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ENTERRADO VIVO – PARTE III

por Dr. R. L. Hymers, Jr.


Un sermón predicado en la tarde del Día del Señor, 23 de Julio de 2006
en el Tabernáculo Bautista de Los Angeles

“Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los angeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno” (Lucas 16:22-23).


Yo sé que cierta gente me criticará por citar y hacer referencia a la historia de Edgar Allan Poe, “The Premature Burial,” [El Entierro Prematuro] como ya lo hice en otros dos sermones en estas series. Yo se que dirán que la horrible experiencia de ser enterrado vivo no se debe mencionar en un sermón Cristiano, que está mal referirse a los escritos de un hombre como Poe que no era Cristiano de ninguna manera solamente de modo exterior. Y sin embargo el Apóstol Pablo citó una inscripción pagana en un altar, que decía: “Al Dios no conocido” (Hechos 17:23). Pablo predicó un sermón completo acerca de dicha inscripción en su sermón en la Colina de Marte, en Atenas. Y en ese mismo sermón, el Apóstol citó varias palabras de los poetas paganos Aratus y Cleanthes cuando dijo que el Dios verdadero

“No está lejos de cada uno de nosotros. Porque en él vivimos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos” (Hechos 17:27-28).

Y Judas, el hermano de Jacobo, en el libro de Judas del Nuevo Testamento, citó del libro seudopigráfico “Libro de Enoc” pese a ser falsificación, fue visto en su cita como una afirmación de lo que Enoc en verdad dijo, según la tradición oral.

“De éstos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares, para hacer juicio contra todos…” (Judas 14-15).

Y en varios lugares en la Escritura Satanás mismo es citado, como sus palabra a Adán y Eva cuando estaban en el Huerto de Edén, cuando Satanás, en forma de serpiente le dijo a Eva, nuestra primera madre: “No moriréis” (Genesis 3:4) si comes del fruto prohibido. Y en una conversación larga, cuando Jesús fue tentado en el desierto, Satanás es citado ampliamente (en Mateo 4:3; 4:6; y en 4:9). El Diablo también es citado en el libro Bíblico de Job, en el primer capítulo, no menos de tres veces, cuando Satanás habló con Dios sobre el patriarca Job (Job 1:7, 9, 10-11).

Así que, yo digo, que como la Biblia cita a dos poetas paganos, al patriarca Enoc del libro seudopigráfico “Libro de Enoc,” y como la Biblia cita a Satanás mismo varias veces para probar un punto – no está mal citar o aludir al escritor Edgar Allan Poe del siglo diecinueve – si las citas de las historias de horror de Poe ilustran un punto importante dado por las Escrituras. Cuando Edgar Allen Poe habla sobre el horror de ser enterrado vivo en esta historia corta, “The Premature Burial,” [El Entierro Prematuro] puede demostrar que el miedo de ser enterrado vivo, dado por Poe, se puede usar para ilustrar el hecho de que muchos, si acaso no miles fueron enterrados vivos en el día de Poe, y que ese era el caso hasta dentro del siglo veinte, antes de que la medicina moderna se desarrollara lo suficiente para detener esta horrible práctica. En partes del Tercer Mundo, Centro América, África, y otros lugares, esta terrible posibilidad de ser enterrado vivo aun permanece viva y en un temor verdadero en los corazones de mucha gente. Jan Bondeson ha estudiado, y ha escrito un libro sobre el tema, titulado Buried Alive [Enterrado Vivo] (2001), que se puede comprar de Amazon.com o directamente de la casa publicadora en www.wwnorton.com/catalog/fall01/032222.htm).

Yo no veo razón alguna por la que un predicador Cristiano no deba sacar ilustraciones de Bondeson, o de Edgar Allan Poe, como Pablo citó a los poetas paganos, y Judas citó al libro pseudepigráfico Libro de Enoc. Yo creo que podemos citar de casi cada libro o artículo secular para ilustrar las grandes verdades dadas en la inspirada Palabra de Dios. Y ciertamente la historia de Poe y el libro moderno de Bondeson nos da muchas historias sobre ser enterrado vivo, que pueden usarse para mostrar los peligros que están delante de aquellos que son enterrados sin conocer la salvación mediante de nuestro Señor Jesucristo.

Cuando yo era niño oí muchos cuentos de horror que me contaba la madre de mi mamá. Hasta el día de hoy todavía recuerdo los cuentos de miedo de mi abuela, cincuenta años después de su muerte. Esas historias me daban miedo, horror y preocupación. Pero ahora creo que Dios los usó para darme conciencia de lo corto que es la vida y del horror de la muerte – y los usó de un modo muy real para prepararme a buscar a Jesucristo, para ser salvo del pecado, de la tumba y del Infierno mismo.

Los predicadores de antaño, como el Dr. Bob Jones, Sr., Mordecai Ham, y Dr. John R. Rice contaban historias horribles en sus sermones para despertar a la gente a su necesidad de la salvación. Al igual que el gran predicador Dr. R. G. Lee. Todavía recuerdo una historia atemorizante que R. G. Lee usó para ilustrar su gran sermón, “Payday Someday” [El Día de Pago Algún Día]. La historia se trataba de la chica Toni Jo Henry, que murió en la silla eléctrica por un homicidio, y como pastor anterior de ella, el Dr. R. G. Lee observaba por una ventana de vidrio. Todavía lo recuerdo contando que un vapor de humo salió de la cabeza de ella, al ser electrocutada. El Dr. Lee dijo: “Parecía como si ese humo hubiese formado la apariencia de una calavera. Parecía como si pudiese oír al Diablo hablando desde esa calavera de humo ¡Ja, ja, ja! ¡Ya te tengo, Toni Jo! ¡Ja, ja, ja! ¡Ya te tengo, Toni Jo!”

¡Cuando oí a R. G. Lee contar esa historia verídica, sentí erizo el cuerpo y la cabeza! Aquella historia del sermón famoso “Payday Someday” [El Día de Pago Algún Día] del Dr. Lee tristemente ha sido editada en la mayoría de las copias modernas de aquel sermón – y yo creo que el sermón fue arruinado al quitársele esa historia. ¡Me parece que muchos predicadores modernos no tienen agallas y tienen miedo de contar historias que puedan atemorizar a algún pecador, y lo haga buscar a Cristo!

Y es igual con la historia que te he dicho sobre gente siendo enterrada viva. Yo quiero que esas horribles historias te den un temor profundo de que podrías morir y ser enterrado, solamente para hallarte todavía vivo – lo cual nos lleva a nuestro texto.

“Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno” (Lucas 16:22-23).

Ahora sacaré tres pensamientos tocante al texto.

I. Primero, ambos hombres murieron.

El texto dice “murió el mendigo” (Lucas 16:22). El texto luego dice “murió también el rico” (Lucas 16:22). Esto demuestra el hecho de que toda la gente muere. El hombre pobre muere. El hombre rico muere también. Nadie se escapa de la muerte. No hay modo de evitarla. La Biblia dice:

“¿Qué hombre vivirá y no verá muerte?” (Salmo 89:48).

Por supuesto, la respuesta es nadie. Toda persona aquí en esta iglesia morirá. La Biblia dice:

“Está establecido para los hombres que mueran una sola vez” (Hebreos 9:27).

Y es por eso que la Biblia dice:

“Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría” (Salmo 90:12).

Planeamos para todo lo demás. Para la escuela. Para nuestras profesiones. Planeamos casi todo en la vida. Pero solamente pocos planean para la muerte. ¡Qué insensatez es esta! – como todos moriremos, menos los pocos que serán raptados al fin de la edad.

Ya que la muerte es inevitable, ¿no deberías pensar más en ella de lo que has pensado?

En los tiempos de antes, antes de la medicina moderna, los hospitales y las funerarias, los jóvenes eran personalmente enfrentados con la muerte mucho más de lo que son hoy. Cuando los familiares morían, no estaban en hospitales. Morían en casa. Sus cadáveres no eran cremados. Los cadáveres eran puestos en el ataúd al centro de la sala de la casa. Todos, inclusive los niños chiquitos veían los cadáveres en sus casas. Tal vez recuerdas una escena describiéndolo en el libro Tom Sawyer de Mark Twain, los jóvenes eran enfrentados directamente con la muerte. Yo creo que esta es una de las razones por la que la gente pensaba sobre la muerte más de lo que piensan hoy. Y creo que tuvo un buen efecto en la gente. Los hizo más aptos a prepararse para la muerte que la gente hoy. Los hizo “contar sus días… [y] traer a [su] corazón sabiduría” (Salmo 90:12).

¿Qué de tí? ¿Has pensado sobre tu propia muerte? ¿Te has preparado para ella? ¿o la sacas de tu mente, y piensas en otra cosa más agradable – como un juego de video? Pero pese a que pienses en ella o no,

“Está establecido para los hombres que mueran una sola vez” (Hebreos 9:27).

Sí, ambos, el pordiosero y rico murieron – y también morirás tú.

II. Segundo, uno de ellos fue al Cielo.

“Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los angeles al seno de Abraham” (Lucas 16:22).

El mendigo fue “llevado por los ángeles, al seno de Abraham.” Matthew Henry dijo:

Los Judíos expresaban la felicidad de los justos en la muerte de tres maneras: – van al huerto del Edén, van bajo el trono de gloria, y van al seno de Abraham, y esto usa nuestro Salvador. Que Abraham es le padre de los fieles, y donde las almas de los fieles se juntan a él, quien como padre les da la bienvenida, y los refresca cuando llegan de los dolores y las fatigas de este mundo? Él lo ha llevado a su seno, o sea, a cenar con él, porque en las cenas se dice que los invitados se recuestan unos sobre otros (Matthew Henry’s Commentary on the Whole Bible, Hendrickson Publishers, reimpresión de 1996, tomo V, pagina 613).

Jesús dijo:

“Muchos vendrán del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos” (Mateo 8:11).

¿Estarás allí tú? ¿Irás al “reino de los cielos” cuando te mueras? Para que eso suceda, tienes que ser convertido. Jesús dijo:

“Si no os volvéis [convertís]…no entraréis en el reino de los cielos” (Mateo 18:3).

Tú tienes que venir a Cristo por fe. Tú tienes que ser convertido por Su gracia. ¿Vendrás a Jesús – o lo pospondrás – poniendo en riesgo la posibilidad de perderte el gozo de entrar al Reino Celestial? La vieja canción que a menudo cantamos es una invitación para ti – que vengas a Cristo – para que puedas ir con nosotros a la Tierra Prometida y entrar al Reino de los Cielos:

A la tierra prometida voy,
A la tierra prometida voy,
¿O, quién vendrá y conmigo irá?
A la tierra prometida voy.
(Traducción de “On Jordan’s Stormy Banks” por Samuel Stennett, 1727-1795).


Sí, uno de aquellos dos hombres fue al Cielo.

III. Tercero, uno de ellos fue al Infierno.

“Y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos...” (Lucas 16:22-23).

La Biblia dice:

“Y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche” (Apocalipsis 14:11).

“Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mi, malditos, al fuego eterno” (Mateo 25:41).

El rico dijo en el Infierno:

“estoy atormentado en esta llama” (Lucas 16:24).

En su libro sobre el Infierno, el autor moderno Británico, Dr. John Blanchard dijo:

De un modo u otro, la palabra “tormento” ocurre [dieciséis] veces en el Nuevo Testamento…en el caso de los tormentos del Infierno, este sufrimiento durará para siempre. Hace más de 1,500 años John Chrysostom [el gran predicador] enfatizó lo que esto significará. “Los condenados sufrirán un fin sin fin, una muerte sin muerte, pudrición sin pudrición...tendrán castigo sin lástima, miseria sin misericordia, congoja sin socorro, llanto sin consuelo, tormento sin alivio” (John Blanchard, Ph.D., Whatever Happened to Hell?, Evangelical Press, 2005, p. 154).

Esta es una advertencia seria y solemne, dada a través de todo el Nuevo Testamento. Es hora de que pienses sobre tu destino eterno. Es hora de que vengas a Jesucristo, y seas limpiado de tus pecados por Su Sangre, porque

“El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado” (Marcos 16:16).

 

(FIN DEL SERMÓN)
Tú puedes leer los sermones de Dr. Hymers cada semana en el Internet,
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La Escritura Leída por el Dr. Kreighton L. Chan, Antes del Sermón: Apocalipsis 20:11-15.
El Solo Cantado por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith, Antes del Sermón:
“Have You Counted the Cost?” (por A. J. Hodge, 1923). 


EL BOSQUEJO DE

ENTERRADO VIVO– PARTE III

por Dr. R. L. Hymers, Jr.


“Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los angeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno” (Lucas 16:22-23).

(Hechos 17:23, 27-28; Judas 14-15; Genesis 3:4;
Mateo 4:3, 6, 9; Job 1:7, 9, 10-11)

I.   Primero, ambos hombres murieron, Lucas 16:22a; Salmo 89:48;
Hebreos 9:27; Salmo 90:12; Mateo 25:46.

II.   Segundo, uno de ellos fue al Cielo, Lucas 16:22b;
Mateo 8:11; 18:3.

III. Tercero, uno de ellos fue al Infierno, Lucas 16:22c, 23;
Apocalipsis 14:11; Mateo 25:41; Lucas 16:24; Marcos 16:16