Print Sermon

El propósito de este sitio de Internet es proporcionar manuscritos de sermones gratuitos y videos de sermones a pastores y misioneros en todo el mundo, especialmente en el Tercer Mundo, donde hay pocos, si es que hay, seminarios teológicos o escuelas Bíblicas.

Estos manuscritos de sermones y videos ahora van a casi 1,500,000 computadoras en más de 221 países todos los meses en www.sermonsfortheworld.com. Otros cientos miran los videos en YouTube, pero rápidamente dejan YouTube y vienen a nuestro sitio de Internet. Los manuscritos de sermones se dan en 46 idiomas a casi 120,000 computadoras cada mes. Los manuscritos de sermones no tienen derecho de autor, así que los predicadores pueden usarlos sin nuestro permiso. Por favor, oprime aquí para aprender cómo puedes hacer una donación mensual para ayudarnos en esta gran obra de predicar el Evangelio a todo el mundo.

Cuando le escribas a Dr. Hymers, siempre dile en qué país vives o él no te podrá contestar. El correo electrónico de Dr. Hymers es rlhymersjr@sbcglobal.net.




LA JUSTICIA DE DIOS Y NUESTRAS RECOMPENSAS

por Dr. Kreighton L. Chan

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
Sábado por la Tarde, 15 de Octubre, 2011

“Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra” (Hebreos 6:10).


Por favor pónganse de pie y volteen en la Biblia a Hebreos 6:10. Que se encuentra en la página 1251, en la Biblia de Estudio Scofield. Pablo escribió estas palabras de aliento para nosotros,

“Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún”
       (Hebreos 6:10).

Mi texto se encuentra al principio del verso 10.

“Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra”
       (Hebreos 6:10).

Cierren su Biblia y se pueden sentar. Dos puntos naturalmente vienen del texto. Primero, Dios es justo. Y segundo, Dios no se olvida de vuestra obra.

I. Primero, el texto nos dice que Dios no es injusto.

El Apóstol Pablo se refiere a la justicia de Dios para animarnos a continuar con nuestra obra. La justicia de Dios es mencionada por toda la Biblia.

“El es la Roca, cuya obra es perfecta, Porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; Es justo y recto” (Deuteronomio 32:4).

Abraham usó la justicia de Dios cuando le pidió por Sodoma. Abraham dijo:

“El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?”
       (Génesis 18:25).

Conectar la justicia de Dios y el reconocimiento de nuestra obra nos da un gran consuelo. ¡Nunca debemos dudar de que Dios nos va a recompensar por la obra que hacemos para Él! Saber que Dios es justo nos anima a medida que obramos para Él. ¡Él nos dará recompensa porque Él siempre hace lo correcto!

“Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra”
       (Hebreos 6:10).

II. Segundo, el texto nos dice que Dios no olvidará vuestra obra.

Vivir la vida Cristiana no es siempre fácil. De hecho, muchas veces es muy difícil. El Diablo usará muchas dificultades para tratar de desanimarte. El Diablo te dice que estás mal gastando tu vida por nada. Pero recuerda, la vida es aún más difícil para aquellos que están perdidos. La Biblia dice:

“Mas el camino de los transgresores es duro”
      (Proverbios 13:15).

Los pecadores son juzgados por sus pecados en esta vida, y más aún en la vida venidera. Los perdidos “gozan de los placeres del pecado por un tiempo”, pero se cansan aún de esto. Los pecadores se dan cuenta que los placeres de la vida no les trae una felicidad duradera a ellos. No tienen ninguna esperanza verdadera, y no tienen a Dios en este mundo. El profeta Isaías dijo:

“No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos” (Isaías 57:21).

Pero para el Cristiano fiel tenemos la promesa,

“Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra”
       (Hebreos 6:10).

¡La justicia de Dios no sólo se asegura de que Él no va a “olvidar” vuestra obra, sino que Él se va a recordar y te va a recompensar por ella! La justicia de Dios exige que el juicio sea exacto. Y así, ¡cuando Dios dice que Él no se olvidará de tu obra Él realmente no se olvida! Todo lo que merece recompensa será contado. Dios dice a través del apóstol Pablo:

“Digno es el obrero de su salario” (I Timoteo 5:18).

Esa es la Palabra de Dios. Él premiará la obra que hacemos en obediencia a Él. ¡Tienes la promesa de Dios en eso! Él te premiará conforme a Su justicia.

Qué gran estímulo es esto cuando nos sentimos tentados a pensar que nuestro trabajo pasa inadvertido y cuando parece que poco fruto resulta de él. Cada vez que eres fiel en el evangelismo, Dios lo ve y lo recordará. Cada vez que eres fiel en extra evangelismo, Dios lo ve y lo recordará. Cada vez que haces evangelismo personal, Dios lo ve y lo recordará. Cada vez que hagas todo lo posible para traer prospectos, tu familia o tus amigos, Dios lo ve y lo recordará. Cada vez que ores por los perdidos, Dios escucha y lo recordará. Cada vez que ores y le pidas a Dios que te haga una vía de bendición, Dios escucha tu oración y la recuerda. Cada vez que con sacrificio utilices tu dinero para la gasolina para traer a los visitantes, Dios lo ve, y lo recuerda. Cada vez que un visitante viene a nuestra iglesia a través de tu ayuda, Dios lo ve y lo recuerda. Cada vez que animes a un visitante a volver el Domingo por la noche, Sábado por la noche, Dios lo ve, y recordará tu buena obra. Dios ve todo lo que haces y toda tu obra, y Él te recompensará por eso.

Dios te recompensará bien. Y Dios se acordará de todo la obra que haces. Y Él nos recompensa mucho más de lo que nos merecemos.

Jesús dio la parábola de un hombre que viajaba a un país lejano. Le había entregado bienes a su criado para ser invertidos durante su ausencia. Esto habla de Jesús volviendo al Cielo y de los Cristianos sirviéndole hasta que Él vuelva. Jesús le dijo a su siervo fiel:

“Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor” (Mateo 25:21)

Este siervo había trabajado fielmente en poco, y por eso Jesús lo recompensó a ser gobernante de muchas cosas. Esto muestra que Dios se acuerda de tu obra, y te compensará más de lo que mereces.

Recibimos recompensas, sin embargo, no es a través de nuestras propias fuerzas que trabajamos. El Apóstol Pablo dijo:

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”
       (Filipenses 4:13).

A través de la gracia de Dios, Él proporcionó a Jesús para ser nuestro sacrificio expiatorio en propiciación por nuestros pecados. A través de la gracia Él nos ha traído a su Hijo en la conversión. A través de la gracia Él nos da la fuerza para servirle. Y por la gracia Él nos recompensa por nuestra obra. ¡Es todo por gracia!

“Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra”
       (Hebreos 6:10).

Dios te recompensará ahora, en esta vida. No necesitamos esperar llegar al Cielo para recibir recompensas. Tenemos muchas recompensas ahora en esta vida. Dios le dijo a Abraham:

“Yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande”
       (Génesis 15:1).

Conocer a Dios y tener paz con Él a través de Cristo es una gran recompensa. Ser capaz de obedecer a Dios satisface el alma. Ser capaz de amar a Dios con todo nuestro corazón, mente, y alma dará gozo a tu corazón.

Y Jesús dijo:

“Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10).

Cristo nos da la vida en abundancia. Vivir, complacerlo, y servirle a Él trae la felicidad del alma. ¡Oh, tener alegría en servir a Cristo y también ser recompensado al mismo tiempo! ¡Oh, qué doble bendición! Verdaderamente esta es “obra de amor”.

No hay mayor recompensa que tener una estrecha comunión con nuestro Salvador. Esta búsqueda de Cristo fue el enfoque principal y consuelo para el Apóstol Pablo.

“Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses 3:14).

Jesús Mismo es nuestra mayor recompensa. No te pierdas esta bendición. Anímate en la obra. Continúa trayendo almas. Continúa orando por ellas y ámalas. Continúa animándolos a volver el Domingo por la tarde y el Sábado por la noche.

No te distraigas de nuestra obra de amor. “Mas buscad primeramente el reino de Dios”. Trae prospectos, familia y amigos. Y Dios te recompensará por tu obra.

“Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra”
       (Hebreos 6:10).

Dios te recompensará en el futuro. Las recompensas que recibimos ahora son una razón suficiente para seguir trabajando duro para Dios en la iglesia. Pero Dios en su gracia nos dará más recompensas en el Reino venidero de Cristo. El Apóstol Pablo dijo:

“Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman” (I Corintios 2:9).

Sabemos de algunas de las cosas que Dios ha preparado para nosotros. Viviremos en una gran mansión en el Cielo. Más adelante vamos a reinar con Cristo en Su Reino. Debemos recordarnos a nosotros mismos de la gran bondad de Dios hacia nosotros. Debemos recordarnos a nosotros mismos de las recompensas que Él nos dará. Nos empujará a servirle a Él en nuestra iglesia. Debemos recordar que estamos de paso por este mundo malvado. Nuestra ciudadanía está en el Cielo. ¡Nuestro futuro está en el Reino de Cristo!

Dios en Su justicia se recuerda y cuenta toda buena obra que haces para él. Él te recompensará enormemente. Oh, vamos a continuar en la obra de ganar almas. Que nada nos desanime. Ni los pecadores. Ni el Diablo. Ninguna circunstancia. ¡Nada!

Escucha las palabras de Cristo,

He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra”
       (Apocalipsis 22:12).

Amén y Amén.

(FIN DEL SERMÓN)
Puedes leer los sermones de Dr. Hymers cada semana en el Internet
en www.realconversion.com. Oprime “Sermones en Español”.

You may email Dr. Hymers at rlhymersjr@sbcglobal.net, (Click Here) – or you may
write to him at P.O. Box 15308, Los Angeles, CA 90015. Or phone him at (818)352-0452.


EL BOSQUEJO DE

LA JUSTICIA DE DIOS Y NUESTRAS RECOMPENSAS

por Dr. Kreighton L. Chan

“Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra” (Hebreos 6:10).

I.   Primero, el texto nos dice que Dios no es injusto, Deuteronomio 26:4;
Génesis 18:25.

II.  Segundo, el texto nos dice que Dios no olvidará vuestra obra,
Proverbios 13:15; Isaías 57:21; I Timoteo 5:18; Mateo 25:21;
Filipenses 4:13; Génesis 15:1; Juan 10:10; Filipenses 3:14;
I Corintios 2:9; Apocalipsis 22:12.