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¡PREPÁRATE PARA VENIR AL ENCUENTRO DE TU DIOS!

Un sermón escrito por el Dr. R. L. Hymers, Jr.
y predicado por el Sr. Timothy Chan
en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
La Mañana del Día del Señor, 8 de Octubre del 2017


Por favor pónganse de pie. Ahora quiero que volteen en la Biblia a Amós, capítulo cuatro. Está en la página 896 en la Biblia Anotada de Scofield. Voy a leer los versículos del 7 al 12. Amós cuatro, versículo siete (los lee). Ahora observa las últimas ocho palabras del versículo 12. Ese es mi texto esta mañana.

“Prepárate para venir al encuentro de tu Dios” (Amos 4:12).

Se pueden sentar.

En los días del profeta Amós Dios juzgó a Israel de varias maneras. Dios detuvo la lluvia. Él los juzgó con el hambre. Envió pestilencias. Destrozó sus campos y huertos con viento solano y moho. Él los juzgó con la espada. Y destruyó algunos de ellos como lo hizo con Sodoma y Gomorra. Pero ellos no se arrepintieron ante Dios. Continuaron rebelándose contra Él. Por fin Dios dijo que no enviaría más profetas como Sus mensajeros. En vez de enviar profetas, Dios dijo que Él Mismo vendría a juzgarlos.

La manera en que Dios trata con hombres rebeldes y con las naciones es, al principio, persuadirlos tiernamente, con palabras suaves y amables. Repite esto muchas veces. Pero después de un tiempo Dios comienza a amenazarlos. Él les dice: “¿Por qué moriréis? ¿Por qué traeréis la ruina sobre vosotros mismos?” Si estas palabras no tienen ningún efecto en ellos comienza a enviar juicios más duros. Ellos serán algo suave al principio. Pero poco a poco los juicios se harán cada vez más difíciles de soportar. Al final, Dios les juzga a ellos con los golpes de un amo cruel. Dios comienza a enviar profetas para advertirles – y termina luchando contra ellos con toda Su majestad y poder.

Me parece que nos estamos moviendo hacia las últimas fases del juicio de Dios sobre Estados Unidos. Él envió a voces proféticas como las de Tozer, Ravenhill, Schaeffer, y otros. Pero no las oímos. No nos arrepentimos como nación. Ahora Dios envía huracanes de gran intensidad y tornados en grandes números. ¡Dios destruyó Puerto Rico! ¡Dios destruyó Texas! ¡Dios destruyó Florida! Y California será la próxima. ¡Un terremoto monstruoso viene! Pero no esperes que los medios de comunicación liberales te adviertan. ¡No te advertirán hasta que sea demasiado tarde! Mientras tanto, Dios ha juzgado a Estados Unidos soltando tropas de demonios en nuestros jóvenes – Los demonios los están llevando a las drogas, al alcohol, y un sin fin de violentos juegos de video y pornografía. Algunos se vuelven tan endemoniados por las drogas, y por medio de la violencia en la televisión y en las películas, que van a las escuelas y a los cines y disparan a otros al azar. No te equivoques aquí – estos son juicios de Dios que nunca hemos visto antes. La Sra. Clinton nos dice que todo lo que tenemos que hacer es deshacernos de las armas. ¡Pero ella está equivocada! ¡La otra noche, un comentarista de las noticias de Fox dijo que el 70 por ciento de los estadounidenses están tomando drogas que alteran la mente! Piensa en ello – ¡70 por ciento! Hace unas noches, un hombre en Las Vegas abrió fuego en un concierto. ¡Mató a 58 personas! Mi propio compañero de trabajo – un abogado – estaba allí en ese concierto. Su oficina está a sólo unos pasos de la mía. El tiroteo comenzó, ¡y tuvo que correr para salvar su vida! Subió una cerca para escapar. ¡La eliminación de las armas de alto poder no detendrá la violencia! ¡La eliminación de las armas de alto poder no detendrá a la gente energizada por demonios de volverse locos! ¡Ellos usarán bombas caseras, clubs, cócteles Molotov, cuchillos, piedras y antorchas! ¡Los jóvenes que están llenos de drogas y violencia de las películas y de la televisión no necesitan armas para causar disturbios e incendiar casas! ¡Deshacerse de las armas de fuego de alto poder no detendrá la violencia! ¿Por qué? Porque es un juicio de Dios, ¡por eso! ¡A menos que esta nación se arrepienta y empiece a ir a iglesias que creen la Biblia todos los Domingos, la violencia no va a terminar! Irá de mal en peor hasta que haya anarquía total que sólo puede ser detenida por la ley marcial dirigida por un dictador. Ahí es donde todo esto se va a ir, ¡ya sabes! ¡Setenta por ciento de adultos tomando drogas! ¡Niños sin conciencia! ¡Violencia, derramamiento de sangre, y anarquía! ¡Y la llegada de un estado policial! ¡Oh, sí! Un estado policial está llegando – bajo el Anticristo. Lee el libro de Apocalipsis. Hace algunos años El Dr. Carl F. H. Henry dio una advertencia profética cuando dijo: “Los bárbaros vienen…Los salvajes están agitando el polvo de una civilización decadente y se ocultan en las sombras de una iglesia minusválida” (traducción de Carl F. H. Henry, Th.D., Ph.D., Twilight of a Great Civilization, Crossway Books, 1988, págs. 16, 17).

Volvamos al profeta Amós. Si el pecador no escucha las advertencias – si sigue en rebeldía, a medida que más juicios caen – al fin Dios dice que Él va a derrocar completamente al pecador. Ellos han despreciado los juicios leves de Dios, y ahora le dice al pecador: “Prepárate para venir a mi encuentro, incluso el Mismo Dios, con todo el terror de mi omnipotente ira y juicio”.

“Prepárate para venir al encuentro de tu Dios” (Amós 4:12).

En su forma actual, el texto es una terrible amenaza de la ira y el juicio de un Dios airado. Cuando el Evangelio es rechazado, y los pecadores se burlan de la misericordia de Dios, entonces Su poderoso brazo viene abajo con terrible venganza. ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay del orgulloso y jactancioso burlador en aquel día terrible! Hugh Hefner era un millonario. Publicó la revista Playboy. Sus padres eran Cristianos. Pero Hugh Hefner se alejó de Dios. Murió hace unos días. Pero no estaba preparado. Esta mañana está ardiendo en las llamas del Infierno. La muerte vendrá a ti también, tal vez antes de lo que piensas. Tal vez esta noche.

“Prepárate para venir al encuentro de tu Dios” (Amos 4:12).

Tengo algo muy serio que decirte acerca de eso si no eres Cristiano. En poco tiempo tendrás que ir al encuentro de Dios. Escucha las palabras, “al encuentro de tu Dios”. De alguna manera has estado viviendo en este mundo sin conocerlo. Él está en todas partes, pero no lo sabes. Eres como Jacob cuando dijo:

“Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía” (Génesis 28:16).

De alguna manera has apagado la voz de Dios en tu conciencia. Han suprimido tus sentimientos del corazón por lo que no tienes conciencia del pecado. Has ahogado tu corazón para percibirlo. Pero te encontrarás con Él pronto. Cuando la carne se caiga de tu espíritu, tu alma sin cuerpo verá mucho más claro de lo que mira ahora. Comenzarás a ver el mundo espiritual, que se oculta de ti ahora. Entonces de repente te encontrarás con tu Dios. Ahora algunos de ustedes dicen en su corazón: “No hay Dios”. El pensamiento de Dios interfiriendo con tu vida y tus planes es algo con lo que no quieres tratar ahora. No podrías cometer algunos de los pecados que cometes ahora, si pensaras que los ojos de Dios que todo lo ven pueden verte. Pero Él te ve – en todo momento. Y Él ve los pensamientos en tu mente también. Ahora tú puedes alejar los pensamientos de Dios viéndote. Pero uno de estos días te encontrarás cara a cara con Dios. En la hora de tu muerte serás obligado a encontrarte con Dios. Y va a ser un encuentro muy cercano. No verás a Dios lejos en la distancia. No, lo encontrarás en toda Su majestad y gloria – como un fuego que quema todo lo que toca, porque la Biblia dice:

“Nuestro Dios es fuego consumidor” (Hebreos 12:29).

“Prepárate para venir al encuentro de tu Dios” (Amos 4:12).

Su ira ardiente llegará directamente a ti, no lejos. Su fuego vendrá sobre ti y te quemará en Su ira. Y este será un encuentro que no podrás evitar, del cual no podrás escapar. Cuando alguien viene a tu casa que no quieres ver, puedes esconderte de él en tu dormitorio. Pero no podrás esconderte de Dios en aquel día. No podrás esconderte de Él en lo más profundo del océano. La oscuridad de la medianoche no te esconderá de Él. ¡Debes encontrarte cara a cara con Dios en aquel día terrible! Debes encontrarte con tu Dios cara a cara, y será un encuentro personal – Dios contigo a solas. Debes encontrarte con tu Dios a solas – ¡tú! ¡Tú! ¡Para una persona no salva como tú no hay escape! No importa cuánto te burles y pongas estas cosas fuera de tu mente ahora – ¡en ese día no habrá ningún lugar donde esconderte! ¡No hay donde esconderte! ¡No hay donde esconderte! No hay donde esconderte de Dios en aquel día. Y te puedo asegurar que vas a estar aterrorizado cuando te encuentres con Dios en ese día. No va a ser un encuentro agradable. ¡Oh, no! ¡Será un encuentro horrible cuando te encuentres cara a cara con el Dios que has pecado! Jonathan Edwards habló de esto en su sermón histórico “Pecadores En Las Manos De Un Dios Airado”.

“Prepárate para venir al encuentro de tu Dios” (Amos 4:12).

Te encontrarás cara a cara con el Dios que has ofendido, cuyas leyes has infringido, de cuyo nombre te has burlado, de cuya iglesia no has asistido. Ese es el Dios que encontrarás – contra el Dios que has pecado – que es el verdadero Dios – el Dios que encontrarás cara a cara – el Dios de la Biblia.

Te encontrarás cara a cara con Dios – el Dios que conoce cada uno de tus pecados secretos, y cada uno de tus pensamientos secretos – el Dios que conoce tus malos pensamientos y tu pecaminoso corazón. Ese es el Dios que encontrarás cara a cara en el día de tu juicio. Entonces sabrás que Él es un Dios de juicio – un Dios que juzga el pecado. Pero será demasiado tarde. Cuando encuentres a Dios en el día de tu muerte tu destino ya habrá sido determinado. No hay manera de que un hombre muerto vuelva atrás y se arrepienta. ¡Después de que hayas muerto es eternamente demasiado tarde para ser salvo! Si no eres un Cristiano verdadero ahora, cuando encuentres a Dios será demasiado tarde para siempre en el Infierno. La Biblia dice:

“Fuego los quemará, no salvarán sus vidas del poder de la llama” (Isaías 47:14).

“Y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche” (Apocalipsis 14:11).

“Prepárate para venir al encuentro de tu Dios” (Amós 4:12).

¿Cómo puedes estar preparado para encontrarte con Dios? ¿Qué puedes hacer para prepararte? La única forma de prepararte para encontrarte con Él es admitir que eres un pecador ahora. No tiene sentido tratar de ocultar tus pecados de Él. La Biblia dice:

“Los ojos de Jehová están en todo lugar, Mirando a los malos...” (Proverbios 15:3).

Él sabe todo acerca de tu pecado en estos momentos. No tiene sentido tratar de ocultarlo o hacer excusas. Él ve lo que haces en la noche. Él ve lo que miras en la computadora. Él ve la envidia fea y los malos pensamientos en tu corazón. Tú tienes que confesar tu pecado a Él ahora, mientras todavía hay tiempo para que tus pecados sean limpiados por la Sangre de Jesús.

Sí, limpiados por Jesús – el Hijo de Dios. Es por eso que Jesús bajó del Cielo y murió en la Cruz – para pagar por tus pecados. Es por eso que Jesús derramó Su Sangre en la Cruz – ¡para que tus pecados puedan ser lavados! Jesús murió en tu lugar, para pagar el castigo por tu pecado. Jesús murió una muerte “vicaria” en la Cruz – una persona (Jesús) muriendo en tu lugar – para pagar el castigo por tu pecado. Todo lo que Dios te pide que hagas es confiar en Jesús. Cuando confías en Jesús tu pecado es lavado por la sangre de Jesús.

John Sung llegó a Estados Unidos desde China para estudiar medicina y teología. Al menos eso es lo que le dijo a su padre, que era pastor. Pero él se desvió. En vez obtuvo su doctorado en química. Él fue el primer joven Chino en obtener un doctorado en los Estados Unidos. Pero su corazón se alejó más y más de Dios. Comenzó a hacer oraciones Budistas y a leer el Tao Te Ching del Taoísmo. Perdió todo contacto con Dios mientras estaba en Nueva York. Entonces una noche fue a la Primera Iglesia Bautista de Nueva York. Una adolescente dio su testimonio de cómo Jesús la salvó, y limpió su pecado con Su Sangre. John Sung volvió a su dormitorio. Más tarde esa noche le confesó sus pecados en detalle a Dios. Luego se imaginó a Jesús colgado en la Cruz. Se puso tan cerca como pudo, y fue roseado por la Sangre de Jesús. Salió de esa experiencia un hombre nuevo. Él fue limpiado del pecado por la Sangre de Jesús. Había confiado en Jesús. Él fue renacido. “Prepárate para venir al encuentro de tu Dios”. Sí, el Dr. John Sung se preparó para encontrarse con Dios esa noche cuando él confió en Jesús y fue limpiado y perdonado por la Sangre del Salvador.

El Sr. Griffith va a cantar esa antigua canción de nuevo: “Cuando Vea La Sangre”. Cuando Dios te ve ahora, Él ve tu pecado. Pero después de que confías en Jesús, cuando Dios te mira, todo lo que ve es la Sangre de Jesús. El juicio de Dios pasa por encima de ti porque la Sangre de Jesús te ha limpiado de cada pecado, y Dios no puede ver tu pecado una vez que te hayas arrepentido y confiado en Jesús. Me gusta la tercera estrofa de ese himno antiguo que el Sr. Griffith cantó,

El juicio viene, allí estarás,
   Lo que mereces a recibir;
Bajo la sangre escóndete,
   Y Dios pasará, pasará sobre ti.
La sangre al ver, la sangre al ver,
   La sangre al ver, pasará, pasará sobre ti.
(Traducción libre de “When I See the Blood” por John Foote, siglo 19).

Venga a cantar esa estrofa, Sr. Griffith. Ahora, él lo va a cantar de nuevo. Mientras él canta esta vez, si todavía no eres salvo, quiero que salgas de tu asiento y vengas a sentarte en estas bancas verdes. Dr. Cagan vendrá y orará contigo y te explicará más acerca de cómo convertirte en un verdadero Cristiano. Ve ahora mientras el Sr. Griffith canta ese himno de nuevo.

El juicio viene, allí estarás,
   Lo que mereces a recibir;
Bajo la sangre escóndete,
   Y pasaré, pasaré sobre ti.
La sangre al ver, la sangre al ver,
   La sangre al ver, pasaré, pasaré sobre ti.

Dr. Chan, por favor venga y ore por los que han respondido. Amén.


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(FIN DEL SERMÓN)
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El Solo Cantado Antes del Sermón por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith:
“When I See the Blood” (por John Foote, siglo 19).