Descansa en Su providencia. ¡Porque sabemos que todas las cosas ayudan a bien! ¡Deja que Dios sea glorificado! ¡Aleluya!

“Venid, que ya todo está preparado”.

Como Cristiano has venido a Cristo y has gozado “todo”. Algunas cosas son la salvación, el perdón de pecados, la adopción a la familia de Dios, la vida eterna, el Cielo, la oración, la Biblia, y Su cuidado providencial. “Ya todo está preparado”. Tenemos todas estas bendiciones por medio de Cristo. Oh, que dé yo a voces Sus alabanzas para siempre – por medio de Cristo, por medio de Cristo. ¡Todo por Cristo! ¡Tenemos todo por medio de Cristo!

II. Segundo, “todo” lo que los perdidos pueden tener ahora.

Pecador, “todo”, la salvación y todas estas maravillosas bendiciones, pueden ser tuyas. Pero sólo puedes recibirlas a través de Cristo. Debes tener a Cristo. Nuestro mensaje a ti esta noche es:

“Venid, que ya todo está preparado”.

En primer lugar, regresa a la iglesia. Queremos que disfrutes de venir a nuestra iglesia. Y haremos todo lo posible para ayudarte a sentirte bien de venir. Vas a encontrar gente feliz y amigable aquí que te aman. Te amamos porque Dios te ama. Te amamos porque Cristo te ama. Tenemos maravillosas comidas juntos. Nos divertimos mucho juntos. Y queremos que entres del todo a nuestra iglesia. Ven el próximo Sábado por la noche. Regresa el próximo Domingo por la mañana y por la noche. “Venid, que ya está todo listo”.

Y entonces ven a Cristo. Ya está todo preparado para tu salvación. Él murió en la Cruz para pagar por tus pecados. Él resucitó físicamente de entre los muertos para darte vida. Ascendió a la diestra de Dios Padre para orar por ti. Ven a Cristo. Jesús pagó por tus pecados en la Cruz. Él derramó Su Sangre para que tus pecados puedan ser lavados. Ven a Cristo. Serás salvó de tus pecados y experimentarás “todo”, todas estas bendiciones, a través de Cristo. Que hagas esto en el nombre de Jesús.

Oh, que seas movido para traer a los perdidos. Viene una gran oportunidad. Vamos a celebrar el próximo Domingo por la noche el Año Nuevo Chino. ¡Vamos a llenar este lugar con gente China! Trae un montón de gente China. No tienes que ser Chino para traer a una persona China. Trae una persona China de tu trabajo o escuela. Si has estado trabajando en una persona no te detengas. Llámalos una y otra vez. Diles que realmente, realmente quieres que vengan al banquete del Año Nuevo Chino. Diles que la vamos a pasar muy bien. Hábleles acerca de toda la gente amigable que van a conocer. Recuérdales que no dejen que nada los detenga de venir. Diles que no cambien de planes. Llama y haz arreglos para que otras personas vengan. Llama a otros miembros de la familia. Llama a otros amigos. ¡Hazlo! ¡Hazlo! Dile al Dr. Cagan a quien vas a traer el Jueves de la próxima semana o el Sábado de la próxima semana. O puede llamar al Dr. Cagan. Tenemos que saber cuántas personas van a venir. ¡Hazlo! ¡Hazlo!

(FIN DEL SERMÓN)
Puedes leer los sermones de Dr. Hymers cada semana en el Internet
en www.realconversion.com. Oprime “Sermones en Español”.

You may email Dr. Hymers at rlhymersjr@sbcglobal.net, (Click Here) – or you may
write to him at P.O. Box 15308, Los Angeles, CA 90015. Or phone him at (818)352-0452.

La Escritura Leída Antes del Sermón por Dr. Hymers: Lucas 14:16-24.
El Solo Cantado Antes del Sermón por Sr. Benjamin Kincaid Griffith:
“Help Somebody Today” (por Carrie E. Breck, 1855-1934).


EL BOSQUEJO DE

¡YA TODO ESTÁ PREPARADO!

por Dr. Kreighton L. Chan

“Venid, que ya todo está preparado”
(Lucas 14:17).

I.   Primero, “todo” lo que el Cristiano tiene ahora, Romanos 4:7;
I Juan 1:7; Gálatas 4:6; Efesios 1:6; Juan 3:36; 11:26;
Romanos 8:32; Juan 16:24; Salmo 1:2; Mateo 7:24;
Salmo 119:165, 105; Romanos 8:28; Santiago 1:7;
II Timoteo 3:12; Romanos 8:18; Génesis 50:20; Salmo 23:1.

II.  Segundo, “todo” lo que los perdidos pueden tener ahora, Lucas 14:17.