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LA MUJER LIBRADA DEL CAUTIVERIO

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles,
La Tarde del Día del Señor, 6 de Noviembre, 2011

“Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de reposo; y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios” (Lucas 13:10-13).


Spurgeon dijo: “Yo creo que la enfermedad de esta mujer no era solo física sino que espiritual: su apariencia exterior [mostraba] su profunda y larga depresión de mente continua. Estaba encorvada de cuerpo, y estaba doblegada por la tristeza en mente” (traducción de C. H. Spurgeon, “The Lifting Up of the Bowed Down,” The Metropolitan Tabernacle Pulpit, Pilgrim Publications, reimpresión de 1972, tomo XXIV, p. 421).

No daré la introducción ni el sermón entero de Spurgeon. Solamente sacaré dos puntos – esta mujer estaba atada por Satanás, pero fue librada por Cristo.

I. Primero, ella estaba atada por Satanás.

El texto da pista de eso, donde dice que “tenía espíritu de enfermedad” (Lucas 13:11). Pero después en el pasaje Cristo dijo que “Satanás había atado” a ella (Lucas 13:16).

La gente aquí en el occidente generalmente no cree en Satanás o en los demonios hoy. Eso no le molesta a Satanás. De hecho, creo que le place que no crean en él – porque ahora puede hacer su obra malvada secretamente. La gente le atribuirá la obra de Satanás a fuerzas materiales y será cegada a la verdadera fuente de sus tentaciones y esclavitud espiritual. Pero la Biblia nos muestra la realidad del Diablo y su obra.

La Biblia nos dice que toda persona que no es convertida a cierto grado está bajo la influencia de Satanás, el “príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia” (Efesios 2:2). No digo que todos estan poseídos de demonios, aunque algunos sí. Digo que toda persona no convertida está a cierto grado engañada e influenciada por Satanás.

A menos que un pastor sepa eso, estará desanimado y se preguntará por qué tantos de los que bautiza resultan malos y divisivos en su iglesia. Tal pastor no se da cuenta de que:

“No tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Efesios 6:12).

También, los perdidos deben ser advertidos que muchos de sus pensamientos no son propios. Son los “dardos de fuego del maligno” (Efesios 6:16). La nota del centro de la Biblia Scofield [en Inglés] añade “aquel”. Los dardos de fuego de aquel maligno son los pensamientos que pone en las mentes de los que no son convertidos cuando oyen el Evangelio predicado. Lutero dijo: “[El Diablo] dispara pensamientos terribles dentro del corazón”. Él también “dispara” ideas falsas dentro de los corazones de la gente no convertida. Es por eso que la Biblia dice: “El que confía en su propio corazón es necio” (Proverbios 28:26). El que confía en sus propios pensamientos es llamado “necio” porque el Diablo manipula fácilmente sus pensamientos, sentimientos, y emociones. La única cosa segura qué hacer es “Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia” (Proverbios 3:5).

La pobre mujer en nuestro texto había estado atada por Satanás por dieciocho años (Lucas 13:16). Algunos de ustedes aquí esta noche han estado atados por el Diablo por años también. Cuando Jesús la encontró, ella estaba en la sinagoga el Día de Reposo, oyendo la lectura de la Palabra de Dios. Pero todavía estaba atada por Satanás. Algunos de ustedes han estado en la iglesia por meses, y hasta años, y todavía estás atado y cegado por Satanás. El Apóstol Pablo dijo:

“Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; en los cuales el dios de este siglo [Satanás] cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo”
       (II Corintios 4:3-4).

El Dr. John Gill (1697-1771) dijo de esos versos:”Satanás…aquí es [llamado], ‘el dios de este mundo’, tal como es [llamado] por Cristo, ‘el príncipe de este siglo’, Juan 12:31, y Juan 14:30…porque por la influencia de él sobre la gran…mayoría del mundo, el cual yace en maldad, bajo el poder del maligno” (traducción de John Gill, D.D., An Exposition of the New Testament, The Baptist Standard Bearer, reimpreso en 1989, tomo 2, pp. 777-778; nota sobre II Corintios 4:4).

“Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; en los cuales el dios de este siglo [Satanás] cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo”
       (II Corintios 4:3-4).

El Evangelio de Cristo es predicado aquí todos los Domingos. Le decimos a los pecadores perdidos que Jesucristo, el Hijo de Dios, llevó el pecado de ellos sobre Si mismo y murió en la Cruz para pagar la pena por sus pecados. Te decimos que la Sangre de Cristo puede limpiarte de todo pecado. Te decimos que Cristo resucitó físicamente de los muertos y ascendió de nuevo al Cielo, donde está sentado a la diestra de Dios. Te decimos que te voltees del pecado y vengas a Jesús por fe. Y todavía, después de todo este tiempo aun rehúsas venir a Cristo. ¿Por qué es así? Me parece claro que estás en el mismo “lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él” (II Timoteo 2:26). Repasamos vez tras vez el Evangelio de Cristo, pero todavía estás atado por Satanás, como esta pobre mujer lo estuvo por todos esos 18 años. Ese es el primer punto de este sermón pero no es la historia entera.

II. Segundo, ella fue librada por Cristo.

“Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios” (Lucas 13:12-13).

Cuando Jesús puso Sus manos en ella, ¡ella de inmediato se enderezó y glorificaba a Dios! ¡Amen! “Viene Jesús.” ¡Canta ese coro de pie!

Viene Jesús, y ahuyenta al Diablo;
   Viene Jesús, y el llanto secará,
La oscuridad El quita y da la gloria,
   Todo es mejor cuando llega Jesús.
(Traducción de “Then Jesus Came” por Dr. Oswald J. Smith, 1889-1986).

Se pueden sentar. El verso 12 dice:

“Cuando Jesús la vio, la llamó…” (Lucas 13:12).

Ahora te doy dos de los párrafos del sermón de Spurgeon sobre este texto. Spurgeon dijo:

       Hemos visto a la mujer atada por el Diablo, pero viene el liberador, y lo primero que leemos es que él “la vio”. Sus ojos buscan, leyendo cada corazón al mirar de uno a otro. Al fin vio a la mujer. Sí, la misma que buscaba. No debemos pensar que la vio del mismo modo común con el que yo los veo a ustedes, sino que él la vio en carácter e historia, todo pensamiento de su corazón, todo deseo de su alma. Nadie le dijo que ella había estado atada dieciocho años, pero él lo sabía todo – cómo ella llegó a ser atada, lo que ella había sufrido durante ese tiempo, cómo ella oraba para ser sanada, y cómo la enfermedad prevalecía sobre ella. En un minuto él había leído la historia de ella y comprendió el caso de ella.
        “Cuando Jesús la vio, la llamó” (Lucas 13:12). ¿Sabía el nombre de ella? Oh, sí, él sabe todos nuestros nombres, y por eso su llamado es personal y sin error. “Te he llamado por nombre” dice él, “eres mío”. Ves, ahí la pobre criatura, saliendo del pasillo, esa pobre masa de dolor, aunque doblada a tierra, se mueve. ¿Es mujer? A penas ves que tiene cara, pero va al que la llama. No podía pararse derecha, pero podía venir como estaba – doblada y enferma como estaba. Me regocijo en el modo de [Cristo] de salvar gente, porque él viene a ellos donde ellos están…Él les pide que se acerquen como están…Que mi amado Maestro esta mañana vea a algunos de ustedes hasta que sientan, “el predicador me habla a mi”…y luego [oigas] “Ven a Jesús tal como estás”. Entonces que tengas la gracia para responder:

“Tal como soy – tan ciego y vil,
Me ofreces la visión a mí,
Lo que carezco encuentro en Ti,
   De Dios Cordero, a Ti yo voy.”

(Spurgeon, ibid., p. 428).

Por favor canta de pie “Then Jesus Came” [Llego Jesus]. Es el número 8 en tu hoja de canciones.

El pordiosero solo en el camino,
   No podía ver la luz por ciego ser.
Con andrajos temblaba en las sombras
   Vino Jesús, su oscuridad huyo.
Viene Jesús, y ahuyenta al Diablo;
   Viene Jesús, y el llanto secará,
La oscuridad El quita y da la gloria,
   Todo es mejor cuando llega Jesús.

Lo apartaron demonios de su gente,
   En miseria en las tumbas vivió;
Se cortaba, poseído de demonios,
   Vino Jesús y le dio libertad.
Viene Jesús, y ahuyenta al Diablo;
   Viene Jesús, y el llanto secará,
La oscuridad El quita y da la gloria,
   Todo es mejor cuando llega Jesús.

Los hombres hoy hallan capaz a Jesús,
   Conquistar no podían sus pecados;
Tristes, solos con rotos corazones,
   Vino Jesús en ellos a morar.
Viene Jesús, y ahuyenta al Diablo;
   Viene Jesús, y el llanto secará,
La oscuridad El quita y da la gloria,
   Todo es mejor cuando llega Jesús.
(Traducción de “Then Jesus Came” por Dr. Oswald J. Smith, 1889-1986).

(FIN DEL SERMÓN)
Puedes leer los sermones de Dr. Hymers cada semana en el Internet
en www.realconversion.com. Oprime “Sermones en Español”.

You may email Dr. Hymers at rlhymersjr@sbcglobal.net, (Click Here) – or you may
write to him at P.O. Box 15308, Los Angeles, CA 90015. Or phone him at (818)352-0452.

La Escritura Leída Antes del Sermón por el Dr. Kreighton L. Chan: Lucas 13:10-17.
El Solo Cantado Antes del Sermón por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith:
“Then Jesus Came” (por Dr. Oswald J. Smith, 1889-1986).


EL BOSQUEJO DE

LA MUJER LIBRADA DEL CAUTIVERIO

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

“Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de reposo; y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios” (Lucas 13:10-13).

I.   Primero, ella estaba atada por Satanás, Lucas 13:11, 16;
Efesios 2:2; Efesios 6:12, 16; Proverbios 28:26; 3:5;
II Corintios 4:3-4; II Timoteo 2:26.

II.  Segundo, ella fue librada por Cristo, Lucas 13:12-13.