Print Sermon

El propósito de este sitio de Internet es proporcionar manuscritos de sermones gratuitos y videos de sermones a pastores y misioneros en todo el mundo, especialmente en el Tercer Mundo, donde hay pocos, si es que hay, seminarios teológicos o escuelas Bíblicas.

Estos manuscritos de sermones y videos ahora van a casi 1,500,000 computadoras en más de 221 países todos los meses en www.sermonsfortheworld.com. Otros cientos miran los videos en YouTube, pero rápidamente dejan YouTube y vienen a nuestro sitio de Internet. Los manuscritos de sermones se dan en 46 idiomas a casi 120,000 computadoras cada mes. Los manuscritos de sermones no tienen derecho de autor, así que los predicadores pueden usarlos sin nuestro permiso. Por favor, oprime aquí para aprender cómo puedes hacer una donación mensual para ayudarnos en esta gran obra de predicar el Evangelio a todo el mundo.

Cuando le escribas a Dr. Hymers, siempre dile en qué país vives o él no te podrá contestar. El correo electrónico de Dr. Hymers es rlhymersjr@sbcglobal.net.




¡LA PRUEBA VERDADERA!

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
La Mañana del Día del Señor, 13 de Febrero, 2011

“Estos son asimismo los que fueron sembrados en pedregales: los que cuando han oído la palabra, al momento la reciben con gozo; pero no tienen raíz en sí, sino que son de corta duración, porque cuando viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra, luego tropiezan” (Marcos 4:16-17).


La Bíblia Anotada de Scofield da este comentario: “La elección es...el acto soberano de Dios por medio del cual Él escoge para Sí mismo a ciertos individuos entre el género humano” (La Bíblia Anotada de Scofield, pág. 1267; nota sobre I Pedro 1:2). Esta es una buena descripción de la elección. Jesús dijo: “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros” (Juan 15:16). De nuevo, Jesús dijo: “yo os elegí” (Juan 15:19).

Tú preguntas: “¿Soy uno de los elegidos? ¿He sido escogido por Cristo? ¿Cómo puedo saber si Él me ha escogido para ser uno de sus elegidos?” La respuesta es dada por Jesús en la Parábola del Sembrador, la cual está registrada en los tres Evangelios sinópticos – en Mateo 13:18-23, Lucas 8:11-15, y el pasaje que el Dr. Chan leyó hace unos minutos, en Marcos 4:13-20. Esta parábola describe cuatro clases de personas que vienen a la iglesia y escuchan el Evangelio ser predicado de la Palabra de Dios.

La primera clase son aquellos que escuchan la Palabra ser predicada, pero “en seguida viene Satanás, y quita la palabra que se sembró en sus corazones” (Marcos 4:15). Estas son personas que vienen a la iglesia pocas veces y dejan de venir. Nada de lo que se predicó tuvo efecto en ellos. Ellos se van y no se acuerdan de los sermones. Estas personas no se preocupan en ser convertidas. No están entre los elegidos. No han sido escogidos por Cristo.

La segunda clase son aquellos que vienen a la iglesia por un tiempo, y parece que están interesados en convertirse en verdaderos Cristianos. Ellos escuchan la predicación “al momento la reciben con gozo” (Marcos 4:16). Pero no son convertidos. Así, ellos “no tienen raíz en sí, sino que son de corta duración”. Pero, “cuando viene la tribulación o la persecución…luego tropiezan” (Marcos 4:17) – y “se apartan” (Lucas 8:13). Así, ellos “son (en la iglesia) de corta duración” (Marcos 4:17). Estas personas no están entre los elegidos. Ellos tampoco han sido escogidos por Cristo.

La tercera clase representa a aquellos que vienen y escuchan la predicación por largo tiempo, y parecen ser Cristianos. Pero después “los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa” (Marcos 4:19). Dr. McGee dijo,

He visto que una gran cantidad personas han permitido que los afanes de este mundo desplacen la Palabra de Dios…¡ellos no son creyentes en lo absoluto! Ellos han escuchado la Palabra y solo han profesado recibirla (traducción de J. Vernon McGee, Th.D., Thru the Bible, Thomas Nelson Publishers, 1983, tomo IV, p. 73; nota sobre Mateo 13:22).

Estas personas hacen compromisos superficiales con Cristo y la iglesia, pero los problemas de la vida y el deseo de ganar más dinero “ahogan la palabra” y muestran que, como lo dijo el Dr. McGee, “¡ellos no son creyentes en lo absoluto!” (McGee, ibid.). Estos frecuentemente incluyen los jóvenes que han crecido en la iglesia. Ellos vienen a la iglesia mientras dependen de los padres, pero cuando ya ganan su propio dinero se alejan porque nunca han experimentado la verdadera conversión. Ellos tampoco están entre los elegidos. No han sido elegidos por Cristo.

La cuarta clase son los elegidos. Estos son los únicos escogidos por Cristo para la salvación. Por la pura gracia de Dios “oyen la palabra y la reciben, y dan fruto...” (Marcos 4:20). Solo éstos son los elegidos. Solo éstos han sido escogidos por Cristo. Solo éstos experimentan la verdadera conversión. Cristo dijo: “Muchos son llamados, y pocos escogidos” (Mateo 22:14).

Puedes preguntar: “¿Soy uno de los elegidos? ¿He sido escogido por Cristo? ¿Cómo puedo saber si Dios me ha elegido a ser uno de Sus escogidos?” Algunos de ustedes son nuevos en nuestra iglesia. Han estado viniendo por algunas semanas los Domingos por la mañana y por la tarde, y al evangelismo el Sábado por la tarde. ¿Serás convertido? ¿Eres uno de los elegidos de Dios? Veamos la verdadera prueba. La verdadera prueba no es lo que aprendes, o las respuestas que puedes dar en el cuarto de consejo. La verdadera prueba es dada en Marcos 16-17. Por favor pónganse de pie y lean versos 16 y 17, empezando con las palabras, “Cuando han oído la palabra...”

“Cuando han oído la palabra, al momento la reciben con gozo; pero no tienen raíz en sí, sino que son de corta duración, porque cuando viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra, luego tropiezan” (Marcos 4:16-17).

Se pueden sentar.

El Dr. R. C. H. Lenski dijo que estos que escuchan “muestran una gran promesa”. Cuando escuchan la predicación del Evangelio “se deleitan – esto es lo que había estado esperando”. Pero muestran ser “decepcionantes”. Ellos no tienen “raíz en sí”. Ya que no tienen raíz en Cristo, no son convertidos. “Son de corta duración”. “Luego tropiezan”, Marcos 4:17 (cf. R. C. H. Lenski, Th.D., The Interpretation of St. Mark’s Gospel, Augsburg Publishing House, 1964 impresión, p. 173; nota sobre Marcos 4:16).

Los no elegidos tienen cuatro características que frecuentemente vemos en personas nuevas.

I. Primero, ellos se deleitan al oír el Evangelio.

“Cuando han oído la palabra, [ellos] al momento la reciben con gozo” (Marcos 4:16).

Estos son la clase de personas que vienen a la iglesia y se hacen amigos de todos. Les gusta estar aquí. Les gusta la predicación y las canciones. Les gusta estar en la iglesia. Les gusta comer con nosotros después de los servicios. Aprenden el plan de salvación. Pueden dar las palabras correctas cuando el Dr. Cagan y yo les hablamos en el cuarto de consejo. Son como las multitudes que siguieron a Jesús, porque “comisteis el pan y os saciasteis” (Juan 6:26).

II. Segundo, ellos no tienen raíz en sí mismos.

Algo está mal con ellos desde el principio – ellos “no tienen raíz en sí” (Marcos 4:17). El Evangelio los hace sentirse felices cuando lo escuchan, pero no ha echado raíz en sus corazones. El Dr. Gill dijo: “No hay verdadera obra del corazón, sólo [teorías] y [emociones] llamativas; no hay raíz de gracia en ellos” (traducción de John Gill, D.D., An Exposition of the New Testament, The Baptist Standard Bearer, 1989 reimpresión, tomo I, p. 400; nota sobre Marcos Mark 4:17). Estas personas no son “arraigados y sobreedificados en [Cristo]”, Colosenses 2:7.

El Dr. Gill dijo: “No tiene raíz en sí mismo, ni en Cristo” (ibíd., p. 147; nota sobre Mateo 13:21). En otras palabras esta clase de persona nunca ha venido a Jesús – y no es convertida. Le gusta estar con sus nuevos amigos en la iglesia. Le gusta cantar los himnos. Le gusta las comidas que se sirven después de cada servicio. Aún le agrada el pastor y los sermones que da.

Pero nunca ha venido bajo convicción de pecado. Nunca ha sentido que sus pecados son un peso intolerable para él. Nunca ha sentido que está perdido sin esperanza. Tiene una gran confianza en su propia habilidad de vivir la vida Cristiana, porque nunca ha sido quebrantado para ver que es totalmente indefenso, completamente incapaz de hacer o decir algo que pueda ayudarlo.

Solo tiene “gozo” superficial. Nunca ha visto la culpa de su pecado. Nunca ha sido perturbado por su pecado a la vista de un Dios santo que juzga. “No hay temor de Dios delante de sus ojos” (Romanos 3:18). Por lo tanto nunca han sentido ninguna necesidad de Jesús. Ellos aprendieron las palabras, pero nunca sintieron:

“¡Ay de mí! que soy muerto” – ¡Estoy perdido! (Isaías 6:5).

Nunca sintieron que deben venir a Jesús o perecerán. Por lo tanto no tienen “raíz” en Cristo. Solo son felices asistentes de iglesia – que no son convertidos. No están entre los elegidos. Dios no los ha escogido.

III. Tercero, ellos son de corta duración.

“Cuando han oído la palabra, al momento la reciben con gozo; pero no tienen raíz en sí, sino que son de corta duración…” (Marcos 4:16-17).

“Ellos continúan escuchando y profesan el Evangelio por corto tiempo”, dijo el Dr. Gill (ibid,. p. 400). Algunas veces aún permanecen en la iglesia hasta ser bautizados. Pero como no tienen “raíz” en Cristo no permanecerán en la iglesia por mucho tiempo. ¡Ciertamente no serán miembros de la iglesia de por vida! Serán, al final, lo que Spurgeon llamó, “Aves de paso”. Ellos solo son de “corta duración” en la iglesia local. La palabra Griega traducida “duración” significa “durar” (Strong). Solo duran en su iglesia por un tiempo. ¿Por qué? Porque nunca han sido convertidos. Ellos no son entre los elegidos. Ellos no serán salvos.

“Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros...” (I Juan 2:19).

Comentando sobre I Juan 2:19, el Dr. McGee dijo:

La forma en que puedes saber si [alguien es convertido] o no es que eventualmente el hombre…dejará la [iglesia] si él no es hijo de Dios (traducción de J. Vernon McGee, Th.D., Thru the Bible, Thomas Nelson Publishers, 1983, tomo V, p. 777; nota sobre I Juan 2:19).

Ellos no están entre los elegidos. Dios no los escogió. Ellos no serán salvos.

IV. Cuarto, ellos inmediatamente tropiezan, y se alejan de la iglesia, cuando son probados por los problemas usuales de la vida Cristiana.

“[Ellos] no tienen raíz en sí, sino que son de corta duración, porque cuando viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra, luego tropiezan” (Marcos 4:17).

La “aflicción” o “persecución” no tiene que ser muy grande. El Dr. Gill dijo: “Tan pronto que cualquier pequeño grado de dificultad viene sobre ellos...por el Evangelio...tales oyentes tropiezan...y no pueden soportar la pérdida de algo, o soportar cualquier cosa... y por lo tanto [renuncian] su profesión” (ibíd).

Ayer un hombre en mi gimnasio me dijo que se alejó de su iglesia en 1972 porque un pastor le dijo algo que no le gustó. ¡Piensa en ello! ¡No ha vuelto a la iglesia durante 39 años a causa de un comentario que un pastor le hizo! ¡Si yo hubiera sido tan sensible, podría haber encontrado muchas razones para alejarme de la iglesia a la que pertenecía de joven! Yo sé de una persona que se alejó recientemente porque su tío lo invitó a salir a cenar durante los servicios de la iglesia. Fácilmente podría haberlo cambiado a una noche diferente – pero en vez se alejó de la iglesia. Otro muchacho dijo que tenía que sustituir a su tía y enseñar piano a algunos niños en el Norte de California, ¡a pesar de que había otra persona que podría haberlo hecho! Se alejó de la iglesia a pesar de que no había ninguna razón de peso para hacerlo. ¡Una joven China se fue porque quería tomar una clase extra que ni siquiera necesitaba!

Ves, el Dr. John Gill tenía razón cuando dijo: “Tan pronto como cualquier pequeño grado de dificultad viene sobre ellos [ellos] tropiezan...y no pueden soportar la pérdida de algo…y por lo tanto [renuncian] a su profesión” (Gill, ibid.). ¡Esa es la verdadera prueba! No es lo que aprendes de la Biblia. No son las palabras que dices en el cuarto de consejo. La verdadera prueba de que eres uno de los elegidos se verá en esto – ¡podrás seguir viniendo a la iglesia sin importar lo que pase! ¿Podrás seguir viniendo cuando “viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra”? ¿Serás capaz de decir con el viejo John Newton,

“En los peligros o aflicción
   Que aquí he tenido yo;
Su gracia siempre me libró,
   Y al Cielo me llevo”?
(Traducción libre de “Amazing Grace”
   por John Newton, 1725-1807, tercera estrofa).

Ora que Dios te traiga bajo convicción de pecado. No dejes que ningún “pequeño grado de dificultad” (Gill, ibid.) te detenga de venir a la iglesia, de ser convertido, y dejes la vida Cristiana en tu iglesia local. Cristo murió en la Cruz, en tu lugar, para salvarte de la pena de tu pecado. Él se levantó de entre los muertos para darte el nuevo nacimiento y conversión. Ven a Jesús y no des vuelta atrás a la vida de pecado, sin importar lo que pasa. ¡Esa es la verdadera prueba si eres o no uno de los elegidos! ¡Esa es la verdadera prueba si Dios ha escogido salvarte de tu pecado por medio de Su Hijo, el Señor Jesucristo!

(FIN DEL SERMÓN)
Puedes leer los sermones de Dr. Hymers cada semana en el Internet
en www.realconversion.com. Oprime “Sermones en Español”.

You may email Dr. Hymers at rlhymersjr@sbcglobal.net, (Click Here) – or you may
write to him at P.O. Box 15308, Los Angeles, CA 90015. Or phone him at (818)352-0452.

La Escritura Leída Antes del Sermón por el Dr. Kreighton L. Chan: Marcos 4:13-20.
El Solo Cantado Antes del Sermón por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith:
“Amazing Grace” (por John Newton, 1725-1807).


EL BOSQUEJO DE

¡LA PRUEBA VERDADERA!

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

“Estos son asimismo los que fueron sembrados en pedregales: los que cuando han oído la palabra, al momento la reciben con gozo; pero no tienen raíz en sí, sino que son de corta duración, porque cuando viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra, luego tropiezan” (Marcos 4:16-17).

(Juan 15:16, 19; Marcos 4:15, 16, 17; Lucas 8:13;
Marcos 4:19, 20; Mateo 22:14)

I.   Primero, ellos se deleitan al oír el Evangelio, Marcos 4:16;
Juan 6:26.

II.  Segundo, ellos no tienen raíz en sí mismos, Marcos 4:17a;
Colosenses 2:7; Romanos 3:18; Isaías 6:5.

III. Tercero, ellos son de corta duración; Marcos 4:17b; I Juan 2:19.

IV. Cuarto, ellos inmediatamente tropiezan, y se alejan de la iglesia,
cuando son probados por los problemas usuales de la vida
Cristiana, Marcos 4:17c.