Print Sermon

El propósito de este sitio de Internet es proporcionar manuscritos de sermones gratuitos y videos de sermones a pastores y misioneros en todo el mundo, especialmente en el Tercer Mundo, donde hay pocos, si es que hay, seminarios teológicos o escuelas Bíblicas.

Estos manuscritos de sermones y videos ahora van a casi 1,500,000 computadoras en más de 221 países todos los meses en www.sermonsfortheworld.com. Otros cientos miran los videos en YouTube, pero rápidamente dejan YouTube y vienen a nuestro sitio de Internet. Los manuscritos de sermones se dan en 46 idiomas a casi 120,000 computadoras cada mes. Los manuscritos de sermones no tienen derecho de autor, así que los predicadores pueden usarlos sin nuestro permiso. Por favor, oprime aquí para aprender cómo puedes hacer una donación mensual para ayudarnos en esta gran obra de predicar el Evangelio a todo el mundo.

Cuando le escribas a Dr. Hymers, siempre dile en qué país vives o él no te podrá contestar. El correo electrónico de Dr. Hymers es rlhymersjr@sbcglobal.net.




BARRABÁS

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Angeles
La Tarde del Día del Señor, 21 de Febrero de 2010

“Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado” (Mateo 27:26).


Las Escrituras nos dicen que era la costumbre del gobernador Romano Poncio Pilato soltar a un prisionero en la Fiesta de la Pascua. Pilato hacía esto para complacer a los Judíos. Esta costumbre no se halla registrada afuera de los cuatro Evangelios. Esto puede explicar bien fácilmente. Mateo 27:15 nos dice “el gobernador soltar al pueblo un preso” – o sea, que era la costumbre de Pilato. Marcos 15:8 dice que soltar un prisionero era algo que Pilato “siempre les había hecho” – o sea, que era lo que Pilato hacía usualmente. Juan 18:39 nos dice que Pilato dijo: “Pero vosotros tenéis la costumbre de que os suelte uno en la pascua”. Aquí no hay contradicción, como algunos críticos de la Biblia suponen. Las supuestas “dificultades” como estas sin variar son fáciles de resolver. Era la costumbre de Pilato soltar a un prisionero. Era también de costumbre entre los Judíos recibir un prisionero librado por Pilato en la Pascua. Todos los tres pasajes nos dicen que soltar a un prisionero era algo que Pilato hacía. Es posible que ningún otro gobernador Romano haya hecho eso – por ende la ausencia de un registro de que esto lo hayan hecho otros. Mas no es posible que los Evangelios hubieran registrado algo que nunca sucedió, ya que los primeros lectores de los Evangelios hubieran sabido si Pilato acostumbraba hacer eso o no. Ellos hubieran sido testigos oculares o lo hubieran oído de otros testigos oculares. Así, no hay posibilidad de que el soltar de Barrabás haya sido ficción.

Le dejo los asuntos del “criticismo” Bíblico a aquellos que en nada ganan sus salarios sino en “en decir o en oír algo nuevo” (Hechos 17:21). Mi propósito es predicar lo que Dios ha revelado en “las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús” (II Timoteo 3:15).

Los hechos de estos eventos son simples los suficiente. Jesús había sido arrancado de su oración en el Huerto de Getsemaní. Había pasado por un “juicio” ante el sumo sacerdote y el Sanedrín, la corte Judía. Lo habían azotado, y escupido en Su rostro (Mateo 26:67). Ellos no tenían autoridad legal para ejecutarlo, así que lo llevaron a “Poncio Pilato, el gobernador [Romano]” (Mateo 27:2). Pilato tenía muchos espías que le informaban de toda cosa importante que sucedía en Jerusalén. Antes de que Pilato lo interrogara, él ya sabía que Jesús no era culpable de causar rebelión contra Roma, ni de romper ninguna otra ley Romana. Es por eso que Pilato repetidamente llamó a Jesús “este justo” (Mateo 27:24). Diciendo que él no había “hallado en este hombre delito alguno” (Lucas 23:14), y “Yo no hallo en él ningún delito” (Juan 18:38).

He sentido por mucho tiempo que Pilato no era un buen hombre. Él sabía completamente bien que Jesús había entrado en la ciudad seguido por multitudes que cantaban “Hosanna al hijo de David” hacía solo unos días atrás. Pilato tenía que haber temido una sedición de parte de aquellos que seguían a Jesús. También, el gobernador sabía que “por envidia” los principales sacerdotes y ancianos le habían llevado a Jesús a él (Marcos 15:10). Pilato pensaba que si él les ofrecía a Jesús o a Barrabás, seguramente escogerían a Jesús. Barrabás era culpable de homicidio y de actividades revolucionarias (Marcos 15:7; Lucas 23:25). Barrabás también era ladrón (Juan 18:40). Parece que Pilato pensaba que pedirían que Jesús fuera suelto en vez de un “preso famoso” como lo era este revolucionario y homicida (Mateo 27:16). ¡Pero no! Cuando Pilato dijo: “¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo? Todos le dijeron: ¡Sea crucificado!” (Mateo 27:22).

“Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado” (Mateo 27:26).

De esto aprendemos dos grandes lecciones.

I. Primero, su escoger a Barrabás en vez de Jesús mostraba la
ceguera de sus corazones inconversos.

“Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado” (Mateo 27:26).

Estos hombres quisieron a Barrabás en vez de Jesús. El que escogieran a Barrabás mostraba la ceguera y el pecado de sus corazones. En el segundo sermón de Pedro, después de Pentecostés, él dijo:

“Mas vosotros negasteis al Santo y al Justo, y pedisteis que se os diese un homicida” (Hechos 3:14).

Jesús dijo:

“La luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas” (Juan 3:19).

Los hombres inconversos no solamente rechazan a Jesús, ellos también rechazan a aquellos que lo siguen a Él. Jesús dijo:

“Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece” (Juan 15:19).

¡Qué lección tenemos en el rechazo de Jesús y escoger a Barrabás! El “mundo” de los hombres perdidos escoge al Che Guevara – un asesino y ateo – en vez de Jesús. ¡Muchos jóvenes usan camisetas con el retrato de la cara de éste asesino de masas! Las Universidades del Estado de California tienen un día de fiesta por un hombre no digno, que hizo muy poco de importancia duradera, llamado Cesar Chávez, pero no tienen día de fiesta para Abraham Lincoln, nuestro presidente mártir, ¡que salvó la Unión y liberó a los esclavos! Se inclinan y postran ante uno que adora ídolos como el Dalai Lama, ¡pero se burlan y le hacen ridículo a una mujer como Sarah Palin! Exaltan las virtudes de Darwin, ¡pero hasta hoy día abren la boca maldiciendo y difamando a William Jennings Bryan! Ellos alaban a los actores de Hollywood por ayudar a los Haitianos, ¡pero echan a varios Bautistas a la cárcel por tratar de ayudar a algunos huérfanos ahí! Nunca olvides que Jesús dijo:

“Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece” (Juan 15:19).

“La luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas” (Juan 3:19).

¿Y, no es esta una de las razones por las que algunos de ustedes aun no han sido convertidos? ¿No estuvo en lo correcto el Apóstol cuando dijo:

“Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios” (Santiago 4:4)?

“Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado” (Mateo 27:26).

El Dr. John R. Rice dijo:

Si somos como Cristo y somos escogidos “del mundo” entonces no le agradaremos al mundo (traducción de John R. Rice, D.D., The Son of God: A Commentary on the Gospel According to John, Sword of the Lord Publishers, edición de 1976, p. 308).

¿No es cierto de ti, que le quieres “agradar” a la gente “mundana”? ¿No es este el pecado que detiene a algunos de ustedes – que hace a sus corazones desear a Barrabás en vez de Jesús – que los mantiene en el puño de Satanás?

“Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios” (Santiago 4:4),

lo que es, como dijo el Dr. Gill:

...deleitarse en la compañía y conducta de hombres del mundo, y conformarse a, y cumplir con, los modales y costumbres del mundo, son muchas declaraciones de guerra contra Dios, y actos de hostilidad [en contra] de él; y muestran la enemistad de la mente contra él, y han de ser muy desagradables para él (traducción de John Gill, D.D., An Exposition of the New Testament, The Baptist Standard Bearer, reimpreso en 1989, tomo III, p. 515; nota de Santiago 4:4).

¿No es tu amistad con algún “Barrabás” la que te detiene de venir a Jesús? ¡Echa afuera a Barrabas! ¡Deshazte de él, y de todos los que son como él en su desprecio de Cristo! ¡Sal de en medio de ellos hacia el Salvador! ¡Deja el lado del mundo y arrójate sobre Cristo antes de que sea para siempre demasiado tarde! ¡Ven a Cristo – y ven entra del todo a la iglesia! Deja a “Barrabás” y a sus amigos atrás.

II. Segundo, la sustitución de Jesús en lugar de Barrabás ilustra la
expiación vicaria del Salvador en el lugar de los pecadores.

“Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado” (Mateo 27:26).

La palabra “vicaria” significa “tomar el lugar de otro, algo padecido o sufrido por una persona en el lugar de otra” (traducción de Webster’s Dictionary, Collins World, 1978). Eso es lo que hizo Jesús para salvar a los pecadores. Él tomó el lugar de los pecadores, ¡y padeció el castigo de ellos en vez de ellos!

“Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados” (Isaías 53:5).

De vez en cuando oímos a gente debatir a cerca de quien fue responsable de la crucifixión de Jesús. ¿Fueron aquellos Judíos que lo odiaban y le pedían a Pilato que lo crucificara? ¿O fueron los Romanos, que llevaron a cabo Su ejecución? Algunos dicen que las semillas del antisemitismo se hallan en los mismos cuatro Evangelios. Bueno, yo no lo creo. Te digo por qué. A mí me enseñó mi madre desde mi infancia que el antisemitismo era un pecado. Así que, cuando leí los Evangelios, vi que habían dos grupos de Judíos – los que amaban a Jesús, y los que lo aborrecían. Después me di cuenta de que había otro grupo (los Essenes) que eran neutrales, porque no estaban en contacto con Jesús. Pero me he dado cuenta de que otros, a quienes se les enseñan desde una edad temprana a odiar a los Judíos, piensan que los Evangelios son antisemíticos. Así que, he visto que la gente al leer los Evangelios les mete lo que ella ya piensa.

En realidad los Evangelios, y el Nuevo Testamento entero, nos enseñan que la culpa de la muerte de Jesús no cae exclusivamente sobre los Judíos o sobre los Romanos. Cuando Isaías dijo: “él herido fue por nuestras rebeliones” (Isaías 53:5) nosotros creemos que la palabra “nuestras” se refiere a la raza humana entera:

“Y él es la propiciación [satisfacción, sacrificio expiatorio] por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo” (I Juan 2:2).

El Nuevo Testamento enseña que Jesús fue deliberadamente a la Cruz para expiar por los pecados de la raza humana entera. No importa cuanto la gente trate de torcer el mensaje, y culpar a los Judíos o a los Romanos, sus argumentos no se sostienen al leer el Nuevo Testamento con una mente imparcial. No, no fueron los Judíos o los Romanos que enviaron a Jesús a la Cruz. Fue Dios que lo envió a pagar por tus pecados con Su muerte vicaria – ¡el Salvador haciendo el pago del pecado en el lugar de los pecadores! “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito…” (Juan 3:16).

En realidad el relato de Barrabás puede ser usado para ilustrar la expiación vicaria, el sufrimiento sustituto de Jesús en el lugar de los pecadores. En su comentario sobre Romanos, el Dr. Donald Grey Barnhouse habla de Barrabas sentado en la prisión esperando ser crucificado. De repente oye voces con enojo gritando “¡Crucifícale! ¡Crucifícale!” Un carcelero abre la puerta de su celda. Barrabás piensa que ha llegado la hora de su crucifixión. En vez, el carcelero le dice que está siendo librado. Barrabás habrá pensado, “¡Cristo tomó mi lugar en la Cruz!”

“Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado” (Mateo 27:26).

De hecho, tenemos razón para pensar que la cruz de en medio estaba preparada para Barrabás. Muchos escolares creen que los dos ladrones, crucificados a ambos lados, eran conjunto con Barrabás, y que él era su líder. Los tres estaban designados a la crucifixión esa mañana – pero Jesús tomó el lugar de Barrabás en la cruz del medio. Chuck Missler dio el siguiente bosquejo de sermón:

El Evangelio Según Barrabás

Chuck Missler

La sustitución de Barrabás con Jesús ante Pilato aquel día tiene profundas implicaciones para cada uno de nosotros. (Barrabás en Hebreo significa “hijo del padre”). Nos iluminará examinar más de cerca el contraste entre los dos acusados:

1) Barrabás estuvo bajo la condenación justa de la ley.

2) Barrabás sabía que Aquel que tomaría su cruz y su lugar en la cruz era inocente.

3) Barrabás sabía que Jesucristo era para él un verdadero sustituto.

4) Barrabás sabía que él no había hecho nada para ameritar salir libre mientras otro tomaba su lugar.

5) Barrabás sabía que la muerte de Cristo era para él perfectamente eficaz.

¡Barrabás y Jesús cambiaron lugares! “Las ataduras, la maldición, la desgracia, y la agonía mortal del homicida fueron transferidas al justo Jesús, mientras que la libertad, la inocencia, la seguridad, y el bienestar del inmaculado Nazareno se volvieron la propiedad del homicida.

“Barrabás es instalado en todos los derechos y privilegios de Jesucristo, mientras que el ultimo entra en la infamia y el horror de la posición del rebelde.

“Ambos heredan mutuamente la situación del otro y lo que poseen: la culpa del delincuente y la cruz se vuelven la propiedad del Justo; y todos los derechos civiles y las inmunidades del último son la propiedad del delincuente”. (traducción de John W. Lawrence, The Six Trials of Jesus, Kregel Publishing Co., Grand Rapids, MI, 1996, p. 181; http://idolphin.org/barabbas.html).

“Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado” (Mateo 27:26).

Solamente hay una cosa erronea con el bosquejo de Chuck Missler – ¡que en la Biblia o en la tradición no hay prueba de que Barrabás se haya vuelto Cristiano! De hecho sí hay evidencia Bíblica de que no fue convertido. Más de cincuenta días después de que Cristo fue crucificado, Pedro le dijo a una multitud en Jerusalén:

“Mas vosotros negasteis al Santo y al Justo, y pedisteis que se os diese un homicida” (Hechos 3:14).

Pedro nunca hubiera llamado “un homicida” a Barrabás si él hubiera sido convertido. No era la práctica de la iglesia temprana nombrar los pecados de un hombre después de que éste se hiciera Cristiano. Si Barrabás hubiera sido convertido, él hubiera sido una persona importante en la iglesia de Jerusalén. Pedro no lo hubiera llamado homicida más que a Pablo – que también asesinaba antes de su conversión. No, Barrabás fue librado físicamente porque Jesús murió en su lugar, pero no fue convertido.

Me temo que el bosquejo del Sr. Missler podría guiar mal a alguien. En cada uno de los últimos cuatro puntos, él dice “Barrabás sabía” – ¡como si el “saber” los hechos del Evangelio trajera la salvación!

¡Pero la Biblia no enseña que la salvación viene por saber o creer los hechos del Evangelio! La idea de que puedes ser salvo por estar de acuerdo con los hechos es un error llamado “Sandemanianism” [en Inglés], por su fundador, Robert Sandeman. El Dr. Martyn Lloyd-Jones dijo que es “uno de los problemas principales ante nosotros en esta hora presente” (traducción de D. Martyn Lloyd-Jones, M.D., “Sandemanianism,” The Puritans: Their Origins and Successors, The Banner of Truth Trust, 1996 reimpreso, p. 177). El Sandemanianismo enseña que eres salvo creyendo los versos de la Biblia – ¡la idea de que, si aceptas mentalmente los versos Bíblicos sobre la salvación, eres salvo! Los que creían el Sandemanianismo en el siglo dieciocho eran bastante Calvinistas, pero aborrecían la predicación de Whitefield. Whitefield también era Calvinista, pero predicaba que los pecadores deben de sentir su pecado. Eso es, después de todo, lo que el Catecismo de Westminster enseña – el libro más famoso sobre la doctrina Calvinista. Así que Whitefield le era fiel al Catecismo cuando predicaba que los perdidos deben ser convencidos de pecado. Antes de que puedan ser convertidos, ellos tienen que sentir su pecado – y tienen que lamentarse, y, usualmente, llorar por su pecado antes de participar de la bendición de la sustitución de Cristo! (Vea la pregunta LXXXVII, The Shorter Catechism Explained From Scripture, por Thomas Vincent, The Banner of Truth Trust, reimpreso en 1998, pp. 227-229).

Sí, Barrabás sabía que Cristo murió en su lugar – pero ya que él nunca fue convencido de pecado, él nunca fue convertido. Yo he hablado con cientos de personas que saben la doctrina de la sustitución – ¡pero que no son convertidos! Este hombre Barrabás sabía que Cristo murió en su lugar. ¡Qué lástima que se fue al Infierno de todas maneras! ¡Saber la doctrina de que Cristo murió por nuestros pecados jamás ha salvado a nadie! ¡Tú tienes que ser convencido de pecado! Sentir verdadero pesar y dolor por la depravación de tu corazón, ¡y por los pecados de tu vida! ¡Tú tienes que hallar refugio de la ira de Dios, y limpieza de tu pecado, por confiar en Cristo Mismo, no en un versículo de la Biblia!

(FIN DEL SERMON)
Tú puedes leer los sermones de Dr. Hymers cada semana en el Internet
en www.realconversion.com. Oprime “Sermones en Español.”

La Escritura Leída por Dr. Kreighton L. Chan Antes del Sermón: Mateo 27:15-26.
El Solo Cantado por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith Antes del Sermón:
“Charged with the Complicated Load”
(por Charles Wesley, 1762; y Augustus Toplady, 1776).


EL BOSQUEJO DE

BARRABÁS

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

“Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado” (Mateo 27:26).

(Mateo 27:15; Marcos 15:8; Juan 18:39; Hechos 17:21; II Timoteo 3:15;
Mateo 26:67; 27:2, 24; Lucas 23:14; Juan 18:38; Marcos 15:10, 7;
Lucas 23:25; Juan 18:40; Mateo 27:16, 22)

I.   Primero, su escoger a Barrabás en vez de Jesús mostraba la ceguera de
sus corazones inconversos, Hechos 3:14; Juan 3:19; 15:19.

II.  Segundo, la sustitución de Jesús en el lugar de Barrabás ilustra la
expiación vicaria del Salvador en el lugar de los pecadores,
Isaías 53:5; I Juan 2:2; Juan 3:16; Hechos 3:14.