Print Sermon

El propósito de este sitio de Internet es proporcionar manuscritos de sermones gratuitos y videos de sermones a pastores y misioneros en todo el mundo, especialmente en el Tercer Mundo, donde hay pocos, si es que hay, seminarios teológicos o escuelas Bíblicas.

Estos manuscritos de sermones y videos ahora van a casi 1,500,000 computadoras en más de 221 países todos los meses en www.sermonsfortheworld.com. Otros cientos miran los videos en YouTube, pero rápidamente dejan YouTube y vienen a nuestro sitio de Internet. Los manuscritos de sermones se dan en 46 idiomas a casi 120,000 computadoras cada mes. Los manuscritos de sermones no tienen derecho de autor, así que los predicadores pueden usarlos sin nuestro permiso. Por favor, oprime aquí para aprender cómo puedes hacer una donación mensual para ayudarnos en esta gran obra de predicar el Evangelio a todo el mundo.

Cuando le escribas a Dr. Hymers, siempre dile en qué país vives o él no te podrá contestar. El correo electrónico de Dr. Hymers es rlhymersjr@sbcglobal.net.




ELLOS DEJÁNDOLE HUYERON

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
La Tarde del Día del Señor, 17 de Abril, 2011

“Mas todo esto sucede, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron” (Mateo 26:56).


Jesús terminó su oración solitaria en el Huerto de Getsemaní. Él despertó a los Discípulos que dormían, diciéndoles: “Levantaos, vamos; ved, se acerca el que me entrega” (Mateo 26:46). Mientras los Discípulos se levantaban, Judas vino guiando “mucha gente con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos” (Mateo 26:47). Todos los Discípulos deben de haberse visto igual allí en el oscuro Getsemaní. Judas le dijo a los guardias del templo: “Al que yo besare, ése es; prendedle” (Mateo 26:48). Judas besó a Jesús. “Entonces se acercaron y echaron mano a Jesús, y le prendieron” (Mateo 26:50). “Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la desenvainó, e hirió al siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. Y el siervo se llamaba Malco” (Juan 18:10). Jesús “tocando su oreja, le sanó” (Lucas 22:51). Entonces Jesús le dijo a Pedro que guardara su espada y dijo: “¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles? ¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras, de que es necesario que así se haga?” (Mateo 26:53-54). Entonces Jesús se volteó a esos que vinieron a arrestarlo y les dijo: “¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas y con palos para prenderme? Cada día me sentaba con vosotros enseñando en el templo, y no me prendisteis” (Mateo 26:55). Esto nos trae a nuestro texto:

“Mas todo esto sucede, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron” (Mateo 26:56).

Estos eventos fueron descritos por los profetas cientos de años antes. El Dr. R. C. H. Lenski dijo: “Todo esto ocurrió por sólo una razón: ‘para que se cumplan…las Escrituras de los profetas’. He aquí las verdaderas fuerzas que operan esta noche: Dios está llevando a cabo sus planes proféticos, Jesús voluntariamente se pone en manos de sus captores...Ahora el versículo 56 se cumplió. Mientras Jesús era arrestado, todos los Discípulos huyeron” (traducción de R. C. H. Lenski, Ph.D., The Interpretation of St. Matthew’s Gospel, Augsburg Publishing House, 1964 edición, p. 1055; nota sobre Mateo 26:56).

“Mas todo esto sucede, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron” (Mateo 26:56).

Es mi propósito, en este sermón, ir más adentro de este versículo, buscar las razones por qué los Discípulos “dejándole, huyeron”. De acuerdo al Dr. George Ricker Berry la palabra Griega traducida “dejándole” en la Reina Valera significa “abandonar” (A Greek-English Lexicon and New Testament Synonyms). Aquí hay varias razones por qué los Discípulos dejaron a Jesús, cuando lo abandonaron y huyeron.

I. Primero, ellos dejaron a Jesús y huyeron para cumplir las Escrituras de los profetas.

Nuestro texto dice: “Mas todo esto sucede, para que se cumplan las Escrituras de los profetas...” Esto incluye la profecía de los Discípulos dejándolo y abandonándolo. Zacarías 13:6-7 dice:

¿Qué heridas son estas en tus manos? Y él responderá: Con ellas fui herido en casa de mis amigos…Hiere al pastor, y serán dispersadas las ovejas” (Zacarías 13:6-7).

El Dr. Henry M. Morris dijo referente a esas palabras “Hiere al pastor, y serán dispersadas las ovejas”:

Este versículo es citado en Mateo 26:31 y Marcos 14:27 por Cristo Mismo. Él, el Buen Pastor, su vida da por las ovejas (Juan 10:11), pero en el trauma de estos acontecimientos que cambian el mundo, Sus ovejas se dispersan por un tiempo (traducción de Henry M. Morris, Ph.D., The Defender’s Study Bible, World Publishing, 1995 edición, p. 993; nota sobre Zacarías 13:7).

El Señor Jesucristo Mismo dijo que Zacarías 13:7 profetizó que los Discípulos lo dejarían y huirían. En Mateo 26:31 Cristo dijo,

“Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas” (Mateo 26:31).

De nuevo, en Marcos 14:27,

“Entonces Jesús les dijo: Todos os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas serán dispersadas” (Marcos 14:27).

Entonces no hay duda que los Discípulos dejándolo y huyendo fue el cumplimiento de la profecía en Zacarías.

“Mas todo esto sucede, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron” (Mateo 26:56).

II. Segundo, ellos dejaron a Jesús y huyeron porque eran miembros de una raza caída.

La raza humana es una raza caída. Nunca debemos olvidar eso,

“Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres” (Romanos 5:12).

Es por eso que todas las personas nacen “muertos en pecados” (Efesios 2:5). Es por eso que todas las personas son “por naturaleza hijos de ira” (Efesios 2:3).

Los Discípulos no eran mejores que el resto de la humanidad. Ellos, también, eran “por naturaleza hijos de ira”. Ellos también estaban “muertos en pecados”. Ellos también eran hijos de Adán. Como un viejo libro de niños de Nueva Inglaterra lo puso:

“En la caída de Adán,
Todos pecamos”.

Así los Discípulos tenían mentes carnales que estaban en “enemistad contra Dios” (Romanos 8:7). Así rechazaron el Evangelio cada vez que Cristo se los predicaba. El Dr. J. Vernon McGee dijo:

[Cristo] repitió cinco veces el hecho que Él iba a Jerusalén a morir (Mateo [16:21]; 17:12; 17:22-23; 20:18-19; 20:28). A pesar de esta intensa instrucción, los discípulos no entendieron la importancia de [el evangelio] hasta después de Su resurrección (traducción de J. Vernon McGee, Th.D., Thru the Bible, Thomas Nelson Publishers, 1983, volumen IV, p. 93; nota sobre Mateo 16:21).

¿Por qué los discípulos “no entendieron la importancia” del Evangelio? La respuesta es simple:

“Si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden esta encubierto” (II Corintios 4:3).

En su nota sobre Juan 20:22, el Dr. McGee dijo que los Discípulos no fueron nacidos de nuevo (regenerados) hasta que se encontraron con el Cristo resucitado, y Él sopló, y dijo: “Recibid el Espíritu Santo” (traducción de J. Vernon McGee, Th.D., ibid., p. 498; nota sobre Juan 20:22). (Oprime aquí para leer mis sermones sobre este tema – “El Miedo De Los Discípulos” – “Esta Palabra Les Era Encubierta”, “La Conversión De Pedro”, “Pedro Bajo Convicción”, y “El Falso Arrepentimiento de Judas”.

“Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron”
       (Mateo 26:56).

Algunos pueden decirte que he ido muy lejos al decir que los Discípulos no fueron regenerados y convertidos hasta después de la resurrección de Cristo. Si eso es lo que piensas, discutámoslo en oración con la luz de la Escritura.

Yo admiro en gran manera el libro en Inglés del Rev. Iain H. Murray, The Old Evangelicalism (The Banner of Truth Trust, 2005). Hablando sobre la conversión en general, Iain H. Murray dijo: “Hay una necesidad urgente hoy en día de recuperar la verdad acerca de la conversión. Una amplia controversia sobre este tema sería un viento saludable para alejar miles de cosas menos importantes” (p. 68). Escríbeme sobre esto. Quiero escuchar de ti, ¡y yo personalmente le contestaré a cada persona!

“Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron”
       (Mateo 26:56).

III. Tercero, ellos dejaron a Jesús y huyeron porque no tenían una convicción evangélica-antigua de pecado, antes de esto.

Tenían una gran confianza en su propia capacidad. Vemos eso una y otra vez antes de que Cristo resucitara de entre los muertos y se les apareciera. Por ejemplo, cuando Jesús dijo a Pedro que le negaría esa misma noche:

“Pedro le dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo” (Mateo 26:35).

El Dr. Martyn Lloyd-Jones dijo:

No hay evangelización verdadera sin la doctrina del pecado, y sin un entendimiento de qué es el pecado...el evangelismo debe comenzar con la santidad de Dios, el pecado del hombre y las consecuencias eternas de la maldad y de hacer el mal. Sólo el hombre que ha sido traído a ver su culpabilidad de esta manera es el que huye a Cristo para liberación y redención (traducción de D. Martyn Lloyd-Jones, M.D., Studies in the Sermon on the Mount, InterVarsity, 1959, vol. 1, p. 235).

Yo creo que los Discípulos no vinieron bajo una convicción evangélica-antigua hasta después de que ellos “dejándole, huyeron”. Cuando los Discípulos dijeron un poco antes: “Esto creemos que has salido de Dios”:

“Jesús les respondió: ¿Ahora creéis? He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo...” (Juan 16:30-32).

Yo creo que el dolor y convicción de Pedro, después que él negó a Cristo, también la sintieron los otros Discípulos. “Y Pedro, saliendo fuera, lloró amargamente”. (Lucas 22:62). El Dr. W. G. T. Shedd comentó: “El Espíritu Santo ordinariamente no regenera a un hombre hasta que él es un hombre convicto” (traducción de Shedd, Dogmatic Theology, volumen 2, página 514).

Ahora, en conclusión, regresaré y aplicaré esto a aquellos de ustedes que todavía no son convertidos. ¿Has sentido que eres un pecador arruinado, que tu propio corazón “es engañoso…y perverso”? (Jeremías 17:9). Has sentido: “¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?” (Romanos 7:24). ¿Has perdido toda la confianza en ti mismo? Como el Dr. Lloyd-Jones dijo: “Sólo el hombre que ha sido traído a ver su culpabilidad de esta manera es el que huye a Cristo para la liberación y redención” (ibíd.). Por favor pónganse de pie y canten el himno número 8 en su cancionero.

Hoy en el nombre de Jesús, santo himno cantad,
Pensad que ríos de Sangre cada herida virtió.

¿Oh, quién dirá lo que Él sufrió Su sangre al derramar,
Y qué dolor Su seno abrió nuestra culpa al cargar?

No fue el escarnio, insultos que hirió Su corazón;
La aguda espina, el clavo, no le entristeció.

Mas el suspirar delató Su profundo dolor,
Cuando en Su alma puesto fue del mundo el pecado.

Oh, Tú que bajaste a cargar nuestro vil pecado,
Con Tu justicia cúbrenos, y llévanos a Dios.
   (Traducción libre de “The Lord Hath Laid on Him”
      por William Hiley Bathurst, 1796-1877;
         a la melodia de “Amazing Grace.”)

(FIN DEL SERMÓN)
Puedes leer los sermones de Dr. Hymers cada semana en el Internet
en www.realconversion.com. Oprime “Sermones en Español”.

You may email Dr. Hymers at rlhymersjr@sbcglobal.net, (Click Here)
or you may write to him at P.O. Box 15308, Los Angeles, CA 90015.
Or phone him at (818)352-0452.

La Escritura Leída Antes del Sermón por el Dr. Kreighton L. Chan: Mateo 26:47-56.
El Solo Cantado Antes del Sermón por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith:
“Alone” (por Ben H. Price, 1914).


EL BOSQUEJO DE

ELLOS DEJÁNDOLE HUYERON

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

“Mas todo esto sucede, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron” (Mateo 26:56).

(Mateo 26:46, 47, 48, 50; Juan 18:10; Lucas 22:51;
Mateo 26:53-54, 55)

I.   Primero, ellos dejaron a Jesús y huyeron para cumplir las
Escrituras de los profetas, Zacarías 13:6-7; Mateo 26:31;
Marcos 14:27.

II.  Segundo, ellos dejaron a Jesús y huyeron porque eran miembros
de una raza caída, Romanos 5:12; Efesios 2:5, 3;
Romanos 8:7; II Corintios 4:3.

III. Tercero, ellos dejaron a Jesús y huyeron porque no tenían
una convicción evangélica-antigua de pecado antes de esto,
Mateo 26:35; Juan 16:30-32; Lucas 22:62; Jeremías 17:9;
 Romanos 7:24.