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¡LA PRUEBA DE QUE CRISTO ES EL HIJO!

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
La Mañana del Día del Señor, 16 de Mayo de 2010

“Declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos” (Romanos 1:4).


Yo admiraba grandemente al Dr. Wilbur M. Smith por su inmenso conocimiento de la literatura Cristiana, y su integridad al dejar en 1963 el Seminario Fuller que se apartaba de la inerrancia de la Biblia y comenzaba a abrazar el liberalismo (vea Harold Lindsell, Ph.D., The Battle for the Bible, edición de 1978, pp. 110-112 – [en Inglés]). El Dr. Smith hizo un pregunta penetrante sobre nuestro texto, Romanos 1:4: “me pregunto ¿por qué nuestros más grandes predicadores jamás predican sobre, o al menos nunca publican un sermón sobre este texto que asegura la fe?” (traducción de Wilbur M. Smith, D.D., Therefore, Stand, Keats Publishing, edición de 1981, p. 583). Creo que la razón puede estar en el hecho de que en los últimos 125 años ha habido muy poca predicación sobre la resurrección de Cristo, especialmente desde el aumento del “decisionismo”. Desde el tiempo de C. G. Finney, los sermones se han devotado mayormente al hombre, y lo que el hombre hace. Estos días los predicadores han tendido a dejar pasar de largo las cosas de Dios. En vez, se enfocan en la obra del hombre. Así la Cristiandad hoy se ha vuelto mayormente antropológica vez de teológica, sicológica en vez de Cristológica, centrada en el hombre en vez de centrada en Cristo.

Todos los sermones menos uno en el libro de los Hechos, hicieron central la resurrección. ¡Los Apóstoles no podían predicar sin hablar de la resurrección de Cristo! Estaba en el mero corazón del Evangelio que ellos predicaban. Hoy, en cambio, si la resurrección de Cristo se menciona, se deja para el Domingo de Resurrección en la mañana. Aun entonces, los ministros raramente predican los aspectos doctrinales de la resurrección de Cristo.

En su libro, [La Cristiandad Sin Cristo] Christless Christianity, el Dr. Michael Horton señala que los sermones de la Pascua de Resurrección en muchas iglesias conservadoras a menudo son “algo de cómo Jesús venció Sus dificultades y como también nosotros podemos [mostrando que] los evangélicos como los [liberales] hoy hablan de la sicología, la política, o el moralismo en vez del evangelio” (traducción de Michael Horton, Ph.D., Christless Christianity: The Alternative Gospel of the American Church, Baker Books, 2008, p. 30). Extrañamente hasta el Dr. R. A. Torrey a quien yo admiro no tiene un solo sermón sobre la resurrección de Cristo en su famoso libro [Cómo Laborar para Cristo] How to Work for Christ (Fleming H. Revell, n.d.). El Dr. Torrey dio 156 páginas de bosquejos de sermones para predicadores, ¡pero ni uno solo de esos bosquejos se devota enteramente a la resurrección de Jesús! ¡Ciertamente, la situación es mucho peor hoy en día!

Examinando los himnarios modernos hallo como diez himnos sobre la resurrección de Cristo. Todos menos uno fueron escritos antes del siglo veinte. ¡Dos fueron escritos en el siglo 18, tres en el siglo 19, uno en el siglo 16, uno en el siglo 17, uno en el siglo 15, y dos en el siglo 8! El único himno bien escrito sobre la resurrección en el siglo 20 es “Vivo Otra Vez” (“Alive Again” en Inglés) de Paul Rader, pero que yo sepa no aparece en nuestros himnarios. Me puedes escribir al P.O. Box 15308, Los Ángeles CA 90015 y pedir las palabras y la música del himno de Paul Rader. De nuevo, creo que la falta de himnos de la resurrección muestra que este tema importantísimo ha sido descuidado por un tiempo muy largo, desde los días de Finney. Cristo es:

“Declarado Hijo de Dios con poder…por la resurrección de entre los muertos” (Romanos 1:4),

pero casi nadie lo predica, ¡y casi nunca cantamos de ello! ¡Con razón las iglesias en el Mundo Occidental se secan y se marchitan! Sin fe en el Cristo resucitado no hay esperanza para avivamiento, ni mensaje viviente – porque la mitad del Evangelio se ha olvidado – ¡se ha eliminado de nuestra predicación casi por completo! ¡Que Dios nos ayude!

Veo que aquellos en el Tercer Mundo son más aptos a enfatizar al Cristo resucitado que aquellos que están en Europa y América. ¡Con razón la Cristiandad crece allá, pero se estanca aquí!

He estado comunicándome por correo electrónico con un joven de aproximadamente veinte años de edad que viene de un país del Tercer Mundo. Habla de padecer “torturas severas en mi niñez para [tratar de conseguir que yo] renunciara a la fe Cristiana. Yo clamaba por ayuda, pero nadie llegó, y vi a muchos [Cristianos] perecer... Niños [son] perseguidos y puestos en asilos en la India, Myanmar, torturados repetidamente con choques eléctricos para que renuncien a Jesús...yo soy uno de esos sobrevivientes”. Cuando leí eso lloré. ¿Dónde en América o en el Occidente podemos hallar a niños o jóvenes adultos así? Él dijo que él mismo y los otros niños encontraron al Cristo resucitado. Cuando experimentaron a Cristo resucitado, supieron que Él era el Hijo de Dios. Entonces ninguna cantidad de tortura de choques eléctricos o palizas los podían hacer renunciar a Jesús. Ellos sabían que Él vive – ¡resucitado de los muertos! ¡Eso los hizo verdaderos Cristianos! Y eso es lo que dice el Apóstol Pablo en nuestro texto. Cristo es:

“Declarado Hijo de Dios con poder…por la resurrección de entre los muertos” (Romanos 1:4).

La palabra Griega traducida “declarado” significa “especificar”, “marcar” (Strong #3724). Jesús fue especificado, marcado, como el Hijo de Dios por Su resurrección de entre los muertos. La Biblia Géneva [The Geneva Bible] de 1599 dice “mostrado y hecho manifiesto” (nota #1 sobre Romanos 1:4). Cristo fue “mostrado y hecho manifiesto” como Hijo de Dios por Su resurrección de entre los muertos:

“Declarado Hijo de Dios con poder…por la resurrección de entre los muertos” (Romanos 1:4).

I. Primero, cómo Jesús fue declarado ser el Hijo de Dios.

No fue principalmente por Sus enseñanzas. Él enseñaba muchas cosas maravillosas, incluyendo el Sermón del Monte. Pero Sus enseñanzas por sí solas no demostraron que era el Hijo de Dios. Tampoco Sus milagros, ni siquiera el haber alzado a tres personas de entre los muertos. El profeta Elías levantó a un muchacho de los muertos en los tiempos del Antiguo Testamento y él no era el Hijo de Dios (I Reyes 17:17-24). Eliseo también levantó a un niño de entre los muertos (II Reyes 4:32-37) pero Eliseo no era el Hijo de Dios. Moisés también hizo muchos milagros, incluyendo la separación del Mar Rojo, pero no era el Hijo de Dios. La única señal que declaró que Jesús es el Hijo de Dios fue la resurrección de Su propio cuerpo. Jesús Mismo dijo que Su resurrección sería la señal que daría para una generación perversa:

“Él respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches” (Mateo 12:39-40).

Jesús matado por admitirle al sumo sacerdote que Él era el Hijo de Dios (Mateo 26:63-66). Mientras Él colgaba en la Cruz los principales sacerdotes se burlaban de él, diciendo:

“Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere; porque ha dicho: Soy Hijo de Dios” (Mateo 27:43).

Pero Dios mostró Su aprobación de Jesús como Su hijo levantándolo de entre los muertos. Jesús fue:

“Declarado Hijo de Dios con poder…por la resurrección de entre los muertos” (Romanos 1:4).

¡Dios declaró que Él es Su Hijo al levantar Su cuerpo muerto el tercer día!

II. Segundo, por qué Jesús fue declarado ser el Hijo de Dios.

El Dr. Charles Hodge (1797-1878), largo tiempo catedrático del Nuevo Testamento en el Seminario Teológico Princeton, dijo:

No fue sino hasta que Cristo había resucitado que la evidencia de su ser Hijo [de Dios] se completó, o que la plenitud de su contenido fue conocido por los apóstoles...Fue por la resurrección que demostró ser el Hijo de Dios...En [muchos] pasajes [de Escritura] la resurrección de Cristo se representa como la gran evidencia concluyente de la verdad de todo lo que Cristo enseñó, y de la validez de todas lo que clamaba... como Cristo se había declarado abiertamente ser el Hijo de Dios, su resurrección de entre los muertos fue el sello de Dios de lo cierto de su declaración. De haber continuado bajo el poder de la muerte, Dios hubiera anulado [negado] su declaración de ser su Hijo; pero al resucitarlo de los muertos, él lo reconoció públicamente, diciendo: Tú eres mi Hijo, este día te he declarado como tal (traducción de Charles Hodge, Ph.D., A Commentary on Romans, The Banner of Truth Trust, edición de 1997, pp. 20-21; notas sobre Romanos 1:4).

Por lo tanto, la evidencia de que Cristo era el Hijo de Dios fue dada por su resurrección, y verificó todo lo demás que Él enseñó.

El Dr. Wilbur M. Smith dijo que la resurrección de Cristo garantiza

...la veracidad, la fiabilidad de todos los enunciados de Cristo. [Puesto que Él resucitó] de nuevo del sepulcro [como Él predijo que lo haría] y la predicción se cumplió, entonces siempre me ha parecido que todo lo demás que el Señor ha dicho también debe ser cierto...Cuando nuestro Señor dijo que el que creyere en Él tendría vida eterna, y quien se negara a creer en Él estaría eternamente condenado, Él hablaba la verdad... No podemos aceptar la resurrección de Cristo, y tener alguna duda sobre la veracidad de cualquier expresión que jamás haya procedido de Sus labios (Smith, Therefore, Stand, ibíd., pp. 418-419).

Jesús le dijo a Sus Discípulos:

“He aquí subimos a Jerusalén, y se cumplirán todas las cosas escritas por los profetas acerca del Hijo del Hombre. Pues será entregado a los gentiles, y será escarnecido, y afrentado, y escupido. Y después que le hayan azotado, le matarán; mas al tercer día resucitará” (Lucas 18:31-33).

Lo que Jesús predijo en Lucas 18:31-33 aconteció literalmente. Se burlaron de Él, fue golpeado, escupido, azotado y condenado a muerte en la Cruz. Pero el tercer día después que Él fue crucificado Él resucitó de entre los muertos. El cumplimiento exacto de la predicción de Jesús acerca de sí Mismo garantiza la veracidad de todo lo demás que Él dijo, porque fue:

“Declarado Hijo de Dios con poder…por la resurrección de entre los muertos” (Romanos 1:4).

Debido a que Él resucitó de entre los muertos, exactamente como Él dijo que lo haría, podemos estar seguros de que Él también estaba diciendo la verdad cuando dijo:

“De cierto os digo, que si no os volvéis [os convertís]…no entraréis en el reino de los cielos” (Mateo 18:3).

Debemos tomar muy en serio esas palabras porque vinieron de la boca del Hijo de Dios resucitado. ¿Has sido convertido? ¿Estás seguro de que has sido convertido? El Hijo de Dios dijo que no puedes “entrar en el reino de los cielos” si no has sido convertido. ¡Oh, cuan seriamente debes pensar en tú conversión! ¡Con qué cuidado debes asegurarte de que has sido convertido!

El Hijo resucitado de Dios también dijo:

“Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6).

¡Cuan seriamente debes escuchar lo que Él dijo! ¡Debes estar muy ansioso para venir a Él y ser salvo! ¡Qué cuidadoso debes ser para poner fuera de tu mente todas las supersticiones y falsas ideas religiosas, y confiar en Jesús solo – porque Él dijo: “Nadie viene al Padre, sino por mí”.

De nuevo, el Hijo resucitado de Dios dijo:

“Al que a mí viene, no le echo fuera” (Juan 6:37).

¡Oh, cómo debes “esforzarte para entrar” en Él! (Lucas 13:24). Qué cuidadoso y serio debes ser respecto a venir a Jesús. Recuerda que Él dijo:

“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28).

Estamos orando que escuches al resucitado Hijo de Dios. Estamos orando que vengas directamente a Él, que seas lavado de tu pecado por la Sangre que Él derramó en la Cruz – y seas salvo por Su vida resucitada. ¡Escúchalo! ¡Cree lo que dijo! Ven directamente a Él y sé salvo, como Él te dijo que hicieras – porque Él es

“Declarado Hijo de Dios con poder…por la resurrección de entre los muertos” (Romanos 1:4).

(FIN DEL SERMÓN)
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La Escritura Leída Antes del Sermón” por el Dr. Kreighton L. Chan: Lucas 18:31-34.
El Solo Cantado Antes del Sermón por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith:
“Lift Up, Lift Up Your Voices Now” (por John M. Neale, 1818-1866).


EL BOSQUEJO DE

¡LA PRUEBA DE QUE CRISTO ES EL HIJO!

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

“Declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos” (Romanos 1:4).

I.   Primero, cómo Jesús fue declarado ser el Hijo de Dios, I Reyes 17:17-24;
II Reyes 4:32-37; Mateo 12:39-40; 26:63-66; 27:43.

II.  Segundo, por qué Jesús fue declarado ser el Hijo de Dios, Lucas 18:31-33;
Mateo 18:3; Juan 14:6; 6:37; Lucas 13:24; Mateo 11:28.