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LA CONVERSIÓN PROFETIZADA DE LOS JUDÍOS
– APLICADA A LOS GENTILES

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
La Tarde del Día del Señor, Noviembre 14 del 2010

“Conviérteme, y seré convertido, porque tú eres Jehová mi Dios. Porque después que me aparté tuve arrepentimiento, y después que reconocí mi falta, herí mi muslo; me avergoncé y me confundí, porque llevé la afrenta de mi juventud” (Jeremías 31:18-19).


El Dr. A. W. Tozer (1897-1963) escribió un ensayo en Inglés llamado: “¿Por Qué Estamos Tibios Acerca Del Regreso De Cristo?” Él dijo:

      Poco después del fin de la Primera Guerra Mundial, escuché a un gran predicador del Sur decir que temía que el intenso interés en la profecía en ese tiempo resultaría en la muerte de la esperanza bienaventurada [de la Segunda Venida de Cristo] cuando los eventos probaran que los intérpretes estaban equivocados. El hombre era un profeta, o por lo menos un astuto estudiante de la naturaleza humana (traducción de The Best of A. W. Tozer, compilado por Warren W. Wiersbe, Baker Book House, 1978, p. 55).

Es verdad que libros sobre profecía se siguen vendiendo. Algunos predicadores todavía hablan sobre profecía. Pero la excesiva predicación sobre profecía después de las dos Guerras Mundiales causó una reacción. Dijeron que Hitler era el Anticristo. Dijeron que el mundo terminaría en una explosión atómica – cosas así. Cuando los eventos mostraron que ellos estaban equivocados, muchos predicadores dejaron de predicar profecía Bíblica. Las señales de la Segunda Venida de Cristo fueron reemplazadas rápidamente. Los Calvinistas las empujaron de regreso hasta el primer siglo. Los Dispensaciónalistas las juntaron todas en la Tribulación de siete años al final de esta era. Yo creo que ambos enfoques están erróneos.

Nuestro texto es muy poderoso. Tiene un significado profético, y tiene un significado personal. Examinémoslo desde ambos ángulos.

“Conviérteme, y seré convertido, porque tú eres Jehová mi Dios. Porque después que me aparté tuve arrepentimiento, y después que reconocí mi falta, herí mi muslo; me avergoncé y me confundí, porque llevé la afrenta de mi juventud”
       (Jeremías 31:18-19).

I. Primero, el significado profético del texto.

Está dirigido a Efraín, que es un nombre que Dios usó frecuentemente para describir a Israel. El texto se refiere al futuro, cuando Israel se arrepentirá y será salvo. El final de Jeremías 30:24 dice: “En el fin de los días entenderéis esto” (Jeremías 30:24). Inmediatamente siguiendo eso, la nota de Scofield dice: “En resumen: Israel en los últimos días”, antes del capitulo 31 (La Bíblia Anotada de Scofield, p. 805). El Dr. J. Vernon McGee vio esto como una profecía (A Través de la Biblia, Thomas Nelson Publishers, 1983, volumen III, p. 402; nota sobre Jeremías 30:24 [en Ingles]) – pero yo pienso que él lo empujó demasiado lejos hacia el futuro, a “la Era del Reino”.

Dios ha bendecido en gran manera a los Judíos en los últimos años. En 1948 la Nación de Israel fue establecida. Los Judíos que fueron dispersos y perseguidos por todo el mundo por dos mil años empezaron a regresar a su tierra natal. Israel está rodeado de países Musulmanes que están en contra de los Judíos. Pero Dios ha protegido a Israel – milagrosamente. ¡Esta es una “señal” de la Segunda Venida de Jesucristo!

Además, Dios ha movido los corazones de muchos Judíos. ¡En los últimos treinta y cinco años más de ellos han venido a Jesús que en los mil novecientos años anteriores combinados!

Me senté en el piso con un grupo de jóvenes en Corte Madera, California en 1973, cuando Moishe Rosen oficialmente empezó “Judíos para Jesús”. Estuve orgulloso de llamarlo mi amigo. Él ofició nuestro matrimonio. Mi familia y yo fuimos a verlo a su casa, nos dimos regalos, y almorzamos juntos en el verano del 2009. Ileana y yo fuimos a San Francisco a su funeral a mediados de este año. Moishe Rosen fue un gran evangelista. Se estima que, directa o indirectamente, él fue el instrumento humano responsable de más conversiones Judías a Jesús que cualquier otro hombre desde los días de los Apóstoles.

Seguro que esto es una “señal” de la Segunda Venida. Pocos comentadores modernos dicen que nuestro texto se refiere proféticamente a la conversión de los Judíos. ¡Sin embargo, extrañamente, el Dr. John Gill (1697-1771) lo vio claramente en el siglo 18! Él dijo: “…la profecía parece referirse a la conversión de ellos [los Judíos] en los últimos días” (traducción de John Gill, D.D., An Exposition of the Old Testament, The Baptist Standard Bearer, reimpresa en 1989, tomo 5, p. 573; nota sobre Jeremías 31:18). De nuevo, el Dr. Gill dijo: “De tal manera los Judíos se convertirán en los últimos días” (ibíd., p. 574). Jesús Mismo predicó la dispersión de los Judíos, y su regreso a Jerusalén al final de esta era:

“Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan” (Lucas 21:24).

Y el Apóstol Pablo dio esta predicción:

“Que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, Que apartará de Jacob la impiedad” (Romanos 11:25-26).

El profeta Zacarías dijo:

“Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito” (Zacarías 12:10).

Esto muestra el significado profético de nuestro texto:

“Conviérteme, y seré convertido, porque tú eres Jehová mi Dios. Porque después que me aparté tuve arrepentimiento, y después que reconocí mi falta, herí mi muslo; me avergoncé y me confundí, porque llevé la afrenta de mi juventud”
       (Jeremías 31:18-19).

Pero no debemos dejar el texto como una interesante profecía de la venidera redención de Israel. En su ensayo [en Inglés], “La Exposición Debe Tener Aplicación”, “Exposition Must Have Application,” El Dr. Tozer dijo: “No hay nada más aburrido y sin sentido como la doctrina Bíblica enseñada porque sí” (traducción de A. W. Tozer, D.D., “Exposition Must Have Application,” en The Best of A. W. Tozer, compilado por Warren W. Wiersbe, Baker Book House, 1979, p. 140). Por lo tanto debemos aplicar el texto a aquellos entre nosotros que todavía no son convertidos.

“Conviérteme, y seré convertido, porque tú eres Jehová mi Dios. Porque después que me aparté tuve arrepentimiento, y después que reconocí mi falta, herí mi muslo; me avergoncé y me confundí, porque llevé la afrenta de mi juventud”
       (Jeremías 31:18-19).

Esto nos lleva al segundo punto del sermón.

II. Segundo, el significado personal del texto.

“Conviérteme, y seré convertido”. El Dr. Gill dijo que esto se refería a “la primera obra de conversión; que se encuentra en un hombre que se volteo de las tinieblas a la luz, del poder de Satanás a Dios; es un giro del corazón…de la voluntad, del afecto, de la mente, es un giro de las personas hacia el Señor Jesucristo…que el hombre no tiene poder de hacerlo; que no está activo, sino pasivo en el mismo; eso es [conversión] la obra del Señor, solamente de él” (John Gill, D.D., ibíd., p. 574).

“Conviérteme, y seré convertido”. ¡Pero si Dios no te “convierte” del pecado hacia Cristo no serás convertido! Alguien puede decir: “¡Esto es muy Calvinista!” Bueno, nadie acusó al Dr. Tozer de ser “muy Calvinista”. Por el contrario. ¡Él era un Arminiano! Aun así el Dr. Tozer creía la Biblia, por lo cual dijo:

Por un completo mal entendido…de la libertad de la voluntad humana la salvación se hace depender peligrosamente de la voluntad del hombre en vez de la voluntad de Dios. Por muy profundo que sea el misterio, por muchas que sean las paradojas, todavía es cierto que el hombre se hace santo no por él mismo sino por un llamado soberano. ¿No ha tomado Dios por palabras como estas sacado de nuestras manos la mejor opción? “El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha” [Juan 6:63]… “Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí” [Juan 6:37)]… “Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere” [Juan 6:44]… “Como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste” [Juan 17:2]… “Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, revelar a su Hijo en mí” [Gálatas 1:15-16]… El derecho de la determinación debe estar siempre con Dios (traducción libre de A. W. Tozer, D.D., “The Mystery of the Call,” en The Divine Conquest, Christian Publications, 1950, p. 48).

“Conviérteme, y seré convertido, porque tú eres Jehová mi Dios. Porque después que me aparté tuve arrepentimiento, y después que reconocí mi falta, herí mi muslo; me avergoncé y me confundí, porque llevé la afrenta de mi juventud”
       (Jeremías 31:18-19).

Yo llamaría este “convertir” “despertamiento” – cuando el Espíritu de Dios trae a un hombre a una profunda convicción de pecado. “Porque después que me aparté tuve arrepentimiento”. Solo después que una persona no convertida es “vuelta” por Dios experimentará verdadero arrepentimiento, con dolor por su pecado y fe en Jesús. ¡Entonces, la verdadera conversión viene de Dios – o no viene para nada! En el Libro de Lamentaciones, el profeta Jeremías oró:

“Vuélvenos, oh Jehová, a ti, y nos volveremos”
       (Lamentaciones de Jeremías 5:21).

¡No puedes “aprender” a ser Cristiano! ¡No puedes aprender como venir a Cristo! Si tratas, permanecerás:

“Siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad” (II Timoteo 3:7).

¿Entonces qué puedes hacer? Bueno, puedes empezar a orar las palabra de nuestro texto:

“Conviérteme, y seré convertido, porque tú eres Jehová mi Dios” (Jeremías 31:18).

Si esto se hace una oración constante y sincera de tu corazón – no solo palabras, pero un verdadero esfuerzo “a entrar” a Cristo (Lucas 13:24) – puede que Dios te conteste pronto – y te voltee hacia Su Hijo, quien murió en la Cruz para pagar por tus pecados, y resucitó de los muertos para darte vida eterna.

(FIN DEL SERMÓN)
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en www.realconversion.com. Oprime “Sermones en Español”.

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Or phone him at (818)352-0452.

La Escritura Leída Antes del Sermón por el Dr. Kreighton L. Chan: Jeremías 31:31-34.
El Solo Cantado Antes del Sermón por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith:
“O Come, O Come, Emmanuel” (traducido por John M. Neale, 1818-1866).


EL BOSQUEJO DE

LA CONVERSIÓN PROFETIZADA DE LOS JUDÍOS
– APLICADA A LOS GENTILES

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

“Conviérteme, y seré convertido, porque tú eres Jehová mi Dios. Porque después que me aparté tuve arrepentimiento, y después que reconocí mi falta, herí mi muslo; me avergoncé y me confundí, porque llevé la afrenta de mi juventud” (Jeremías 31:18-19).

I.   Primero, el significado profético del texto, Jeremías 30:24;
Lucas 21:24; Romanos 11:25-26; Zacarías 12:10.

II.  Segundo, el significado personal del texto, Juan 6:63, 37, 44;
Juan17:2; Gálatas 1:15-16; Lamentaciones 5:21;
II Timoteo 3:7; Lucas 13:24.